Partida Rol por web

La Estrella Roja

[Intr. Kerry] La luz de Weydan

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07/06/2019, 18:43
Director

Al final, por mucha pericia y rapidez que el necroplaneador tuviese esquivando los disparos de Kerry, la situación no podía durar para siempre. El eoxiano no obtenía ángulo de tiro como para responder, por lo que era cuestión de tiempo que acabase fallando. La audaz maniobra de Kerry dejó al necroplaneador en una situación inmejorable para su torreta, y desprevenido ante su letal ataque. No había forma de fallar aquella vez, y el mortal rayo de partículas fracturó el casco, cortó los motores y destrozó todo el panel de control lateral, que explotó con tal fuerza que la Kerry.Co se sacudió. La nave, aún con su piloto en el interior, se convirtió en una nube de fragmentos de hueso roto y chatarra espacial, girando lentamente en el espacio.

De pronto, en su consola principal despareció el indicador que avisaba de la Deriva desactivada. En ese momento, todo a su alrededor se oscureció. Fue como si alguien hubiera apagado el sol y el espacio se quedara completamente negro a excepción de las estrellas. Todo a su alrededor perdió la luz y se vio de pronto solo iluminada por las luces de su propia cabina. Tardó un momento en darse cuenta de lo que ocurría, el mismo que tardó el sensor en calcular y poner en el radar la gigantesca presencia que había aparecido tras ella. Al volverse, pudo contemplar lo que lo volvía todo tan oscuro: la gigantesca sombra de una nave, que tapaba el sol tras ella. Su señal era tan enorme que ni cabía en sus sensores, se sentía como una hormiga ante un elefante. La nave había aparecido de la Deriva justo tras ella, y sus blindajes que simulaban piedra blanca y mármol pulido reflejaban la luz de las estellas, al tiempo que sus luces trazaban diseños en el neovidrio de sus ventanas, que simulaban vidrieras. Torres tres veces más altas que toda la Kerry.Co se alzaban sobre ella, y en su proa relucía un símbolo de Iomedae tan gigantesco que podría haber aplastado a su nave y a los dos necroplaneadores a la vez. 

Anonadada, pudo leer el nombre escrito con letras góticas en un costado: Ira del Sol. La nave catedral iomedana había llegado, y, para suerte de Kerry, no era ella la hormiga a la que ese elefante iba a aplastar. Inmediatamente, Kerry puede ver el brillo, tan intenso que tiene que apartar la mirada, de su arma capital al cargarse: un cañón tan ancho que toda la Kerry.Co cabría en él. Al instante, un rayo de partículas al lado del cual el de su torreta parece un arco de ventosas sale disparado y fulmina las dos naves inutilizadas desintegrándolas por completo, reduciéndolas a polvo atómico. 

El piloto de las comunicaciones se ilumina sobre su consola, y cuando Kerry lo pulsa, una voz (distinta a la de antes, esta vez masculina) suena en su nave. 

-Ira del Sol a nave no identificada: identifíquese. 

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07/06/2019, 21:57
Kimberly Hart, "Kerry"

Era hermosa. Una maravilla arquitectónica y técnica. ¿De qué estarían hechas las vidrieras? ¿Serían de cristal reforzado, o serían holográficas? Hasta los motores de la nave parecían las torres de una iglesia. La nave jugaba con la tridimensionalidad para asemejarse a una catedral la mirases por donde mirases. Y aún así, no se trataba de una nave sólo ceremonial. Al contrario, acababa de verlo con sus propios ojos, el potentísimo haz de luz que acabó con los Exodianos en un abrir y cerrar de ojos. Con armas así, bien podrían no haber necesitado su ayuda... Se aclaró la garganta antes de presionar el botón de respuesta a la transmisión y contestar, seria y formal. "Alabada sea Iomedae. Esta es la Kerry.Co, pilotada por Kimberly Hart, Mecánica y Mercenaria Freelance. Solicito permiso para embarcar."

Primero, que quería ver la catedral por dentro, desde luego que si. Segundo, que con suerte los clérigos serían tan amables de pagarla por el servicio, o tal vez no, pero se los pediría. Aún así, solo por el combate y las vistas de la catedral por dentro habría merecido la pena... Bueno, no, porque estaba bastante seca de dinero. Pero casi.

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08/06/2019, 12:24
Director

Tras unos instantes, la nave catedral responde. 

-Ira del Sol a Kerry.Co: tiene permiso para aterrizar en la cubierta siete. Desactive sus armas, escudos y sistemas de fijado. 

