Partida Rol por web

Tras cerca de veinte días de viaje llegáis a las tierras que bordean la fortaleza de Varamar, hogar de los Mallister, capital de su territorio, lugar en el que se forjarán nuevos lazos entre los siervos del Rey Bran. Estáis fatigados hasta el extremo, pues tales caminatas montando grandes campamentos no se veían desde hace décadas y no estáis acostumbrados. Pese a todo ha sido un gran viaje pues habéis afianzado los lazos con algunas de las personas más cercanas a vosotros y habéis creado otros tantos nuevos.

Los rumores de guerra parecen quedar fuera de lugar en el territorio Mallister pues todos sus habitantes, campesinos, soldados, nobles, comerciantes o simples mendigos parecen vivir el mejor de sus días, con sus rostros sonrientes y una actitud amable y gentil hacia todos los visitantes.

Te llegan noticias de que para la boda se ha organizado un gran banquete para los asistentes pero que el pueblo bajo tendrá sus propias celebraciones y raciones, todo ello salido de las arcas de la Casa Martell. También os han contado que van a hacer sonar la Torre Retumbante para que todo Poniente escuche y conozca el enlace.

Desde lejos ya podéis ver el magnífico castillo, que se levanta como una piedra sobre un bosque de setas enanas de diversos colores, las tiendas de cientos de hombres que han debido llegar para asistir a la boda.

Tras cerca de veinte días de viaje llegáis a las tierras que bordean la fortaleza de Varamar, hogar de los Mallister, capital de su territorio, lugar en el que se forjarán nuevos lazos entre los siervos del Rey Bran. Estáis fatigados hasta el extremo, pues tales caminatas montando grandes campamentos no se veían desde hace décadas y no estáis acostumbrados. Pese a todo ha sido un gran viaje pues habéis afianzado los lazos con algunas de las personas más cercanas a vosotros y habéis creado otros tantos nuevos. 

No sabéis nada de la señora de la Casa Libertad pero, por lo que parece, Lord Marcus Hightower se le unió en la huida por la puerta de atrás de Invernalia, desapareciendo entre las sombras.

Los rumores de guerra parecen quedar fuera de lugar en el territorio Mallister pues todos sus habitantes, campesinos, soldados, nobles, comerciantes o simples mendigos parecen vivir el mejor de sus días, con sus rostros sonrientes y una actitud amable y gentil hacia todos los visitantes.

Te llegan noticias de que para la boda se ha organizado un gran banquete para los asistentes pero que el pueblo bajo tendrá sus propias celebraciones y raciones, todo ello salido de las arcas de la Casa Martell. También os han contado que van a hacer sonar la Torre Retumbante para que todo Poniente escuche y conozca el enlace.

Desde lejos ya podéis ver el magnífico castillo, adornado con extensas telas en las que se han bordado los símbolos de las casas del Norte y de las Tierras de los Ríos, de todos los súbditos del Rey Bran.

Tu y tus hombres hacéis un rápido chequeo del lugar. Por lo que puedes observar a la boda han acudido gentes de las tierras cercanas y algunas más lejanas, aunque todos ellos del territorio de vuestro primo. Tal multitud ha provocado que los guardias de Varamar estén muy atentos ante posibles adversidades por lo que, aunque te será fácil colaros en la ciudad que rodea la fortaleza, os será bastante difícil lograr entrar en la propia boda.

Sir Neal te miró algo incómodo por el peso del mando y la responsabilidad de este. Su voz, pese a estar solo en presencia tuya, salió de su boca más débil de lo normal y con un ritmo anormal -Me imagino que deberíamos presentarnos ante los señores del castillo para que podamos entrar en la fortaleza y para que nuestros hombres tengan un lugar en el que cobijarse o montar sus propias tiendas ¿no es así?

