Partida Rol por web

Sarah bajó unos pasos detrás de Mara Jade. Arreciaba y eso a la death tooper le gustaba, porque le hacía estar más atenta...si eso era posible. Con el rifle preparado por si lo necesitaba usar, caminaba mirando a uno y otro lado por si algo pudiera pasar.

En su derredor, el resto de soldados que les acompañaban, se deplegaban por la base tomando posiciones e inspeccionando los diferentes lugares de la base. Lo que había visto Sarah le había servido para saber que se enfrentaban a un enemigo poderoso y muy bien organizado: selección de blancos, disparos certeros, inutilización de determinados y específicos recursos para debilitar al oponente y facilitar su entrada, ataque rápido...vamos eran unos death troopers. Angelica se sonrió dentro del casco pero duró un segundo al momento volvió a su rictus serio.

-Debería ver ésto, señora.

Era la voz de su compañero, Antinnis Tremayne, y parecía haber encontrado algo, pero algo diferente, pues seguramente su compañero habría hecho la misma inspección que ella y con los mismos resultados. Sarah se acercó y miró lo había encontrado.

-Una herida cauterizada, como la de un sable de luz.

Los pensamientos de la death trooper resonaron en su mente como si los hubiera dicho de palabra. La cosa empezaba a ser más complicada que la idea de enfrentarse a una unidad de élite.

Sarah levantó la mirada y recorrió el perimetro buscando cualquier cosa, pista...algo. Todo seguía igual, en sus sitio.

-Pronto, pronto daremos con ellos y con su secreto -pensó nuevametne Sarah.

El escuchar mi nombre, junto al de Mazar y Yoyuc, el soldado con el lanzallamas. Era algo raro ver un lanzallamas, me esperaba un repetidor DLT-19 pero aquél arma iría perfecta si el enemigo se encontraba dentro del edificio. El sargento nos juntó a los tres y nos dijo que inspeccionaríamos el interior de la base, lo primero que deduje fue que mi bláster no sería el arma ideal para ello así que le pondría el seguro y lo echaría a la espalda junto a la mochila y sacaría la DL-44, que en combate cercano hará más daño.

.-Honaka listo, sargento.- dije haciendo un saludo militar:-Por qué zona quiere empezar?-

- Si, señor - respondió a la órden del teniente de forma marcial, cuadrándose y realizando el saludo militar. Se dió la vuelta para reunir a los elegidos, que de inmediato tuvo a su lado, listos para cumplir con su deber. Los examinó uno a uno. El lanzallamas era una opción perfecta contra un enemigo atrincherado, pero la verdad es que dudaba que quedara alguien en la base. Aun así, tampoco quería poner aquella arma tan peligrosa detrás de alguien, no cuando el movimiento estaría restringido por paredes y puertas cerradas. Estaba decidido entonces.

- Empezaremos por el complejo principal. Yoyuk, de vanguardia, pero cuidado con el gatillo, no queremos prenderle fuego a nada que pueda ser importante. Luego yo, Honaka, y por último Mazar. No creo que vayamos a encontrar resistencia dentro, pero mantened los ojos abiertos - una vez organizados, guió al pequeño grupo hacia la puerta del complejo principal. Echó un último vistazo a su escuadra, luego empuñó su carabina E-11, ya que el DLT-19 sería demasiado engorroso de manejar por los pasillos de al instalación, y le dió la señal a Cipga para que se internara en el edificio, listo para seguirlo a los pocos segundos.

Al oir mi nombre me reuní junto a Yoyuc y Honaka frente a Aiden.

- Mazar preparado.

Tenía mi pistola a mano, pero mantuve el bláster DLT-19 preparado, ya que tanto el Sargento como Honaka habían desenfundado sus blásteres ligeros. En caso de encontrarnos con algun imprevisto podría incorporarme al frente, desplegar mi escudo de energía y dar buena cobertura a mis tres compañeros. Me posicioné cerrando la unidad, cubriendo con la mirada nuestra retaguardia.

