Partida Rol por web

Miller llega hasta la barra, se apoya contra esta y levanta una mano para contar a los soldados de la Eco presentes, pero a mitad del conteo se para y se vuelve hacia el camarero.

Hey compañero, pon una birra y un chupito de tequila para cada uno. Y que sea reposado, nada de escatimar, ¿entendido?

Empieza a repartir los vasitos y forma una línea con las cervezas en la barra. Cuando todos estan servidos lo levanta en alto.

Bueno, que alguien diga unas palabras o algo. Un paleto como yo no le haría justicia a nuestros compañeros caidos.

Acompañando al paso a Sonia, apenas pudiendo ocultar una sonrisa por haber vuelto a salir vivo, y esta vez en muchísima mejor condición que la anterior ocasión, de ese infierno helado que es Galdonia VI. Sí, hemos gastado esfuerzo, balas y gente ahí abajo, y ojalá hubiese sido de otra manera, pero seguimos siendo la Infantería Móvil y es nuestro trabajo. Y si consigo cumplir mis objetivos, aunque para ello tenga que unirme a la casta de guerreros más jodidamente duros que existen. Así que, en general, el panorama es bastante decente ahora mismo.

Entro en la Cantina montando la algarabía natural de la situación, y me acerco a la barra a pasos rápidos. Siendo el primero, me adelanto a toda petición que puedan hacer los demás. -Ponme un whiskey doble a mí, y un doble de lo que quiera a la nueva Cabo Ramírez, a mi cuenta. -Tomo asiento en la barra y le ofrezco el contiguo a Sonia. Cuando llegan las dos bebidas, alzo la mía. -Un brindis por la mejor pareja de tiradores del muro sur en ese fuerte del demonio. Salud. -Un trago y el vaso se vacía de un solo golpe, mientras la sensación de calor me llena por dentro rápidamente.

Habíamos llegado uno a uno hasta el interior de la cantina. Parte de otros pelotones ya se encontraba pidiendo en la barra o sentado en las mesas, cuando veo al resto de mis compañeros y escucho a Miller pedir para todos. Cojo el chupito de tequila y lo levanto en alto.

- Gracias compañero. Pues supongo que la primera ronda sería por aquellos que no consiguieron regresar. Por todos los que lucharon codo a codo con nosotros y no vieron un nuevo amanecer. Que se recuerde su sacrificio.

Tras la retirada de mi armadura, un rápido reconocimiento y la recogida por parte de los encargados de armería de llevarse casi todas mis granadas, seguí a algunos de la comañía FOX a la cantina. Estaba cansado pero necesitaba algo fresco que me relajara después de tanta adrenalina derramada por mi cuerpo. Cuando traspasé las puertas vi como ya estaban la cabo y el soldado de primera terminándose el primer trago.  Acercándome a la barra a su lado - Una buena jarra de cerveza... y un chupito de tequila. Girandome hacia los dos infantes. - Sonny, Cabo, hay muchas cosas por las que brindar pero el primero lo haré por Jim y todos los caídos. Dije mientras levantaba el chupito de tequila.

Al llegar a la cantina, Sonia dejó en el suelo junto a la barra sus cosas y se sentó en uno de los taburetes, suspirando algo cansada. Había sido un día duro, muy muy duro. Había cansancio físico y mental, era innegable. Pero, al menos, por ahora se había acabado y podían tomarse un momento para descansar.

Sonrió al escuchar la invitación de Sonny y luego a Bockman, diciendo:

- Whisky también - en cuanto tuvo la copa en sus manos, la levantó y dijo suavemente -. Por nosotros y los que han caído. Les hemos honrado con muertes de bichos cabrones y con más bichos cabrones muertos les honraremos.- y se bebió el vaso de un trago.

A una lo promocionan y lo primero que pedis es que pague las copas, pero es que no tenéis vergüenza? Dice bromando alex.

Mientras se levanta con la botella de cerveza en la mano, Por los que hemos sobrevivido, pero sobretodo por los que no están, para que nosotros tengamos un día mas.

