Partida Rol por web

Me impresiona como te haces la picha un lío tu mismo y no encuentras nada xD. Es como si te dejan hacer un examen con el libro y te olvidas de que lo tienes bajo el pupitre. La hojtia.

Pufff, creo que tenía que haber desglosado, y cuando hago la segunda, que era la desglosada, no pongo que era, por que quería pasar a la siguiente. Además busqueda supongo que será con percepcción de todas maneras pero y ¿+++ la de superviviencia con qué característica es? Ostras y ahora veo que la dificultad de la de supervivencia es 10.

Supervivencia va con Percepción. Tienes una lista de las habilidades y sus características en la sección creación de personaje, primera hoja, segundo mensaje.

Te tiro como ejemplo para que veas como es. Tiradas de habilidad siempre se desglosan, no así las de daño (no hace falta) ni las de armadura. En este caso serían 9+9 en detección, sumándole otros 9 de la característica. Resultado: 27. Lo mismo que has sacado tu.

Supervivencia te sale 7+9= 16. Las pasas todas.

Elfos y hobbit avanzaron a través de la selva en busca de un buen lugar donde instalar el enorme campamento necesario para una tropa de miles de hombres, elfos y enanos. En su camino, descubrieron la exuberancia de aquella costa ignota y los peligros que entrañaba en forma de serpientes, arañas, mosquitos y sanguijuelas, que les puso a prueba.

Remontaron durante dos horas el curso de los riachuelos hasta dar con un río más grande, que iba a morir al mar en forma de acantilado. Sobre aquel lugar había formación rocosa en forma de meseta* a la que se podía acceder por unos tortuosos senderos. Fácilmente defendible, con acceso al agua y espacio suficiente para alojar a la expedición, parecía un buen lugar para echar el ancla y construir su campamento fortificado.

Cuando salieron del bosque y llegaron a la linde con una campiña, también propicia para un asentamiento de más fácil acceso, el semielfo sintió algo extraño. Sintió presencias que les observaban en la linde del siguiente bosquecillo. Les vió moverse entre las ramas de las árboles con una agilidad grácil e impropia de los simios.

Mandó a los exploradores que se detuvieran, y unos segundos después cayeron a su alrededor las primeras flechas. Antes de que se pudieran poner a cubierto, tres montaraces cayeron pasados a flechazos. Los hobbits fueron mucho más rápidos, y dado su reducido número y pequeño tamaño se pusieron a cubierto ocultándose bajo sus capas élficas. Eso desconcertó al enemigo y erró en los blancos. Al parecer aquel tipo de camuflaje no era conocido por los elfos de la oscuridad.

Ahora mismo, el enemigo disparaba bien oculto entre las copas de los árboles. Devolverle los disparos y acertar en ellos iba a ser asunto complicado.

CIERTO me pierdo. Y ahora me lio más.

Pensaba que era la cantidad de dados según habilidad (+1 con especialización) y a ese (a lo que salta en los dados) se le suma la característica.

Y así es xD

Durante el camino, a pesar de la humanidad y el sofoco de la selva, consiguieron avanzar sin problemas, admirando cosas maravillosas y extrañas y evitando animales e insectos de aspecto extraño y peligroso. Siguieron los riachuelos en busca de un afluente mas grande hasta encontrar una zona que parecía propicia para montar el campamento del ejercito, era una zona extensa junto a la jungla.

Cuando los montaraces pararon Veremir hizo un gesto a los suyos para que también lo hicieran, lo siguiente sucedió muy rápido, desde un grupo de árboles volaron una andanada de flechas en su dirección -¡A cubierto!- Gritó el hobbit a los suyos, a la vez que acercó a Bekoe para cubrirla con la capa elfica, ningun hobbit fue alcanzado, no tuvieron tanta suerte los montaraces de Kiribante que perdieron a tres de los suyos ensartados por las flechas.

-¡Hobbits! ¡Retiraos a la linde, poneos a cubierto y cubrid a los montaraces!- Veremir se retiró manteniéndose agachado hasta llegar a la cobertura de los árboles que acababan de dejar atrás, descolgó la honda y se preparó para cubrir la retirada de los montaraces -¡Vamos, aquí!- Les gritaba a los montaraces de Kiribanti mientras hacía girar su honda

Perder tres de sus hombre, de sus compañeros, dolía en demasía a Kiribanti. Esto lo pagarán caro. Dio una serie de silvidos que en la espesura de la jungla se dispersaban bastante bien. No era un idioma de batalla en si, pero todos sus hombres sabían que eso significaba una solicitud de ayuda. Todos los montaraces no tardaron en buscar cobertura, todos menos los caidos. Espero que se pueda hacer algo por sus vidas.

