Partida Rol por web

La encrucijada de cuatrocaminos.

Introducción 2. En el dragón oxidado.

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30/06/2012, 21:51
Director

Liondel toma la llave de su habitación y sube escaleras arriba hasta su habitación, detrás de dos desconocidas, Ammaranza y Eralissa, que lo habían echo anteriormente, todos con el mismo propósito, darse un buen baño antes  de bajar a cenar.

Ammaranza salió con desgana pero con decisión, y se puso la ropa interior limpia, luego cogió una falda de color marfil, gruesa, con filigranas plateadas en su parte de abajo, por debajo de la rodilla y se la puso. Un camisa del mismo color y una chaleco de gruesa lana teñida de verde, que prácticamente le tapaba todo el cuello. Se secó el pelo con fruición tras vestirse y lo peinó, dejándolo suelto. Antes de salir, se preocupó de ceñirse una daga a la parte de baja de la cadera,  que quedaba oculta por la falda, y de agarrar la pequeña bolsa rojiza que colocó de nuevo en su cintura. Su medallón fue lo último que cogió, y se dispuso a bajar.

Por su parte Liondel bajó en la indumentaria de un espadachín renacentista, sin no por ello descuidar ponerse la malla de metal antes que esta, diferente a con la que le habían visto cuanto entró en la posada. Finalmente se coloco al cinto unicamente el estoque.

Eralissa no había aparecido aún por la puerta de su habitación...

Abajo olía a pollo y más fuertemente a especias que a cualquier otra cosa, a vuestra bajada, la posada era algo más bulliciosa que al entrar. Además del grupo de aventureros que seguía en la esquina, disfrutando de la cena, había aparecido un grupo de enanos, cinco en total, sentados alrededor de una mesa redonda, con pinta de guerreros todos ellos. El hombre desaliñado que degustaba la sopa de verduras, ahora tenía entre sus manos una jarra grande de cerveza negra, y una especie de recipiente con agujeros, echo de arcilla, con forma de pipa de girasol, con una boquilla.

El fuego chisporroteaba en la chimenea, iluminando la sala más aún que las antorchas y soltando chasquidos de vez en cuando, fruto del quebrar de la corteza de la madera y el romper de las piñas que avivaban el fuego.

Notas de juego

Eralissa, haz una aparición triunfal. XD

Os meto a todos en la misma escena, de modo que como estáis todos en el mismo sitio, no tenga que decir yo al otro lo que el uno hace.

Si queréis decir algo en secreto, desmarcáis y ya está, como se ha echo toda la vida.

Ammaranza, tirada de conocimiento de bardo.

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30/06/2012, 22:08
Ammaranza
- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento Bardo

Tirada: 1d20

Resultado: 12(+6)=18

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30/06/2012, 22:26
Director

Reconoces a los enanos, has escuchado vagamente hablar de ellos, como la Tropa Errante, un grupo de enanos aventureros que viajan por todo el norte de Aan, que no son especialmente famosos mas que por la pertenencia al grupo de solamente enanos guerreros. No son mucho más que una banda de mercenarios en busca constante de oro para gastar en whisky.

El instrumento sobre la mesa de aquel tipo es una ocarina de pastor, un instrumento común entre los cabreros de Alwin, al este de Aam, con un sonido parecido al de la flauta dulce

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01/07/2012, 00:55

Liondel, con su sombrero negro de ala ancha en mano se acercó a Tymora y le dijo n un tono amable.

-Buenas noches señora... me sentaré allí en esa mesa cerca del fuego y agradecería que me acercaseis una buena ración de ese pollo que tan bien huele y también un buen caldo como el que ese grupo de allí está disfrutando... señaló con la cabeza al grupo de enanos ...Para beber me conformaré con una jarra de vino.