Cuando Kerry entra en la cubierta siete, oculta tras un pliegue del casco con forma de contrafuerte, se hace aún más a la idea del enorme tamaño de la Ira del Sol, ya que filas de naves más grandes que la suya se alinean en ordenadas hileras, sobre las que trabajan equipos de ingenieros. Muchas presentan disparos, daños de explosiones y agujeros de metralla, y, a pesar de su aspecto imponente, está claro que la Ira del Sol acaba de salir de un combate en el que ha participado la propia nave y la flota que lleva dentro. Por todo el amplio hangar pueden verse grupos de caballeros vestidos con armaduras pesadas y servoarmaduras con el símbolo de Iomedae grabado o pintado en el pecho. Para entrar, Kerry tiene que pasar al lado de una torreta dos veces más grande que su propia nave, con dos impresionantes cañones de redes láser que podrían reducir un asteroide a cubitos de roca. 

El interior del hangar es tan impresionante como cabría esperar, con las paredes recubiertas de imitación de piedra, las puertas en forma de arcos apuntados y grandes columnas y contrafuertes por doquier, además de la luz que entra, dividida en mil colores, por las vidrieras. 

Un hombre con dos balizas le indica dónde aterrizar, en un espacio vacío entre dos de los famosos cazas de los Caballeros de Iomedae, el modelo producido por Inheritorworks y conocido como Espada Brillante. Ambos parecen haber recibido serios daños, pero se mantienen de una pieza. 

Cuando baja de la nave, dos Caballeros la esperan. Ambos van vestidos con las armaduras pesadas de rojo oscuro de Iomedae, y llevan espadas en el cinturón. El izquierdo parece muy joven, más que Kerry, y su equipo nuevo y brillante. El derecho es un hombre mayor, más cerca de los cuarenta que de los treinta y con una barba castaña que comienza a clarear. Su equipo está cuidado, pero desgastado, y su espada está llena de muescas. 

Ambos la observan bajar, el joven tal vez con más fijeza de la normal, principalmente cuando Kerry se da la vuelta y baja las escaleras de su nave. Cuando llega al suelo, el joven se adelanta y dice, algo nervioso:

-Bienvenida a la Kimberly, nave... eeeh... Bienvenida a la nave... la Ira del Sol. Sí, eso. Bonita delantera... quiero decir, la de tu nave...

El tono del rostro del joven se va acercando más y más al de su armadura según habla, y da la impresión de que se va a ahogar en cualquier momento. El otro hombre ha mantenido una expresión de póker todo el tiempo, pero no puede evitar una levísima expresión de frustración. Con un golpe un poco más fuerte de lo debido, pone la mano sobre el hombro acorazado de su compañero. 

-Fides, ¿Qué tal si vas a registrar la entrada de Kimberly? Yo me encargo por aquí. 

El joven va a decir algo, se lo piensa mejor y tras un rápido "sí, señor" corre hacia un extremo del hangar. El hombre esboza una sonrisa de disculpa. 

-Perdona a mi compañero. Es buen caballero, una joven promesa, entrenado desde la niñez. Pero este estilo de vida no le da muchas oportunidades para conocer mujeres fuera de los Caballeros... y las que hay aquí se lo comerían y escupirían sus huesos. 

En fin. Soy Aldor Saldar, Caballero de Iomedae. -tiende una mano a Kerry, una mano que, por estar enfundada en el guantelete, es el doble de grande que la suya- En nombre de la Flota Iomedana te pido disculpas por el combate en el que te has visto envuelta, aunque se ve que no has tenido muchos problemas. Si necesitas reparaciones, nos encargaremos de ello. 

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10/06/2019, 14:34
Kimberly Hart, "Kerry"

Cuando la transmisión terminó, Kimberly hizo lo que dijeron, desactivando los subsistemas asociados al combate. Vale... ¿Y dónde estaría la cubierta siete? Sobrevoló la nave en busca de algún tipo de baliza o señal, o en su defecto una gran compuerta abierta con el número siete delante. Acercarse a la nave permitió a la chica poder admirarla de más de cerca. Quedó muy impresionada ya no sólo de la magífica arquitectura, sino también de las espléndidas armas, ocultas y no tan ocultas, que tenía la gigantesca nave. Eso de desactivar los escudos frente a armas tan imponentes daba un poco de miedo, pero no es como si pudieran aguantar nada de aquello igualmente... Pero en fin, ver que la Ira del Sol no habría necesitado ni por asomo su ayuda con los exodianos hizo a Kerry replantearse la estrategia. Pedir dinero por derribar esas naves no colaría, pero tal vez sí que tuvieran alguna misión para ella. Nunca estaba de más preguntar. Si no tenía suerte, quizás al menos supieran algo sobre Iglaor Kuz...

