Te encuentras en la biblioteca sumido entre libros cuando un paje entra.
-El Conde desea veros -dice el paje a unos metros de ti, temeroso al haberos interrumpido en vuestra lectura
Te sorprende pues desde que la batalla de Mearcred Creek ha terminado el conde no ha vuelto a llamarte, es más, es como si te estuviese evitando, pues cuando ha llamado a los consejeros a ti es al único que no ha recibido, alegando que un mago poco podría hacer en cuestiones de guerra. Aún no te habías ganado el respeto del conde.
Pero ahí estaba, pidiendo verte por fin. Sigues al paje hasta el salón del trono, te sorprende ver que no está solo, sino que una joven y su padre, uno de los consejeros del conde, están reunidos con él.
-Aquí estas. Lady Kirsty tengo el placer de presentaros a Memnoch, vuestro futuro marido. Memnoch, viendo vuestra condición... he visto que os será dificultoso encontrar esposa, por lo que he contribuido a que eso pasase. Lady Kirsty es una joven... con talentos peculiares... como los suyos, por eso he pensado que harán una buena pareja
Las cejas de mi rostro, por demás imperturbable, se van alzando según el conde va hablando, ahora entiendo la razón por la cual me había estado evitando: Me coloca la hija de uno de sus consejeros, seguramente ilegítima, que además ha nacido con el don de la magia. Bueno, al menos es hermosa, mucho, lo cual fortalece mi idea de que la pobre nació en el lado equivocado de la cama, ya que de lo contrario, sin importar su magia, la hubieran emparejado con un noble menor a cambio de una dote generosa.
Mientras me acercaba a la chica, me dirigí al conde:
- Os agradezco vuestros desvelos mi señor y acepto gustoso el compromiso, pero debéis de saber que, como mago y hijo de un druida, deberíamos de casarnos según la antigua religión, pues no deseo deshonrar ni a mi progenitor ni a los espíritus de mis ancestros. ¿Estáis de acuerdo con ello, excelencia?.
Esperaba que el conde, siendo un hombre justo como era, honrara esa petición. Además, quería ver como reaccionaba con la idea de una ceremonia pagana mi futuro suegro, quien había entregado a su hija a un mago pagano para deshacerse de ella, seguramente a cambio de algún beneficio.
Al conde parece incomodarle un poco la idea, siendo un ferviente cristiano como era, el paganismo no le gustaba, pero asintió ante la propuesta
-Se hará como vos deseéis, ¿os parece bien Lady Kirsty?
-Es su religión, también la mi... la que será mía al igual que la de mi esposo cuando estemos casados -la joven se rectificó al ver como los nudillos de su padre se ponían blanco, al parecer le parecía una ofensa, pero no dijo nada
- En ese caso no hay más que decir, que la boda se celebrará cuando vos lo consideráis oporturno, mi señor. - Sonreí, mientras cogía las manos de mi prometida, aparentemente feliz por la boda pero en realidad por la ocasión de fastidiar a un cristiano viejo como mi futuro suegro, aunque sin demostrarlo abiertamente. - Espero que podáis ser feliz conmigo, mi señora. ¿Queréis que hablemos un poco para conocernos mejor antes de la boda?.
La joven mira a su padre y ante el asentimiento de este os sigue
-Es la primera vez que conozco a alguien como vos, mi señor. La verdad es que tenía mucha curiosidad por conoceros
Le dediqué a la dama una cálida sonrisa antes de responder a los dos hombres, con tono educado:
- Mis señores, con vuestro permiso, si no veis ningún inconveniente, me gustaría llevar a la dama a dar un paseo para que podamos conocernos. Si tiene una dama de compañía o escolta, será bienvenido a acompañarnos.
Esperé a que recibiéramos permiso de los susodichos, antes de coger a la chica de la mano y escoltarla fuera de la estancia para pasear fuera.
Los dos hombres asiente, mientras el séquito de la joven va detrás a unos metros para dejaros algo de intimidad. Mientras paseáis veis que ninguna otra dama se para a saludar, más bien se apartan de vuestro camino murmurando a vuestras espaldas
Observo sin mostrar demasiada sorpresa por el comportamiento de las damas, ya que estoy acostumbrado a él por ser un mago, pero esta vez tengo la sensación que yo no soy el objeto del rechazo y pregunto a Lady Kirsty, como quien no quiere la cosa, tratando de aportar algo de humor ala situación:
- ¿Es imaginación mía o parece que nos evitan?. ¿Será por algo que llevo puesto?. Pensaba que mi sentido de la moda había mejorado desde que entré al servicio del conde.
