Partida Rol por web

Naya le devolvió el gesto a Garret y sonrió a Threkor al ver que tambien la apoyaba.

Fue entonces cuando se dio cuenta de la conversación de aquellos dos. No la recriminaron por acercarse así que no cambió su posición hasta que notó que se le había aflojado una de las vendas.

Comenzó a recolocarsela y se detuvo en aquel gesto un momento - Anthor se hizo unas gafas parecidas pero desconocía el uso del blanco... - su rostro mostraba asombro sincero

- Pues nada Kip, me quedaré cerca tuyo en la batalla para que puedas usarlas. O Elric...- añadió mientras miraba a su compañero de la guardia negra.

Esperaba tenerlo al lado cuando se enfrentaran al enemigo y su pelo blanco podría ayudar al chico.

Se giró con la mano en la empuñadura en cuanto escuchó los gritos pero se relajó al ver que no había peligro.

Al poco entró Puño corroborando que no había de que preocuparse. Cuando ya se marchaba Naya se acercó a él - Pido permiso para comentarle una cosa, comandante. A solas -

Sin mucho que hacer dejo el petate cerca de una de las camas mientras observo las gafas que Liv le regala a Kip. Había oído hablar de ellas y aunque podía entender lo útil que era poder ver tu color en cualquier momento, no podía evitar pensar que eran demasiado frágiles para llevarlas a una batalla. Cosa que prefiero callarme, pues obviamente la conversación era personal.

Es entonces cuando escucho los gritos de arriba y acto seguido veo al que supongo que era el gobernador cayendo por delante nuestra, sorprendido avanzo hasta el balcón para ver a otro más acompañando al primero que ya estaba pidiendo ayuda en el agua. Todo esto es tan ridículo que no puedo evitar reírme mientras escucho la voz del Prisma dejando claras sus intenciones.

- No se si claudicar es la palabra adecuada para aceptar el ultimátum de un hombre que puede matarte con solo pensarlo, pero si ese es el caso creo que acaban de hacerlo.- le comento divertido a Liv mientras me apoyo en la repisa del balcón.

Al poco rato llega Puño de Hierro para indicarnos que esta habitación iba ser nuestro lugar de descanso para acto seguido irse sin más. Visto que nos quedábamos solos y aún era pronto decido ir a dar una vuelta por el palacio.

- Bueno, ¿a alguien le apetece conocer el lugar?- comento en general aunque no puedo evitar desviar mi mirada hacia Mescía un momento.

La idea de Naya era la mejor que tenían por el momento, así que Eleanor se limitó a esperar, permaneciendo alerta. Estaba intranquila, pero no podía hacer nada. Vio el regalo que le hizo Liv a Kip con curiosidad. Había oído hablar de ellas pero nunca había visto unas en persona. Para cualquier monocromo serían muy útiles, pero se preguntaba si existiría algún mecanismo para los policromos. Por suerte, su color no era tan difícil de encontrar en una ciudad y ella además tenía una ventaja. Se acarició la coleta rubia que llevaba, comprobando si podría verla desde ese ángulo con un simple movimiento de cabeza. No conforme del todo, la dejó más baja y se colocó el pelo a un lado, sobre el hombro. 

Y luego llegó el desconcierto. Las voces de arriba y la figura cayendo, hicieron que Eleanor se asomase al balcón, comprobando con alivio que tanto el que acababa de caer como el que le siguió después, aterrizaron en el agua. 

- No creo que esta fuera la mejor forma de hacerlo, pero... - murmura la joven, observando todavía a los caídos. "Claro que nos quedamos, ¿quién se iba a atrever a impedírnoslo?" pensó ante las palabras de Puño de Hierro - Tampoco es que tengamos mucho que hacer aquí, y mejor conocernos este sitio por si ocurre algo. - respondió a Garret, dejando su petate cerca de otra de las camas. Le hizo un gesto a Aram con la cabeza, por si él también quería acompañarles.