Por dentro la nave era tanto o más hermosa que en el exterior. La luz al entrar por las vidrieras dejaba una estampa de colores similar al de una nebulosa, o al de un arcoiris. O quizás al de los atardeceres en Toul'Uss. Transmitía una cierta nostalgia por los buenos tiempos. Esa misma luz bañaba las otras naves en el hangar. Desde el cristal de su propia nave Kimberly podía ver los modelos de caza que guardaba la Ira del Sol, y, tal vez por su afán por la mecánica y los vehículos, le parecieron tanto o más hermosos aún que las luces y las vidrieras.

Bajó de su nave, relajada por la suma de todo aquello. Fue bienvenida por dos soldados, uno bastante nervioso, no sabía por qué hasta que empezó a piropearla. Le cayó en gracia el chaval, todo ruborizado solo por encontrar una cara bonita en mitad del espacio. "Hasta luego, Sir Fides." se despidió del novatillo con un gesto de cabeza. Luego miró de vuelta a su compañero veterano, que en contraste por sus años y experiencia era más formal, pero no por ello menos amable. El nombre y las armas de la nave eran ciertamente intimidantes y bélicas, pero le agradó mucho el ver que sus tripulantes eran buenas gentes. "Sin problema, lo entiendo." Hasta hacía nada ella misma se había preguntado si comprarse un módulo de inteligencia artificial solo para poder hablar de gatitos espaciales con el ordenador.  "Los días en el espacio puede llegar a ser muy solitarios." contestó a Aldon Saldar con una sonrisa educada. 

Casi que su mano cabía en dos dedos de la armadura. Estrechó con las dos manos el guantelete, ya que no se le ocurría otra forma de hacerlo. "No, no se disculpe por ello, Sir Saldar." respondió ante la mención del combate en el que se había visto envuelta la Kerry.Co. "Yo misma busqué a los Eoxianos. Quería, umh... cómo decirlo... impresionar a La Ira del Sol, aprovechando la oportunidad que se me presentó. ¿Podría usted llevarme con algún Oficial? No estoy muy puesta en las cadenas de mando eclesiásticas... Tan sólo quiero preguntar si la Iglesia de Iomedae necesita de los servicios de una mercenaria..." se inclinó hacia un lado señalando con la cabeza uno de los tantos cazas dañados ahí detrás, que todavía estaba echando chispas. "...O de una mecánica."

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11/06/2019, 10:10
Director

Es probable que el guantelete de la armadura, potenciado por juntas motorizadas, pudiera romper los dedos de Kerry como si fueran ramitas secas, por lo que Aldor se limita a dejar la mano ahí mientras Kerry la estrecha con ambas manos. Tras ello, la alza como pidiendo calma. 

-Por favor. Ya hace mucho que no usamos el sir. -hace un gesto amplio hacia la cubierta llena de gente que va y viene-Aquí no tenemos mucha soledad... pero falta gente de fuera, gente que no sea de la orden. En fin, me alegro de que esos eoxianos no fuesen un problema. 

Tras su pregunta, Aldor suspira pensativo.

-No sé si necesitaremos para algo tus servicios, aunque los agradezco... la Ira del Sol ya tiene muchos mecánicos. Mantener esta nave en funcionamiento ya exige mucha gente. Pero nunca se sabe. Te llevaré con mi superior, tal vez tengas suerte. 

Aldor comienza a andar por el enorme hangar, sorteando carretillas motorizadas, robots de mantenimiento, escuadras de caballeros con armadura y transportes llenos de células de energía. Kerry ve muchas espadas, pero también lanzas, martillos y otras armas como pesados rifles de plasma, láseres de artillería afelio y cañones de reacción. 

El hangar es tan enorme y tan abarrotado que les lleva varios y tortuosos minutos atravesarlo y comenzar a subir por una de las escaleras de imitación de piedra que salen de él, una escalera amplia e iluminada por las vidrieras. Tras pasar por varios puestos de control por los que Aldor responde por Kerry y varias puertas que el caballero abre con su llave magnética, finalmente suben por una larga escalera de caracol, una imitación de aquellas que se veían en los castillos de la antigüedad, mucho antes del Intervalo. El caballero no parece cansado, pero la verdad es que el recorrido está siendo como una prueba de fondo entre tanta escalera, giro y vuelta, y podría cansar a cualquiera. 

