Partida Rol por web

Me estaba moviendo con una dificultad extrema para poder llegar a una zona baja desde la que poder bajar del árbol en previsión a que me desmayara. Por fortuna aunque estuve cerca de caer no lo hice. 

Escuche varios disparos de una pistola por lo que imaginaba que Jack estaba vivo. Al menos era una buena noticia.

Y de pronto se escucho otra explosión. Tuve que agarrarme para no caer. El fuego no parecía tan intenso pero una inmensa columna de humo negro se elevaba por el cielo.

¡¡¡¡JACK!!!  grite como pude para llamar su atención. Esperaba que estuviera bien por que yo no estaba para curar a nadie la verdad. Mas bien al contrario.

Aquellos cabrones se alejaban. Nos habían jodido la vida y se largaban corriendo. No pude reprimir la rabia y les disparé. Estaban algo lejos, pero no demasiado, tampoco habían tenido tiempo de mucho, entre que salían de debajo de su coche y demás; aunque habían tenido la suerte de que los coches se comieran gran parte de la onda expansiva que les tocaba.

Apoyado en mi coche, les envolví una bala a cada uno, en papel de regalo.

Luego busqué a Robin con la mirada. La había oído lamentarse, eso era bueno, pues quería decir que estaba viva, aunque también quería decir que estaba jodida. Esperaba que ella estuviera mejor que yo.

El detective no puede dejar que las cosas queden así, se apoya en el coche apunta y efectúa dos disparos. El primero le vuela la tapa de los sesos al del mono azul, que cae fulminado al instante. El segundo disparo por poco no da en el blanco, debido a la distancia. El tipo duda un momento al ver caer a su compañero, pero decide que no merece la pena jugársela y tuerce la esquina por la carretera saliendo del campo de visión de Jack.

Tras esto busca a Robin con la mirada y por fin ya la localiza colgada de un árbol. Literalmente.

La chica consigue poco a poco seguir por la rama hasta llegar a donde se une con el tronco. Ahora se encuentra más cerca del suelo. A unos tres metros. Puede intentar dejarse caer desde ahí si lo desea. Quizá con mala suerte se puede hacer un poco de daño, pero nada de gravedad. La decisión es suya.

Guardé el arma lamentando que el otro tipo se fuera de rositas, así como haber matado al primero. No había duda, estaba muerto, pues la nube carmesí que apareció donde antes estaba su cabeza lo dejaba claro. Hubiera preferido herirlo, pero no de muerte, para poder preguntarle cuatro cosas. - En fin... a lo hecho pecho.

Cuando vi a Robin, se me heló la sangre en las venas. Si la honda expansiva la había subido hasta ahí arriba, seguro que el viaje llevaba souvenir, y no muy agradable.

- ¡ROBIN! - Le grité. - ESPERA QUE VOY. 

O esa era mi intención. Yo tampoco estaba muy entero, pero haría lo posible para ayudar a Robin a bajar del árbol, si pudiera encontrar un poste o algo que poder elevar para hacer más fácil el descenso de Robin, lo trataría de colocar para ello. De cualquier manera, me acercaría hasta su vertical para ayudar en lo que pudiera.

Estaba cerca del suelo. O más cerca al menos. Parecía más seguro tirarme desde aquí antes de un previsible desmayo . Estaba apunto de tirarme cuando escuche a Jack.

Como que me voy a ir a otro sitio no te jode...comente con ironía. Me dolía todo y la verdad es que la expresión me había hecho gracia. No la dije tan alta para que me oyera. Pero me hizo gracia.

¡¡¡DATE PRISA!!! Dije gritando. 

Solo esperaba que las autoridades hubieran visto el humo. Tenía que darle mi pistola a Jack . El era un detective y podía llevar armas yo estaba más cerca de ser presidiría que otra cosa. Por lo que sí me pillaban con un arma me metería en más líos..

Distabais mucho de estar bien. A parte de las heridas más evidentes, no oíais bien, había que gritar para escucharos y el dolor de los oídos era muy molesto.

Jack buscó a su alrededor. Había escombros por doquier, pero más bien todos eran uniformes. Quizá la puerta de aluminio se podía usar, aunque arrastrarla con una pierna herida a Jack le costaría bastante. Eso o simplemente colocase debajo de robin para tratar de mitigar su caída. La decisión era suya.

El aspecto del cielo era cada vez peor. Aquella enorme columna de humo no cesaba y cada vez había menos luz. Aquellos negros nubarrones de humo que colmaban “el techo” de la cúpula comenzaron a descender poco a poco de altura.