Derceck no se iba a quedar atrás en la celebración. Pidiendo también una cerveza y un chupito de tequila, alza este último ante el brindis de Bockman. 

Que descansen en paz- dice mientras bebe su chupito- ay... echaba de menos esto- añade- estos pequeños placeres es lo que hacen que la vida merezca la pena- vuelve a pedir otro al camarero, el cual alza nada mas tenerlo a mano- bueno, y ahora una brindis por el ascenso de nuestro capitán y Sonia, nuestra nuevo cabo.

Al entrar en la cantina ya habían empezado por los brindis, la verdad es que no tenía mucho que decir; asique me senté cerca de los miembros de la ECO que son con los que tenía confianza- Una de esas cervezas por aquí, jefe -dije al camarero mientras me acomodaba cerca de la barra con los demás.

Estoy en el Bar, pero en mi propio mundo, aunque recibo con gusto lo que ha traído el Sargento y palmoteo en la espalda a Kaboom, me dedico a pensar en mis propios asuntos, sentado sobre una banca, de vez en cuando echo una mirada larga buscando entre las mesas, algún miembro de la Fox o de Eco, tratando de reconocer a los otros Cts que bien habían servido en el campo, y con quien había a lo largo de la Batalla tenido comunicación, quería invitarles a un trago y agradecerles por lo hecho.

Por coincidencia logro ver a Odonnel, o al menos creo que es ella, me acerco con un vaso extra de Whisky de 12 años cortesía del Sargento en mi mano diciendo – disculpe ¿Jane Odonnel?, me prometí que si salía de ese lugar helado le invitaría al menos un trago – dicho esto le extiendo  el trago en mi mano – Soy Kallor Bell el Ct de la Heat, gracias por su ayuda allá abajo, ha visto acaso a Kurt Gawain, este otro trago es para el - le muestro el otro trago con una sonrisa parca en mi rostro

Viéndolos desde la puerta de la cantina, Patrick Evans sonrió como un padre que ve a sus hijos jugar. Sabía que necesitaban pasarlo bien, y soltar toda la adrenalina que no habían soltado abajo y la que se les había acumulado a la llegada de la nave. Y allí estaban, todos los supervivientes de todos los escuadrones, llenos de sangre, fluidos de bicho y ahora, cerveza. Miró en especial a sus compañeros de la Fox, Sonia había ascendido a cabo, Sonny a soldado de primera y por consiguiente, uno mismo a sargento. Echó una última mirada a sus compañeros como cabo de la Fox y se encaminó hacia los dormitorios. Quería quitarse el traje, ducharse y adecentarse. Ahora era el Sargento Evans de la Fox, los chicos podían divertirse, pero todo el tiempo que había pasado junto al sargento Focker había aprendido que un suboficial no puede hacer lo que le venga en gana cuando lo desee.-Vaya mierda, y pensar que en el campamento Currie deseaba ser sargento para hacer lo que quisiera. Por lo menos me subirán el sueldo, espero...-

Ya completamente aseado, perfumado y vestido con ropa apropiada para una celebración, llego a la Cantina de la Sirius Beta. Allí veo que se han reunido varios miembros de Los Guardianes de Sirius, incluyendo a muchos de mi escuadrón. Me acerco hasta su mesa, pasando por la barra donde hago que me sirvan un buen vaso de Whisky doble. Al llegar a la mesa donde están, escucho el brindis que hacen y me sumo a él:

 - "¡Por los caídos! ¡Que desde donde están ahora se enorgullezcan de haber vivido como lo hicieron y haber compartido con nosotros!"

Me bebo el vaso de un solo trago y pido otro para el segundo brindis, al que también agrego:

 - "¡Por los que quedamos! ¡Que tengamos la fuerza y la suerte de seguir viviendo para servir y honrar! ¡Por nosotros!"