Al final de la demasiado larga escalera de caracol hay una puerta fuertemente guardada con sistemas electrónicos y lo que sin duda son redes electrificadas, además de dos guardias con armadura pesada y armas automáticas. Kerry se imaginó lo que debía de ser intentar asaltar esa puerta, teniendo que subir por la estrecha escalera contra el fuego descendente de dos ametralladoras pesadas. Tras saludarlos, ambos se apartan y les dejan pasar. Al atravesar la puerta, Kerry puede comprobar que tiene casi palmo y medio de grosor. 

La sala que hay a continuación se asemeja a aquellas estancias oscuras y profundas de los antiguos monasterios. Es una sala de techo mucho más bajo que las demás, aunque sin llegar a ser incómodo, y no tiene ventanas. Está llena de ordenadores, puestos de control y mesas holográficas. 

Aldor conduce a Kerry hasta una mesa en un extremo de la estancia, alrededor de la cual hay varios técnicos moviendo las distintas formas que aparecen y desaparecen de un mapa holográfico del sistema. Frente a él, hay una mujer de rostro duro y cara seria de concentración que estudia el mapa y sus cambios, vestida con armadura ligera. Sin embargo, Kerry no se engaña: cuando los caballeros llevan armadura ligera es porque en combate se ponen encima las pesadas, caras y brutalmente poderosas servoarmaduras. La mujer irradia autoridad por cómo todos se mueven a su alrededor, por lo que no hace falta mirar los galones de su solapa para ver que está al mando. 

-Ella es mi superior directo, la arcediana Danora-dice Aldor-Buena suerte, y tranquila. No es tan terrible como parece. 

Aldor se queda atrás, dejándoles espacio para hablar. La mujer no parece haber reparado en absoluto en la presencia de ninguno de los dos. 

Notas de juego

Nota: Intervalo = Gap.

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11/06/2019, 11:33
Kimberly Hart, "Kerry"

A una le cabría preguntarse si todo ese laberíntico entramado de puestos de control, escaleras de caracol y puertas que tardaban bastante en cerrarse y abrirse eran de verdad medidas de seguridad o todo lo contrario, una violación de las medidas de seguridad más básicas. Kerry pensó que probablemente este sería el recorrido 'oficial' para los visitantes y quizás soldados de a pie, pero que la tripulación autorizada tendría otras vías más rápidas de acceder a... ¿el puente de mando? Quizás hubiera un ascensor directo por algún lado, que les ahorrase tener que utilizar las escaleras de caracol, sobretodo por si eran destruidas en medio de un ataque. Aunque bueno, eso también podría pasar con el ascensor, pero para eso estaban las escalerillas de los conductos de mantenimiento...

Y así, entre estos pensamientos sobre cómo sería que funcionara en la práctica del día a día la hermosa, inmensa e imponente nave catedral, acabaron llegando por fin a lo que parecía el puente de mando. O la sala de mapas. A saber. Sir Saldar, perdón, el señor Saldar, debió haber intuido la tensión en el cuerpo de Kerry, ya que le aseguró que Lady Danora, perdón, la señorita Danora no era tan terrible como parecía.

Heh, seguro que no era verdad. Seguro era la menos estricta comparada con titanes y titánides de la cadena de mando. Era algo raro con los eclesiásticos: transmitian seguridad y confianza pero al mismo tiempo cierta distancia y frialdad, propia del ascetismo clerical. O al menos, así eran los que había conocido ella. Pero se recordó que en el vasto universo las generalizaciones no llevaban a ningún sitio.

Por si acaso, más le valía ir al grano. Se puso firme, como los soldados. Así le había enseñado su padre. "Alabada sea Iomedae. Soy Kimberly Hart, mecánica y mercenaria Freelance." repitió su presentación allá desde la nave. "Sólo vengo a preguntar si la Ira del Sol podría necesitar los servicios de una... u otra profesión."

Notas de juego

¿Qué es un Arcediano? ¿Una especie alienígena? ¿Cómo es? Todavía no me he aprendido los nombres de las especies XD ¿Cuál es el nombre en inglés?

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11/06/2019, 13:45
Director

Notas de juego

Un arcediano, también llamado archidiácono, es un cargo eclesiástico, el diácono principal de una catedral. Danora es humana, como la mayoría de gente que has visto (y como corresponde a la diosa de la Humanidad xD) 

Perdona la confusión. 

