Partida Rol por web

Mierda, malditos bichos y ademas había pegado un grito... maldita sea, se llevo la mano al pecho y respiro profundamente para calmarse...

- ¿En serio?- musité-. ¿En serio? ¿Trece años de vida y nos asustamos de un cuervo?

No lo dije con mala saña, pero sí con cierta reprobación. Usé el plural mayestático para no hacerlo sonar peor, pero ciertamente era algo que hubiese avergonzado a muchos maestros, Lamón entre ellos. Seguro que  yo lo hubiese pulverizado de un puñetazo con un poco menos de suerte, pero no lo había hecho, así que podía dármelas de padre.

Seguí caminando, antes de que el bosque se nos tragase para no volver.

Cuervos, carroñeros. Su presencia era indicativo de cadaveres. Eso hizo que me tensase. Pero igualmente la sensacion opresiva seguia atenazandome. Puede, solo ouede, que no fuera algo natural. Asi que me concentre para levantar un escudo psiquico...

Lo puse en el post anterior, dentro del texto normal del turno. El poder es escudo psíquico. 

Esta algo incompleta porque la he hecho en ratos libres del curro. Si tenéis dudas concretas o queréis ayuda optimizando, decidlo. Por ejemplo, recomiendo mucho a los alemanes cogerse "Academia", que por 2 puntos, te deja coger cajas marciales por 1 punto solo. 

En cualquier caso, magia pura o magia+escuela de esgrima sale muy caro, no lo recomendaría. Mejor especializarse. 

Tras el grito de Rei y de Melfis por culpa del cuervo, se escucharon el revoloteo de varios otros animales, y al caminar Trece de nuevo se volvió a ese silencio brutal de un bosque en tensión.

En ese momento, de pronto, notáis como un golpe de calor, como si una oleada de calor que viene de frente os golpeara, haciendo que sudéis y golpe, como si estuvierais al lado de un lanzallamas que se acaba de activar.

Justo cuando os golpea el calor te llegan unas voces, como si fueran arrastradas por el viento.

-Shhhhhh, creo que he oído algo ahí atrás.

Ese sonido viene de delante de vosotros.

El golpe de calor fue brutal y me obligó a cubrirme la cara con los antebrazos en un intento de huir del calor sofocante.

-¿Qué está pasando?-gimoteé intentando aplacar la sensación, el sudor corría por la piel y por el cuero cabelludo haciendo que me picara y que tuviera la continua sensación de que me sobraba ropa.

- Me espero cualquier cosa- confesé, estoico pese a la situación. Había muchas cosas capaz de acabar conmigo, y precisamente por eso no había necesidad alguna de recordarlas, pero el calor no era la más efectiva.

Imperium me había diseñado como un soldado, mucho más físico que mental, y soportar los elementos no me era algo complicado. O más bien, no era algo complicado para mi cuerpo.

- Cuanto antes lleguemos y cumplamos el objetivo, menos riesgo. Recuérdalo- sugerí, usando el plural por mera cortesía, pues hasta el momento estaba relativamente bien. Al límite del cansancio desde hace un buen rato, pero aún en buena forma.

En la pestaña de notas, en el primer parrafito donde pone nivel, atributos... la última linea pone RF, RP, RM... pues lo que pone en RF (Resistencia Física)

Calor, adoraba esa sensación, adoraba el calor y el fuego, aunque claro esta siempre que yo lo controlara.

-Es mejor darse prisa, no parece que a... a... bueno a la pequeña le guste mucho el calor- mierda de nombres, ahora me tocaba una posible burla por el mote de pequeña, pero bueno, ya se lo aprendería.

Aguanté estoicamente el golpe de calor. Para eso estábamos hechos, para aguantar cualquier cosa sin mostrar si nos dolía o nos molestaba. Quizá se me perló la frente de sudor, pero no mostré ningún signo que delatase que ese golpe me molestaba... 

Entre el poco cuidado de mis "compañeros" al hablar como si no hubiese nadie en ese bosque, pude escuchar la voz de algunas personas situadas delante nuestro y miré en aquella dirección. Hice un gesto a los demás para que callasen y se escondiesen.

Busqué un lugar entre los árboles para ocultarme.

Vi que una de las miembras del grupo se escondía, haciendo una llamada al resto de los allí presentes para hacer lo propio. No quedaba más remedio. Yo, medio sordo, medio ciego y medio falto de sentidos bien desarrollados, no tenía más alternativa que fiarme del criterio de los demás en aquellos temas.

Repetí la señal de la chica, por si alguien no la había visto, y procedí a ocultarme siguiendo su modus operandi.