Un viaje duro para el cuerpo del Maestro Hoster, siempre frágil. Se pasó bastante tiempo del viaje pensando en lo que le dijo Lord Brandon pero tuvo tiempo de hablar con la gente más variopinta del nutrido grupo que viajaba al enlace.

Cerca de llegar a Varamar, el maestre viajaba cerca de Syr Symon y otro hombre que no conocía de antes.

- Nuevamente es un placer viajar con usted, Syr Simon. Sin duda será un gran enlace, aunque me preocupa el futuro de Poniente. Parece que como dicen en el Norte: "Se acerca el invierno".

Tras llegar y ser recibidos me encargue de acomodar a mis hombres en el lugar, veníamos a festejar y celebrar, pero el norte no olvidaba lo que había acontecido en las bodas.

Mantuve a Lin cerca y aposte centinelas en todos los lugares posibles, a los cuales les prohibí beber a pesar de sus quejas:

-"Los protectores del rey no beben nada durante su guardia, luego podrán festejar"-

Me mantuve cerca de su majestad casi todo el tiempo, respondiendo a personas, saludando y tratando de disfrutar pero sin olvidar mi deber.

Tras el duro viaje por fin estábamos allí, los rumores habían cesado y eso era algo de agradecer.

Procure disponer de mis hombres para todo lo que fuera necesario, esta noche sería una noche de festejos y celebración y no me la perdería por nada, con suerte podía incluso llevarme una moza a calentar mi cama o 2 o 3.

Sonreí a mis hombres, pero les hice una seña estirando un poco con el indice la piel debajo de mi ojo derecho, a pesar de los festejos siempre había que tener precaución, precaución que esperaba no olvidar tras las primeras rondas de cerveza e hidromiel...

Hago un rápido chequeo del lugar mientras busco una posible via de entrada y salida. Aunque espero a que lord Ryger comience a moverse hacia el interior de la ciudadela puesto que sería extraño que un simple soldado se adelantase a su señor

Las cosas seguian funcionando como no queria, Lady Missandri nunca fue encontrada y su paradero era desconocido. Pero no quedaba opcion que seguir con la promesa e ir a la boda en la tierra de los rios.

A primera vista todo parecia una maravilla con todos los habitantes de esta tierra invitados al festejo del que no habian estimado dragones.

}voltio a ver quien le hablaba y sonrio amable al ver que se trataba del maestre, que tambien lo trataba bien. Buenos dias Maestre, tiene razon en ambas cosas. Sera una gran union, aunque el posible futuro para el novio en la guerra debera merguar un poco el animo. le respondio con seriedad.

Ha habido un arreglo con el tema de la proteccion del en el que por primera vez nos encontramos? pregunto curioso.

Miro a Sir Neal con una seriedad que parecia molestia, como si hubiera cometido un error. Ser Neal. Debes tener mas firmesa en tus palabras para que se las respete, aun cuando solo hablas conmigo. le corrigio con seriedad. Pero recuerda tambien en nunca faltar el respeto. agrego esperando que no cometiera el error de todo joven de sonar amenazante o gritar cuando solo deberian ser firmes.

Respecto a tu sugerencia es una muy adecuada, iremos ambos a presentarnos. comento volviendo a darle una simple sonrisa a su aprendiz para que viera que no se encontraba enojado con él.

Lord Karyl Ryger os ordena avanzar y os acercáis a la fortaleza de Varamar. Allí se quedan la mayor parte de la comitiva, montando tiendas en los exteriores del castillo. Un pequeño grupo, no más de treinta, entráis en el castillo en el que se va a celebrar la boda.

Uno de los soldados de Lord Ryger se os acerca cuando ya estáis dentro y, susurrándote, te cuenta como estar infiltrado sin dañar la reputación de la Casa Ryger -En esta bolsa tenéis los hábitos propios de un sirviente, aptos para usted y vuestros dos hombres -dice señalando con la cabeza a dos de tus hombres que han entrado con la comitiva -os desharéis de las ropas de la Casa Ryger y os podréis mover con libertad en el interior de la fortaleza. Trataremos de hacer entrar a más de vuestros, en su mayoría a vuestras guerreras, vestidas de cocineras o sirvientes, para que os apoyen.