Otro vaso vacío y otro pedido a un camarero que parece más sobrepasado que nosotros en el muro. Luego de eso, hablo al resto de mis hombres:

 - "Bueno, aquí estamos otra vez. Bebiendo, divirtiéndonos y disfrutando de la vida que tenemos la suerte de conservar. Quiero decir unas palabras ahora y no quiero que me digan mierdas de que soy llorón o algo así, pues uno nunca sabe si vivirá para tener otra oportunidad de decir la verdad. Quiero que sepan que estoy enormemente orgulloso de ustedes. He vivido varias conformaciones de escuadrones desde el inicio de mi carrera, siendo soldado raso, soldado de primera, Cabo, Sargento y ahora esto. He visto más personas morir de las que he visto vivir. He servido con hombres y mujeres de distintos tipos, les he visto reír, luchar, temblar de miedo, llorar y morir. Conozco el oficio lo suficiente como para saber que nada dura mucho tiempo. Es por eso que debo recalcar que estoy sentado en esta mesa con personas de honor, tipos con los que da gusto y confianza arriesgar la vida. He perdido a varios a través del tiempo, pero han sido excelentes elementos los que han ido nutriendo mis filas. Veteranos como el ahora Sargento Evans, la Cabo Ramirez, Sonny y Mackeyn son tipos de mi completa confianza, por quienes pongo las manos al fuego. Pero los nuevos, Gawain, Bockman, Mkoll y Billy han llenado los espacios y superado todas las expectativas. Son soldados de élite que se desempeñaron con valor y entereza, demostrando que no me equivoqué al aceptarles y ahora puedo decir que son miembros completos de la Fox. Bienvenidos como veteranos que son y merecen ser."

Bebo un pequeño trago del vaso de cualquiera que esté a mi lado para aclarar la garganta y continuo:

 - "Puede que algunos de ustedes decida no continuar con el escuadrón o incluso decida dejar el servicio después de lo vivido. Para los que están indecisos, les aclaro que así es siempre y en muchas misiones verás más hermanos morir de los que ves volver. La guerra es dura y terrible. Por otro lado, por más que al resto le escueza, el Escuadrón Fox es el más duro de todos y no esperen misiones de rutina: Son los mejores y solo lo más difícil es digno de ustedes, por lo que deben acostumbrarse a sufrir como ningún otro, pues ningún otro es capaz de resistirlo como ustedes. Si alguno abandona, se irá con mis mejores sentimientos y mi comprensión de que razones no les faltan para decidir vivir una vida. ¿Por qué les digo esto? Ustedes saben que yo no exijo nunca a mis hombres algo que no estoy dispuesto a hacer yo mismo, esa es mi política. Ahora no sabemos que sigue y no sé si volveré a estar con el escuadrón, por lo que quiero asegurarme de que los que queden detrás de mí tendrán el conocimiento y la entereza de mantener el nombre Fox tan en alto como todos nos hemos esforzado en levantarlo. El Sargento ha servido conmigo lo suficiente para conocerme y todos ustedes ya han servido bien y han conocido el espíritu del Escuadrón. Conceptos básicos como "No dejamos a nadie", "Nunca dejar la misión sin completar", "Nunca retroceder", "Nunca rendirse", "Luchar hasta el final si es necesario" son cosas básicas para nosotros. Sé que no siempre se pueden llevar a cabo, hemos dejado hombres atrás, hemos caído presa del miedo y nos hemos retirado cuando hemos debido hacerlo, pero lo importante es saber que cada vez que fallamos a nuestros ideales tomamos una deuda que pagaremos con devoción y excelencia por el resto de nuestras vidas. Ser un miembro de la I.M es luchar, servir y cumplir. Ser un miembro de la Fox es hacerlo como nadie más."

El dueño del trago puede darlo por perdido pues me lo acabo de un largo sorbo antes de proseguir:

 - "Ahora ustedes quedan a cargo de Evans y Sonia. Son excelentes soldados, valientes e íntegros. No dudo de que lo harán excelentemente en mi ausencia, pero el Escuadrón Fox no se compone de un líder, su segundo y soldados, se compone de un grupo de efectivos sin igual que obedecen las órdenes de su líder, su segundo y que cumplen su misión. La Fox no es su suboficial y sus hombres, sino sus hombres y su suboficial. La Fox no era yo, eran ustedes. Mientras queden soldados en Los Guardianes de Sirius que sean los mejores y que no se conformen con un desempeño ordinario, habrá un Escuadrón Fox. Siéntanse orgullosos de ser quienes son y formar el grupo que conforman. ¡Por ustedes, por la Fox!"