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11/06/2019, 13:52
Kimberly Hart, "Kerry"

Notas de juego

Oh XD Mi culpa don't worry jajaja

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26/06/2019, 16:50
Director

Danora parece totalmente concentrada en una pantalla de cristal que hay encajada en un soporte de imitación de piedra. Sobre ella se reproducen movimientos y saltos por todo un amplio sector de los Mundos del Pacto. En azul aparecen los cuerpos estelares, que Kerry identifica: Castrovel, la estación Absalom, una gran cantidad de asteroides y lunas, e incluso lo que solo puede ser una Ciudadela Estelar enana. O eso, o una estación espacial realmente grande. En rojo, montones de puntitos que representan naves se mueven aquí y allá. Resulta imposible seguirlos todos, pero Danora no parece tener problema. 

La arcediana desvía los ojos del panel el tiempo justo para observar a Kerry brevemente, y luego vuelve a centrar su atención en el panel. Habla sin mirar a la mecánica. 

-No es necesario ponerse firme. No estás bajo mi mando, que yo sepa-su voz es tan neutra que podría ser la de una máquina: no expresa ninguna emoción-Ahora mismo tenemos todo el personal que necesitamos. El enfrentamiento con la Flota Cadáver no ha causado daños de importancia. Ahora mismo hemos recibido una señal de ayuda desde Castrovel, pero tengo personal para mandar en esa dirección, así que creo que...

Su voz se apaga como un motor que se queda sin combustible. Observa atentamente un montón de puntos rojos que se arremolinan alrededor de un asteroide en órbita de la estación Absalom. De pronto, las alarmas comienzan a pitar a lo largo de la línea de consolas que hay tras ella. 

-Milenio idariano confirmado-dice un técnico-Identificación positiva. ¡Iglaor Kuz está atacando el... quiero decir, la Cantina de Joe!

Danora se inclina sobre la pantalla hasta tal punto que Kerry cree que va a tocarla con la nariz. 

-¿Qué hace Kuz ahora?-pregunta para sí, mientras observa los puntos rojos-¡Virad toda la potencia! ¡Preparaos para un salto de Deriva! ¡Protocolo 8-Sigma-9! Rumbo a la Cantina. 

La sala de mandos explota en un hervidero de actividad. Kerry conoce, como cualquier viajero de los Mundos del Pacto, el lugar al que se refieren. En órbita lejana de Absalom, a cuatrocientos mil kilómetros de la estación, había un asteriode del tamaño de un edificio. No era nada reseñable, solo un pedazo de roca que giraba lentamente alrededor de la estación, pero hacía muchos años que un hombre llamado Joe había comprado sus derechos de colonización. Había excavado en el asteroide y había establecido ahí un pequeño puerto espacial con una cantina. Su nombre oficial era la Cantina de Joe, aunque dada su localización, una roca flotando en la nada más absoluta, se había ganado el apodo cariñoso de El Culo de Joe, que era como comerciantes y viajeros espaciales solían referirse a ella siempre que Joe no les oía. Por ahí pasaba todo tipo de gente, no era un espaciopuerto real sino más bien una especie de estación de servicio, mitad bar, mitad hostal y mitad gasolinera espacial. Caía fuera de las leyes que regían los espaciopuertos de verdad, por lo que era buen sitio para que también algunos piratas y Capitanes Libres pasaran para reabastecerse. En general, allí se podía encontrar a todo tipo de criaturas. 

La estación estaba ubicada en el interior del asteroide, de tal forma que la única estancia que tenía ventanas al espacio era la cantina. Esto le daba un plus de seguridad muy apreciado por sus clientes, ya que de haber un accidente, realmente solo se podía perder la cantina, no el hangar. Sin embargo, al parecer, eso no había evitado el ataque de Kuz. 

Danora miró a Kerry de repente, como si se hubiera olvidado de que estaba allí. Abre la boca y Kerry está segura de que va a echarla inmediatamente, pero entonces se lo piensa mejor. 

-Hemos tenido un imprevisto-dice sin más-Debemos irnos ya. No podemos atender esa demanda de Castrovel, así que parece que estás de suerte-Danora camina hacia una de las terminales y saca una pequeña unidad de memoria-Si estás buscando algo que hacer, puedes encargarte tú de esta petición. Aquí están los datos. Tendrás que negociar el pago con el peticionario, si es que quieres cobrar. 