Eché un vistazo atrás y vi a Lily recorriendo el patio, como un sabueso en busca de un rastro. Si bien parecía estar haciendo un buen trabajo, no dejaba de tener un punto cómico ver como un pequeño e hiperactivo soldado de asalto andaba de acá para allá. Se dibujó una sonrisa detrás de mis máscaras.

Aiden dio ordenes a Yoyuc para internarse en el edificio y se oyó el chispazo del lanzallamas. A decir verdad el hecho de formar unidad con Yoyuc no me agradaba demasiado, y por la mirada de Honaka me dirijió supe que a el tampoco. Habíamos tenido algún encontronazo en los barracones, sus opiniones respecto a los no humanos eran un poco... radicales.
Que estuviera en la vanguardia, no obstante, me tranquilizaba. Más allá de lo personal era un soldado excelente. (Un pensamiento oscuro me rondó la cabeza, en el peor de los casos sería el primero en llevarse algún disparo...)

-A la orden.

Yoyuc abrio la marcha con el lanzallamas preparado. Activo el visor infrarrojo de su casco.

Al momento, siguiendo las órdenes de Mara, el teniente Dallin pidió al tie que inspeccionase los alrededores, y al sargento Jelal que pidió permiso al teniente para inspeccionar la base.

Señor, ahora que los exploradores están desplegados, deberíamos inspeccionar el interior del complejo. Permiso para llevar a cabo un reconocimiento con mi escuadra.

El teniente le dio permiso y seleccionó a un trío y al instante se pusieron en marcha.

Sarah, que estaba atenta a todo esto, miró a Mara y le habló en cifrado:

-Mi señora, ¿les sigo y lo grabo todo?

Después esperó a que contestara para ver si se ponía en marcha o seguía en su sitio apoyando y defendiendo a su señora.

Las tropas se organizaron finalmente para investigar el suceso. Con Yoyuc en cabeza, entraron en el habitáculo principal de la base. Allí reinaba un silencio pesado, que podía cortarse con una navaja. Y aunque la mayoría de los cuerpos de los soldados muertos estaban fuera, dentro estaban la mayoría de los técnicos. Las heridas eran diferentes, y sus posturas también. Éstos técnicos habían muerto a causa de un sable láser, algunos. Otros parecían haber sido estrangulados con la fuerza, y otros de ellos, incinerados. El paisaje era dantesco.

El complejo interior constaba de dos niveles. En la planta calle, la guarnición principal, el panel de control de generadores, y las zonas comunes (baños, cocina/cantina y sala de reuniones) y la puerta de acceso al balcón trasero y la batería de bláster dañada. En la planta alta, el centro de control de combate, la sala de radio, la enfermería, los camarotes de los oficiales, un pequeño balcón para el comandante y la estación de tiro del turboláser. Peinaron la zona, recorriendo las salas en busca de calor y movimiento. Todos los cuerpos estaban fríos. Todos, a excepción de uno. La enfermería tenía la puerta bloqueada, y solo el código de oficial de la propia Jade la pudo desbloquear.

Las armas se alzaron y apuntaron dentro, precavidas. Una figura humanoide y mecánica se presentó en la línea de tiro, alzando los brazos. Pero no era un humano, si no un droide. Un droide cirujano, que parecía custodiar un tanque de kolto con un humano dentro. Por su uniforme, que tenía roto y despanzurrado por el suelo, supieron por sus placas de rango que era un capitán de la flota.

Afuera, Lily siguió el rastro y el rastro era claro. Una sola persona enemiga, con huellas características (eran una especie de botas cuadradas grandes) que había salido por la puerta principal. Otras botas que venían en dirección opuesta, se movieron por el patio matando a todos y, tras mirar algo en la zona de los silos de kolto, se marcharon. El ataque había tenido, pues, dos direcciones: desde el interior del complejo, posiblemente accediendo a través del montacargas que llevaba hasta el río o simplemente aterrizando en el tejado de la estructura (o junto a uno de los balcones). Sea como fuere, aquel primer ataque se había llevado a cabo totalmente por sorpresa, distrayendo a los soldados que fueron luego incapaces de rechazar el ataque frontal.