Una vez llegó a la mesa que había junto al fuego, deslizó el sombrero de ala ancha dejandolo caer en la mesa, para acto seguido tirar de la capa negra que portaba y colocarla a un lado al mismo tiempo que se sentaba y acomodaba en la silla sin que la capa le estorbase, dando la espalda a la pared y el frente a los enanos, pues esperaba que al enano que había sentado con aquel instrumento le diese por tocar algo y así amenizar la noche.

Notas de juego

Sombrero de ala ancha negro, capa negra, pantalones negros, camisa blanca con chorrera y guantes negros.

La malla de metal la lleva por dentro, por lo que no se aprecia, así como un medallon.

 

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01/07/2012, 01:30
Director

Notas de juego

Nota: el hombre desaliñado que tomaba un caldo de verduras no está con los enanos, era el que ya estaba cuando entraste la segunda vez a la taberna.

Llegas a la taberna, y te encuentras con caras nuevas, dos mujeres están en la barra con Tymora, tomando las llaves de sus habitaciones, mientras ésta habla con ellas, y un nuevo hombre, sentado en una mesa cercana al pasillo, tomando una sopa de verduras. El grupo de aventureros que antes estaba allí, continúa en el mismo sitio donde lo dejaste.

Aquel era un hombre que se salía de lo común, pues era aventurero pero no llevaba armadura, ni decoración, ni siquiera unas ropas que pudieran llamarse como tal, sino que más bien habían salido de pedazos de lo que en su momento podría haberse llamado ropa. En sus brazos está toda la armadura que se puede encontrar a lo largo de su cuerpo, unos guanteletes echos de madera y atados con cuerda de cáñamo, que no parecen proteger. Un manto de piel de lobo cubre su torso, su su brazo derecho hasta el codo y llega hasta su rodilla derecha, cubriendo hasta el muslo en la izquierda.  Su rostro refleja madurez, pero su forma física es perfecta, y sus músculos se marcan, atrapando el sol en su piel, sus venas tensas se notan en superficie a lo largo de su cuerpo.

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01/07/2012, 03:36

.....dando la espalda a la pared y el frente a aquel hombre desaliñado que había sentado con aquel instrumento esperándo que le diese por tocar algo y así amenizar la noche.

Notas de juego

corregido

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02/07/2012, 10:45
Eralissa

Baja las escaleras despacio, buscando a Ammaranza con la mirada. Se ha retrasado un poco más de lo normal, pero el baño le ha relajado hasta casi quedarse dormida. Viste un pantalón de tela marrón muy sencillo, y una camisa blanca de manga larga con sólo dos botones cerca del cuello. Unas botas, un citurón y un chaleco de un color similar al del pantalón terminan su indumentaria, más habitual para un hombre. Su pelo, algo mojado todavía, por fin ha sido liberado de la coleta que lo oprimía. Algunos mechones caen delante de su rostro, tapándolo ligeramente.

Echa un vistazo a la sala, comprobando que hay algún cliente nuevo, y se acerca hasta el lugar elegido por su compañera que ya disfruta de un buen vino. Al pasar junto al resto de mesas, observa al resto de huéspedes como suele hacerlo, sin disimulo y mirándoles unos segundos.

- Disculpa que haya tardado tanto - Comenta sonriente mientras se sienta junto a la semielfa - He estado a punto de quedarme dormida en la bañera

El calor del cercano fuego le hace estremecer con un agradable escalofrío. Su compañera parece aún más hermosa que antes, vestida con ropa más adecuada y mucho más relajada. Los característicos rasgos élficos de su rostro son especialmente llamativos para Eralissa, que intenta disimular su admiración centrando su mirada en la jarra de vino. La seguridad que muestra cuando examina al resto de hombres de la sala, parece desvanecerse por completo ante ella una vez más.

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02/07/2012, 16:00
Ammaranza

Sonrió a Eralissa ante su comentario, ella misma se había encontrado en simular tesitura, así que la comprendía perfectamente. La miró y reprimió el impulso de decirle que necesitaba visitar una buena tienda de ropa de manera urgente.