Danora deposita la unidad de memoria en la mano de Kerry esta puede notar que la piel de sus nudillos está tan encallecida que su tacto no se diferencia del de la piedra. Sin más, se vuelve hacia los técnicos, en un claro gesto de despedida. 

Saldar aparece tras Kerry, con una sonrisa en el rostro. Ambos se alejan hasta la puerta. 

-Bueno, parece que conservas todas las extremidades, eso significa que ha ido bien-dice-Lo siento, pero el protocolo indica que tengo que acompañarte a tu nave y tienes que dejar la Ira del Sol antes del salto de Deriva. Acompáñame. 

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02/07/2019, 00:53
Kimberly Hart, "Kerry"

¿Que el enfrentamiento contra la flota cadáver no les había causado daños importantes? A Kimberly no le cabía duda de que la arcediana Danora hablaba completamente en serio, y que desde luego sabía de lo que hablaba. Pero ella había estado ahí. Kerry había pasado hacía unos minutos por ese hangar. ¡Estaba lleno de cazas destrozados! Al menos, por la zona que ella pasó... La mecánica pensó que desde luego había subestimado desde luego el poderío militar de la Ira del Sol. ¿Cuántos cazas más contendría la nave? ¿Y cuántos mecánicos talentosos tendrían si contaban con unas reparaciones rápidas y efectivas? Kimberly se sintió entre maravillada y amedrentada.

Y más amedrentada se sintió cuando, después de la noticia de que Iglaor Kuz estaba atacando al culo de Joe... osea, metafóricamente hablando claro, la comandante la miró a ella con cara de que iba a echarla. Pero no fue así. ¡Al contrario! Le dio un usb con información sobre la llamada de auxilio de Castrovel que no podían atender, y la mandó regresar. "¿Que si ha ido bien?" contestó a Sir Sal-... perdón, el señor Saldar. Kerry sonrió de oreja a oreja y le enseñó el usb. Todo ello sin dejar de caminar a paso ligero de vuelta al hangar, claro. Después de todo, la Ira del Sol tenía prisa, y ella también. "¡Mejor que bien! ¡Tengo trabajo! Bueno, no está bien alegrarse de que alguien necesite ayuda, claro, pero usted ya me entiende. Y sí... la verdad es que sí, vuestra comandant-... arcediana intimida. Pero no es mala gente." Kerry estaba contenta. La Ira del Sol era una nave de guerra impresionante, ¡y muy ocupada! Había estado bien encontrarse con ellos, benditos fueran los caminos de Weydan. De haber sufrido daños habrían reparado su nave sin coste, ¡y encima le habían dado trabajo! Realmente no tenían por qué ayudar a una desconocida. La Iglesia de Iomedae no decepcionaba, eso desde luego. Teniendo en cuenta por lo que ella había pasado en su vida... estaba bien saber que había gente tan buena y dedicada en el mundo. Benditas fueran Iomedae y Sarenrae también.

¿Pero qué podría tener la Cantina de Joe que le interesara a La Ira del Sol? Kerry no lo preguntó, ya que no quería meter las narices donde no la llamaban y abusar de la hospitalidad que le habían dado. Pero... en serio, ¿qué? ¡Pero si era una cantina en un asteroide! ¡Por todos los santos, ¿qué hacía una nave de este calibre yendo al rescate?! O quizás no fuera tanto la cantina sino el atacante... Iglaor Kuz. De nuevo ese nombre. Pero, por todos los dioses, ¿tan peligroso era que una nave catedral (¡UNA NAVE CATEDRAL!) iba a ir personalmente a darle caza? Era desde luego un misterio. Una de esas tramas que seguro luego saldrían una y otra y otra vez en las radios y noticiarios de, como mínimo, la Estación Absalom, tan pronto como los periodistas se enterasen de ello.

Como fuera, Kerry tenía otras cosas en las que ocupar su cabeza. Se moría de ganas de revisar ese usb. ¡Tenía trabajo! Eso sí, esperaba que el solicitante le pagase bien. Que las pastillas calmantes no son precisamente baratas... ¡Y oh! ¡Tenía que instalarle módulos de conversación a la nave! Un modulo de inteligencia artificial avanzada para poder... ¡hablar de gatitos!

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03/07/2019, 11:24
Director

Las sospechas de Kerry se confirmaron cuando Saldar la condujo por un camino diferente al que habían venido, una puerta que daba acceso a un ascensor tubular que bajaba directamente hasta la zona de hangares. Por ese camino, llegaron a su nave en menos de dos minutos, mientras a su alrededor las alarmas sonaban y la megafonía avisaba del salto de Deriva. 

