Partida Rol por web

Sus mejillas se sonrojan por completo - ¿es una declaración o algo por el estilo? No... seguro que no... deben ser imaginaciones mías...

Tú también haces que... - y el móvil empieza a sonar justo en este momento, el corazón de Takako deja de latir tan rápido cómo latía, y se agacha para coger el móbil del bolsillo de la mochila, sin mirar ni siquiera quién es lo coge: - ¿Diga?

¡Mierda! ¡Debí mirar quién llamaba...! Cómo sean mis padres o el cole... - la chica se pone pálida y nerviosa, esperando que el interlocutor le hable.

Rápidamente contestas al teléfono, y no escuchas nada... El silencio, como si hubiera alguien al otro lado, escuchando, sin decir nada...
Te quedas un momento extrañada, escuchando, cuando se corta la llamada y escuchas el tono de finalización.

Takako se queda extrañada... y finalmente decide mirar el móbil, a la sección de "llamadas recibidas", para mirar qué número la ha llamado.

Miras el móvil, buscando la sección de llamadas recibidas...
La última que encuentras es del día anterior, cuando te llamó tu madre para decirte que necesitaba que fueras un poco antes al Restaurante, ya que había bastante trabajo.

Carles te mira extrañado...

Qué ocurre? Quién te ha llamado?

Qué raro... creo que tendré que cambiarme el móbil, éste hace tonterías - deja el móbil encima de la mesa y mira a Carles, niega con la cabeza y se encoge de hombros - Al cogerlo no me ha hablado nadie y me han colgado... y ahora miro mi móbil y no sale ninguna llamada recibida de ahora. Raro, ¿verdad?

Pues si, qué raro... Quizás esté defectuoso...

Te comenta, y en este momento por fin os traen el chocolate, y en un platito os dejan unos cuantos churros, la camarera os dice que es regalo de la casa, por la espera...
Carles olvidándose de lo del móvil coge un churro y lo sumerge en el chocolate, llevándoselo todo chorreante a la boca...

Umhh está buenisimo, pruebalo...

Te dice mientras vuelve a sumergir el churro

Takako se ríe, olvidándose momentáneamente del móbil.

¡jajaja! ¡Te vas a poner perdido! - se ríe de nuevo mientras mete el churro en la taza y se lo come, yendo con cuidado de no mancharse.

Se lo está pasando bien.

Entre risas y varios comentarios os terminais el chocolate, el cual os sienta genial, te reconforta por dentro al estar caliente, miras la hora y ya son las 11:30, si no corres para el instituto perderás otra clase...

¡Venga, Carles! ¡O vamos al insti o nos saltamos toda la mañana! - se levanta corriendo y se dirige a la barra con el monedero en mano - ¡Dos chocolates calientes! - los paga y mira a Carles.

¡Vamos corriendo! - y sale de la cafetería a toda prisa para echarse a correr, esperando que Carles la siga.

Al salir de la cafetería sientes el frío cortante, te abrochas bien la chaqueta y te proteges de la lluvia bajo un balcón, a aflojado, pero continúa lloviendo bastante...
Carles sale detrás tuyo, así que os dirigis lo más rápido que podeis hacia el instituto.
Llegais a tiempo de entrar a la 4ª clase, os queda esta, que es de historia y la de literatura.

Takako se dirige a su sitio, al lado de sus amigas de siempre, y se sienta a su lado para explicarles lo que ha pasado en la cafetería... con Carles, todas le echan miradas fugaces al chico, entre risas... cómo típicas adolescentes.

Después toma apuntes, como siempre, no es que le guste especialmente estudiar pero le gusta pasar con buena nota los exámenes, y los apuntes de las clases que ha faltado ya los tiene.

Las dos horas que te quedan para finalizar la jornada estudiantil te pasan muy lentas; cuando explicabas a tus compañeras tu experiencia con Carles la maestra te ha llamado un par de veces la atención y al final has tenido que callarte y prestar algo de atención, pero sentías pequeñas bolsas de arena sobre tus ojos obligándote a darte pequeños pellizcos para mantenerte despierta...
Por fin suena el timbre, las clases por hoy han finalizado...

¡Por fiiiiin! - exclama Takako, levantándose y estirando todos los músculos de su cuerpo - ¡A casa a comer! - dice a sus compañeras, sonriendo de oreja a oreja.

Takako saldrá con sus amigas si nadie ni nada se lo impide, retomando la explicación de Carles y todo lo que ha pasado, pues sus amigas no paran de pedírselo*.

Cuando sales de clase Carles se despide con la mano y ves como sale del colegio a paso ligero, le sigues con la mirada viendo como se le une Cris y doblan una esquina desapareciendo de tu vista...

Venga, Takako, explica.... No te hagas derrogar...

Te preguntan tus compañeras, las ves bastante ansiosas, mas de una había suspirado por alguna sonrisa de Carles, te das cuenta como te rodean, anhelantes de tus explicaciones...

Pues nada... en realidad no ha pasado nada... - se lo explica todo con pelos y señales, omitiendo la parte del porro y de la niña... además de la llamada telefónica misteriosa, entre otras cosas porque no cayó en esto.

Se lo explicaba por el camino, mientras poco a poco se iban despidiendo para ir entrando al metro correspondiente... Takako tenía la L1.

Al llegar a casa, se la encontró vacía, como siempre, excepto por Keroberros - ¡Hola Keroberos! - lo saludó, agachándose para cogerlo y dejar que le lamiera toda la cara - ¡Sí...! ¡Ahora te saco...! - lo volvió a dejar al suelo y dejó su mochila encima de la cama... luego se tiró en ella. - ¡Necesito una duchaaaa! - pero el perro pedía demasiado insistivamente salir... - Vaaaale... ya vooooy...

Así que le puso la correa roja y lo bajó a la calle... sin querer le venía a la mente su compañero de clase rubio. Había sido un día... raro.

Bajas a Keroberos, das una vuelta corta ya que continúa lloviendo, te ríes cuando ves a Keroberos caminando con delicadeza para no mojarse, incluso cuando vais a cruzar un charco que ocupa toda la acera se detiene y te mira, moviendo el rabo, mira al charco y hacia ti, poniéndose a dos patas y esperando que le cojas para cruzarlo...

Acabais de dar el paseo y subes a casa, te sientes bastante mojada y una ducha calentita se te vuelve a hacer muy apetecible...

Nada más llegar a casa, Takako cuelga el abrigo para que se seque, y se quita la ropa para ponerla a lavar; con el calefactor en el lavabo, y Keroberos tumbado encima de una de sus toallas para que se seque, se llena la bañera y se mete dentro, relajándose al instante.

Se queda allí un largo rato, y no sale hasta que tiene la piel arrugada... al salir se seca el pelo con el secador y se viste ya para ir al gimnasio a la tarde.

Estás tranquilamente en la bañera, sintiéndote relajada, cuando escuchas un pequeño gruñido, abres los ojos y miras extrañada a Keroberos, lo ves encogido, escondiéndose debajo del mueble donde guardais las toallas y parece que esté llorando...

Takako se quita el paño de la cabeza, y mira cómo Keroberos está asustado de... algo.

¿Qué pasa Keroberos? ¿Ha entrado alguien? - sale de la bañera, tiene la piel arrugada, y se viste con el albornoz rosa. Sin preámbulos, coge un desodorante de esprai... y abre lentamente la puerta del baño después de haber quitado el pestillo.