Tranquila, he bajado ahora mismo alzó la copa de vino prácticamente llena para demostrarlo y aprovechó para darle otro trago acercándose un poco más a Eralissa, para tener la oportunidad de cotillearle sin excesivo riesgo de ser escuchadas mira sus ojos se desviaron de manera casi imperceptible hacia los enanos la tropa errante, creo que su fama como borrachos supera con creces a su fama como guerreros sonrió con malicia y el del fondo, el del sombrero en la mesa, es evidentemente extranjero, en Ganariel había muchos con ese estilo que rondaban los jardines de los alrededores del Teatro Blanco buscando descuidadas damiselas a las que robar su dinero o su virtud, o ambas si se terciaba, eso sí, con elegancia y descaro, que no se diga su mirada seguía recorriendo implacable la sala, y es que había pasado demasiadas horas en compañía de mujeres demasiado aburridas en su juventud y aquel tipo le pega tanto la ocarina como a mi un hacha de doble hoja y atacar pegando gritos de orco frunció el ceño aunque en alguna que otra ocasión mi maestra me dijo que lo que cantaba parecía precisamente eso rió de nuevo, hablaba demasiado.

Volvió a recostarse en su silla y estiró los brazos hacia arriba, desperezándose  mientras un bostezo escapó de su boca disculpa, es el vino y calor del fuego abrió los ojos un poco más y los fijó en la otra chica antes dijiste que habías venido porque tenías intención de entrar en los caballeros Rantanos la miró con extrañeza ¿hablabas en serio? le costaba imaginar que alguien quisiera entrar en una orden así, pero mucho más una mujer que parecía que acababa de salir de un torreón abandonado.

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02/07/2012, 21:40

"y aquel tipo le pega tanto la ocarina como a mi un hacha de doble hoja y atacar pegando gritos de orco"... Ammaranza recordaría sus palabras durante un largo tiempo desde esa noche. el hombre, no parecía haber escuchado el comentario, sin embargo, tras apurar su cerveza, tomó el instrumento, similar a un botijo pequeño, y se dispuso a tocar. Lo cierto es que nadie esperaba una gran actuación, cuando empezó, muchos pensaron era algo que no superaba el silencio. La música no tardó en cobrar sentido y ritmo, la melodía flotó levemente por la sala, acompañando por un diálogo más suave de la gente. El sonido parecía alegrar a la gente, hacerles olvidarse de sus problemas por un instante y disfrutar más de la comida y la bebida.

Era una música salvaje, propia de faunos y seres del bosque, que no estaba echa para grandes salones o teatros, no por ello se convertía en peor. Según la melodía comenzaba a apagarse, el mundo en el que por unos minutos se había sumido la posada, que se hubo detenido en el tiempo, volvió a la normalidad, a los problemas de la vida diaria, al beber de los enanos y el parlotear del grupo de humanos, Tymora comenzó a servir los pedidos...

- Tiradas (1)

Motivo: Interpretar

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+10)=28

Notas de juego

Tras un rato buscando, y encontrando más de una aberración musical que os haría  morir sufridamente con grandes retortijones, pongo ésto, que aunque no se trata de música de el instrumento en cuestión, se parece vagamente. XD

Al final he encontrado algo mejor, XD.

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03/07/2012, 13:19
Eralissa

Se sobresalta ligeramente cuando Ammaranza se acerca más a ella, con un gesto que posiblemente no habría pasado desapercibido a cualquiera que estuviese mirando. Aún así, aprovecha su cercanía para observar su rostro más de cerca durante instante, mientras escucha sin prestar demasiada atención a lo que dice. Cuando por fin sale de su ensimismamiento, sigue con la mirada lo que la semielfa va indicando. Acababa de bajar, pero ya había hecho un análisis completo de todos los presentes.