Mientras bajaban, Saldar la miró y pareció entender lo que pensaba. 

-Me alegro de que te haya salido trabajo. En realidad... esto no es una misión de rescate. Bueno, si queda algo que rescatar lo haremos, pero para cuando lleguemos, Kuz ya se habrá ido. Lo que queremos saber es qué busca Kuz ahí. El Culo de Joe no es precisamente... un gran botín. Dudo que haya algo de valor en esa estación mugrienta siquiera. 

En fin, por desgracia poco sabemos más allá de lo que cualquiera puede leer en la infosfera. 

Mientras hablaban, llegaron a la nave, y Saldar se despidió con el puño sobre el corazón. 

-Suerte con ese encargo. Que Iomedae vigile tus pasos. 

Poco después de que Kerry haya salido de la nave, puede observar cómo sus motores de Deriva se ponen en marcha y la gigantesca nave catedral desaparece, dejándola de nuevo sola en la inmensidad del espacio. 

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04/07/2019, 20:43
Kimberly Hart, "Kerry"

Vaya que sí que era bueno en su trabajo. Sir Saldar había oído lo mismo que Kerry había oído, así que sabía lo que la mecánica cazarrecompensas andaba pensando sobre la Cantina de Joe, pero no quiso preguntar para no ofender a sus anfitriones. Cándidamente Sir Saldar le ofreció una explicación, incluso a pesar de que no tenía en absoluto por qué hacerlo. Ella escuchó y asintió. Aquello fue todo un detalle amistoso, uno que Kimberly agradecía de corazón.

Una vez llegaron al hangar, llegó el momento de despedirse. "Mucha suerte a vosotros también." le estrechó la mano de nuevo al caballero, o el guantelete de la armadura más bien, teniendo nuevamente la mecánica que usar ambas manos. "Que Iomedae os proteja." pasó su mano por el lector biométrico de la Kerry.Co para que se abrira, y cuando las compuertas se abrieron entró en la nave. Antes de cerrarlas, no obstante, recordó algo y se asomó desde dentro. "¡Oh y...!" la mecánica sonreía con jovialidad. "Dile adiós a Fides de mi parte ¿eh? ¡Ja ja!" rió, antes de despedirse nuevamente de un gesto de manos, llevando los dedos índice y corazón extendidos y en diagonal desde de su frente hacia adelante.

Volvió adentro, cerró las compuertas y rápidamente se puso a los mandos, encendiendo los interruptores de palanca pertinentes para salir de la nave catedral lo más pronto posible. Una vez fuera, a una distancia de seguridad adecuada, se quedó a mirar cómo La Ira del Sol daba un Salto de Deriva. Una nave tan gigantesca dando un salto de deriva era también un hermoso espectáculo y la mecánica no iba a perderselo.

Después, se preparó para establecer rumbo a Castrovel, utilizando también su propio motor de Deriva. Jugueteó sonriente con la memoria USB entre sus dedos antes de introducirla en la nave para enterarse de qué iba todo esto. "¡Tengo trabajo, Ordenador! ¡Tengo trabajo!"

Por supuesto, como cuando le preguntó sobre gatos, la máquina no respondió.

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05/07/2019, 12:41
Director

Aunque la máquina no manifestó ninguna emoción ni comentario acerca del trabajo de Kerry, sí que reprodujo los datos de la unidad de memoria que Danora le había dado, que se desplegaron en varias pantallas holográficas frente a Kerry. La primera mostraba una dirección de Qabarat, una gran urbe con espaciopuerto en Castrovel. de ahí había procedido la señal, pues solo en grandes ciudades tenían disponibles los sistemas de comunicaciones necesarios como para realizar una transmisión de alcance de sistema entero. 

La segunda pantalla mostraba un mapa con una línea luminosa que iba desde Castrovel hasta un punto en mitad de la salvaje jungla del planeta. La tercera pantalla mostraba la petición en sí, bastante escueta:

Caballeros de Iomedae:

Sé que esta no es vuestra lucha, que vuestra diosa es diosa de la humanidad, no mía, que soy un elfo. Pero esto afecta a todos. No tengo mucho para pagaros, pero Weydan es dios de todas las razas, y ahora uno de sus templos necesita ayuda de alguien. No tengo suficiente como para que las corporaciones me hagan caso, y los míos hace mucho que se han recluido. Necesito vuestra ayuda. Estaré en esta dirección hasta el decimoséptimo día de Pharast. Espero vuestra llegada. 

