Alguien se acerca al escucharte, cuando está casi encima tuyo levantas la vista y le ves: es Alonso.
Agachándose y examinando la cadera del marino
- Mateo no te preocupes, la batalla ha terminado. Hemos matado a casi todos esos hideputas... pero Iñigo está medio muerto y Godoy muerto del todo - dice fastidiado-¡ vaya! esta herida es fea de narices... a ver... humm... - intenta levantarle- Mateo haz fuerza para incorporarte, te llevaré con los demás. Vas a sobrevivir, puede que te cueste andar en el futuro pero cuando ví que te atravesaban pensé lo peor- dice para consolarte.
Ay!
Exclama el marino apoyándose en la pierna buena. Al oir la muerte de los dos compañeros, el marino se santigua y niega con la cabeza.
¡Por la Virgen del Carmen que esos bastardos me han desgraciado de por vida! que yo lo se, Alonso, que de esta no salgo. He perdido tantos humores que se me ha quedado la piel pálida y puedo sentir como algo se ha roto en la cadera.
Pasa un brazo sobre el cuello del alquimista para usarlo como muleta.
Llévame a un doctor por caridad, que esta maldita torre no esta llena de fantasmas sino de ladrones e hideputas.
Llevando al marinero sendero arriba con muchísima dificultad- No desesperes que todo tiene arreglo, por lo que he visto no es una herida mortal y en cuanto bajemos la villa te ve un cirujano y a poquito estás otra vez corriendo.
Al rato aparece Alonso que lleva agarrado a Mateo, ayudándole a caminar...ambos suben por el sendero.
¡Padre! ¡Guerreros!, ¡he aquí que nos hallamos! -apenas temía que mis gritos despertaran a los muertos, fueran los fantasmas o los ahora perecedores ahí tirados. Intentába dar ánimos a Mateo: ¡y que éste bribón -mirando a Mateo un instante- creyó ver a un tipo que escapaba, y aún con una pierna mala, se fue tras él y quiso pillarle aún cojeando!
Ciertamente, cuando vi el cuerpo de Godoy de nuevo, se me revolvieron las tripas y dejé a un lado ese sarcasmo caracterizante. Venga Mateo, ya estamos...
No importa, que escape, me imagino que no tendrá ganas de volver por aquí. Mirando a los heridos, tenemos que llevarlos a un sitio donde se puedan recuperar.
Saliendo de mi estupor, miro alrededor nuestro durante unos segundos antes de volver a mirar a cada uno de nosotros, deteníendome en Mateo Primero debemos de curar a los que estén heridos y, después debemos de registrar todo esto, a ver lo que podemos encontrar.
No olvideis que debemos de pasar aquí la noche, pase lo que pase. acercándome lentamente a Mateo, le pongo una mano sobre la espalda No te preocupes muchacho, buscaremos al mejor sanador de toda la región para que ver si puede curarte y que puedas volver a subirte por los mástiles de los barcos digo intentando consolar al joven, pero convencido de hacer lo que he dicho.
¿Pasar aquí la noche? Padre, eso sería en tal caso de que no ocurriese nada, pero... ¡Contamos con los cuerpos de estos bandidos! ¡Contamos con el ataque! ¡y contamos con el malnacido que hemos capturado! ¿qué más querrá el comendador para acallar los pesares del pueblo? ¿que bailemos con lo que queda de los cadáveres? Creo... -en esos momentos miré a los compañeros heridos, aún con vida-, creo que deberíamos volver y rendir cuentas a quién nos contrató. Pero ya. Por cierto... jamás había luchado con un siervo de Dios a nuestro lado... sin duda esto si que es eso que llaman un milagro: haber sobrevivido.
Asintiendo a las palabras de Alonso Id vosotros si quereís, pero yo me quedaré aquí durante la noche. Por mucho que parezca que han sido estos bandidos, la historia que nos contó ese pobre diablo no me cuadra con esto que hemos vivido, no señor. digo haciendo la señal de la santa cruz delante de mi cara Y por mi Señor el Todopoderoso, que me quedaré aquí para asegurarme antes de hacer nada.
¿La historia? ¿Qué historia, Padre? Este "zángano" dijo lo de la guarida de bandidos y la leyenda mora para asustar a sus gentes y no dejar que se acercasen... ¿es que ha hablado algo más este tipo?
