Partida Rol por web

Cuando llegáis a la granja asaltaba, ahora quedaba ruinas todavía humeantes, Te agachas para ver cientos de huellas. Demasiada gente curiosa. Avanzáis hasta el límite del pueblo, hacia el linde meriodional del Bosque de la Luna. Allí puedes ver más claramente los rastros bajo la luminosa luna y ayudado por antorchas. 

Con precisión felina te deslizas cerca del suelo observando efectivamente unas huellas recientes. Eran profundas y no cabe la menor duda de que son orcos por su irregular forma de caminar y la profundidad de las huellas. No obstante te llama la atención de un par de huellas que se entremezclan con las anteriormente descritas. Éstas parecen humanas, unas botas concretamente.

No hay duda, maese Kenghart, han pasado por aquí.

Las huellas se internan hacia el bosque dejando tras si un claro rastro de hierba pisoteada y ramas rotas. Los orcos no se preocupan en ocultar su rastro, por excesa  confianza o por estupidez.

El tabernero os conduce a un reservado que consistía en una sala regular de 25m cuadrados con una mesa con cuatro sillas. Apenas tenía adornos pero parecía confortable y una pequeña chimenea ardía con un agradable fuego calentando el lugar, dándole un toque acogedor.

- Si necesitáis algo, no dudéis en hacer sonar el timbre. 

Dice señalando una cuerda con un perno que colgaba de un lado de la puerta.

-Bien señores, calculo que ustedes, como yo, queremos solucionar el tema del secuestro de los niños cuanto antes. El problema que tenemos es la falta de información.

Totalmente de acuerdo Fysinun lo primero que debemos hacer es acercarnos al lugar del último incidente y buscar algún rastro o pista que nos permita al menos tener un indicio de por dónde empezar a buscar, les seré sincero poco y nada se del incidente mas allá de los rumores y la escasa información que me dio la noche anterior el alcalde y su extraño hermano ustedes conocen algún detalle mas?.....................por cierto saben si alguien mas va a venir?

Niego con la cabeza.

---No que yo sepa, yo he vinido solo, en cuanto a la información que he escuchado he oido sobre el tunica Negra, pero poco mas.

-Bien, creo que debemos reunir información antes de partir. Si les parece quedaremos aqui para la hora de comer, tengo un asunto personal que resolver con la mayor de las urgencias.

---Ve pues, nadie es quien aqui para detenerte, nosotros podemos ir comparando la información que tenemos acualmente- digo refiriendome a Tebryn y a mi.

Por mi no hay inconveniente – les digo mientras me levanto de la silla ,- Dzarklex y yo podríamos adelantarnos al sitio donde ocurrió el último incidente e investigar, luego nos vemos por aquí a la hora de la cena, les parece?

Se que es un poco tarde, pero me dirijo al altar de Helmo

-Si, resulta evidente que no les preocupa demasiado que les puedan seguir...- Alzó la vista hacia el Bosque de la Luna, al menos allí se sentiría casi como en casa -Bien sigámosles, a ver hasta dónde nos llevan- Y, sin perder ni un segundo más, retomó la marcha en dirección al bosque. 

---por mi sin problemas- digo mientras imito el gesto de Tebryn

Pues, sin más dilación os levantáis y abandonáis la posada. La granja donde ocurrió el incidente quedaba en las afueras del pueblo por lo que tuvisteis que caminar un rato. Por el camino os encontráis a aldeanos ocupados en sus menesteres.

- Buenos días, Sr Dardragón  - saludaban los aldeanos con una reverencia cuando el halfing pasaba por su lado. 

Pronto llegáis a los restos de la granja todavía humeante. En el suelo había infinidad de huellas.

El altar te esperaba. Con sentimiento de culpabilidad te aproximas a él. Te has demorado en tus oraciones matutinas. Sólo esperabas que tu deidad no te retirara su favor. Al fin y al cabo era por una buena causa.

Sigues el rastro de los orcos sin problema a pesar de la oscuridad pues la luna y las antorcha proporcionan una buena visión. Más ramas rotas y huellas pesadas. Cuándo avanzáis unos veinte metros, podéis divisar una luz a lo lejos. Parece un campamento.

Por el camino vi toda clase de personas y saludos , algunos de respeto , otros de verdadero cariño y algunos por mera hipocresía , a todos respondí por igual con una leve reverencia y un movimiento de la mano – buen día amigo, largo y provechoso sea -, sin embargo no pare a hablar con ninguno . 
El suelo quemado estaba lleno de huellas y cosas que parecían pistas o simples regueros del interior de la vivienda, tras un breve vistazo general me pongo a buscar algo fuera de lugar
Ojala hubiéramos comido algo, al parecer será una buena tarde hasta la cena –Me dirijo a Dzarklex- o al menos traído algo para cocinar aquí.

---No me importa,  he sido bien entrenado- respondo mientras hecho un vistazo al lugar mas atentamente tambien trato de percibir rastros de magia por el lugar.- veo que la gente te conoce, gozas de buena popularidad por lo que veo.

Un granjero gordo de prominentes papadas se acerca.

- Buenos días, Sr Dardragón - saluda - ¿buscáis al comisario y ese chico forastero?

Pregunta con una expresión extraña.

Estaba buscando entre los restos regados por el piso , le iba a responder a Dzarklex  cuando escucho la voz del granjero -Mi buen amigo como estas el día de hoy?, me serviría saber su paradero aunque ese no es el motivo de mi visita...