Flit asintió sonriendo al ver que uno de los Melciah apreciaba su trazado de la daga solo por si acaso. Con tono serio y sin dejar de controlar las puertas dijo

"No dos veces. Nunca más"

Pero sus inquietudes se disiparon al ver el cuerpo volando y cayendo al agua. El hombre-pajaro había volado y nadie en la guardia se había movido lo más mínimo por lo que eso debía significar que la autoridad del prisma era reconocida o que la guardia odiaba a aquel tipo tanto como para no defenderle. La voz del prisma tronó con la autoridad de un Dios, como si Orholam hablará a través de él y estuvo seguro que nadie se atrevería a desafiarlo, nadie con sentido común. Con un gesto rápido deshizo la luxina y la daga se desmoronó en pequeños cristalitos mientras el puño anunciaba que ese sería su aposento hasta nueva orden.

Garret y Eleanor se iban a ir a explorar y aunque lo habían preguntado parecían querer salir solo con Mescia y Aram. Flit se fue a un rincón y comenzó a leer un libro sobre curaciones, en breves sus vidas dependerían de sus habilidades y su entrenamiento había sido tan pequeño que podría considerarse inexistente.

El no volvería, pero el resto sí, lo juraba por Orholam.

El comandante se detuvo al escuchar a Naya y tras una breve vacilación asintió haciendo un gesto con la cabeza para que la chica le siguiese.Juntos salieron de la estancia

Mescía y Aram se miraron con frialdad pero ambos se pusieron en pie

-"Yo voy con vosotros,siempre he querido ver este magnífico palacio.Vamos"-dice alegremente enlazando su brazo en Garret y dándole un beso en la mejilla

Los cuatro salen de la estancia

Estaba tranquilo vigilando las entradas hasta que Liv insinuó que estaban haciendo el ridículo por estar en guardia.  Iba a responderle pero dejó pasar su idea por la cabeza, decirle a la mujer que la ultima vez que fue a un sitio donde había mucha gente y que no estuvo atento a los posibles peligros entraron por todos lados y murió mucha gente, incluido Kile, no había tenido estima al muerto, en sí a ninguno de los que habían muerto excepto la empatía que pudo sentir con Asha a través de Naya.

Enfundó su arma y se levantó colocando esta en su cintura, justo en ese momento miraba las gafas con curiosidad pero algo hizo que se girase hacia la ventana, sus compañeros salían a ver que ocurría, el  tuvo la intención pero recordó que las balas pueden volar desde cualquier dirección y prefirió mirar desde detrás, por lo visto el prisma estaba tirando a gente por la ventana, le parecería divertido imaginó, no entendía muy bien que hacían allí, habían venido para la guerra, y lo primero que hicieron fue meterse en una habitación rellena de cojines para los delicados traseros. 

Al rato el comandante les indicaba que se quedarían allí a dormir, habían tenido su propia guerra en el piso de arriba y no habían participado, esperemos a ver como acontecía la siguiente. Parecía que algunos habían decidido salir a ver la ciudad, Eleanor y Garret, había hablando con la primera en el barco más de lo que había compartido el tiempo con ella en la cromería estos días, al chico no había cruzado más que un saludo cuando se cruzaban. Por otro lado habían escuchado su nombre en la conversación que tenían Kip, Liv y Naya, no sabía de que hablaban pues no les había prestado mucha atención tras ver con curiosidad las gafas, pero Naya le había mirado unos segundos, pero no le indicó nada ni le insinuó que se acercase, al contrario ella se alejó de los otros dos en dirección al comandante. 

Se giró y acomodó su petate la esquina, esperó que sus compañeros entendieran que iba a quedarse en esa zona y que no tuviera que marcar el terreno para que lo notaran. Cogió su pequeño saco de monedas al que había modificado el cordel haciéndolo mucho mas largo y se lo colgó del cuello dejando el saco a la altura de su estomago, metió este por dentro de la camisa y se giró sin decir nada a la espera de ver quienes salían y quienes no para tomar una decisión. 

Ambas parejas salieron de la habitación como todos esperaban, y Naya se alejó con el comandante hacia un lugar privado, era curioso todo, a los minutos sin decir nada salio a la calle, la curiosidad por ver el lugar le había sobrepasado.

Se puso al lado del comandante intentando adaptarse a los pasos del comandante. Miraba al frente sin saber muy bien si preguntar aquello, aunque realmente la excusa de hablar era por disfrutar de su compañia un rato por si acaso la cosa se torcia en la batalla. La noche del baile descubrió lo valioso que era aprovechar el momento pues nunca se sabe que sucederá en los próximos minutos.