Veren.

La memoria no contiene nada más. Con una rápida comprobación del calendario, Kerry ve que aún faltan cuatro días hasta el 17 de Pharast. 

Notas de juego

Bueno, te recuerdo que ir por la Deriva de un punto a otro no muy familiar requiere una tirada de Pilotaje CD 15. Y también que ir por la Deriva supone un pequeño riesgo de encuentros aleatorios, que yo tiraré :)

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05/07/2019, 12:51
Kimberly Hart, "Kerry"
- Tiradas (1)

Notas de juego

...Ok.

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05/07/2019, 13:25
Director

Notas de juego

Lol, primera pifia de la partida. Voy a ver qué pasaba si fallabas XDD

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05/07/2019, 13:27
Kimberly Hart, "Kerry"

Notas de juego

No olvides el logro por primera pifia de la partida entonces XDDDDDDDDD

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05/07/2019, 13:29
Director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Vale, según leo, en realidad la prueba es solo para saltar entre sistemas, no dentro del mismo sistema. Así que dos opciones, la que quieras:

-Seguimos las reglas y olvidamos tu maravillosa tirada (pero pierdes el logro xD). Tira normal el 1d6 para ver cuánto tardas. 

-Cambiamos las reglas para que siempre que uno se meta en la deriva haga falta tirada, en cuyo caso tira 1d6+1 en vez de 1d6. (porque te has perdido un poco por la Deriva)

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05/07/2019, 15:28
Kimberly Hart, "Kerry"

Notas de juego

Tengo unas dudas antes de decidir buen señor:

Opción A) perdemos el random encounter, y tiro el 1d6 / 2 (por mis motores de deriva tier 2).
Opción B) Hay random encounter numero 38 (que puede no ser nada, ni idea XD), y también tiro 1d6+1 /2 porque me he perdido.

Así ¿no?

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05/07/2019, 15:53
Director

Notas de juego

No, en ambos casos hay encuentro número 38 xD

Cargando editor
05/07/2019, 18:32
Kimberly Hart, "Kerry"

Invertir en un motor de deriva más potente fue una de las mejores ideas que había tenido. Ni siquiera recordaba ya qué potencia de salto tenía el caza originariamente, pero Kerry estaba muy contenta con el motor de salto de deriva de señal mejorada que había instalado. Era prácticamente el secreto de su éxito: llegar a los destinos en pocos días le permitía tomar muchos encargos a precios asequibles, lo que para la profesión de mecánica estaba muy bien. En el caso de la profesión de cazarrecompensas... los precios que solía poner no eran tan asequibles, desde luego que no, ya que eran trabajos muchos más duros y a menudo peligrosos. No le había gustado oir del elfo solicitante que no tenía mucho con qué pagar, aunque quién sabe, quizás lo que para una Corporación fuera una miseria para una autónoma independiente como ella fuera un pago muy suculento. O quizás, no. Sabía de compañáis y corporaciones que aceptaban también pagos bajos, aunque no estaba segura de qué magia de capitales hacían para que les saliera rentable. Nada limpio, eso seguro.

Independientemente de los peligros del pago, decidió acudir igualmente. Primero, porque era lo correcto. Alguien necesitaba ayuda, y corría la posibilidad de que ella fuera actualmente la única enterada, ya que la transmisión (al menos, la que ella tenía) había sido directa a la Ira del Sol. Y dado que esta última iba a ir tras Iglaor Kuz, solo quedaba ella. Segundo, porque... porque... mechachis, ya se había olvidado del segundo motivo. ¡Pero no del tercero! El tercero era fácil: los elfos eran una de las razas alienígenas más 'guays' del universo. Y el mensaje de unidad entre razas a los ojos de Weydan le había parecido realmente bonito. ¡Tenía que dejar en buen lugar a la humanidad!

Ostras sí. El segundo motivo. Que necesitaba el dinero, vaya que sí.

- Tiradas (2)

Notas de juego

¡Oh! Pues, entonces.. ni idea, cualquier opción me vale creo. @_@ Lo voy a echar a suertes...

Me ha salido

A) -Seguimos las reglas y olvidamos tu maravillosa tirada (pero pierdes el logro xD). Tira normal el 1d6 para ver cuánto tardas. 

 4/2 = 2 días tardaré en llegar.