Partida Rol por web

Cuatro colores. Y yo que sólo sabía usar el azul. Cuando aprenda a dominar esos cuatro colores llegaré a ser bastante poderoso.

Miré a la anciana con sorpresa esperando que me dijera cuál era ese cuarto color que no había mencionado. En vez de eso, me invitó a salir de la sala para que buscara a mi mentor.

¿Cuál es ese cuarto color? No me lo ha dicho - hablé en voz baja instintivamente, aunque era consciente de que todos en la sala eran capaz de oirme.

-"Paryl"-dice en voz alta y clara-"El paryl es un color que rara vez se manifiesta...pero ya te lo explicará tu magíster"-dice el ama a tu espalda mientras llegas a la puerta y la abres.Fuera hay una bonita muchacha esperando con gesto serio.Al verte su cara muestra cierta sorpresa aunque se recupera con rapidez y se aparta de la puerta para que puedas salir

-"Enhorabuena"-te tiende una delicada mano-"Mi nombre es Eda y parece ser que voy a ser tu mentora"-sonríe con levedad-"Vamos,estarás agotado y hambriento.Todos acabamos destrozados ahí dentro,debe ser por la tensión que pasamos ¿has estado mucho ahí abajo?"-empieza a caminar,todo en ella,hasta sus andares,son delicados.Os dirigís hacia una escalera que ella comienza a ascender a tu lado

Paryl.

Me dejó bastante asombrado la revelación de la mujer. Tenía más preguntas pero por su gesto, deduje que aquel no era el momento ni ella era quién debía contetarlas, así que salí de la habitación para encontrarme con el que sería mi mentor en la Cromería.

Había escuchado historias acerca del Paryl y lo que podían hacer aquellos que eran capaces de verlo y trazarlo, pero no imaginaba que yo fuera uno de ellos. Hasta hace unos minutos, era un monocromo de azul. y ahora resultaba que era un policromo de cuatro colores con Paryl. Tenía que digerir todo aquello.

Abrí la puerta y salí de la estancia. Allí, una chica se presentó como mi mentora y me pidió que la acompañara.

12 segundos. La experiencia ha sido agotadora y sí, estoy hambriento. Todo el asunto de la Prueba me ha abstraído del todo y no era consciente de lo vacío que está mi estómago. Además, el resultado de la Prueba me ha dejado bastante atónito.

La chica caminaba a mi lado y me escuchaba.

¿Sabes el resultado de mi Prueba?

Niega con la cabeza

-"No,sólo sé que tu color principal es el mismo que el mío.¿Qué te ha salido?Yo soy bicroma"-responde la chica.Su tono es neutral como si realmente no le importase mucho ser o no trazadora

Además del azul, el resultado ha dado que poseo habilidades para el rojo, el subrojo y paryl.

Continué subiendo las escaleras al lado de Eda. No sabía que podía representar que fuera policromo, ni lo que se suponía que tendría que aprender o lo que se esperaba de mí. Además, poseer un...no sabía si llamarlo color... una parte del espectro que se suponía que no existía, me había dejado bastante pensativo.

¿Qué otro color trazas tú?

Cuando empecé a hundirme en el suelo, no podía sentir más que pánico, "¿a caso es esta la forma en que voy a morir? ¿sepultado bajo el suelo?". Entonces llegó el fornido supervioleta y me puso la cuerda en la mano. Él tenía razón, el Magíster Thorwil también lo había dicho, solo tenía que tirar de esa cuerda y todo habría terminado. Mi brazo se tensó mientras pensaba en tirar de esa cuerda tan fuerte como pudiese a fin de terminar aquella prueba de pesadilla. Justo antes de poder tirar de la cuerda, me quedé totalmente quieto. Con el pánico inicial, lo había olvidado, ¡esto era una prueba! siendo así, debía haber un modo de superarla.

En contra de mis instintos y de todo sentido común, solté la cuerda, apartándola con un gesto que mostraba aversión, como si esta fuese lo más repugnante mis manos hubiesen tocado alguna vez.

—Malditos, no me toméis el pelo- espeté con clara furia y con un miedo que esperaba ser capaz de ocultar -, si de verdad pensáis que esto es suficiente para amedrentarme, es porque no me conocéis. No pienso retroceder, no habiendo llegado hasta aquí. Y, si mis únicas opciones son huir con el rabo entre las piernas o dejar un grupito de nudistas raritos me asesinen... lo siento, pero elijo la segunda opción, así al menos conservará algo de cara.