Antes de hablar se aseguró que no hubiese nadie cerca - No se si sabe donde se encuentra la señora Karris... - lo dijo bajito mientras lo miraba de reojo pues no estaba segura de si él estaba al tanto de eso.

Su rostro reflejaba preocupación, tensión y un ligero anhelo - Si lo sabe solo quería preguntar si se tenían noticias... -  justo en ese momento le pareció una pregunta infantil y sin sentido, pero había aguantado mucho tiempo sus temores y dudas sin compartirlos con nadie. Había empleado toda su energia en recuperarse de la muerte de su madre y su hermana pero el dolor de pensar que su padre estuviera sufriendo seguía ahí latente, como una gota que cae poco a poco sobre un mismo sitio hasta que va erosionando la superficie muy muy muy lentamente.

Y así se cierra una discusión.

Comenta, al aire, mientras cierra los ojos apoyado con bastante comodidad. Con su oído más agudo presta atención a la lección de las gafas caras que probablemente nunca vaya a comprarse, también al gran y enorme poder divino del Prisma que a veces le hacía preguntarse que porqué ese hombre necesitaba cualquier tipo de protección, más bien habría que proteger al resto de su ira. También escucha cómo Naya se marcha con el Comandante y Garret con Mescia y Eleanor y Aram. ¿Juegos de parejas? Mal momento.

En cualquier caso, estaba claro que dormirían aquí así que comienza a estirarse. Abre un ojo para fijarse en los gemelos y en esos comentarios de asco hacia el lugar. No comprendía demasiado bien a la gente como ellos o como Flit así que intentar participar en la conversación probablemente sería contraproducente.

Poco a poco su respiración se torna más lenta y pesada, casi como quien comienza a dormirse.

El grito y el sonido de alguien cayendo al agua me sacó de mis pensamientos. Parecía que al final teníamos un lugar donde alojarnos.

Me aceruqé a una de las camas y dejé mis cosas sobre ella. Miré de reojo a Elric, el raro e intenté mantenerme lo más alejado posible de él. No me gustaba demasiado esos aires de superioridad que parecía tener. Seguramente se creía mejor que los demás por algún motivo.

Iba a responder a la petición de ir a investigar la ciudad, pero al ver que salían juntos Garret y Eleanor, preferí esperarme. Nunca me había ido el tema de ir de carabina por la vida. Cuando todos se hubieron decidio, salí de la habitación tras Elric, pero tomando otro camino diferente por entre la ciudad.

No iba buscando ni tenía una dirección prefijada, más que nada porque no conocía la ciudad. Simplemente quería conocer el entorno en el que nos moveríamos en los próximos días y reflexionar un poco sobre los acontecimientos de las últimas semanas.

Después de ver como el prisma y su maravilloso poder mandaban a volar gente por los aires, me di cuenta que mí precaución fué cuanto menos, extrema y sobre estimulada. El podría hacer lo que quisiera, incluso acabar la guerra sin luchar. 

Pensé optimista mientras me desajustaba los guantes pero sin dejar escapar el poco subrojo que había acumulado. Comenzaba a ver más factible trazarlos en lugar de ponermelos. Pero no era muy diestro. Y quizá podría reflejar los ataques si pulía mucho la superficie de metal. No lo había intentado porque era un area pequeña, y solo tenia a Ren para probar, lo que en muchos casos significaba perder la mano en un experimento. 

-Ajá- asentí energicamente al comentario de Secse mientras guardaba los guantes y elegía una cama. Preferiblemente cerca de la ventana. 

Para cuando Elric salió ya había terminado y me dispuse a ver por la ventana. La vista no era de mí agrado en lo absoluto. Pero el aire fresco si que lo era. Despues de unos segundos vuelvo a mí bolsa.

-¿Puedo? -pregunto sacando la vieja flauta de la bolsa. Al final nunca fuí a comprarme una nueva en la cromería- Siempre me ayuda a dormir. 