La joven se rie por lo bajo
-No mi señor, me temo que no es por vos, una mujer que sabe hacer magia no es muy bien recibida, creo que me habrían quemado en la hoguera de no ser por las influencias de mi padre
Negué con la cabeza ante la hipocresía de la gente, ya que, aunque los cristianos nos desprecian, muchos olvidan sus prejuicios convenientemente cuando necesitan que usemos nuestra magia en su beneficio, pero no quiero molestar a la dama con esos pensamientos amargos y en cambio le pregunto:
- ¿Cómo aprendisteis a hacer magia?. Yo tuve un mentor, un druida amigo de mi padre, que me enseñó.
De momento no me parecía oportuno revelar la identidad exacta de mi maestro. Lo último que me apetece es atraer atención indeseada por ser discípulo de Merlín, además de la que ya atraigo por ser yo mismo.
-Al comienzo no tuve ningún mentor, la magia comenzó a aparecer sin que me diese cuenta, las cosas pasaban a mi alrededor y no sabía por qué, pero cada vez que sucedían terminaba agotada, una vez caí inconsciente durante días, finalmente después de que varios medicos me vieran y no supieran de que se trataba, vino un druida. Mi padre se hubiera negado de no ser porque era Merlín, el consejero del rey. Él fue quien me dijo que se trataba de un talento que tenía, me mandó a un druida amigo suyo que me enseñó como controlarlo. Obviamente a mi padre aquello no le gustó y lo disfrazó como que daba clases para atender a los heridos. Pero los rumores se extendieron, algunos vieron la relación entre los sucesos y mis desvanecimientos, al final no tardaron en saber la verdad sobre mi
Asentí antes de responder, con una sonrisa nostálgica:
- Es puy propio del viejo Merlín, nunca deja a nadie que necesite ayuda en la estacada. ¿Y vuestra madre?. ¿Qué le pareció que fuerais una brujita en potencia?. ¿Opinaba igual que vuestro padre con respecto a la magia o por el contrario fue de ella de quien heredasteis el talento para la magia?. Es más común que una persona herede el talento de uno de sus progenitores que lo desarrolle por si mismo.
-No conocí a mi madre, murió en el parto, mi padre tuvo que hacerse cargo de mi porque era hija de un noble, aunque vivo con él y me crió no me dio su apellido, ya que no merecía heredar nada frente a sus legítimos hijos
Asentí mientras la escuchaba, ya que confirmaba mi suposición de que era hija fuera del matrimonio. No es que me importara esas cosas, pero al menos tenía la suerte de que no fuera alguna señorita cristiana mojigata.
- ¿Y que sabéis de ella, si puedo preguntar?. No pretendo haceros recordar cosas tristes, pero si era una de las nuestras, puede que tengáis familia materna con la que podía hablar de vuestra magia.
-No sé nada de ella, ni siquiera su nombre o apellido, sé que era noble, me lo contó una vez mi nodriza, escuchó a mi padre discutir con alguien y se enteró que era una noble la que murió en el parto y que mi padre al no quererme los parientes de mi madre, tuvo que hacerse cargo de mi. Mi padre accedió, porque de lo contrario habría acabado al cuidado de las monjas. Pero nunca he podido sonsacarle a mi padre nada de mi madre
Asentí, entendiendo que no averiguaré nada más de ella al respecto sobre su madre, antes de continuar, cambiando de tema, con buen humor:
- Bueno, pues si me lo permitís decir, parece que he salido ganando con todo esto. Ahora tengo una prometida hermosa y encantadora. ¿Qué os parezco a vos como futuro esposo?. Por favor, sed sincera, si vamos a ser un matrimonio, lo mejor es ser abiertos el uno con el otro. ¿Os parezco un buen partido o por el contrario os resulto una decepción?.
-Creo que eres un buen partido, no tienes tierras, ni una fortuna, algo que podría considerarse como un punto en contra, pero soy una bastarda, ningún hombre con tierras querría tomarme como esposa, además no tendré que ocultar mis dones ante un esposo receloso o que piense que es una desgracia añadida, sino que podré usarlos libremente, e incluso instruirme más sobre ellos. Así que pienso que eres un buen partido, además, quien sabe, puede que en un futuro seáis tan importante como Merlín
Me reí de buen humor después de escuchar su descripción sobre mi:
- Jamás pensé que oiría a una dama decir que soy un buen partido porno tener posesiones. Me parece que nos vamos a llevar bien, Lady Kirsty. ¿Ese es vuestro nombre completo o se trata de algún diminutivo de algún tipo, que tal vez trate de ocultarun nombre no cristiano?.
-Al revés, mi nombre completo es Kristine, que significa seguidora de Cristo, es bastante cristiano, pero comencé a acortarlo cuando tuve uso de razón, al principio a mi padre no le agradó, pero terminó por acostumbrarse a llamarme Kirsty