Robin seguía suspendida del árbol, tratando de aguantar ahí. Efectivamente la distancia ya no parecía demasiada y el pecho, por la postura, le dolía lo que no estaba escrito. La situación de los oídos de la morena era la misma, a gritos o no escuchaba nada.

El tiempo apremiaba, pues la nube de humo amenazaba con vete a saber qué, pero fuera lo que fuera, no parecía nada bueno estar en el lugar en el que estábamos. La posición de Robin no era como para aguantar mucho rato, así que, viendo que los escombros que tenía cerca no servían y que los que servían estaban lejos, decidí amortiguar yo su caída. Si me apoyaba sobre la pierna buena, podría sujetar bastante bien a Robin. Me aseguré que no hubiera nada en el suelo que pudiera convertirse en una estaca vertical que clavarnos al caer encima, pues estaba seguro que nos iríamos al suelo.

Los oídos estaban destrozados. Los ruidos me llegaban amortiguados y a duras penas. El dolor de los tímpanos se mezclaba con un agudo pitido que más que oír sentía. Supuse que ella estaría igual, sino peor.

- ¡ROBIN! - Le grité una vez estuve debajo y con el suelo todo lo despejado que me fue posible. - ¡DÉJATE CAER! ¡YO TE SUJETO!

La posición que tenia en el árbol me estaba aplastando el pecho. Y para colmo ese humo negro no hacia mas que ir bajando. Si no podía salir de la cúpula podía ser un problema y grave. Por lo que tenia que bajar de aquí.

Escuche la voz de Jack y lo vi debajo del árbol. La verdad es que la idea no me parecía especialmente buena. Preferiría que los bomberos me bajaran con una escalera o que hubiera una colchoneta debajo. Pero era lo que había y en el árbol no podía seguir.

En ese momento sonreí y casi comencé a reír. Estaba en un árbol. Había salido volando y había acabado en un árbol.

Jajajajajajajaja. No pude evitarlo y comencé a reír. Eso significaba que seguia en estado de Shock. Por la que verdad es que gracioso no era.

¡¡¡¡VOY!!!! Grite y me deje caer...

Robin se deja caer y...

Va parar entre los brazos de Jack, aunque aguantar la caída de la chica sobre una pierna es una tarea más que difícil. Al final acaban ambos abrazados y rodando por el suelo. Un poco aparatodo, pero eficaz y sin mayores daños que un fuerte dolor momentáneo en la pierna del detective en uno de los giros sobre el suelo.

Comenzaron a llover “cenizas” del cielo y el ambiente era cada vez más irrespirable. Esto no parecía Maine, parecía un campo de batalla o tal vez el infierno.

A lo lejos comenzasteis a escuchar la sirena de un coche de policía, la explosión debía de haberse visto y sentido a muchos kilómetros a la redonda.

Mire a Robin desde el suelo. Habría sido una bonita escena para no estar medio destrozados y con el Infierno cerniéndose sobre nosotros. La senté con la espalda apoyada contra un árbol y me incorporé como pude.

Robin estaba fuera de peligro, por lo menos fuera del peligro de caer desde una altura considerable. La herida de su hombro era aparatosa, se le veía el hueso, quizá fuera la clavícula. Eso debía doler horrores, pero ella aguantaba como una jabata, aunque estaba palideciendo por momentos.

- ¡MIERDA, LA BOFIA! - Entonces pensé que en medio del camino tenía a un tío con una bala mía alojada en el cráneo. Iba a ser complicado de explicar a los chicos de azul. Pensé rápido, tanto como me daba mi experiencia en esos asuntos, y lamenté tener la pierna destrozada. Pero no era momento de lamentarse, sino de actuar.

Salí todo lo rápido que pude hacia el todo terreno, a la pata coja y arrancándome un trozo de camisa.

Pretendía llegar al coche de aquellos cabrones, agarrar la automática que el cabrón muerto había disparado sobre Robin, usando el trozo de tela para evitar dejar mis huellas, y llegar con ella a la altura del cadáver para dejársela al lado antes que llegase la policía.

Debía actuar rápido, sin contemplaciones y jugándome el todo por el todo. Si pudiera estar de vuelta junto a Robin antes de la llegada de los polis, habría triunfado como la Cocacola, que solía decir Jimmy.

Me deje caer. Por fortuna los brazos de Jack estaban ahí para sujetarme. Aunque al final los dos acabamos abrazado y por el suelo. Lo importante es que ya no estaba en ese árbol.

Y como si fuera una tormenta de verano comenzó a llover cenizas. Haciendo el ambiente cada vez mas irrespirable.