- Bueno, al menos tenía intención de conocerlos de cerca - Responde ante la pregunta final de Ammaranza, con una leve sonrisa tras su contagioso bostezo - Me gusta su disciplina y capacidad de sacrificio. Es lo que necesito para aprender a servirle aún mejor - Echa mano al pecho aunque esta vez no encuentra lo que busca - Pero posiblemente no soy digna de formar parte de una orden tan prestigiosa

Agacha la cabeza con humildad pero la levanta de inmediato al escuchar los primeros acordes de la ocarina. La descripción de Ammaranza era cierta, y aquel hombre no daba la impresión de tener el talento que estaba mostrando a todos los presentes. Sorprendida, mira interrogante a su compañera tras la actuación del desconocido, y encoge los hombros sin ser capaz de articular palabra.

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03/07/2012, 17:29
Ammaranza

Ammaranza tenía muchas cosas malas, de eso no había duda, pero la envidia no se encontraba entre sus pecados. Por eso, cuando Eralissa la miró pidiéndole explicaciones, ella arrugó su respingona nariz y esbozó una sonrisa de derrota que se le va a hacer, tal vez mañana deba ir a comprarme un hacha no se podía acertar siempre, sobre todo cuando se hablaba constantemente.

Vuelvo enseguida

Le dijo a Eralissa mientras se levantaba, aquel tipo le inspiraba algo de temor, las experiencias vividas no se evaporaban así como así, pero era cabezota como ella sola, producto de la convivencia con el reputado miembro de la poco reputada casa Brines, por lo que sus dudas perdieron la batalla. Rodeo la mesa, y se detuvo para apurar el último trago de la copa de vino, guiñando un ojo a la mujer con la que compartía mesa.

Se acercó a la mesa del llamado Diente de Sable, y carraspeó un poco al llegar para llamar su atención. En cuanto la tuvo hizo una breve reverencia a la vez que tragaba saliva al recordar el tipo de música que había interpretado sólo quería decirle que ha sido un placer escucharle tocar la ocarina de manera tan emotiva a la pieza le faltaban muchas cosas, era simple, perdía acordes en algunas partes, pero el conjunto había resultado intrigante y espectacular me gustaría invitarle a una copa, ya sea en solitario o acompañándonos en nuestra mesa desvió la mirada hacia el lugar mentado como muestra de respeto y admiración por su música algo en aquel hombre la ponía nerviosa, así que inclinó de nuevo la cabeza a modo de despedida y regresó a su mesa sin prácticamente dejarle la oportunidad de contestar.

Se sentía como una estúpida, pero tenía arraigada la música en su interior, y la reacción de indiferencia, según la visión de Ammaranza, que había sucedido a la interpretación le había dejado mal sabor de boca. Regresó rápidamente a su asiento tenía que decirle algo, ha sido una interpretación preciosa miró su copa vacía y suspiró, no debería beber más, aunque sabía que finalmente lo haría, pero por ahora volvió a centrarse en la chica que tenía a su lado.

Regresando al tema anterior tras esta muestra de poca educación por mi parte ahora sus rasgos se suavizaron a la vez que su voz debo decirte que lo correcto sería decirte que estoy segura de que eres digna de pertenecer a esa orden, pero entonces te mentiría, y no quiero mentirte vino y sermones, Kairellan se descojonaría de la risa sólo puedo decirte que aún no te conozco lo suficiente para saber si eres digna o no, pero creo que debería importarte más bien poco lo que piensen los demás sobre eso, lo que importa es como te sientas tú la señaló con el dedo, unos instantes sólo, mientras la miraba, aquella chica le resultaba difícil de comprender y con todos mis respetos, eso del sacrificio tampoco me convence demasiado le sorprendía la sinceridad con la que se estaba expresando, aunque ahora sí que sonreía para quitarle importancia a sus palabras, ella no era nadie para juzgar u opinar sobre Eralissa.

No me hagas caso, estoy segura de que conseguirás lo que te propongas dijo mientras acariciaba su medallón, pidamos una botella de vino y pasémoslo bien apoyó el codo izquierdo en la mesa, dejándose caer sobre él ¿dónde naciste? Preguntó intentando cambiar la conversación hacia algo más trivial.

