Partida Rol por web

Bauer no escuchaba, no actuaba, su mirada colgada del monstruo que, como una pesadilla infantil, llenaba su mente impidiéndole ver o centrarse en otra cosa. Y así, paso a paso, fue retrocediendo, alejándose de aquello que representaba el comienzo del fin.

Grito por el intercomunicador mientras corro como alma lleva el diablo hacia la posición asignada. "¡¡ ORDENES RECIBIDAS CABO, SOLDADO DE INFANTERIA LIGERA ETHAN WHITE PRESENTE !!"

La temperatura sigue bajando, pero ahora mismo apenas me fijo, pues intento orientarme mientras corro entre el tableteo monumental que hay alrededor mío.

-La Flota!, la flota! Ha llegado, el comandante de la Sirius Beta me informa una inmensa fuerza de la flota esta haciendo entrada a la orbita del planeta en estos momentos. Sin duda pronto llegará la ayuda. Resistid lo mas que puedan, ya casi salimos de esta.-

Fue un movimiento rapido, Alex corria por encima del muro sin mirar atras mintras saltaba los obstaculos que habian por el camino, aun no se habia colocado detras de la darringer cuando la palanca del fiador para cargar la cinta ya sonaba, apenas conocia el arma pero no tenia tiempo.

La encaro hacia los enemigos de la parte superior donde se habian acumulado y apreto el gatillo en los dos pomos del arma montada. Demasiado grande para ella.

La flota estaba en orbita, la noticia se habían regado como pan caliente en torno a todo el muro perimetral del Fuerte Helado. Los refuerzos llegarían pronto y probablemente iniciaría la ofensiva, marauders, pilotos de la flota, armas pesadas, vehículos pesados y un sin fin de infantería era lo que espera a esos bichos en poco tiempo.
Pero mientras los infantes apostados en los muros tendrían que evitar que esos mismos muros no cayeran. El ataque estaba menguando en casi todos los frentes, ahora solo los tanques eran una amenaza, una muy importante.
Los últimos bichos que quedaban se encontraban asediando el fuerte con fuerza, intentando probablemente hacerle a este el mayor daño posible antes de que la fuerza principal de los arácnidos chocara contra los muros.
Ya todo parecía ser cosa de tiempo, que pasaría antes, o mas bien quien llegaría antes al fuerte, los refuerzos o la horda de arácnidos sedientos de sangre.
Sumidos en sus pensamientos, pocos se dieron cuenta de lo que ocurría hasta muy tarde; ya previamente habían sentido los temblores y no habían reparado en la posibilidad de lo que aquello significaba. Así, no fue hasta que los gritos del teniente Osher llegaron a oídos de todos, ya fuera por su intensidad por el canal de transmisiones. Los que se atrevieron a voltear a ver se toparon con una imagen siniestra, un bicho gigante en forma de gusano había salido de la tierra y engullía con voracidad al teniente mientras con su inmensidad de colmillos desgarraba la carne de aquel moribundo hombre.
Y por si esto fuera poco, un segundo bicho surgió del suelo entre un par de infantes que corrían hacia el muro sur. Cuantos mas podría haber, que mas les tenia esperado ese combate; si bien la flota había llegado ya, las cosas estaban lejos de tornarse mas fáciles.

En el muro Oeste la situación era por demás difícil, los dos tanques se mantenían firmes en su ataque y las flamas lanzadas por uno de estos engullían ahora al fusilero Rodríguez. Mientras con un número reducido de hombres y a la espera de que el resto se reincorporara al ataque, el escuadrón tenía que enfrentar a las ultimas fuerzas arácnidas sobrevivientes.

El disparo al tanque no le paro, es mas parecio cabrearle y solto su llamarada funesta sobre mi ue me rodea por todos lados llenandoi mi traje de llamas y traspasandolso sin problemas.

Disparar! Matar a los tanques! No quiero mas heridos! Disparar! La flota sabia que había llegado, los sacarían de aquí para activar el dispositivo...pero no tenían porque llegar a tiempo. Y si lo hacían con cuantos supervivientes de la unidad...no era momento de perder infantes ni amigos.

Bauer se detuvo en su retroceso. De algún modo pudo recuperar algo de su perdido valor, de su frialdad en medio del caos y su vista, eludiendo al enemigo que parecía anularle, se fijó en la Cabo que se había responsabilizado de manipular la que había sido su obligación desde un principio.

-Eres un puto capullo y un gilipollas, Ray -dijo en voz alta, tratando de disipar las brumas del miedo de forma definitiva. Pero su agitación hablaba por él. Sabía que no estaba al cien por cien, pero aquello no era ahora lo importante. Sopesó la distancia hasta la cabo, una distancia que solo podría superar corriendo como alma que llevara el diablo. No se lo pensó dos veces. Era entonces o nunca. Y las piernas de Bauer se aplicaron, quemando cuanto había que quemar para superar aquella distancia que se antojaba eterna.