Alonso pregunta por si ha contado algo en su ausencia al ir a buscar a Mateo.
Niego con la cabeza Nada han dicho, y todo hace suponer que estos gañanes hayan sido los farsantes, pero me gustaría buscar por entre las ruinas para encontrar más pruebas ¿o cómo asustaban a la gente? ¿soplando y aullando? vuelvo a negar con la cabeza Puede que sí, pero si encuentro algún disfraz o elemento con el que pudieran haberlo hecho, me quedaría mucho más tranquilo, eso es todo.
No, no, pero prefiero asegurarme, por la historia de Pedro, que luego todo eso puede haber sido verdad y haber estado conviviendo ambas situaciones.........si, ya se que es un poco raro, pero como tampoco me cuesta nada quedarme a dormir, jeje
Por Mateo ¿no hay nada que hacer? es decir, con la magia que hay, los hechizos ¿no hay nada parecido para poder recuperar la cojera? ¿ni un milagro? jijiji
El navarro interviene en la conversación además el trato era pasar una noche entera mientras, el navarro va decapitando a los bandidos e introduce sus cabezas en un saco, como si no diese ninguna importancia a su horrible tarea sigue hablando y no quiero que el comendador tenga aninguna excusa para no pagarnos, si creéis que los heridos no aguantarán unas horas al raso, los llevaremos a pueblo, pero habrá que volver otra noche y cumplir con nuestra palabra.
Por los heridos ya no se puede hacer nada en el sentido de que ambos van a sobrevivir y lo único que necesitan es reposo y cuidados médicos, a Mateo no se le puede quitar la cojera ya que no existe un hechizo(al menos hasta vis sexta que es lo que llevo mirado) que permita hacer eso.
Iñigo tú no hace falta que postees nada evidentemente, pues ya sólo queda pasar la noche e informar y repartir APS y demás.
De acuerdo señores -respondía ante lógicas opiniones-, que no vaya a ser que por no cumplir escrupulosamente el trato no vayan a darnos lo que es nuestro. Padre, ¿podríamos rezar una plegaria por el buen Godoy? Tenía conocimiento que era más pícaro que feligrés o congregante, pero quiero que su alma descanse sea donde sea... es decir... "junto al Padre".
Acto seguido, me acerqué al cuerpo de Godoy.
¿Alguien me echa una mano? Creo que antes de descansar convendría darle un digno entierro, junto con su propia espada.
Asiento solemne a las palabras de Alonso
Por supuesto que honraremos al joven Godoy, que su vida dió por nosotros. Descasaré cerca del Padre por toda la eternidad.
Id preparando su tumba, yo le preparé para su marcha.
Pues si puedo hacer un requiem rapidito, aunque no sea un día entero, toda la noche.
Luego, al día siguiente si no ha pasado nada, le enterramos y registramos toda la zona.
No cuenten conmigo para mover esa pala, aunque bien sabe Dios que lamento lo de Godoy y doy gracias por no compartir sepultura con él.
El marino estaba enterrado en mantas de lana, ligeramente incorporado sobre su petate y tratando de apagar los dolores de su cuerpo con un vino malo de Somontano que iba aligerando del pellejo.
Claro que puedes oficiar el Réquiem cuando quieras y el tiempo que estimes oportuno, date cuenta que lo que dice el manual es que como hoy en día SXXI , se suele dejar un día para velar al difunto, pero vamos que en este caso puedes oficiar el funeral durante la noche y enterrarle al amanecer sin problemas, al ser un Ritual de Primus Ordo no tienes penalizador así que tienes tu competencia en Teología: 100% , vamos que no hace falta que tires nada. Si nadie tiene nada más que añadir puedes comenzar el ritual y la noche pasa sin incidentes.
Dejando en manos de Dios y de sus Hijos el cuerpo del malogrado, me dispuse a tomar uno de los candiles que habíamos traído previamente y, tras encenderlo, me dispuse a dar un pequeño paseo sin alejarme en exceso. Necesitaba encontrar un buen lugar para enterrar al joven, lejos de cualquier terreño tosco y desdeñable. Al fin encontré un lugar digno para ello. No había herramientas que poder usar, por lo que busqué intenté buscar alguna piedra alargada de aquel emplazamiento para excavar con mis propias manos.
Puedes usar una espada, una daga o un cuchillo Alonso. Hay unas cuantas tiradas por el suelo (de los bandidos)