El rey se mantiene sentado, recibiendo con paciencia a los lores que vienen a mostrarle respeto a él y a los Mallister. En un acto diplomático ha dejado que Lord Mallister y los implicados en la boda tengan un papel central a la hora de recibir a todos los visitantes.

Parece que la cosa está tranquila pero te preocupa el intenso ir y venir de gentes en el interior de la fortaleza. Lores, nobles, soldados, mayordomos, cocineros y sirvientes corren de un lado para otro, llenando cada pasillo del castillo.

El rey se mantiene sentado en los salones principales, recibiendo con paciencia a los lores que vienen a mostrarle respeto a él y a los Mallister. En un acto diplomático ha dejado que Lord Mallister y los implicados en la boda tengan un papel central a la hora de recibir a todos los visitantes.

Parece que la cosa está tranquila pero te preocupa el intenso ir y venir de gentes en el interior de la fortaleza. Lores, nobles, soldados, mayordomos, cocineros y sirvientes corren de un lado para otro, llenando cada pasillo del castillo.

Al ser uno de los lores importantes los señores de la Casa Mallister te reciben con respeto y dignidad, compartiendo contigo su pan y sal y deseando que la estancia durante la boda sea perfecta para vos.

Sir Neal asiente ante tus palabras, mirándote con profundo respeto. A continuación ambos vais hasta las puertas de la fortaleza y sois recibidos por varios guardias. El joven, aunque al principio habla con cierta inseguridad, poco a poco va sintiéndose cómodo con la conversación diplomática y resuelve todo el procedimiento sin necesitar tu ayuda.

El Sir, quince de vuestros hombres y tu mismo entraréis en la fortaleza para mostrar respeto a los Mallister y al Rey Bran mientras que el resto de la comitiva se queda fuera montando tiendas para pasar la noche.

Mientras miraba todo no podía evitar pensar que, si alguien quisiese hacer algo malo, le sería muy sencillo entre tantas personas.

Muchas heridas no cicatrizan con los años y a pesar de todo El Norte Recuerda.

-"El Norte Recuerda"- susurré, para luego percatarme de ello y mirar a Lin.

-"Mantente atento Lin, el día de hoy cuento con tu sagacidad"-

Ya había tomado mis recaudos y al parecer todo marchaba bien, nuestra casa al igual que las demás venía aquí a mostrar su lealtad y gratitud al Rey y sus vasallos.

Compartí el pan y sal que nuestros anfitriones nos ofrecieron y abracé y felicite a los novios y parientes cercanos.

Luego tome mi lugar y espere con ansías a que comenzara el banquete...

Me escabullo con mis hombres hasta un lugar tranquilo para poder cambiarnos -Esconded las armas en algun lugar que sea accesible, solo puñales o dagas con vosotros- Digo cuando acabo de cambiarme y marcho a mezclarme con los invitados. Una vez con ellos bajo la cabeza y me encojo e intento permanecer cerca de las conversaciones y observo a los hombres para ver si hay alguna trampa preparada contra mi o mis hombres

Me sentia orgulloso en ese momento por Sir Neal, aguardando en silencio junto a él. Deseaba que no necesitara ayuda y bastara con su presencia, pero no le negaria si se la pedia. Cuando los arreglos fueron hechos sonrio satisfecho a su aprediz.

Luego de seleccionar a quince de mis hombres me interne junto Sir Neal a la fortaleza de los Mallisters. Debia mostrarles el respeto que merecian por la invitacion y preguntarles un poco por la seguridad. También debia respeto al Rey y averiguar algunos de sus planes futuros. Tenia mucho trabajo por realizar por lo que estaba contento.