Levanto el vaso que me ha traído el cantinero lleno con doble Whisky y me lo bebo completamente mientras disfruto del sabor del licor. Es una ocasión feliz pero triste a la vez. Mucho que recordar, mucho que analizar, mucho en el futuro que se esconde a nuestro conocimiento. Los que quedamos vivos tenemos un futuro que vivir y ver a compañeros alejarse (Tanto vivos como muertos) siempre es triste, por lo que debemos aprovechar estos momentos de calidez humana para decir y vivir, sin dejar nada que llevarse a la tumba.

Gracias infante. Refiriéndose a bell. Acto seguido le echo un trago y dejo su cerveza encima la mesa. Supongo que tendré que empezar a acostumbrarme a estas cosas ahora no, chicos?Refiriéndose a la nueva bebida.

Ah recordar que pasado ,mañana tenemos partido, quiero toda la Eco lista para hacer sangrar a quien toque.

cuando entre en el bar ya estaba la Eco acaparando una amplia zona de la barra y hablando a voz en grito como si estuviéramos de permiso y no solo hacia unas horas intentando salvar la vida, pero así era la infantería móvil, unos locos de tres al cuarto y la Eco la mas loca.
me acerque por detrás de Alex y la hice cosquillas suficientes para que se diera la vuelta, momento que aproveche para estamparla un beso en todos los labios abiertos por la sorpresa mientras con otra mano cogía un chupito de tequila y la decía con cara picara:B]- Alex, mejor esto que pagar cervezas?, por cierto, la primera ronda la pago yo, coger los vasos y brindemos por los únicos que tienen huevos como para enfrentarse al infierno, Los guardianes de Sirius!!!!!, Los Vengadores de O\'Donnel!!!!, Por ti Alex y por que nos lleves a la victoria!!!!![/B], mientras esperaba la reacción que podía o echarse a reír o cruzarme la cara de una bofetada...

Por supuesto, había sido el primero de la Fox en llegar a la cantina, porque había sido el primero en desembarazarme del equipo, trotar hasta los cuartos y pegarme esa rápida ducha que nos había impuesto el Sargento Mayor. Pero no es como si eso hubiese podido impedir en absoluto todo lo demás que había ocurrido.

Ya movidos a la mesa, contemplo el avanzar del nuevo Sargento Mayor hacia nosotros, con una mezcla de orgullo y resquemor por lo que vendrá. Pero entonces suelta otro de sus discursos... y joder, qué discurso. Eso sí que es algo que voy a echar de menos, no por perder a Focker sino porque Evans nunca nos ha dado uno de estos, y es algo que de seguro se va a notar en la próxima misión. Ante el brindis final, alzo mi vaso con el del Sargento Mayor. -Por la Fox. -No tengo mucho que añadir. Y si alguien lo llama llorón, pues por todos los demonios, ya me lo pueden llamar también a mí, porque joder si no me ha calado el discurso.

Cumpliendo órdenes Bockman se retiró, tras dejar sus múltiples granadas en la armeria, a quitarse la sangre y vísceras resecas mediante una corta ducha. Quería ir cuanto antes a beber un buen trago.

Cuando habían comenzado a beber el primer chupito y unos tragos de cerveza para pasar la sed acumulada, el sargento llegó bebió y consiguió hacerle saltar unas lágrimas al artillero. Era una lástima haber estado sólo una misión bajo este hombre pero le había calado muy hondo. - Por el sargento Sargento Mayor! - Gritro tras beber por el discurso, indicando un brindis por este hombre -  todos nos sentimos honrados de sus palabras y felices de que sea usted el que tenga que negociar con los superiores cuando lleguen las órdenes. Se van a cagar los de la flota cuando tengan que tratar con usted- Añade levantando el brazo. - He estado poco tiempo bajo su mando pero ha sido un honor señor y espero que siga vigilando nuestros traseros aunque sea desde una posición más elevada. - Tras beberme el nuevo chupito- Eso si le ha dejado un buen marrón al sargento Evans, menudo listón ha dejado. - Indiqué que me sirvieran el siguiente chupito, mientras notaba como el alcohol empezaba a subirse un poco a la cabeza pudiendo recuperar el calor. Pronto el cansancio haría su aparición y para entonces un merecido descanso. Pero antes había que beber algo más ya que aún había brindis que merecían su atención.