Con esto dicho, mantuve erguida la parte del torso que aún no se había sumergido en el suelo y me crucé de brazos, manteniendo la mirada fija en los ojos de aquellos siete. Había llegado a pensar en trazar, pero no se le ocurría de qué le podría servir, lo único que podía hacer era un lubricante con olor a almendras, no era algo muy útil en esta situación.

-"¡QUÉ!"-se detiene y te observa.Se da cuenta de que ha alzado la voz más de lo normal y se ruboriza mientras mira al suelo y alisa su falda,eliminando unas imaginarias arrugas.Cuando te mira de nuevo su voz es apenas un susurro-"Será mejor que no vayas diciendo por ahí que trazas paryl...Supervioleta,sí,será mejor.Yo trazo azul y supervioleta."-posa su mano en tu brazo y se acerca a ti-"Sólo una magíster traza paryl,ella te instruirá.Pero aquí dentro hay muchas envidias,ten cuidado"-te suelta y continúa subiendo,esta vez sin esperarte

Si alguno de los aspectos me oye, necesito ayuda para salir de esta. A cualquiera de los aspectos que preste atención a mis palabras. Esto es lo que soy, no abandonaré la prueba pero no quiero morir aquí. A cualquiera de las luces de la creación, necesito una salida.

Aún había tiempo. Aunque las opciones escaseaban. Las paredes eran solidas ¿Por donde entraba el agua?  Fuera como fuera le quedaba la maldita cuerda como última opción. Aguanta Vingard, hay demasiada gente que depende de ti, no los decepciones.

¡Eh, espera!

La chica comenzó a subir dejándome allí.

¿Qué se supone que significa eso? ¿Qué problema hay en que yo sea así? - ya procuré no decir en voz una palabra que al parecer era tabú allí dentro.

El hombre te pone la cuerda de nuevo en la mano con firmeza mientras se inclina hacia ti

-"¿Prefieres la muerte?Entonces no eres muy inteligente y tanto tu señor como tus padres se sentirán humillados por tu cobardía.Que así sea"-dice incorporándose y alejándose 

En cuanto tu mano toca la cuerda y el hombre se aleja el círculo que tienes bajo tus pies empieza a descender a una velocidad vertiginosa mientras multitud de colores giran a tu alrededor,mareándote.Con la misma brusquedad con la que ha descendido,la piedra se detiene y los  colores desaparecen,quedando tan sólo una tenue luz blanca que no sabes de dónde viene.Un silencio sepulcral te rodea y no ves nada hacia arriba ni hacia abajo.Unas paredes totalmente lisas y negras te rodean

Pasa un largo rato y,de repente,sobre tu cabeza,empiezan a caer miles de bichos: cucarachas, grillos, saltamontes, escarabajos y otros que ni siquiera eres capaz de reconocer.Sus grititos penetran tus oídos mientras se van acumulando a tus pies,subiendo por tu cuerpo,correteando por tu cabeza,tu cara y tus hombros...

Sin poderlo aguantar tu boca se abre,buscando aire y encontrando tan solo agua y agonía.Comienzas a ahogarte mientras toses y empiezas a marearte.Sabes que tus pulmones se están encharcando,en pocos segundos habrás muerto y todo para nada.Los colores giran vertiginosos sobre ti,mientras la vida se escapa de tu cuerpo

Gira la cabeza y espera a que llegues hasta ella

-"Ninguno,no hay problema,pero el paryl es un color que no tiene casi nadie en el mundo,ni siquiera el prisma ¿entiendes?Si tú lo posees muchos te envidiarán,hazme caso,no se lo reveles a cualquiera,no al menos hasta que conozcas y confíes en la gente"-parece que va a decir algo más pero en cambio te sonríe-"Eres un poco bicho raro...o prodigio si lo prefieres: policromo y uno de tus colores es...ese.Casi ningún hombre es policromo"-dice con simpatía, dándote a entender que sus palabras no quieren ser ofensivas

Asentí, aceptando el consejo de Eda. No obstante iba a ser mi mentora, así que mejor empezar a confiar en su criterio.

De acuerdo. - me puse a su lado y continuamos el camino - Pareces joven para ser mentora. ¿Significa eso que tú me enseñarás?

Después de un momento, caí en la cuenta. - No sé si sabrás mi nombre, pero yo no te lo he dicho y no me he presentado como es debido. Me llamo Threkor.