Las huellas luego se alejaban con dirección a la selva, cuesta abajo, y seguían por el camino que llevaba hacia el asentamiento principal.

-Aquí Águila 1 -dijo la radio del TIE- Estoy sobrevolando el asentamiento, que parece haber sido atacado. Algunas casas están en llamas, parece... que hay una pila de cuerpos muertos, ejecutados. Escáner térmico detecta movimiento de personas vivas en la zona, y posibles enemigos en las inmediaciones. El follaje denso impide una visual sobre ellos, pero el barrido indica que se alejan del asentamiento. Cambio.

-No disparen, no disparen -exclamó de forma monótona con su voz metálica.

El sistema de reconocimiento de sus cascos lo identificaba como un androide imperial, de la flota. Parecía que el droide había bloqueado desde dentro el acceso a la sala, posiblemente siguiendo órdenes del oficial que se recuperaba en el tanque de kolto. Como no era un androide de protocolo, y por lo tanto, no muy locuaz, dio un informe sucinto de la situación en espera de sus preguntas concretas.

-El capitán Ripvitz me ordenó sellar la sala y mandar el mensaje de socorro. Fuimos atacados por un enemigo con una gran potencia de fuego. Los pasillos están llenos de muertos, no pude salvarlos de ella... las heridas eran incompatibles con la vida. Solo el capitán pudo ser salvado. Ahora está en el fase final del ciclo de recuperación. Calculo que en una hora podrá recuperar la consciencia. Su estómago y la pierna derecha estaban destrozadas por el sable láser de ella.

Bajó los brazos, lentamente.

-Podría acelerar su reanimación, aunque es posible que sufra efectos secundarios, parecidos a una migraña, si el ciclo no se completa correctamente.

La entrada al edificio principal la efectuó Yoyuc, después entre yo y luego el resto. Allí solo había cadáveres pero con algo distinto a los de fuera, las heridas habian sido causadas por un sable laser en algunos y otros habian muerto por asfixia:-Un usuario de la Fuerza ha hecho esto, Sargento. Ve las heridas cauterizadas. Y las manos de algunos llevándoselas al cuello, los han estrangulado con la Fuerza.- explique indicando en algunos cuerpos lo que veía. Seguimos inspeccionando el complejo y encontramos mas cadáveres por las diferentes secciones. Subimos a la planta superior, donde debería estar el oficial al mando de la base, así como habitaciones del resto de oficiales de la base y el acceso al turboláser.

Finalmente encontramos una habitación cerrada con código de seguridad de alto rango. Se pidió por radio que Mara Jade introdujera el cogido, pues el suyo invalidaba el resto. Al abrirse las puertas encontramos a un droide medico que estaba tratando al que explico que era el oficial al mando de la base. El droide dio un informe medico detallado sobre el estado del capitán y que la recomendación era que se esperara a terminar el ciclo de recuperación, dado que podían quedar secuelas de la interrupción, secunde aquella recomendación explicando lo que había sufrido en mis propias carnes y estuve dos meses con jaquecas por que interrumpieron el proceso. Pero la ultima palabra la tenia la misma Jade el resto no podíamos hacer nada. Me mantuve en mi puesto después de mi recomendación y me quedé esperando.

Al ver los cuerpos y esas heridas me acerqué a un par de ellos. Mientras los examinaba Honaka, que era buen observador, indicó lo obvio al Sargento. No obstante me cercioré del aspecto de esas heridas y del estado del algunos de los técnicos que parecían haber sido estrangulados. (Tirada de ciencia)

Jade, que había sido avisada por radio, se acercó impasible para darnos fácil acceso a la puerta de seguridad. Nuestra nuestra unidad entró en orden cantando "Limpio" en cada sector de lo que parecían ser unas dependencias médicas. No dijo mucho, mientras el droide se excusaba ella inspeccionó las dependencias.