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03/07/2012, 19:54

Se acercó lentamente, contoneando levemente las caderas, hacia la mesa de aquel hombre que acababa de bajar las escaleras (Liondel), con un generoso plato de pollo asado, una buena cantidad de patatas. - Ruego me disculpe, pero el caldo de verdura era un pedido especial, él mismo trajo los ingredientes y me dijo como hacerlo, por lo que no tengo nada más. Ahora te traigo algo de pan y una jarra de vino. - Sonrió amablemente, una sonrisa dulce y en cierta manera, esperanzadora. Al poco tiempo volvió con una hogaza de pan y una taza de vino.

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03/07/2012, 20:06

Con gusto, dadme un segundo. - Tenía una voz áspera, rota y grave, en cierto sentido agradable pero que de ninguna manera le daría para ponerse a cantar, recogió las pocas pertenencias que tenía alrededor, tomó una silla, y la puso cerca de la mesa de las dos damas. - Saludos - dijo por fin cuando se dispuso a sentarse, y esbozó una sonrisa que se notó en los labios y en los ojos - soy Jarvien, los dioses no tubieron a bien darme un apellido, pero por aquí se me conoce como "Diente de Sable".

Se que has dicho que me invitarías a una copa, pero te voy a rechazar la invitación - de la mochila sacó, entre tanto, una botella de un vino rojo carmesí - es una botella de "Sangre de Danaan", el mejor vino de todo Aan, para muchos, un regalo de un mercader gnomo. La reservaba para beberla en compañía, y como me dijo en una ocasión el Capitán Artas, no hay mejor compañía que la de un desconocido - volvió a sonreír.

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03/07/2012, 21:57

Mientras se calentaba cerca del fuego, Liondel no pudo evitar escuhar lo que se decían aquellas dos mujeres que se habían sentado demasiado cerca como para no ser escuchadas, menos aún por un oido tan fino como el suyo.

A primera vista parecían algo más que dos simples amigas, de hecho le recordaba a muchas de las mujeres de las Ciudades Estado del Mar Vitae, donde se las conocía como Libertinas.....

Al poco sonó la música de aquel hombre, transportándole al pasado y haciendole recordar todo lo que había sufrido hasta llegar a esa posada, los recuerdos inundaron su mente y se quedó fijamente mirando a aquel hombre tocar abosorto de todo lo demás que había a su alrededor, hasta que finalmente interrumpió Tymora con aquel pollo que tan bien olía.

Aquel hombre tocaba una canción un tanto especial, pero la irrupción de Tymora evitó que se perdiese nuevamente en pensamientos, por lo que una vez dió las gracias a Tymora por la comida......-Muchas gracias, no os preocupeis por la sopa, otra vez será....., empezó a comer tímidamente disfrutando de la cena, evitando que su estómago le hiciese parecer un animal, pues hacia bastante tiempo que no comía adecuadamente.

Comía lo más tranquilo y comedido que podía, combinando los mordiscos al pollo con buenos tragos de vino, pero su ritmo era constante e incesante, por lo que pronto acaba´ria con el pollo, algo de lo que se estaba dando cuenta Liondel, así que no lo dudo ni un instante más, se giró y cuando creio que Tymora lo estaba viendo le dijo con voz alta para que le pudiese escuchar....-Podríais traerme otra ración como ésta!.....y algo más de vino por favor.... se giró nuevamente y siguió comiendo, degustando el pollo especiado que le parecía la mejor carne que había probado en su vida..... e intentando controlar ese hambre voraz, que probablemente le impediría prestar atención en ese momento a las Libertinas, al músico y a los Enanos que se hallaban en grupo.

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04/07/2012, 11:26
Eralissa

Ammaranza es tan impulsiva como aparenta, y sin darle tiempo a decir nada se levanta para hablar con el músico. Escucha a duras penas lo que le comenta, gracias a que todos guardan silencio tras la actuación excepto alguien pidiendo más comida a Tymora. Cuando su compañera regresa poco después, la mira en silencio arqueando una ceja, dejando que hable de nuevo. Amontona temas y palabras como si no pensara demasiado antes de hablar, por lo que Eralissa no puede evitar escucharla con una sonrisa en el rostro.