Lucharé

Vingard tira de la cuerda. No tenía sentido morir para resarcir a los poderosos. Si no querían enseñarle a usar su don, lo aprendería solo. No los necesitaba, el bosque sería su maestro.

Vingard estira de la cuerda.

-"No,no me lo habías dicho"-dice divertida-"Joven....sí,pero es mi segundo año aquí,por eso seré tu mentora.No te enseñaré nada de los colores,eso lo aprenderás en las clases,pero yo te ayudaré en lo que necesites.Además de que seré tu guía por la Cromería"-te responde mientras avanzais

Llegais a un elevador al que te hace entrar mientras ella coloca unas poleas y unos contrapesos para que suba,cosa que hace a bastante velocidad.Cuando se para sales a otro pasillo transparente que conecta unas torres con otras,dando la sensación de que en cualquier momento podeis caer al vacío.Pronto el tubo comienza a colorearse con vetas azules.Os cruzais con otros alumnos que parecen ir con prisa,alguno saludan a tu acompañante mientras te miran con curiosidad.

En cuanto tiras de la cuerda se oye una especie de campana sobre tu cabeza y el agua desaparece de golpe,dejándote en pie sobre la piedra y con la cuerda en la mano.Tú estás completamente seco y tus pulmones ya no te duelen,el aire entra con normalidad en ellos.Nada era real,comrpendes con asombro.La piedra comienza a ascender

-"¡Enhorabuena,aspirante! ¡15 segundos en tirar de la cuerda!"-exclama una mujer que no habías visto antes.Todos los "engendros" sonríen,quitadas ya sus máscaras

Miro con asombro a mi alrededor. Todo aquello era nuevo para mí. Había pasado en su vida de granjero, a esclavo, a alumno de la Cromería. Aunque el tema de ser esclavo aún no había desaparecido, el hecho de estar allí dentro aislado del exterior, en aquel momento podría ser un punto a favor.

No olvidaba lo que se le había encargado hacer, pero aún no conocía ni quién era el objetivo, ni donde se alojaba, ni nada de nada. Aunque había recibido instrucciones de que el tiempo no era un problema, no debía olvidar el encargo. Estaba convencido de que el noble tendría ojos allí dentro que le informarían de sus progresos y de si estaba atendiendo a lo que debía.

Dejé que Eda me llevara a donde fuera. Esperaba que fuera al comedor. El haberme hablado de comida me había despertado el hambre.

"No era la respuesta correcta", era lo único en que podía pensar mientras la plataforma descendía, aún así, tampoco debía de haber fallado, al fin y al cabo, no había tirado de la cuerda y no estaba muerto, todavía. La súbita parada de la plataforma me hizo trastabillar y, eso sumado al mareo producido por los colores, casi hizo que me cayese. El lugar donde había acabado era un tanto extraño, lo más desconcertante era esa luz blanca, "¿de donde viene?" me preguntaba. Pasado el rato, empezaron a caer todos esos bichos. Todo estaba repleto, no podía deshacerme de ellos, estaban por todas partes. Si pudiese trazar, al menos podría haber encerrado a la mayoría de esos bichos en gelatina naranja, pero ahora no podía trazar, no sin algo naranja, ahora empezaba a entender por que todo el mundo solía llevar un par de fundas oculares.

Solté nuevamente la cuerda mientras intentaba mantener la calma y apartaba de mi a todos esos bichos aplastando a cuantos podía, no era algo muy efectivo, esas cosas parecían no tener fin. Mientras intentaba encargarme ellos pensaba en la prueba, ¿qué es lo que estaban probando? Esto no podía ser una simple prueba, debía haber un modo, siempre hay un modo. La clave no era trazar, si lo fuese, me habrían dado la oportunidad de hacerlo aquí abajo, había algo más, tan solo no podía verlo.

Los bichos seguían arañándome y arrastrándose por mi cuerpo, si no hacía algo rápido, realmente podría acabar devorado por aquellas pequeñas criaturas y eso no era que pareciera muy agradable. Consigo traer algo de calma a mi mente y empiezo a contemplar todo lo que me rodeaba (paredes, la negrura que se alzaba sobre mi, los bichos muertos y los vivos, todo), debía de haber algo.

Una espiral de colores empieza a girar a tu alrededor de manera frenética mientras los insectos siguen por tu cuerpo.Notas que alguna araña se introduce en tu oído mientras otra cosa se mete por tu nariz,obligándote a abrir la boca para respirar,lo que provoca que un saltamontes entre en ella,ahogándote con sus antenas