Tras el informe del droide y la recomendación de Honaka, a la que asentí, yo me acerqué al tanque de kolto y revisé el historial.

- Honaka esta en lo cierto, pero dada la urgencia de la misión y los efectos secundarios en este punto de la recuperación, creo que podríamos arriesgarnos a acelerar su reanimación. Podría asistir al droide y seguro que tengo algo para tratar una jaqueca en el botiquín. No obstante, una vez hayamos recabado toda la información que necesitemos del oficial, recomendaría trasladarlo a la flota para su total recuperación. Incluso si esperamos todo el proceso, aúnestará débil y no será de mucha ayuda en una batalla. ¿Permiso para iniciar el proceso de reanimación?
Añadí mientras me daba la vuelta para dirijirme al Sargento y a Jade.

Una vez he recopilado suficiente información, vuelvo al encuentro del Alférez, me cuadro ante él. -¡Señor!-

Mi voz suena suave desde detrás del casco, aunque se podía apreciar cierta impaciencia por acabar de contar todo lo que había descubierto, quería que los mandos tuvieran conocimiento de la información cuanto antes. Así podrían tomar la decisión adecuada.

-El ataque tuvo lugar desde dos direcciones.- Señalo varios puntos por los que podrían haber venido. -Quizás de ahí, desembarcando en el tejado o tal vez desde el río.- Entonces le muestro los depósitos de kolto. -Aunque ahí quizás encontremos algo más, ya que parece que algunos se detuvieron ahí, posiblemente para mirar algo.- Era una suposición, podrían haber dejado cualquier cosa, quizás querían romper los depósitos o incluso colocarnos una trampa, pero eso solo eran pensamientos sin ningún fundamento, así que prefería esperar a que tomara la decisión el Alférez Dallin.

-Las huellas son bastante características, puede verlas, son cuadradas y grandes.- Le indico una zona donde había una gran concentración de ellas. -Parece que fue un ataque sorpresa.-

-Luego se retiraron por ahí.-

Casi no había terminado de dar las explicaciones sobre todo lo que había descubierto, cuando escucho la trasmisión entrante del piloto de TIE. Estaban atacando otro asentamiento.

Me quedo mirando al oficial a la espera de órdenes, ya que me había dicho que me quedará con él.

Con Dallin organizando a los hombres, desplegándolos y comenzando el reconocimiento, Jade seguía centrada en el cuerpo del oficial que tenía delante. Ni el repicar de las gotas sobre las armaduras de los Death Trooper a su lado, ni el agua que comenzaba a calar parecía inmutarla pues permanecía con los ojos cerrados y la mano extendida sobre la herida.

 -Mi señora, ¿les sigo y lo grabo todo?

Alzo la mirada hacía Crow, su semblante serió y mirada enigmática hacía imposible desvelar los pensamientos de esta, que se limito a asentir ante la pregunta de su ángel guardián. Además necesitarían todas las grabaciones posibles, por todos era sabido que a Thrawn le encantaba examinar al dedillo todos los ataques del enemigo.

Tras unos instantes ella misma siguió el camino del resto al interior del complejo, Tremayne cerraba la marca. Con rostro taciturno observo aquella dantesca imagen enfriando su rostro aún más, si aquello era posible, aumentando la extraña sensación que la recorría cuando, al cruzar la sala rodeando los cuerpos, fue identificando las distintas causas de la muerte de aquellos hombres. Tenía un mal presentimiento. Las preocupaciones que la rondaban ahora eran muy distintas de las que podía haber tenido antes de aterrizar. Había presenciado masacres como aquellas antes e incluso en algunas ocasiones ella había sido la agresora, aunque solía ser más elegante y precisa. Aquel trabajo eran sin duda descuidado y agresivo, solo Vader solía dejar un rastro así tras de sí.

