26 de aelmont (invierno), 422 DC
Durante el día ayer y buena parte de hoy habéis estado descansando, conversando con Alakar y otros mikku acerca de cuál es la mejor opción. Finalmente, os habéis decidido a cruzar las Tierras Ardientes con la ayuda de dos guías Kalid y Qatan, aunque todavía no tenéis claro si llevar los caballos que capturasteis a los jinetes negros, pues vais a cruzar la mayor llanura de sal del continente y será difícil encontrar que los animales puedan forrajear.
Pues eso, que o lleváis los caballos y compráis comida para ellos (vais a recorrer 40 millas) o los vendéis aquí, que os los compran para luego revenderlos en Khuri-Khan.
Por cierto, tras 24 horas de cuidados, tanto Kolthar como Hank recuperáis 2 puntos de Fuerza.
Con nuevas energías y el ánimo renovado, Amílcar se muestra encantado de compartir los preparativos del viaje con los dos nómadas del desierto. Además, el explorador abanasinio comenta en alguna ocasión a sus compañeros que no sería mala idea regalar los corceles a la tribu de los Mikku en señal de agradecimiento por las atenciones y hospitalidad de su gente para con ellos.
Amílcar, creo que con el asentimiento por omisión, puedes proceder a regalar los caballos ;-)
Kolthar animoso, celebra la idea de Amílcar, aunque opina que ya deberían regalar los caballos sacrificados y asados con cebollas tiernas, tal y como los cocinaba su abuela.
Ok, por mi. Por cierto, antes de partir Kolthar y yo deberiamos recuperar todos los puntos de fuerza perdidos para evitar tener problemas en los enfrentamientos.
Hank, se nota que no llevas bien tu cuenta ;-)
Spoiler (marca el texto para leerlo):
Segun mi ficha sigo con el -2 temporal... si no genial
Cita:
Supongo que no estarás esperando a que te la actualice yo... ;-)
Cuando han concluido los preparativos, el arquero se acerca a Alakar el silencioso y le ofrece (en nombre de todos los integrantes del grupo) las monturas capturadas a los Jinetes Negros en señal de gratitud hacia el generoso pueblo de los Mikku. Luego el nómada de las llanuras busca a la vieja Asmara para solicitarle su bendición y pedirle consejo. Finalmente, Amílcar se vuelve a unir a Kalid y Qatan, los dos guías que les ayudarán a cruzar las Tierras Ardientes, para ir junto a ellos a la cabeza de la comitiva.
-Ha llegado la hora de continuar nuestro viaje.
¿Seguimos?
¡Por los dioses! y yo que pensaba que lo de los caballos era una broma de los santos inocentes... :m
Muchas gracias. Nos serán sin duda muy útiles en nuestro viaje. Asimismo, he estado hablando con vuestro compañero Alfio el caballero. Al parecer, nuestros rumbos seguirán unidos unos días más.
Cita:
Los caballos, los caballos... No los toros o trozos de toro ;-)
Así es, amigos míos. Vine hasta estas tierras con un propósito: recuperar un objeto que no sabía cuál era. Encontré esta espada y ahora creo que debo honrarla en la lucha contra el Mal. Si los caballeros negros planean que Kuri-Khan se convierta en una ciudad aliada, es mi deber impedirlo.
Ha sido un honor combatir a tu lado. - dice escueto Gnart en la primera muestra de algo parecido al afecto que le habéis visto.
Yo voy contigo. Tú no puedes cuidar ni de ti mismo, protesta Craster.
No te preocupes, Craster. Aunque estas últimas semanas a tu lado han sido un honor, a donde voy es un lugar en el que los retos son de otro tipo: desbancar los planes de los caballeros no será fácil. Además, debes ir con esta gente. Creo que formáis todos parte de algo mucho mayor, pues si los dioses están envueltos, seguro que sucede mucho más de lo que estamos viendo.
Tras estas palabras de Alfio, el enano se retira refufuñando y con las manos en los bolsillos.
Cuidaremos bien de él.
Dice el minotauro en referencia a Craster a la vez que tiende la mano al cxaballero para darle un efusivo apretón.
Has sido un mágnífico compañero y un honorable combatiente. Te considero un hermano y amigo de mi gente. Suerte.
Matute no te olvidamos!!
Hank se acerca hacia Alfio: Que los dioses te protejan y ayuden en tu lucha, amigo. Y tras darle la mano se retira apenado por la perdida.
Nos veremos pronto
Claramente afectado por la sorprendente decisión del caballero, el nómada de las llanuras estrecha el brazo derecho de Alfio con fuerza a modo de despedida.
-¡Ojalá nuestros caminos se vuelvan a cruzar en el futuro, amigo!
No puedo evitar echar un vistazo hacia la espada del caballero y la posibilidad que los dioses la hubieran puesto en nuestro camino para nuestro propósito, y no para la búsqueda personal del caballero. Aún así, como el resto no dice nada, me despido cordialmente del valiente compañero.
¿Le vamos a dar esa pedazo a espada?......madre mía, que el mamón nos la de, que si no se perderá en el abismo de los PNJ´s.