Al ver llegar al sargento mayor, se enderezó un poco por respeto, saludándole con una inclinación de cabeza. De momento no tenía otro vaso entre los manos, al menos hasta que Focker hizo que hubiera más con los sucesivos brindis. Brindis que, por supuesto, fueron contestados por la latina.

El discurso, por su parte, fue distinto. Fue... fue sentido, joder. Caló hondo en Sonia, porque decía verdades como puño, por un lado, y porque les estaba alabando a ellos, por otro. No sólo eso, sino que además estaba confiando en ellos para que la Fox siguiera adelante. Dejando que ellos fueran la Fox.

- Por la Fox - dijo, con la voz algo quebrada, empezando a caérsele lágrimas por la mejilla. Tragó el vaso, desviando luego la mirada, mientras decía -. Vaya.. se me metió algo en el ojo...

Detestaba que la vieran llorar. Y en ese momento más.

Dereck alza de nuevo -por tercera vez ya- su vaso ante las palabras tan inspiradoras del sargento. Como siempre, sabía como llegar al corazón de sus hombres. Era una de sus virtudes, todo había que decirlo.

Por la Fox- responde. Observa por el rabillo del ojo como tanto a Sonia como a Sonny se le escapan alguna que otra lágrima, no era para menos- y creo que puedo hablar en nombre de la Fox Sargento Mayor, que hemos estado muy orgulloso de haber servido a sus órdenes.

Y es por ello que vuelvo a alzar mi copa por el Sargento Mayor Gary Focker. ¡Un hurra por él!

Siguiendo las órdenes del Sargento Mayor, se acerca a la cantina tras haberse desprendido del equipo y haberse remojado durante un largo tiempo bajo la ducha para quitarse la porquería y calentar el cuerpo tras el duro frío helado de Galdonia VI. Parece que el lugar está animado y que todos están bebiendo en honor a los muertos en combate y a los vivos que les acompañan. Se acerca a la mesa donde están sus compañeros para presenciar uno de los nuevos discursos del Sargento Mayor... sin duda, ese hombre habla bien y en la batalla levanta la moral de sus hombres como ningún otro... al Sargento Evans le hará falta practicar mucho.

-¡Por la Fox!¡Por el Sargento Mayor!

Se bebe su bebida de un trago y golpea la mesa con el vaso.

Cómo no iba uno a sumarse por un brindis por el Sargento Mayor, así que alzo mi nuevamente relleno vaso y acompaño el grito de mis compañeros. Sin embargo, una simple mirada a mi alrededor me basta para ver que la Fox está... pero no está completa. Y no solo la baja en el planeta, el bueno de Raynor, me falta entre nosotros, sino también Mkoll, al que probablemente esté examinando un médico, Gawain que a saber dónde se ha metido aunque nunca lo vi demasiado apegado a la cantina o, y más importante, nuestro nuevo Sargento. Y no es que me pueda quejar, porque aunque Brown era un gran Sargento Mayor, con todas sus mayúsculas, haber servido bajo las órdenes directas de Focker y haber escuchado sus grandes discursos es desde luego más que suficiente para confiar en que le vaya igual de bien o mejor... y que no tenga el mismo final que tuvo el anterior. Pero volvamos al presente...

-Sonia, si necesitas ayuda para sacarte la motita del ojo, no necesita más que pedirlo. -Digo dirigiéndole una mirada a la latina. Y luego con una media sonrisa, me rectifico a mí mismo. -Quiero decir, Cabo, señora.