Partida Rol por web

Las palabras del sargento fueron acogidas con alegría y cierto optimismo.-Que cojones tiene razón.-Avanzando a media carrera hacia donde le había dicho el sargento preparó el rifle y alentó a sus compañeros mas cercanos.-Vamos chicos, ¿Acaso quereis vivir para siempre?. Démosles una ración de plomo a cuenta de la casa.-

CANAL DE ESCUADRA FOX:

- "Sargento, el Táctico Bell de la Heat informa de que muy pronto estarán en disposición de ayudarnos." -

Escucho a Kurt avisarme de que la Heat está pronto a prestarnos apoyo, por lo que me río en una carcajada sonora antes de responderle a todo el Escuadrón:

 - "¿Eso es lo que queremos que suceda? ¿Que los novatos terminen su cena y vengan por la nuestra? Pues a mí no me gusta compartir mi comida con nadie que no sea de mi Escuadrón. Tenemos hasta que lleguen los niños. Si aparece en mi muro uno de la Heat y aun quedan bichos por matar, no recibirán paga por un mes, yo incluido, y todo ese dinero será donado a algún orfanato de hijos de Soldados de la IM caídos en combate, a ver si de allí sale un soldado que sea capaz de hacer su trabajo por si mismo y no necesite novatos que lo terminen. ¿Ha quedado claro? ¡Disparen de una buena vez y acabemos con estos hijos de puta!"

Sigo disparando, pues no quiero quedarme sin cobrar mi sueldo y no deseo ser apoyado por novatos que acaban de perder a su Sargento, que vendrán a gastar su munición y dejar desprotegido su flanco.

No puedo evitar apretar los dientes con saña al escuchar las palabras del Sargento, y lo cierto es que no solo tiene razón sino que siendo la Fox, por muchos bichos que nos echen, no vamos a necesitar ayuda, pues podemos con todo. Sin embargo, no puedo evitar responder con algo de furia mientras me cambio de posición para poder seguir abriendo fuego y vomitando plomo sobre esos bichos, diciendo:

-¡Señor, no pienso dejar que nadie se meta entre yo y mi comida, señor! ¡Por mi parte, si la Heat quiere venir a asaltarnos el plato no pienso dejarles ni los huesecillos para mordisquear, señor!

No se puede jugar con la comida de un indio, no señor, por mucho que sea de forma metafórica... o con la paga con la que podría comprarse una de verdad cuando todo este infierno helado termine.

Raynor escuchó las palabras de Gawain por la radio y sonrió. Que la Heat estuviera en disposición de ayudarles eran buenas noticias para el fuerte, significaba que ese lado ya estaba casi asegurado. Pero coincidía con el Sargento y Sonny en que no debían permitir que eso pasara, debían arreglarse ellos mismos.

-¡Les daremos duro entonces!

Gritó mientras veía como caía descuartizado el bicho sobre el que había concentrado su fuego.

Uno menos.

Más bichos caían a su alrededor gracias al acierto de sus compañeros y el escenario comenzaba a verse de manera más favorable para ellos, un poco de esfuerzo más y acabarían con todos sin ninguna ayuda. Alentado por las palabras del Sargento se preparó para iniciar otra descarga sobre los bichos.

- "Vaya, ese mierdecilla todavía se mueve. Será que quiere un poquito más de plomo..." -

-Vamos muévanse, no olviden los flancos- clamo el sargento Hammer al tiempo que se desplazaba hasta el extremo este del muro sur para combatir a los bichos allí presentes con su Morita.

- "¡Wilhemina! ¿Podrás acabar tú con el de la puerta?" -

Mkoll estalló de júbilo al ver caer el último de los pedazos de arácnido.

-¡Aquí abajo todos los bichos han sido aniquilados! ¡Larga vida a la Federación!-dijo, sin ser consciente de si estaba activado el comunicador o simplemente estaba gritando sin más. Pero aún quedaba una sombra en su conciencia, y es que fuera había bichos con los que él no podía acabar.

"Pero he mantenido el patio seguro... ¡No voy a hacer todo el trabajo yo!"

La batalla ya está en su última fase, imponiéndonos en una dura victoria por sobre las hordas de arácnidos que nos asediaron. Por el momento solo quedan unos cuantos atacando el muro, unos pocos que se quedaron rezagados en la marcha masiva de sus hermanos al infierno, gentileza de la IM.

Mis hombres se han lucido con espectacular desempeño de su labor, pero no es el momento de celebrar, sino de terminar esta parte de la misión. Sin perder tiempo, comunico las órdenes para el resto del equipo:

 - "Sonny y Sonia, acaben con los bichos de su flanco. Cabo y Mackeyn, acaben con el que está en la puerta. Raynor, Bockman y yo acabaremos con los de este flanco. Gawain, comunica a los de la Heat que la situación está controlada y que mejor cuide su propio muro. Luego dile al mando que estamos listos, pero que me preocupa la integridad del muro. Wallace, quiero un informe de daños en el muro y opciones de reparación de campo lo antes posible. Sigan moviéndose como les ordené. Luego quiero conteo de munición restante."