A lo lejos sonaban las sirenas de un coche patrulla. Lo que era bueno por que podrían avisar a los médicos o llevarnos al hospital.

En ese momento recordé la pistola que me había dado. Jack. Tenia que limpiarla de mis huellas y dársela a Jack. Técnicamente no había hecho nada malo. Pero estaba con la condicional y no era plan de tentar a la ``inteligencia´´ de la policía.

¿La bofia? ¿De que película de los años veinte te has escapado?

El coche de aquellos tipos no estaba lejos. También había resultado mal parado, aunque algo menos que el coche de Jack, pero el arma... el arma no estaba justo allí. Todo había salido por los aires. ¿Y si los tipos se la habían llegado? No, no le sonaba haberlo visto ¿Entonces?

Mientras el sonido de la sirena iba en aumento Jack encontró aquel arma a unos cinco metros, junto con muchos otros escombros. Jack se dio mucha prisa y no pudo evitar apoyar la pierna maltrecha en alguna ocasión, lo que le valió ver las estrellas. Pero le vino justo a tiempo, dejar el arma junto al tío que había esparcido sus sesos por el suelo, con aquella tela para no dejar huellas.

Jack vio como aparecía el coche de policía y frenaba al ir acercarse a él y al cruce desde el que partía el caminito.

En el transcurso de todo este tiempo Robin tuvo que apañárselas para limpiar el arma por si misma o hacer lo que considerase oportuno con ella. Pero hasta Jack no iba a llegar para entregársela.

La policia estaba al llegar y Jack se había alejado para dejar los cuerpo de una manera que nos fuera mas favorable. Yo mientras estaba limpiado las huellas del arma con un trozo de camiseta. Era cierto que no tenia tiempo para dársela a Jack. Pero tampoco quería tenerla encima cuando la Policia llegara por lo que opte por lanzarla lo mas lejos posible. Después de esa explosión que estuviera por ahí tirada no seria muy extraño. 

E imaginaba que el numero de serie estuviera registrado a nombre de Jack por lo que para el no seria un delito tener el arma. Cosa que para mi en mi situación si podía serlo.

Una vez que el arma estaba lejos me quede tumbada boca arriba esperando a que llegara la policia y con suerte una ambulancia o que me llevaran al Hospital. Antes de que me reuniera con mis padres.

No escuché la réplica de Robin, por tener los tímpanos aún tocados, aunque se iban recomponiendo poco a poco. De haberlo escuchado, habría reído incluso sin poder.

Por suerte arreglé el "problema" de la automática antes que la policía tuviera línea visual conmigo.

Pensé en registrar el cadáver, para ver quién era el cabrón que había liado aquel infierno, pero entonces pensé en mis huellas sobre el cadáver y la poli mosqueada apartándome de él a culatazo limpio... y se me pasaron las ganas. Eso era algo que acabaría por saberse, tarde o temprano.

Así que me dejé caer al suelo para evitar cargar más peso sobre la pierna rota. Saludé a la policía con una mano, sin hacer gestos bruscos, para que no sospecharan que iba en busca de un arma o algo por el estilo.

De repente una sensación me erizó el vello de la nuca. Aquella propiedad que acababa de saltar por los aires era del alcalde y el alcalde controlaba a la policía, o por lo menos a una facción de ésta. ¿Qué posibilidad habría que los primeros en llegar fueran de la facción del alcalde y el tipo muerto amigo suyo? Con la mirada, busqué rápidamente al otro tipo, el que huyó. ¿Volvería al saberse inmune?

Entonces, de reojo, volví a mirar la automática que estaba al lado del cadáver y me aseguré de esperar a la policía en una posición desde la que pudiera alcanzar ese arma rápidamente, si las cosas se ponían aún peor.

Robin se deshizo del arma arrojándola lejos tras limpiar previamente las huellas. Seguramente una buena idea aunque la localizaran más tarde, pues todo había salido volando por los aires. Esta vio como el coche se tenía al llegar a la altura de Jack.

Éste vio que el coche era conducido por Rachel, que parecía estar alucinando con lo que veían sus ojos. El inmenso.... follón es poco, catástrofe sería más acertado, se había montado aquí.

Esta bajó del vehículo al ver al detective, sin sacar el arma, pero con las manos a ambos lados del cinturón, como cuando te paran en un control de carretera - ¡Que demonios ha pasado aquí! - Tosió tras hablar

Por lo demás no, el que salió corriendo no parecía que fuese a volver, pero no era para menos, el ambiente era cada vez más asfixiante, costaba mucho respirar y los ojos os comenzaban a picar.

