Partida Rol por web

¿"Tesoros escondidos", Sorana? Si ni siquiera soy de esta ciudad...

Sacudí con fuerza las puertas delanteras. Llamé... me daba igual que me oyeran...

¡Abuelo! -gritaba. ¡Estás ahí, abuelo!?, Soy tu nieta que te quiere... ábreme.

Ante la insistencia y la nula contestación, retrocedí y decidí mirar las ventanas con un mismo ángulo. Tras pensar un poco di la vuelta a la casa, me interné en la huerta trasera y pude contemplar que la puerta trasera estaba forzada y había sido entornada. Sin dilación y desatendiendo el peligro, entré en la casa. Quería ver a mi abuelo a toda costa. Necesitaba saber que estaba bien.

Algo confuso por la rápido que habíamos llegado a la casa de la dama, algo me olí al ver que la puerta principal no se abría. Si alguien te está esperando lo normal es que te abra aunque tal vez nuestra presencia variopinta y peligrosa en algunos casos le habría disuadido. Decidí acompañarla hacia la parte de atrás pero al ver la puerta forzada no hubo duda.

- Atrás señorita, ha hecho bien en hacerse acompañar alguien ha encontrado a su grootvader antes que nosotros - le dije mientras le retiraba protectoramente a mi espalda. Saque el sable y la pistola - ¿Donde se encuentra el despacho de su pariente? - dije sin dejar de mirar al frente.

   Veo que la mujer es testaruda, pero se entiende al querer encontrar a su abuelo. Luego que la veo desaparecer junto a Van Rutte, decido ir por detrás de ellos, rezongando un poco por la impulsividad de esa chica. Veo que esta tipa quiere hacerse matar...

Vigilaba por si hubiese alguien alrededor, pero de pronto, una ventisca de aire hizo que se le metiese un grano de arena en el ojo. Tuvo que volver con el grupo mientras se frotaba, a circulitos, con la yema del dedo en el párpado, hasta que cobró la visión.

Intenté detener a la joven dama, pero era impulsiva.

- ¡Señorita Lucía! ¡No entre ahí!

La mujer se escabuyó cual lagartija y me vi corriendo tras ella para que no se metiera en un problema mayor del que estaba.

La encontré en medio del patio que daba a la hacienda, sola y abatida.

- ¿Quién querría hacer daño a vuestro abuelo? - era algo que deseaba preguntarle desde el principio, pero no encontraba el momento.

Que el hombre se preocupara de esa manera... y que el tal Angus hubiera desaparecido.

- ¿Quién es Angus? O más bien, ¿qué significa para vuestro abuelo?

Gracias Van Rutte -dije ante la muestra de caballerosidad...- pues no recuerdo que tuviera despacho... eso si.. .tenía un laboratorio... no se si aún lo conserva. Allí se enclaustraba cuando no estaba en su biblioteca...

Vi que Rudoph y la pirata Sorana entraban tras de mi.

¿Angus? -respondí al Almirante. Angus es el criado de mi abuelo. La verdad es que no se quien puede querer hacer daño a mi abuelo. Es un hombre apacible, tranquilo, bondadoso e inteligente....

... demasiado inteligente, diría yo. En la taberna escuché, y Lucía,... perdona por la rumorología, pero es lo que he oido, que su abuelo es el gran erudito Cristobal de Amaranto,

antiguo catedrático de la universidad de Cartagena. Caudal inagotable de conocimientos decían alguno, pues al parecer es docto en matemáticas, lenguas y aficionado a la química, y otros saberes, entre los que según las malas lenguas, se incluye el ocultismo... Ejem... Lucía... pero... esto último lo oí de un par de borrachos ayer...

Estáis dentro de la Casa todos. Zonas:

• Zaguán (recibidor)
• Cocina
• Biblioteca
• Comedor
• Laboratorio
• Dormitorio

Lucía se detuvo en la entrada ensimismada en sus nostálgicos recuerdos producidos por la casa.

Extrañado volví a mirar a la muchacha tan joven

- Permitame preguntarle dónde está vuesa carabina, señorita Lucía.  No es propio correr por ahí sin compañía y ... - la mira de arriba a abajo  - vestida de muchacho.

La tomo con cortesía del brazo

- Si vuestro abuelo es lo que dice este buenhombre, no lo aprobaria ¿estoy equivocado?

Las formas del almirante, como siempre denotan una gran cortesía hacia la muchacha, conminándola a replantearse sus modales

- Vestíos de forma correcta, mi dama y luego, yo mismo os ayudaré en la investigación.

La muchacha era bien joven y deseable. No quería tener grescas con gañanes que la mirasen mal. Quizás necesitase alguien que defendiera su honor y el almirante no tenía tiempo para absurdos duelos.

Escuchaba los comentarios y por momentos se sentía más intrigado, pero prefería no intervenir de momento. Se posicionó ligeramente delante del grupo y, sigilosamente y en guardia, se adentraba a la primera sala de la casa, concentrado en percibir posibles sujetos.

Para inspeccionar la casa señalad la sala que deseais ver (en mis post más arriba puse las partes de la misma). Así se cual he de mostraros.

Lo primero que fue a visitar fue el laboratorio, sin dar previo aviso. Estaba especializado en éstos, él mismo llevaba toda una vida creándose el suyo própio.

    Este Angus parecía ser sospechoso, pero no me caía bien tanta intriga. Sin embargo, decidí que sería conveniente inspeccionar la casa a fondo, por lo que decido dirigirme hacia la biblioteca y empezar por allí mientras aquel desaliñado hombre se dirigía hacia lo que parecía ser un laboratorio. Antes de irme, me dirijo hacia la mujer, aprobando la idea del almirante -Concuerdo con el almirante en que deberías vestirte como mujer. Sólo los hombres se visten como tales. Puedes mantener tu estilo aún con vestido- y sonrío graciosamente, dado que yo llevaba el mío y tenía un buen estilo, pero también me había vestido de hombre para infiltrarme en lugares y no es malo tampoco...Ahora procedo a retirarme del lugar, rememorando varias situaciones que se me venían a la mente.

Desde ahora y aplicado a la casa del abuelo de Lucía, Según donde vayáis los destinatarios serán diferentes. Si accedéis a una sólo vosotros sólos el destinatario será el director, okei? si hay más compañeros en una de las salas el destinatario será también el. POR FAVOR, no olvidéis esto.

saludos.

El laboratorio: Al entrar vistes todo el panorama: redomas, probetas, alambiques y demás cachivaches. La mayor parte de ellos estrellados contra el suelo. En una mesa se encuentra un desordenado montón de papeles que también siembran el suelo, junto a los fragmentos de cristal.

La biblioteca:

Alberga una respetable colección de casi cien tomos ordenados por fechas, en su mayoría tratados científicos (matemáticas, química y astronomía) o de teología. Muchos de ellos son manuscritos redactados en griego y copto y un par incluso en hebreo. Aunque se han tirado algunos libros al suelo, el desorden es mucho menor que en el resto de la casa . En un atril se encuentra un libro abierto, manuscrito en un románico antiguo.

Al ver el laboratorio como si hubiese pasado por allí el apocalipsis pensó que seguramente habría habido alguna muerte en la casa. Un aliciente más para constatarle que tenía que llegar al fondo del asunto.

Lo primero que hizo fue echar una hojeada a todos los documentos del suelo y de la mesa.

Tirada de Carisma