A todo esto era otro modo de practicar la concentración. Aun no había soltado la luxina subroja que ya llegaba a cubrirme la mano. La sentía caliente, en comparación con el resto del cuerpo. 

Iba a tocar y ver si podía hacerlo sin soltarla luxina. 

Tenía demasiadas cosas en mente. Por un lado aún tenía que intentar acercarme a la Magíster Arien para marcar unos libros con lo que me había dado el Conde. Por otro teníamos el ataque y los motivos aún sin descubrir del porqué secuestrar trazadores y de la masacre.

Además, por si fuera poco, tenía el asunto de Eda. Esa chica tenía más secretos que los que podía imaginar. Ahora que había conseguido que ella confiara en mí, descubro que tiene otra cara más oculta que las que había logrado desenmascarar. ¿Qué secretos aún más oscuros que el hecho de estar embarazada y querer abortar, escondía la inocente Eda?

Ahora, allí a millas de distancia, no podía hacer nada más que elucubrar sobre los posibles motivos de Eda para ocultarme esos secretos. Creo que todo tiene origen en su padre. Tendría que averiguar más de él.

Y no nos olvidemos del tema del Paryl y la investigación que teníamos pendiente Teia y yo. Paryl sólido. Usado para asesinar sin dejar rastro. Y una persona por ahí suelta capaz de hacerlo con habilidad.

Demasiadas cosas en las que pensar mientras caminaba sin saber exactamente donde me llevaban mis pasos.

Los gritos de un desconocido me ponen alerta, provocando que sacara mi arma listo para defenderme de lo que segun yo pensaba: Un ataque sorpresa, pero para mi decepcion o ¿suerte? solo resulto ser alguien mas inesperado, eran las personas que charlaban con el Prismas. Por el cual, el usando el don del poder lo habia lanzado al mar, dado su poca consideracion a su propuesta y persona- Un pequeño dictador, pero bueno. El poder es para los fuertes, los debiles perecen-Pienso mientras guardo mi armas, en el cual en ese momento Lennart aprovecha para sacar la Flauta y pedir permiso para su canto, cosa que me parecio una estupidez. Solo delataba que estaba profundamente nervioso por visitar nuestro hogar de nuevo. Y dado la fama de tiene la Guardia negras de ser muy militares,capaz que le llegen a dar una regañada ¡ o peor aun! ¡me den el regaño a mi persona, pensando que soy el!- ¿En este lugar ? ¿ Seriamente ? ¿No seria mejor que platicaras tu trazo ? Haber Hermano, ¿has platicado la bomba que os lo mencione durante el ataque ? Un cuchillo recubierto con tu Subrojo, deberia dar un daño extras para el enemigo.

El chico mira a Ren y se rasca la nuca

-"Liv,éste es Ren.Nos ayudamos mutuamente en los estudios....o al menos nos hacemos algo de compañía en la biblioteca.Yo estudio y él me da ideas.Ren,Liv es una gran amiga y lleva más tiempo en la Cromería así que quizás qiueras unirte a nosotros....Bueno,y el resto también,claro"-dice poniéndose rojo hasta las orejas

El comandante y tú os dirigís por uno de los pasillos alejandoos de los guardias que hay repartidos por el lugar.Una vez a solas el hombre se detiene y te pone una de sus enormes manos en el hombro

-"No,Naya,no tenemos noticias de Karris.El Prisma la envió aquí a por tu padre y es una gran guerrera así que no te preocupes,pronto sabremos algo"-sondea tus ojos-"¿Estás bien?"-pregunta.A pesar de su tono impersonal comienzas a conocerle un poco y sus ojos reflejan preocupación ¿o son imaginaciones tuyas?

Mientras unos van a inspeccionar el palacete otros os dirigís a la ciudad aunque sin alejaros excesivamente del edificio por temor  a perderos en el barullo de aquella enorme urbe.