Me sigo moviendo y obligo a mi rifle a escupir munición directo a los bichos. El rifle dispara y de inmediato salta el cargador, por lo que en un movimiento relámpago le cambio por uno nuevo de mi cinturón.

Algo me dice que no hay mucho tiempo antes de que los chinches saquen todo lo que tienen en represalia por nuestra defensa, por lo que quiero tener tiempo para reorganizar mis tropas y generar un buen plan de defensa antes de enfrentarnos a la pesadilla que está por desatarse.

Ya casi habían acabado con ese maldito asalto de los malditos arácnidos. Y decía asalto porque, quizás, volverían a atacar antes de que llegara la flota. Qué, dicho sea de paso, se retrasaba y eso era algo malo, malo de verdad. Esperaba que no tardaran mucho más, porque era bien consciente de que no aguantarían mucho otro ataque semejante. Sería un soldado raso, pero tonta no era.

Más, de nuevo, eso no hacía que se rindiera ni que estuviera dispuesta a dejar de comportarse como la infante que era. Las órdenes del sargento llegaron de nuevo y ella sonrió para actuar de acorde a las mismas:

- ¡Recibido, señor! - exclamó, moviéndose rápido hasta Sonny, diciendo - ¿Me echabas de menos? - se asomó con la escopeta y disparó, esperando poder hacer un gran daño a los bichos que allí habían, de los pocos que quedaban ya en el muro sur.

Pero había otra orden que cumplir...

- Tengo dos cargadores completos del Morita, uno con 10 proyectiles y al arma le quedan 15 balas - dijo la latina por radio -. Y respecto a mi escopeta, le quedan 4 cartuchos y tengo todavía tres rondas de munición completas para la misma. Ah, y todas las granadas que traje, aún no usé ninguna.

La verdad es que no iba mal de munición...

Llego hasta mi posición dejando muy pocos supervivientes entre las filas de los insectos para encontrarme lado a lado con el sargento Wolf. Por un momento, abro la boca para soltar un comentario gracioso sobre la situación y que la Fox está terminando de limpiar, así que podríamos echarles un cable... pero la cierro un instante después sin que nada venga a mi cabeza. Bueno, no se puede estar soltando buenos chistes todo el rato, y de todas formas no tengo muy claro si el sargento se iba a alegrar, o hacer que me diesen más tarde una reprimenda. Mi propio Sargento da órdenes bien claras, y por el rabillo del ojo veo cómo la latina se me acerca a pasos rápidos.

-Cada momento desde que he pasado por detrás tuya hace menos de diez segundos. -Digo con una media sonrisa en el rostro, mientras me hago de un rápido vistazo al movimiento de los bichos pegados al muro. Y en el momento en que ella saca el morro de su arma para abrir fuego, hago lo mismo y vacío lo que me queda de cargador sobre los tres bichos que tenemos debajo. Entonces no puedo sino soltar una fuerte maldición al notar cómo el arma se encasquilla. De entre todos los momentos, éste es uno de los peores. Soltando otro "por todos los demonios que se joden en el infierno" dejo el rifle a un lado agarrado por la izquierda y vuelvo a sacar la Tinderbox.

-Sargento, me temo que este cacharro está tímido y no quiere funcionar. Si alguien necesita un cartucho, tengo dos de sobra. -Murmuro por el intercomunicador, todavía apretando los dientes porque tenía que encasquillárseme el arma.

CANAL DE MANDO:

- "Aquí Consejero Táctico Gawain de la Fox para la Heat. Señor Bell, la Fox no necesita su ayuda, muchas gracias. Pueden seguir controlando su muro.

Capitán Tsumina, la Fox está lista, aunque la integridad del muro es preocupante. Cambio." -

A los pies del muro observó los cuerpos destrozados de los bichos que acababan de abatir, por allí ya no había ningún peligro pero todavía quedaban unos cuantos a su izquierda. Cuando el Sargento le dio la orden se movió en su misma dirección para obtener un mejor ángulo de tiro.

-Le sigo Sargento.

Cuando estuvo a una distancia suficiente descargó otra andanada de balas sobre la base del muro esperando abatir a los bichos que andaban por allí todavía vivos. La situación parecía controlada por el momento, pero el muro había sufrido muchos daños y algo le decía que esta no había sido la última oleada de bichos.

La flota como siempre se retrasa.

Miró fugazmente hacia el cielo con la esperanza de encontrar algún signo de su futuro rescate pero no vio nada. Hizo recuento de su munición.

-Me quedan 10 balas en este cargador y otras 10 en otro. Tengo otro cargador completo y una granada.

No era mucho para resistir otro ataque, pero tendría que arreglarse con ello.

Quedaban pocos bichos, pero no por ello eran menos peligrosos. Debían matarlos cuanto antes... Dereck se encaminó ah cumplir la orden del sargento. Corrió hacia la puerta y tras posicionarse para tener un mejor disparo, lanzó una ráfaga contra el bicho que estaba con vida en la puerta. 

Sin embargo, al soldado le preocupaba una cosa. Se había quedado ya sin munición en su arma y solo tenía un único cartucho con 20 balas. Si se producía de nuevo un ataque como este poco podría hacer.