Dallin cuando terminen de prepara la base que sus hombres retiren todos los cuerpos y los preparen…- * fueron las únicas palabras que pronunció al llegar junto a ellos ante la puerta de la enfermería, tras ser reclamada por radio.

Tras introducir su código y con las puertas abiertas, sus hombres procedieron a asegurar la zona mientras ellas entro sin más. No había peligro alguno, no en aquella base, no en aquella sala.

[...] estaban destrozadas por el sable láser de ella.

ELLA aquella era la información más valiosa que el droide podía proporcionarle en aquel momento.

Las palabras de Kel Dor le llegaron doblemente distorsionadas, algo que resultaba un tanto irritante.

Mazar encárguese de la reanimación, acelere el proceso todo lo que pueda y que el capitán Riptviz este en pleno uso de sus facultades cuando despierte… para su interrogatorio – expreso con claridad dirigiéndose al soldado  -y tu droide…-  pronunció más seca, apreciando un leve espasmo por parte de 2-1B-T147, aunque bien podía haber sido una coincidencia al dirigirse a él - ¿viste al atacante que portaba el sable láser? ¿tienes imágenes de ella que podamos ver?

Águila 1 y la joven novata, dieron sus informes casi simultáneamente desde el cielo y  tierra.

No los pierda de vista Águilla 1, mantenga posición sobre la zona e informe de su avance – aquello podía ser bueno o podía ser una trampa. Pero era la primera vez que podían seguir un rastro de algún tipo y que no se perdía tras el uso de uno de esos misteriosos vórtices que solían utilizar.

Debían actuar con presteza para no perderlos pero al mismo tiempo debían ser cautelosos, la variables habían cambiado y un peligro añadido pasaba a formar parte del tablero de juego.

Por el comunicador interrogo a los grupos para que den novedades.

- A la orden señora.

Empezé a sacar algo de equipo médico de mi mochila y busqué entre los armarios de las dependencias. Tenía todo lo necesario. Me dirigí al droide.

- 2-1B, cuando termines con la señora ven conmigo,me ayudarás con la reanimación.

Me acerqué a los controles del tanque de kolto, busqué entre los menús de la consola y comenzé el proceso de reanimación de emergencia. Saltaron algunas alertas, no todas, ya que el riesgo no era demasiado alto. Omití todas las alertas y me cercioré de las constantes vitales del oficial. Todo parecía ir bien, dentro de los márgenes de seguridad.

El ordenador empezó con la rutina de reanimación. El dispositivo envió algunos fluidos y corrientes eléctricas al oficial que se movió con leves espasmos. Recobró la consciencia, parecía desorientado, algo normal tras un tratamiento así. El tanque de kolto empezó a vaciarse con un sonido burbujeante https://youtu.be/CGi3Zy_2yKU?t=16.

Una vez vaciado el oficial parecía estar estable. El droide (si el droide no está disponible en ese momento, le pido a Honaka que me eche un cable) me ayudó a colocar suavemente al oficial en una camilla cerca del tanque de kolto. Evalué las constantes vitales y continué el proceso de reanimación.

El gesto afirmativo de Mara fue suficiente para que Sarah se pusiera en marcha. Se colgó al hombro su tremendo rifle pesado DLT-19D y sacó sus dos pistolas blaster DL-44. Mientras se dirigía hacia el lugar donde empezaban la inspección, dijo un escueto "grabando" para que su casco grabara todo lo que esta veía mientras se internaban en las distintas salas.

Tras pasar por varias salas donde los cuerpos inertes se acumulaban llegaron hasta una sala con un código de seguridad alto. Ahí intervino Mara quien accedió con un código superior de seguridad que superaba en rango el anterior. Así pudieron entrar a una sala médica donde encontraron al único superviviente de la base...o por lo menos al único que de momento habían encontrado.

