Partida Rol por web

Viajar desde la superficie de Vettera a una de las múltiples estaciones orbitales del planeta ciudad es sobrecogedor, nunca terminas de habituarte.

La lanzadera despega de la superficie del planeta y durante 2 horas realiza varias órbitas en las que puedes contemplar la magnitud de la obra humana sobre el planeta. Puedes divisar la Aguja, el edificio presidencial, destacando como un faro entre la maraña de torres y monumentales edificios.

Llegas a la estación Moore y siguiendo las instrucciones que has recibido te diriges al nivel 18 puerta de embarque F5.

Al llegar te encuentras con un variopinto grupo de personas que van pertrechadas para viajar, sin duda son tus compañeros de viaje. Entre ellas destaca una mujer de rasgos asiáticos que no deja de dar órdenes a los estibadores que no cesan de entrar diversas cajas en la zona de embarque.

La mujer alza su mirada y os ve frente a la puerta de embarque.

-"Oh, ustedes deben de ser el resto del equipo, soy Lissa Takeshi, les estaba esperando. Todavía tengo algo de trabajo aquí con el material, si quieren esperar en esa sala." Dice señalando una confortable sala de espera que hay frente a la puerta. -"Ahora mismo estaré con ustedes."

La mujer parece algo nerviosa, o más bien eufórica. Según la información que os dieron es la directora de la expedición en la que vais a participar.

hice un si con la cabeza y me dirige hacia la sala donde nos dijeron que nos esperamos ,ya cuando estaba allí me quise presentar.

buenas señores y señoras me llamo  john y seré vuestro piloto encantado

Serguei se recorta contra el umbral de la puerta de embarque y mira curioso al interior. Dudando da un par de pasos hacia atrás y comprueba que la puerta es la misma que él estaba buscando. Satisfecho, atraviesa la puerta de embarque y saluda cortésmente a la Doctora Takeshi mientras arrastra una enorme bolsa de viaje hasta la sala de espera. Finalmente elige un asiento vacío y lo ocupa dejando la bolsa a su lado.

Respirando hondo como su hubiera hecho un gran esfuerzo, se pasa los dedos entre las greñas de pelo moreno que no llegan a ser ni largas ni cortas, a juego con una barba de tres días que le da un aspecto bastante desaliñado. Ante la presentación del piloto sonrríe y dice:

Hola, me llamo Serguei Kuvchenko y soy alcohólico -Dice imitando las habituales presentaciones de los miembros de las terapias de alcoholicos- es coña, es que esto me recordó a uno de esos grupos de terapia, bueno ya sabeis... es igual. Soy el médico.

Viendo que no ha ido muy bien su broma para romper el hielo saca una placa de datos que comienza a leer interesadamente.

Waks entró en la sala con aire enérgico, tenía ganas de emprender esta nueva aventura, miró a sus compañeros uno por uno analizando con que tipo de gente se encontraba e iba a compartir los próximos días, todos parecían humanos, le caían bién, pero en algunas ocasiones desconfiaba de ellos.

.- Hola a todos los presentes, soy Waks y voy a ser vuestro explorador en esta misión, encantado de compartirlo con vosotros.-

Luego se dirigió a la señorita Takeshi y tendió su mano .- encantado de estar a sus órdenes.- Waks tenía pinta de ser un monstruo descomunal, pero demostraba de que era una especie civilizada y culta.

Ante las palabras de la doctora Takeshi, asiento con la cabeza y me dirijo a la sala de espera. Allí, eligo un asiento enfrentado a la puerta y deposito al lado, antes de sentarme, un petate de factura militar y una maleta rígida estrecha y alargada.
Al sentarme examino la sala, evaluando las posibles rutas de salida, asi como los posibles puntos desde los que podría ser atacada. Tras ésto examino al resto de personas que entran conmigo en la sala y, visiblemente satisfecho, me pongo cómodo.

Mi nombre es Spin Boldak y seré el encargado de vuestra seguridad. Encantado.

Quien ha dicho éstas palabras, es un hombre con el cráneo afeitado, vestido con un uniforme negro en el que destaca una pistola, asomando de una funda sobaquera. Es delgado, pero de constitución atlética. Podría considerársele atractivo si no fuera por una fea cicatriz que le cruza la comisura de los labios desde la nariz hasta la garganta.

Yuan llegara con su mochila de viaje, la caja de herramientas y con su bocadillo, al lugar de el encuentro.... No se sabe como, pero a conseguido además, un soporte para poner el baso de bebida energética,aguantado con algún bolsillo de la chaqueta y cuando ve a la doctora se dirigirá a ella con una sonrisa de oreja a oreja.

