Partida Rol por web

- ¡Sal que pueda verte inmunda criatura que se vale de las sombras!.

Grito hacia la oscuridad que nos rodea mientras embrazo el escudo esperando que en cualquier momento otro proyectil caiga sobre nosotros. Ya me parecía a mi que había sido todo demasiado fácil.

- Buscad coberturas.

Neliandra se coloca delante de Alhandra con el escudo al frente. Apunta la varita hacia el pícaro y pronuncia un rezo rápido y urgente. Pero es suficiente. A través de su Fe en Olladra despierta la magia curativa almacenada en porciones en la varita que encontró en la caverna. Una luz naranja y cálida envuelve a Threkor. Un virote flamígero cae al suelo desde su abdomen.

-¡Protegeos!- os apremia en un susurro-. Siento que el poder de la varita se agota. Temo no poder sanaros mucho más...

Threkor nota como su herida se cierra de dentro hacia afuera aunque no llega a sanar del todo. Mira intentando localizar a su agresor pero no ve a nadie...Algo rápido e iluminado pasa en una fracción de segundo entre el grupo.

-¡Cuidado!-. grita Sellion al tiempo que se agacha y se aleja buscando una cobertura.Parece ser que otro virote ha pasado justo por encima de su cabeza- ¡Detrás de la columna!¡La flecha ha venido de allí!

Sellion señala a la parte norte de la columna.

No veo al enemigo, puede estar escondido esperando a tendernos una trampa o simplemente esperando desde los límites de nuestra luz a desgastarnos con proyectiles antes de atacar. 

- No le veo, señalad donde está y le incrustaré mi espada en sus entrañas.

Grito como desafío y me quedo inmóvil en medio de la sala dejando un blanco perfecto para que el tirador venga hacia mi. 

Me tiendo bocabajo en el suelo para ofrecer un blanco más difícil al tirador, al que busco con la mirada.
No estoy segura de haberle localizado, pero no dudo en echar mano de mi propia ballesta y amartillarla en previsión de poder usarla tan pronto como se muestre nuestro atacante.

Raith asienta sus pies sobre el terreno y planta su escudo delante de él...desafiante. Brama un grito de guerra que resuena en la caverna. Espera provocar así al enemigo y hacerle salir de su escondite ya que , por el momento, no consigue verlo. Alhandra se tumba en el suelo temerosa de que un nuevo ataque le escoja a ella. A diferencia de el guerrero ha visto perfectamente de donde venía el ataque. Justo de donde decía Sellion, de detrás de la enorme columna.

Pero no tenéis que esperar mucho más para descubrir al agresor. Por detrás de la columna aparece una figura moviéndose ligeramente...Parece que el grito de guerra de Raith no ha quedado sin respuesta.

-AQUI...EeeSTOY... GUERREeeRO...

Mientras mis compañeros toman posiciones para hacer frente a este nuevo forjado, yo disparo mi ballesta ligera contra él sabiendo de antemano que mi mejor opción era la magia y ésta se ha agotado ya en el encuentro con los defensores férreos.

Una vez la criatura se muestra es tiempo de seguir con lo dicho, sonrío ante la oportunidad de acabar este combate cuerpo a cuerpo y no con subterfugios. Desenvaino la espada y me dirijo hacia donde me espera la criatura.

- Vamos a probar de que esta hecha tu piel, forjado.

No tenía resentimiento especial hacia los forjados, pero todos los que me había cruzado hasta este momento me habían atacado. Uno tras otro habían sido vencidos, pero no sin pagar un precio.

La única solución es atacarle desde diferentes ángulos. Hacer que se fije en uno de nosotros y mientras tanto, atarcale por la espalda. Intento rodearle mientras tenga su vista fija en Raith.
 

Alhandra dispara su ballesta a pesar de que su objetivo es difícil de ver entre las sombras. "¡Clang!". Sable se sacude  y sus ojos rojos apuntan directamente hacia la Cannith. Al parecer el virote ha alcanzado al forjado. Y también parece tener muy claro quien le ha disparado.