Que fuera Rachel me alivió. Era alguien en quien, en principio, podía confiar, pero a esas alturas ya no podía estar seguro de nadie. Me estaba poniendo muy paranoico, pero no descartar nada como posible me había mantenido vivo mientras estaba trabajaba infiltrado. Por tanto, seguí donde estaba sin perder la opción que tenía sobre el arma.

Eché un ojo al coche patrulla, para saber si Rachel venía acompañada. Comencé a explicarle, mientras se acercaba.

- Este cabrón me ha barrado el paso con el todoterreno y me ha amenazado con su pipa, creo que quería atracarme, cuando le he explicado amablemente que no pensaba hacerle caso, ha abierto fuego. - Señalé a mi coche, vertical sobre uno de sus laterales. - Pero el muy capullo no tenía buena puntería y la bala perdida de su pipa ha desatado el puto Armagedón, o como coño se llame. - No le mencioné a Robin, todavía. - No sé qué coño guardaban ahí dentro, pero te juro que no era leche de vaca.

- Uffff! - Me quejé de la pierna. - Después de la explosión el tipo ha salido de su coche pegando tiros. He tenido que defenderme. Por suerte, yo sí conservo la puntería.

Observé su reacción a mi narración.

 La verdad que Raquel parecía más preocupada por todo el follón en tu, los grandes destrozos, los efectos, que por el relato minucioso de los acontecimientos. Pero no por ello dejó de escuchar, defecto personal del oficio ya que se les requiere testificar en juicios y tal.

- Vale, pero sabes el procedimiento, he de pedirte el arma – Tose de nuevo – Maldita sea.

Los dos también toséis, es horrible tratar de respirar en ese ambiente, pero no queda más remedio, sentís como los ojos os lagrimean y comenzáis a sentiros cansados, os cuesta caminar, hablar, etc. Es todo un asco y la nube de humo se ha extendido por todas partes, no es el único lugar donde lo deben de estar pasando así. La cosa pintaba mal no, lo siguiente.

 Por fortuna me había desecho del arma. Y parecía que empezaba a tener suerte pues la policía que llego era Rachel. Esta pregunto por lo que había pasado pero deje que fuera Jack quien llevara el peso de la operación. Yo tenia bastante ahora mismo con todas mis heridas. Las cuales no era pocas la verdad.

Escuche la historia de Jack con la máxima atención posible. Así si me preguntaban podrían cuadrar.

Cof cof cof. Me entro una fuerte tos. Hola Rachel. Espero que con esto me libre de ir a fichar mañana. Por cierto creo que necesito atención medica. Tengo una fractura abierta en la clavícula y por lo menos una costilla rota. Dije ahora seria. Tenia que llevarme al hospital y cuanto antes mejor.

Asentí a la policía.

- Sí, claro. - Le alargué mi Smith&Wesson 629 Classic. Aunque no me moví aún del sitio en el que estaba echado.

Tosí. Entre tos y tos, Robin se hizo visible. Nada apoyaba mis paranoias respecto a Rachel, pero yo, por si acaso, acusé reticencia al movimiento por culpa de la pierna fracturada, aunque me interesaba más permanecer cerca de la automática. Aún no las tenía todas conmigo.

- Por favor, ayuda a Robin. - Le dije a Rachel cuando ella se guardó mi revólver, señalando con la cabeza al lugar donde se encontraba. - La explosión la ha hecho volar contra los árboles y está realmente jodida. Yo puedo esperar aquí.

El ambiente cargado hacía difícil respirar, y pronto incluso ver.

Robin apenas pudo escuchar nada de la conversación inicial, ya que comenzó estando lejos y encima con daños en el oído. Pero eso comenzó a remediarlo tratando de acercarse poco a poco, entre toses.

Rachel se guardó el arma de Jack y asintió con un gesto de cabeza, agradeciendo el que no opusiera resistencia - Será mejor que nos larguemos de aquí. Ve subiendo, ayudo a la chica, iremos a la comisaría para tomaros declaración – No nombró en ningún momento la palabra “detenidos” lo cual era de agradecer y por ello en principio esperaba colaboración pero eso, sin cargos ni detención de por medio.

Ayudó a Robín. Más toses – Estáis hechos un desastre…

Ya con todos en el vehículo enfiló la carretera – Dios, esto es horrible - Comentó en general. Pero no era para menos, el ambiente era irrespirable, caloroso, casi sin luz, os lloraban los ojos…

El coche no iba muy rápido cuando Rachel perdió el conocimiento, el coche comenzó a escorarse hacia el arcén, y pronto si nada lo remediaba saldría por el terraplén y hacia la zona arbolada.