Sarah dejó que entraran y ella se quedó en la puerta protegiendo la entrada por si acaso alguien se presentaba y les atacaba en ese momento. Mientras, dentro de la sala, comenzaron el proceso de despertar al superviviente. Seguramente tendría una larga charla con su señora.

Respondieron por el canal con los informes:

-Cara norte despejada.
-El sector éste despejado, aunque hay signos de que hubo lucha.
-Sector sur, las huellas del enemigo se internan en la selva. Permiso para seguir el rastro.
-Sector oeste, solo signos de la batalla dentro del perímetro de la base.

El droide multiplicó su trabajo. En una multitarea que hubiera costado a los humanos, mantenía monitorizado al enfermo mientras Mazar comenzaba la reanimación, mientras que utilizaba el código de seguridad del capitán para acceder a las grabaciones de seguridad de la base, justo antes del ataque y durante él.

Quedaba claro que la inserción se había hecho por el montacargas que llevaba al río, pues esa cámara dejó de funcionar minutos antes de que la figura irrumpiera en aquella sección de la base. Al principio, parecía que actuaba con sigilo, estrangulando a los guardias o distrayéndolos con el uso de trucos de la fuerza. Sin embargo, uno de los oficiales de seguridad, pendiente de los monitores, presionó la alarma. Fue ahí cuando la masacre comenzó, con un baile acrobático por parte de su enemiga y un manejo impecable de aquella arma arcaica propia de la galaxia conocida. Hubo un momento en el que ella miró a la cámara, como dándose cuenta de su error, por lo que pudieron ver su rostro. Aquella raza era de piel azul, carecía de nariz prominente y tenía cuatro dedos en cada mano.

Las cámaras mostraban que el capitán se había visto superado por aquel ataque sorpresivo. El oficial de seguridad había organizado la defensa, mientras él intentaba contactar con el Aurora para pedir refuerzos. Todo sucedió muy rápido, y el capitán salió un momento al pasillo para ordenar a unos soldados de asalto algo que no pudieron escuchar. Segundos después, los soldados volaron contra las paredes y la figura encapuchada les atacó con el sable antes de que se levantaran. El último en ser herido, el capitán, se arrastraba hasta su camarote para ponerse a cubierto, recibió una estocada en la zona del vientre. Si se salvó fue por que un soldado de asalto, que se había asomado al fondo del pasillo, disparó contra ella y ésta se entretuvo en devolver los disparos antes de matarle.

Paralelamente, una máquina de guerra antropomorfa voló la puerta de acceso, después de que la atacante infiltrada bajara los escudos, y tras un intercambio de disparos con la batería bláster, la dañó, permitiendo que la infantería entrara en el recinto y matara al resto. Fue en éste momento en el que el droide médico recogió al capitán malherido y, siguiendo sus instrucciones, lo metió en el tanque de kolto y selló la enfermería.

Los asaltantes merodearon por las instalaciones durante unos minutos, revisando los cadáveres, la información de los ordenadores y mostraron cierta curiosidad en el interior de los silos (quizá desconocían que era el kolto o cómo se fabricaba) antes de proseguir su avance por la selva. Habían dejado la base abandonada, pero no la habían destruido. ¿Por qué? Quizá su propósito era atraerles allí, o quizá estaban demasiado ocupados matando a cuanto ser vivo inteligente se encontraban, como para ponerse a destruir edificios.

El sistema de bombeo filtró el kolto de nuevo hacia el tanque de depurado, vaciando el cilindro. La figura humana quedó suspendida por el correaje, siendo "autolavada" con agua y agentes jabonosos, posteriormente secada y reanimada mediante electroimpulsos. La campana de cristalacero se retiró lentamente, mientras en el especialista comprobaba que sus constantes vitales eran estables, administrándole un analgésico para el punzante dolor de cabeza que sintió nada más despertar.