Raith se adelanta unos pasos preparado para recibir, en cualquier momento, un ataque del forjado. Y de repente la sala se queda a oscuras... Para ser más concretos la zona en la que estáis se queda a oscuras. Threkor, quien porta la antorcha, se mueve rodeando la columna. Veis su luz pasando por el otro lado de la columna de piedra. Pero ya no os veis entre vosotros.

-¡Lux!-La voz de Sellion es tan clara como la luz mágica que acaba de conjurar. Su advertencia, también lo es-¡Cuidado, Raith!¡Se mueve!

Sable avanza hacia Raith aprovechando los segundos de oscuridad y descarga un golpe sobre él. El guerrero gira su cadera apartando el cuerpo lo suficiente como para esquivar el golpe. Una de las rocas recibe el impacto estallando en mil pedazos...

Realicé el movimiento alrededor de la columna, lo que produjo que el grupo se quedara momentáneamente a oscuras. Tendría que andar con más cuidado la próxima vez, podría costarle la vida a alguno de mis compañeros.

Seguí rodeando la columna hasta colocarme por detrás de la criatura para intentar atacarle sin que me notara.

- Solo tienes eso criatura, entonces...no se que quieres que te demos solo das lástima.

Si Threkor intentaba flanquearle tenía que darle tiempo para que llegara a una posición adecuada, eso significaba atraer los ataques del forjado en mi contra. Así mismo debía desgastarlo pero la oscuridad no lo hacía fácil, solo veía pequeños reflejos de las bandas de metal que conformaban al forjado y así no había manera de acertarle con la espada.

Aunque mi disparo inicial hq sido certero, me resisto a tentar una vez más a la suerte ahora que mis compañeros están enzarzados en un combate cuerpo a cuerpo con el constructo homicida.
He conocido muchos forjados a lo largo de mi corta vida y nunca tantos que se mostraran abiertamente hostiles con los seres humanos. Está anomalía sin duda interesará en mi Casa si es que consigo salir de aquí con vida para contarlo.
A falta de otro recurso mejor, cojo mi maza y me dispongo a situarme a espaldas de nuestro enemigo de modo que podamos rodearlo y someterlo por pura superioridad numérica.

La luz se queda fija al otro lado de la columna...¿Se ha detenido Threkor allí? ¿Le ha sucedido algo? Por suerte la iluminación mágica de Sellion permite ver perfectamente el área en la que os encontráis.

Neliandra se acerca al forjado con la espada dispuesta a atacar. Inteligentemente se cuela entre el escudo de Raith y las piedras de su derecha. Lanza una estocada con la punta de su espada dirigida al estómago del forjado. Es un golpe difícil de ver que sorprende a Sable. Su espada se incrusta entre las placas con un chirrido parecido al que hace un cuchillo al clavarse en una lata...El forjado , no obstante, sonríe y mira a Neliandra con sus ojos enrojecidos.

- YO NO SIEeeNTO DOLORR...¿PODÉeeIS DECIR LOS MISMO...?- dice al tiempo que lanza un golpe mirando fijamente a Neliandra.

Raith siente una punzada terrible en el estómago. Cuando mira hacia abajo ve como el acero ensangrentado de la espada del forjado se retira dolorosamente hacia fuera. Sable ha hecho ver que se centraba en la clérigo pero ha lanzado su golpe contra Raith. Y le ha cogido por sorpresa. Acto seguido se separa de ellos.

Alhandra extrae su maza y, llena de determinación, se acerca al forjado. Su espada gotea sangre en el suelo. Eso siempre es una visión estresante. Podría ser su sangre la que bañase el suelo en los próximos segundos. De momento estaba viva..¿seguiría siendo así dentro de 30 segundos? Y ahora que lo ve a unos pocos metros de sí le asalta una duda ."¿Tiene placas de adamanatita?" Por desgracia, parece que si.