- Chicos, aprovechad vuestras capas para ocultación. Vamos a replegarnos con orden para generar una batida.

Antes de empezar a retirarse no pudo resistir de mandarle un regalito. Además así ayudaba a la maniobra entrenada de fuego y movimiento. Mientras unos se retiraban otros disparaban hasta que los primeros encontrasen un buen lugar para hacer puntería y estar a cubierto. Los montaraces no eran soldados, pero tenían tácticas de guerrilleros. No eran soldados, pero ... eran mejores en lo suyo.

¿LO he pinchado como una oliva?

Por fin ponemos pies sobre la tierra, donde tan seguro me siento. Destapo mis sandalias para sentir la arena húmeda sobre mis pies y entrar en contacto con aquella naturaleza.
Hacía tiempo había estado aquí, sólo, y ahora me encontraba rodeado de un ejército.

Aquello me daba una seguridad que no había tenido la última vez, pero al mismo tiempo una enorme responsabilidad caía sobre mis hombros, responsabilidad que no había podido tomar en la mar con la muerte de aquellos hombres, que aún rondaban en mis pensamientos.

Tras la pregunta de Arphazel, observo la situación. Probablemente yo podría encontrar soluciones para desenvolverme en ese lugar con cierta seguridad, pero mis conocimientos se veían desbordados para mantener y dirigir tal ejército en un territorio tan desconocido para mí.
Mis habilidades eran guiar con mis palabras, los corazones de las personas en determinados pensamientos, pero no guiar con órdenes, las armas de un ejército a través de una jungla.

Observé con detenimiento a la princesa. No quería parecer un inútil y debía mostrar seguridad, pero tampoco quería engañar a aquella líder. Dejame un poco explorar la zona, tal vez algún montaraz o explorador pueda venir conmigo. Mejor cuatro ojos en la naturaleza y así poder saber algo más de su fauna, no quiero buscar enemigos, sino posibles aliados en las cercanías. A veces, los animales son más difíciles de corromper que las personas Miré un momento, en círculos, y volví a observar a Arphazel. La ayuda de Kiribanti o Veremir me vendría de maravillas. No decidí, quería que fuese ella quien ordenase.

Bajamos finalmente a tierra, tras el duro viaje. Aquello me maravillaba y me sobrecogía a la vez. Maravillaba porque se trataba de una vasta extensión de naturaleza inexplorada, tan exhuberante y con tantas posibilidades por descubrir. Y sobrecogía porque sabía de la gran Sombra que allí se ocultaba y conocía la profundidad de los sentimientos que a mi maestro asolaban respecto a aquel lugar y quien allí moraba. Escuché los comentarios de la princesa y de Pallando. 

-Yo también puedo ayudar en eso -dije en voz alta- no se me dan mal los animales.  

Luego me acerqué a Arphazel, agradeciéndole con la mirada y un asentimiento de cabeza su comentario previo. 

-Os lo agradezco, señora. Respecto a eso, aparte de intentar ganarme más a Gorman, también me gustaría conocer un poco más a fondo a Veremir, la verdad es que no he podido coincidir mucho con él de momento durante el viaje. Quizá, si a vos os parece bien, puedo ir yo en una dirección en su compañía y que Kiribanti acompañe a mi maestro en la otra. Como él dice, quizá podamos encontrar más aliados de los que pensamos entre la fauna local. Y, por experiencia propia, los animales como amigos son muy útiles y como enemigos muy peligrosos. 

El flechazo del montaraz fue digno de elogio. El elfo saltó de un árbol a otro, intentando esquivar la flecha, pero la flecha fue más rápida. Atravesó su armadura, atravesó su corazón y le hizo caer desde más de diez metros al suelo como si fuera un fardo.

Los montaraces abrieron fuego luego, demostrando de lo que estaban hechos. A pesar de estar en desventaja y de que el enemigo era casi invisible, tres de ellos cayeron con la primera descarga de flechas, nivelando la balanza. Durante unos instantes la descarga de flechas cesó. Pero luego comprobaron cúal era el motivo. Unos pasos que rasgaban la tierra como los de unas zarpas se acercaban por el flanco a toda prisa, saliendo del bosque. Era una fuerza de unos veinte jinetes elfos montando unos extraños lagartos gigantes. Iban armados con espadas y lanzas.

Una nueva descarga de flechas desde las copas de los árboles no surtió casi ningún efecto. Los exploradores se habían parapetado bien.

- Chicos tomar posiciones dispersas y que tengan que hacer virajes para atacaros. Eso nos dará ventaja. Silbó otras tres veces. - Señor Tuk, necesitamos apoyo. Hay que eliminarlos o nos darán caza en la retirada. Mientras hablaba y silbaba preparó otra flecha y esta vez por uno de los jinetes que fueran más despacio. Había que neutralizar la amenaza.