-No van a venir!!, maldita sea, estamos solos- se escucho decir al capitán Tsumina tras la transmisión, todos sobre entendían lo que quería decir y lo conocían bien, prácticamente nunca lo habían escuchado perder el control de si mismo, las cosas por tanto, no estaban nada bien. Tras un breve instante, algo mas recompuesto el capitán recobro la transmisión. –La flota ha considerado imposible defender el fuerte y lo ha descartado el envío de tropas de refuerzo. Ha ordenado abortar la misión y nos avisan que enviaran lanzaderas de rescata en cuanto les sea posible.-

Una vez situado al lado de Josh, Le hago un gesto con la cabeza Déjame un hueco, que voy a repartir un poco de amor digo mientras me sitúo junto al muro, sacando la bocacha del fusil y apuntando a los guerreros que ahí comienzan a acumularse.

Tras unos segundos, suelto una ráfaga hacia los bichos que tengo debajo

Corrí un poco hacia la escalera que ví que había cerca para subir al muro, tenía que ponerme operativo ya, pero según subía las escaleras no intrigaba y asustaba qué vería arriba, asique justo antes de abrir la trampilla, con el asa agarrada con la mano me quedé parado, respirando profundamente, intentando controlar el pulso y mentalizandome para lo que me pudiera encontrar.

Respira.... Respira... Respira...

-Con su permiso señora-dijo apretando contra su pecho el rifle viendo el ataque del tanque a uno de los fusileros, que saltaba para esquivar las llamaradas- en el sur una jodida chinche ceporra como su puta madre nos va a dar quebraderos de cabeza, máteme luego si sobrevivo, pero necesitan una mano antes de que vaya al nort...-el grito de dolor del teniente  hizo que Sam cerrara los ojos con fuerza durante un instante para soportarlo.

Somos cerdos en un matadero.

Bajó las escaleras del tejado para llegar al acceso al muro, no quería pensar en lo que le ocurría al teniente, ni qué lo había atacado, pero un hecho era más que evidente... no estaban a salvo ni fuera ni dentro de la muralla... estaban jodidos.

Una vez en el muro el miedo casi podía con ella, pero no se lo podía permitir, esos mosquitos gordos no la habían acertado en el aire y tenía que tomarse su revancha, asique se mordió en el labio hasta hacerse sangre obligándose a centrarse por el dolor. 

El gordo, el que jode mucho es el gordo, se repitió como un mantra apoyando la culata del rifle contra el hombro.

-¡¡¡¡Púdrete en el infierno bastardo!!!!-tal vez fuera la adrenalina o la repetición contra el hombro que le estaba puteando lo suficiente como para cagarse en los muertos de alguien y nadie le tenía especial aprecio a la familia de los bichos, que tenían muertos de sobra para todos... y de todas formas, nunca fue una mujer bien hablada.

Alex escucha las palabras de la recién llegada, rápida y efectiva, levanta la cabeza y puede ver como una ráfaga impacta a la cabeza del tanque sin remedio y empiezan a saltar trozos gelatinosos y viseras o lo que sea que tengan de los agujeros.

Buen trabajo Garcia.

Señores tengo malas noticias, la flota llego, pero no nos apoyaran, no es posible defender el fuerte, asi que cuando puedan, que no sera ahora mismo nos enviaran lanzaderas. Asi que señores, ir con todo. Si se terminan las balas nos retiraremos hacia el centro, pero mientras disparar con todo.

Aquí cabo Alex, uno de los tanques a punto de caer y el otro aun peleando el muro quedan media docena de guerreros.

Mi carrera alejandome de mi posición me había dejado cerca del puesto de mando. De repente lo peor paso ese miedo demencial que se había adueñado de mi cuerpo había desaparecido. Aun así este miedo aun seguía atenazado al rededor de mis entrañas impidiendo que fuese tan eficaz como podría haberlo sido. Me giro viendo como al rededor mis compañeros realizán el trabajo que debería haber hecho yo. Una llamarada barre el muro a unos pasos de mi,.....he de regresar a mi puesto..... varias andanadas de fuego automatico responden al ataque.

Los gritos y los disparos recorren el muro. aun un poco tambalenate empiezo a correr hacia mi anterior puesto en el muro para poder recoger mi arma y repartir estopa sobre los bichos que aun abaten las garras sobre nuestras defensas.

Frost buscó con celeridad otro cargador de morita del cinturón, lanzando el que estaba vacío sobre el hielo y colocándolo frenéticamente. Seguía teniendo en frente a los warriors que había estado acosando a balazos listos para ser abatidos. El rifle humeaba tanto que parecía estar respirando en el aire gélido. Su dedo no dudó en seguir apretando el gatillo hasta que los arácnidos fueran una pulpa sanguinolenta, no más una amenaza.

Entre los estallidos y los gritos que ensordecían, su voz se pudo oir, aguda y chillona ¡Vamos cabo, haga cantar esa derringer! mueraaaannnnnnnnnnnnnnnnnnnn...

Estaba viviendo sus últimos momentos, lo más probable es que no compartiera otro entrenamiento u otra cerveza con sus amigos.

No quiero mirar al centro de la base, me encargaré de limpiar la muralla, pero... quizá no sea suficiente... mierda...

Me impacto la llamarada, ya era la segunda vcez, pero consegui otra vez apartarme algo, coin lo que elk chorro principal noi me alcanzo, rode por el suelo, me gire y aun cubierto por las llamas tuve la sangre fria de apuntar al tanque al que volvi a dispararle sin pestañear.