- Vengo de Kendal. Está a varias semanas de viaje hacia el este. - Contesta al fin cuando su compañera termina de hablar - No creo que...

El músico interrumpe su explicación sentándose en la mesa junto a ellas. Eralissa mira a Ammaranza interrogándola con la mirada, pero enseguida entiende todo. No le hace demasiada ilusión compartir cena con otro desconocido, pero intenta parecer educada dejando que hable. La mención del capitán Artas termina relajándola levemente, por lo que acepta un poco del vino que le ofrecen, llevando su copa de vez en cuando a la boca para dar pequeños sorbos.

- Mi nombre es Eralissa

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04/07/2012, 12:19
Ammaranza
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Conocimiento Bardo Kendal

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+6)=17

Notas de juego

Tiro Conocimiento de Bardo por Kendal...

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04/07/2012, 22:37
Ammaranza

Casi se había olvidado de la invitación que acababa de realizar, no tenía ninguna esperanza de que la aceptara, pero sus valoraciones sobre aquel hombre habían sido totalmente erróneas vaya novedad así que cuando llegó se sobresalto de primeras, pendiente como estaba de ver si Eralissa se había enfadado por algo que ella hubiera dicho, pero no parecía el caso.

Se queda mirándolo, presta la sonrisa, y niega tenuemente con la cabeza ante la presentación de su compañera de mesa, escueta y concisa, en lo que aparenta ser una línea rígida en su comportamiento, pero la gente, en contra de lo que muchos piensa, puede llegar a cambiar.

Ammaranza Ir-ryn Aidacal de la Casa Farania se presentó con gesto solemne y serio los dioses y mi familia tuvieron a bien darme muchos apellidos sonrió pero en realidad no sirven para mucho alternó la mirada entre ambos y aquí no se me conoce en absoluto se encogió de hombros ante la obviedad es la primera vez que piso esta ciudad quizás tentaba la suerte, pero parecía solo un solitario cansado de estarlo.

Aceptó con cortesía el vino que ofrecía Jarvien, tendiendo su jarra para que este la llenara será un placer compartir con vos la bebida tomó entre sus manos el recipiente con delicadeza, esperando con educación a que la copa de Diente de Sable estuviera llena antes de acometar con la probatura, aprovechando la mención a Arthas, abrió de nuevo la boca ¿Conocéis al capitán Arthas? Se recolocó en su silla adoptando una pose más erguida y elegante Él y sus caballeros me salvaron de una muerte probable esta misma mañana hablaba calmada, como si la muerte fuera su compañia habitual gente honorable esos rantanos, ¿no creeis? La información siempre era bien recibida, y escuchar todas las opiniones sobre alguien ayudaban a fortalecer o destruir primeras impresiones.

Llevó la jarra de vino a sus labios, y despació dio un pequeño sorbo, como debía corresponder a una dama. Sus ojos se abrieron ligeramente, y dio otro sorbo un poco más largo Joder exclamó mirando el rojo líquido esto está buenisimo sus ojos miraron a Eralissa para asegurarse de que lo había probado mientras de un sorbo se terminaba el contenido de la jarra, arrepintiéndose de haberlo degustado menos de lo necesario, así que puso remedio tomando de nuevo la botella y siriviéndose de nuevo. A mitad se detuvo, y tuvo la decencia de sonrojarse un poco, o el vino le echaba una mano a la hora de sentirse avergonzada, miró a Jarvien

¿Puedo?

Seguramente se acababa de beber una buena cantidad de monedas.