Escuché atentamente cuanto me decían Pallando y Yuukimo. Contrasté las posibilidades y sopesé los pros y contras, la verdad es que la idea de un solo y vasto campamento no me agradaba mucho, éramos más vulnerables y en esa playa estábamos expuestos. Quizás lo mejor era hacer varios campamentos pequeños con postas una vez que exploráramos el terreno.
Gorman era un hábil guerrero al igual que Kiribanti, Veremir sin dudas debía ir a la exploración con los suyos. -Bien -dije -Séparense en dos grupos, ambos cubran la costa y luego intérnense selva adentro, descubran lo que puedan de la geografía, fauna y flora local que nos sea de ayuda, especialmente busquen las fuentes de agua más abundantes que estén cercanas. Que Kiribanti vaya con Pallando y Veremir con Yuukimo, que un  grupo de elfos los acompañe a ambos -miré a Sendar -Que Gorman te ayude a montar el campamento que se quedará aquí -yo tampoco conocía mucho del guerrero y esta podía ser una buena oportunidad.

-A sus órdenes -sonreí al punto, haciendo una leve reverencia, tanto de respeto como de agradecimiento por aquella oportunidad- bien, en cuanto los elfos estén listos, buscaré a Veremir. 

Dejé el petate en la arena, junto a las cosas que se empezaban a descargar de los barcos. Cogí mi bastón y mi uchigatana, por si acaso y me dispuse a explorar. Esperé a que los elfos que nos acompañarían estuviesen preparados para internarnos en el bosque lo antes posible y entonces busqué a Veremir.

-Lo único que tengo claro es que me gustaría volver antes del anochecer, por si acaso, así que cuanto antes partamos mejor -dije sonriendo. 

Me acerqué al mediano sin borrar la sonrisa de mi rostro, bastón en mano y filo a la espalda. 

-Señor Veremir -lo llamé cuando lo encontré-, la pricesa Arphazel nos ha encargado a ambos, escoltados por estos amables elfos -añadí señalando al grupo de elfos que venía diligentemente tras de mí- que exploremos la selva en una dirección. No soy muy ducha en exploración pero, como ha sugerido mi maestro, entre los animales a menudo se pueden encontrar muchas y muy buenas alianzas inesperadas y el trato con animales es uno de mis fuertes, así que por eso he de ir con vos.

Mantuve mi sonrisa y una expresión entre expectante y calmada se reflejó en mi rostro cuando observé el bosque. No dije más, tan sólo esperé pacientemente a que el mediano se preparara para partir. Lo único que tenía claro era que no quería volver de noche, a ser posible. 

Antes de que partiera el mago o las órdenes surtieran efecto, llegó un informe de los montaraces que estaban en avanzada. Lo trajo uno de las palomas mensajeras que usaban para comunicarse. Al ser leído por uno de los maestres de intendencia, mandaron llamar inmediatamente a un miembro de los lobos negros que llevó el mensaje a la princesa con la mayor celeridad.

-Alteza, noticias de los exploradores. Han encontrado un buen lugar para el campamento, una meseta y una llanura debajo. Pero han sido atacados en la linde de un bosque de la zona. Elfos oscuros.

Me quedé de una pieza ante el mensaje, no me extrañaba que ya tuviéramos noticias de los elfos oscuros: al parecer esta tierra se empeñaba en demostrarnos que no éramos bienvenidos, o más bien su amo.
-¡Vayamos hacia allí de inmediato! Si es un buen lugar acampemos, de todas maneras nos tratarán de matar estemos donde estemos -dije en voz alta, aunque pensando -Sendar, procura que unos 100 hombres de infantería se nos adelanten para darle apoyo a los montaraces. Aquí quedará una guarnición de hombres que vigilarán y defenderán con sus vidas las naves -de otro modo no podremos regresar -El resto marchará e iremos creando postas para comunicarnos y vigilar la zona. Si encuentran a un elfo oscuro tómenlo de prisionero, quiero ver qué tiene para decir.

Me acerqué a la princesa rápidamente. 

-Princesa, Veremir efectivamente no está. Nos lleva la delantera. Y en vista de estas nuevas noticias... ¿Qué hago? ¿Sigo adelante con los elfos? ¿enviáis a alguien más conmigo? ¿Me uno a Pallando y Kiribanti? ¿O espero y marcho con vos hasta la meseta?

Preguntaba sinceramente, porque a raíz de esas nuevas noticias, no tenía muy claro qué querría la comandante del ejército en aquellos momentos. 

Entonces : ¿Daño 10D?

+ 6 por la tirada de ataque + 2 característica + 2 arma

Los tiro