Sellion apunta con su ballesta a la espera de tener una buena linea de visión sobre el forjado.

Si Raith caía, no duraríamos demasiado. Debíamos acabar con él rápidamente, cosa nada fácil con ese cuerpo-armadura que tenía, adamantita nada menos, pero debíamos encontrar un hueco en todo ese metal para poder hacerle daño suficiente. Esperemos que Raith aguante con toda esa sangre cayendo por su pierna.

Me acercó sigilosamente por detrás y lanzo mi ataque.

Avanzo hacia el forjado, fingiendo una seguridad que estoy muy lejos de sentir y me detengo a unos pocos pasos de él. Está claro que ha sido creado para luchar y yo no de modo que soy consciente de que yo sola no puedo vencerle.
Lo que sí puedo es intentar distraerle el tiempo suficiente para que mis amigos se reagrupen y elaboren una estrategia.
-Yo soy Alhandra de la Casa Cannith -declaro con orgullo-. ¿Quién eres tú y por qué osas atacarnos? Si estás aquí defendiendo la forja, sabe que tengo derecho de sangre a estar aquí y reclamar cuanto haya en nombre de mi familia. Déjanos pasar. La Casa Cannith es amiga y madre de los forjados y no deseamos tu mal.

El forjado había conseguido un buen golpe contra mi, ni el escudo ni la armadura me habían servido de nada y mi sangre bañaba ahora el suelo de este remoto lugar. 

- Ya veremos quien ríe el último. Digo masticando las palabras para no soltar un alarido de rabia y dolor.

Para sorpresa de todos Threkor aparece justo detrás de Sable. Lanza su estocada contra el flanco del forjado buscando los puntos débiles. Pero su arma choca contra una placa de adamantita que no consigue penetrar.

-¡Que Olladra guíe tus pasos y haga suyo tu dolor!- La mano de Neliandra se posa sobre el guerrero.  Este siente como su agujero abierto sobre el estómago deja de sangrar como un grifo para pasar a un goteo irregular. 

Sable intenta golpear de espaldas al pícaro. Threkor ve venir el golpe y se agacha casi hasta tocar el suelo con el trasero. Tan sólo su capa se lleva un corte que iba destinado a separar la cabeza de su hombro. Raith avanza rápidamente hacia su enemigo aprovechando la distracción de Threkor. Golpea a Sable en un brazo con tal fuerza que el forjado casi pierde el miembro. El guerrero maldice por lo bajo. Si hubiese apuntado mejor a la articulación podría haber acabado con él inmediatamente.

Si estás aquí defendiendo la forja, sabe que tengo derecho de sangre a estar aquí y reclamar cuanto haya en nombre de mi familia. Déjanos pasar. La Casa Cannith es amiga y madre de los forjados y no deseamos tu mal.

 La cannith intenta convencer al forjado. Pero para su sorpresa , tras el intento de ataque a Threkor,Sable se desliza por el suelo hasta encontrarse tan cerca de ella que tan sólo estirando la mano podría tocarla.

- NO HABLEeeS... DE MADREeeS NI AMIGOS HUMANA...¡TU CASA NOS CREÓ PARA MORIR EN LA GUEeeRRA! Y EeeSO TEeeNDRÁS...¡GUEeeRRA!-ruge con fuerza a la mujer de rubios cabellos. Sus ojos llenos de odio en forma de luz roja se clavan en los de Alhandra.

Sellion, aún apuntando con su ballesta comienza a recitar una canción. Es una vieja canción de guerra que resuena entre las paredes de la caverna como si de tambores se tratase. La habéis escuchado anteriormente. Notáis como un fervor os invade el cuerpo y os fortalece el corazón. Para venceros  tendrán que mataros; pero para mataros tendrán que estar dispuestos a morir.

Alhandra intentó activar algún mecanismo de reconocimiento en la criatura invocando a su Casa, pero el forjado no reconocía nada más que la programación para la guerra. Sólo había una forma de salir de allí y sería destruyendo a la criatura.