El robot le ayudó a sacarlo de la cuba, retirándole el respirador y su umbilical. Ya que no había salido de la sala en ningún momento, no pudo prepararle más ropa que un mono como los que solían utilizar los técnicos. Las botas y el sombrero todavía las podía utilizar, aunque en realidad no parecía muy interesado en todo aquello, si no en ellos. En la presencia de aquellos soldados que le miraban. Sabía que formarían parte de la fuerza de rescate, pero estaban serios como tumbas. Seguramente, habían visto la grabación de seguridad y sabrían que no era ni mucho menos un héroe. Siquiera había utilizado su pistola durante el asalto. Después de todo, como oficial de intendencia se esperaba que solo sacara el arma para limpiarla.

-Gracias... -dijo, carraspeando.

Reconoció un solo rostro de entre ellos, aunque no lo conocía personalmente. La fama de Mara Jade hacía que supiera sumar dos más dos. Una mujer pelirroja, con un tubo al cinto, uno de aquellos sables láser... todavía sentía escalofríos al recordar como el haz láser le había pasado de parte a parte, con un dolor insoportable, que amenazó con hacerle perder el conocimiento. Era como si te quemaran desde dentro con un centenar de llamas ardientes. Lo peor no era cuando te atacaban, pues el sistema nervioso tardaba en reaccionar, si no los segundos posteriores, en los que parecía que la herida ardía todavía más... Se tocó la sien como si le doliera.

-¿Cuanto tiempo ha pasado?

Parpadeó. No quería hacer preguntas estúpidas. Si Mara Jade estaba allí, el gran almirante se habría enterado del ataque.

-Nos han atacado abiertamente. Un ataque salvaje, con un gran poder ofensivo. Espero que hayáis traído artillería pesada... por que la vais a necesitar.

Así que había un superviviente, quizá después de todo pudieran obtener alguna respuesta, pero que solo un hombre hubiera sobrevivido era un detalle que no había pasado desapercibido a Dallin. Pero lo verdaderamente espeluznante no era aquello sino que solo había habido 2 asaltantes y al menos uno de ello femenino. James miró a Mara, sin duda aquello no era lo que esperaban encontrar. Un grupo de soldados no eran rival para Mara pero aquello sin duda cambiaba las reglas del juego.

Después de ver la forma impecable del ataque sin un solo fallo resulta curioso ver a un único superviviente, me pregunto si habrá sido algo deliberado para darnos un mensaje o simple casualidad... sea lo que sea pronto lo sabremos.

Mara Jade ordenó actuar para que el oficial recuperara la consciencia cuanto antes, a lo que Menen se puso manos a la obra, parecía que la base estaba asegurada así que era momento de preocuparse por otras cosas mientras tuvieran tiempo.

Buen trabajo exclamo James ante el informe de Lily, sin duda no son buenas noticias.

Aquel planeta era desconocido y todavía no sabían a que podían enfrentarse, pero Dallin sabía bien que la oscuridad de la noche nunca traía nada bueno, y el informe del droide no resultaba más alentador.

Sargento, llevese a Honaka. Reactiven los escudos de forma inmediata, recuento del arsenal de la base y que la unidad de apoyo se encargue de retirar los cuerpos. Lily revise la entrada secundaria, la quiero sellada no cometamos dos veces el mismo error. Yoyuc revise las torretas del perímetro las quiero activas antes de que anochezca.

Tras dispensar aquellas ordenes el teniente en funciones se dirigió a Mara y Taldor.

Parece que han atacado el asentamiento y se retiran, pienso que estaría bien que los exploradores echaran un vistazo al aviso del TIE, parece que podría haber más supervivientes y nueva información, mientras Aguila 1 intenta ver la madriguera de los asaltantes.

Mientras James estaba dispensando las ordenes el oficial pareció al fin despertar lo que capto la atención del oficial, el relato del droide había dado las suficientes pinceladas para hacerse una idea del ataque.

Ha tenido suerte, apenas unas horas... ¿Puedes darnos algún detalle más? ¿Quienes eran, número, armamento? ¿alguna razón concreta para el ataque?