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05/07/2012, 00:08

Jajaja... Qué curiosa coincidencia - Dijo cuando mencionaste que Artas te salvó, lo que te llevó a pensar que a él también , algo que pronto cambiaría. - Conocí a Artas cuando a penas era un joven guerrero con ganas de aventuras. Entonces corrían tiempos más turbulentos, y un grupo muy conocido de orcos poblaba las montañas, antes de la aparición de los caballeros rantanos. Artas, con un grupo de amigos... si mal no recuerdo estaban Tíritos, Artas, Dartos, Yrdrim y Geralt;  bueno pues quisieron enfrentarse al mismísimo rey Korgblod, el rey de los orcos, algunos decían que era hijo de un lobo y una orca, otros que era medio ogro, lo cierto esque Korgblod era un titan comparado con el grupo de mozuelos - sonrió de medio lado - por suerte o por desgracia yo estaba cerca... bueno, miento, mi mascota "Colmillo" estaba cerca.

Estaban rodeados por orcos, a los que vencieron fácilmente, hasta que aparecieron Korgblod y los cuatro calaveras negras, un grupo de asesinos, humanos, que hicieron temblar el norte de Aan durante unos años. Colmillo, por lo que me relataron, y que se había escapado de mi lado, se abalanzó sobre uno de ellos cuando luchaban, Yrdrim había muerto y Tíritos estaba malherido. Cuando yo llegue, Colmillo estaba ante el rey y dos de los cuatro, los otros dos regaban de sangre el suelo de la caverna... Artas, Dartos y Geralt sobrevivieron y ganaron una buena suma por la cabeza del rey orco y una más grande aún por los calaveras negras... Supongo que habrán mejorado mucho desde entonces, hace veinticinco años de eso, lo último que se de ellos es que Artas era Capitán de la guardia y que iba a ser nombrado uno de los nueve guardias de Corps del Gran Maestre... y de Geralt y Dartos... bueno, que van por ahí fanfarroneando, dicento que son los gemelos Girarroca, Tuercerroca o algo por el estilo, y que se habían hecho famosos como aventureros.

El hombre dio un buen trago a la jarra de vino y disfrutó de su sabor, sonriendo cuando casi apuraste la jarra de un trago. - Claro, sírvete, y no te preocupes por el vino, el dinero no es problema. - Jarvien no tenía pinta de tener mucho dinero, aunque más bien tenía pinta de no necesitar gastarlo, pues no era un pobretón mugriento, sino que su atuendo era una mezcla de las ropas de un druida y las de un monje - Acabo de ayudar a cierto importante mercader en un trabajo del que no quería que nadie supiese, pues la Orden lo hace gratis, pero no saben lo que es la discreción, creo que me entendéis.

Notas de juego

Ammaranza, no te puedo decir nada sobre Kendal, a si que tendrás que preguntar a Eralissa.

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05/07/2012, 00:36
Director

La música paró y no pasó nada interesante después, Tymora te trajo de nuevo una buena ración, y algo más de vino y pan, y aunque cuando llevabas la mitad del plato te sentías saciado, te acabaste acabando el plato, mientras las damas charlaban con el hombre que había tocado, y los enanos se afanaban en beber.

Notas de juego

Tu me dirás qué quieres hacer.

Cargando editor
05/07/2012, 11:38
Eralissa

Permanece sentada en silencio, con la espalda recta y sosteniendo su jarra con las dos manos, con los dedos entrelazados. Su compañera se desenvuelve con soltura ante el desconocido, por lo que prefiere que sea ella la que lleve la voz cantante. Es evidente que está acostumbrada a los actos sociales mucho más que ella, pero posiblemente el vino está echando una mano. El hombre también parece estar disfrutando de su compañía, y su lengua enseguida se suelta. Lo que cuenta es realmente sorprendente, y Eralissa escucha con atención, casi sin pestañear.

- ¿No, a qué os referís?
- pregunta con total sinceridad, mientras da otro pequeño sorbo a su bebida. En realidad sólo humedece un poco los labios, aunque lo suficiente para confirmar que se trata de un buen vino - ¿Acaso era algún tipo de trabajo al margen de la ley?