Buenas Yuan Lee la técnico de abordo - mientras alarga la mano hacia ella, parece pensárselo mejor y se dirige hacia la ventana para ver la nave - Bonita, es el modelo xj4586 de la nekatomi???? ( dicho este modelo como podría decir alfa romeo) Buena nave, me parece que me gustara este viaje.

Al escuchar como la doctora nos envía a todos a la sala de espera me quedare mirando la nave en mi rincón de vidriera.

Si los demás componentes la miran, verán una mujer atlética, vestida con una minifalda como en su foto y una camisa sin mangas, de estatura media para ser humana, cabello negro largito y un par de gomas para hacer-ce colas en la muñeca izquierda y sus cosas alrededor de ella.

Cuando vea que la doctora va hacia la sala ella también ira toda tranquila

La doctora Takeshi despacha a los últimos estibadores y rápidamente entra en la sala de espera donde os encontrais.

-"Bien, aquí estamos." Dice sonriente. -"Estoy encantada por el fabuloso equipo humano que ha conseguido la Universidad para esta expedición. Ustedes son auténticos número uno."

-"Permitan que me presente, soy Lissa Takeshi, soy la directora del departamento de electromagnetismo de la Universidad de Vettera, pueden llamarme Lissa."

Se acerca a vosotros y uno a uno os va dando la mano.

Serguei da la mano a la doctora y la estudia con la mirada.

Al menos la jefa es una científica, en este viaje podré poner a prueba mis teorías en un ecosistema completamente aislado, sina antropización.

Por un momento se da cuenta de los peligros potenciales que supone, patológicamente hablando.

Maldita sea, tenías que haber pensado en eso, gilipollas. Es un ambiente hostil y nuestro sistema inmunológico no esta familiarizado contra los miles de patógenos. Será como llevar de camping a un grupo de inmunodeprimidos, tendré extremar los protocolos de esterilidad y someterlos a vigilancia continuada.

Salude a la señora Takeshi, aunque sin ninguna sonrisa y sin mediar palabra, su comentario sobre "un fabuloso equipo humano" no había sido de mi agrado, ya que para mi suponía una ofensa mi modesto pueblo, el cual creía que era respetado por todos los presentes, espero que nadie más aquí dentro pueda ser racista conmigo sino este "fabuloso" viaje sería un infierno para mi, aunque para ellos tampoco sería un campo de rosas.

Una vez mi cabeza estuvo más fría, pensé que solo era un "pequeño error".

salude a la doctora con la mano bien firme aunque sabia que no seria fácil la  expedición

Me levanto del sillón y le doy la mano, a la vez que hago una leve inclinación de cabeza y, mirándola a los ojos, le digo: Es un placer, doctora Takeshi.

Tras lo cual vuelvo a mi cómoda postura, observando.

-"Bien, vamos para adentro."

Lissa os señala la puerta de embarque y es la primera en cruzarla sin perder ni un segundo.

Tras atravesar la puerta recorreis un pasillo de 20 metros y la presencia de una puerta de seguridad antivacío os indica que estais entrando en el brazo que ancla a la nave a la estación orbital, el brazo no tiene ventanas salvo en los últimos dos metros, donde podeis ver el panel de mandos para el acople y desacople de la nave. Por primera vez podeis ver que vuestro vehículo será un carguero clase Ardilla, uno de los más versátiles y modificados de la galaxia, éste parece bastante nuevo.

no pude evitar quedar un instante observando la nuestra nave, parecía que estaba bastante preparada para la misión, por lo que me tranquilize.- este pajaro parece perfecto para un paseito espacial .- no conocia muy las naves que se movían por el espacio, así que confie en el criterio de mis compañeros, algunos de ellos especializados en la materia, por lo que sin dejar de observar todo lo que me rodeaba, entre en la nave, justo detras de Lissa.

vi como mis ojos veían la gran nave ya estaba deseando coger esa navecita.

jejeje quiero pilotar ya que tengo ganas

no sabia que pensaban los demás pero yo por mi parte sabia lo que tenia que hacer y estaba deseando que empezara ya esta expedicion.

Sigo a la doctora Takeshi y al resto del grupo manteniéndome en la retaguardia, observando la nave indiferentemente. Está claro que la nave es nueva, pero que más dá, aunque fuera vieja la tendrían preparada para realizar el viaje sin problemas. No es más que un vehículo, un instrumento y lo único que importa es que funcione y que sus armas funcionen. Hablando de armas....
Miro la nave, más detenidamente, buscando las armas que ésta porte para intentar identificarlas y hacerme una idea de su potencial bélico.