El Palacio de Travertino está bellamente decorado y no le faltan detalles para asegurar la comodidad de sus habitantes.Diversos guardias están apostados en los pasillos aunque su actitud es indolente y os miran con indiferencia mientras pasais por delante de ellos.Accedeis a varias salas ricamente adornadas,donde objetos sumamente valiosos y obras de arte os dan la bienvenida

Los que pasean por la ciudad se ven sorprendidos por el bullicio reinante.La amalgama de personas en impresionante y la variedad de vestuarios y acentos da una idea de la diversidad reinante aunque no es inusual debido a que cada pocos años la ciudad es regida por una satrapía diferente.Desde la Guerra de los Prismas las Satrapías se repartieron la ciudad como si se tratara de una enorme tarta de la que todos podían disponer y aunque los habitantes se han adaptado bien algunos siguen mirando con suspicacia a los recién llegados

Entre unas cosas y otras se va a cercando el anochecer y todos decidís volver a la estancia que os han asignado

El sol comenzaba a acariciar el horizonte y como si esa fuera la señal que esperaban los esclavos de cámara entraron para encender las lámparas y un fuego

De un modo u otro os habéis estado entreteniendo con cartas,dados,lectura,estudio,charlas o simplemente descansando.Liv y Kip apenas se han separado excepto cuando os llevaron la comida pero se han tirado la mayor parte del día ejerciendo de maestra y alumno.Si alguno se ha unido ha estado escuchándoles intercalar información útil con recuerdos de su infancia

-"Y ahora por fin la Voluntad"-está explicando Liv en ese momento al chico-"La voluntad cubre multitud de desperfectos,del mismo modo que..."-

-"El amor cubre multitud de pecados"-declaró desde la puerta una profunda voz varonil.Kip y Liv giraron las cabezas de golpe

-"¿Padre?¡Padre!"-chilló Liv dando un salto y corriendo hacia él arrojándose en sus brazos.El hombre se rió y la apretó con fuerza entre su pecho-"¡Me dijeron que habías muerto!"-la chica comenzó a llorar-"No me lo creí pero estaba tan..."-se detuvo incapaz de continuar mientras el hombre cerraba los ojos,limitándose a abrazar a su hija

El general Corvan Danavis era un hombre atractivo de poco más de cuarenta años que parecía estar en forma.Su piel luce un intenso bronceado y no queda ni rastro del célebre bigote con cuentas que le caracterizaba.El halo rojo de sus ojos azules abarca aproximadamente la mitad de sus iris y las arrugas le dan un aspecto más interesante si cabe

Tras unos instantes el hombre apartó a su hija con delicadeza

-"Soy increíblemente resistente.Estás más guapa que nunca,Aliviana"-la chica protesta restregándose los ojos-"Tal vez incluso un poquito más que tu madre.Estaría muy orgullosa de ti"-la joven se ruboriza halagada-"¿No te parece bonita,Kip?"-el aludido farfulló algo como si se estuviera ahogando mientras Liv le regañaba.Corvan soltó una carcajada-"Mi día no estaría completo si mi hija no se avergonzara de mi.Perdona Kip"-sacudió la cabeza asombrado-"Kip Guile...es estupendo volver a verte,chico"-mira al resto de los presentes-"Disculpad que haya entrado así pero necesitaba ver a mi hija.Soy Corvan"-se presentó el hombre antes de volverse de nuevo a Liv-"Chicos me encantaría disponer de tiempo para ponernos al día pero el Prisma acaba de darme trabajo"-ante la mirada interrogativa de Liv el hombre aclara-"A pesar de ser enemigos en el pasado ambos hemos hablado y hecho una especie de tregua ya que nuestros intereses son comunes.Se me ha encomendado la defensa de Garriston.Se trata de una posición menos envidiable de lo que os imagináis,por mullido que sea el colchón aún cuesta conciliar el sueño cuando la vida de diez mil personas está en tus manos.El ejército del rey Garadul llegará dentro de unos cinco días y si queremos conservar esta ciudad tendré que organizar una defensa más brillante que la que he visto hasta ahora.Ahora he de poner unas cuantas cosas en movimiento pero vendré a medianoche a verte y mañana hablaremos todos puesto que al parecer participaréis en la defensa.Liv ¿sabes algo acerca de Karris Roble Blanco?"-pregunta a su hija

Se encoge de hombros ante la pregunta del general

-"Es la única bosquesangrienta de la Guardia Negra,una luchadora consumada,bicroma que estuvo a punto de convertirse en poli,quizá la trazadora más rápida de los Jaspes ¿por qué lo preguntas,padre?"-