Partida Rol por web

El tipo que tenía aparte de parecer que tenía más fuerza que el, era más rápido, cosa que no esperaba, tras recibir el puñetazo y ver que casi tropieza, aunque fuera un golpe de suerte no baja la guardia aprovechando que se reincorporaba y conociendo su propio cuerpo, sabía que si golpeaba en su cuello perdería la respiración por unos segundos y si golpeaba en su nariz podría marearse cosas que le habían pasado a el en sus años en el bosque, aunque se decidió por darle al cuello para agobiarlo lo máximo posible.

Alzó su mano hacía el y trazando el azul quiso probar si le salía lo mismo que intentó con Liv, esa máscara azul que cubriera los ojos completamente de su enemigo y que le fuera muy difícil de quitar ya que cubría toda la parte que pudiera darle algo de visión en su cara dejando libre todo lo demás, como si llevara un antifaz bien sujeto.

Viendo que no le salía se lanzó a darle el golpe que había planeado, golpeando plenamente en su objetivo se retiró unos pasos para ver lo que pudiera hacer su enemigo para contraatacar.

Naya rodó hacia un lado sin poder evitar soltar un grito de dolor. Se quedó boca arriba justo al lado de chico, pero sin tocarlo. Jadeando, con su brazo derecho alzado y mirando hacia su pulsera intentando absorber toda la luz posible para crear una daga.

Le costó trazarla y tuvo que recurrir a, llamemosle fuerza de voluntad por no llamarla mala leche.

Una vez que sintió el peso del arma se giró un poco para apuntarle al cuello.

- Como intentes cegarme otra vez te juro que no me temblará el pulso. Pelea como un hombre y hazlo con los puños - hablaba con una sonrisa, cómo si realmente estuviera disfrutando, pero se podía sentir la determinación en su voz.

La bella combatiente seguia sin rendirse a pesar de las heridas que le había inflingido durante todo el combate y sobretod a pesar de que yo aun podia mantener el ritmo de combate bastante tiempo mas. No me quedaba muy claro que quería demostrar o a quien, pero aun asi me parecia loable su voluntad de superación.

-Puños? creia que eramos trazadores no vulgares maleantes en una pelea de taberna- dije concentrandome nuevamente en disociar el color verde... se trataba de transformar esa luz en materia...y luego usarla para mi beneficio. Usando primero mi fuerza de voluntad mantuve las espinas que estaban cubriendo mi cuerpo... verdes espinas y agujas que aún estaban manchadas con la sangre  carmesí de Naya, tras esto mi mente decidió el siguiente curso de acción lógica.

-No te preocupes...nada de ceguera, quiero que veas esto...pero no te vayas tan lejos me encantan tus abrazos- dije con una sonrisa mientras formaba unas lianas verde esmeralda que se deslizaban por el cuerpo de la aspirante a guardia negra. Rodeando sus piernas, sus muslos, su cintura, atrapando su cuello en un humedo y ferreo abrazo destinado a hacer que se pegase a mi cuerpo nuevamente, fundiendose con el mio como dos amantes lo harian. Pero claro...ese abrazo que podria ser considerado calido o incluso lascivo contaba aun con un pequeño detalle de mi anatomia... todas las agujas y espinas que aún sobresalian de mi piel y que se fueron clavando inexorablemente en ese abrazo que le estaba dando, dejando su cara a escasos centimetros de la mia.

Fundidos los dos entre enredaderas, con mis labios aún sintiendo su aliento y el olor a cedro inundando nuestra fosas nasales le susurré.

-Por favor deberias rendirte antes de que nos hagamos daño-  dije guiñandole un ojo con una sonrisa en mis labios.
 

Naya intentó zafarse del agarre de aquellas lianas, pero fue imposible. No sabía como narices hacía aquello pero desde luego tenía que entrenar más. Intentaba desesperada pensar algo que hacer pero sentía sus músculos doloridos y su ego bastante magullado.

Cuando estuvo encima de él tuvo que morderse el labio con rabia para no gritar de nuevo mientras sentía las agujas perforando de nuevo su carne. Su mirada reflejaba esa rabia. Su coleta caía lacia hacia un lado de su rostro llegando a cubrir parte de la cara de Luther. Su respiración era forzada por el esfuerzo de no gritar.

- La Guardia Negra emplea los puños. El trazar es un recurso secuandrio. Para eso están los trazadores de combate - dijo alzando una ceja irónica cuando acomodó el dolor a su cuerpo. - Me rindo - soltó todo el aire de sus pulmones con cierta frustración - Por ahora -

La rendición forzada de Naya hizo que la dejase de abrazar, para a continuación notar como toda la luxina verde que había creado iba deshaciéndose a mi alrededor. Mi ropa estaba algo maltrecha por todas las púas que habían atravesado en el combate y claro luego estaba toda esa sangre que había manchado mi flamante nuevo uniforme...espero que tengan más pues mi destreza con la aguja y el hilo aun esta en entredicho.

Normas... a mi nadie me dijo que habían normas de como había que pegarse pensé, tal vez alguien lo dijo pero estoy seguro que no lo anoté en ningún sitio. Así que solo hay que combatir con los puños aquí? suena bastante aburrido para ser un cuerpo de élite. Ni siquiera estoque o algún arma vale?

-Vaya desconocía que había algún código ético sobre esto de los combates...ya sabes soy nuevo y eso.- dije con sinceridad... Aunque probablemente me habría saltado las normas igual.

El olor a cedro inundaba aun mis fosas nasales, mezclado ahora con el metálico de la sangre y el salobre del sudor por el ejercicio. Y ahí estaba yo, tumbado en el suelo boca arriba con probablemente la mejor combatiente de los aspirantes encima mio después de un extraño abrazo. Si... parecía todo un poco raro a vistas del resto...aunque creo que estaban muy ocupados con sus propios combates como para fijarse en nosotros.

-Ehhh no voy a ser yo quien me queje, eres de las chicas mas atractivas que hay por aquí, puedes quedarte ahi arriba todo lo que quieras, pero la gente puede empezar a pensar en lo que no es Naya, ha sido un buen cuerpo a cuerpo- dije con una sonrisa sincera.

- No he dicho que haya ningún código. Pero ahora..- apoyó las palmas de las manos en el suelo, una a cada lado del joven, y las rodillas también para poner distancia entre ambos - ..no tengo fuerzas ni ganas de explicarte las diferencias - se apartó con pesadez, quedando sentada en el suelo. Se llevó una mano al pecho palpando las heridas, aunque realmente le dolía todo.

- Ha sido una buena pelea. Mis felicitaciones - miró de soslayo buscando la mirada de Puño. Seguramente se sentiría decepcionado...

Se dobla por la mitad con tu puñetazo y el golpe en la nuca hace que caiga de rodillas y suelte un gruñido de dolor mientras intenta clavar un codo en tu entrepierna que falla por poco.Con un rápido movimiento comienza a incorporarse pero antes de ponerse derecho totalmente toma impulso y se lanza de nuevo a tus partes,esta vez sí acertando de lleno en la parte más sensible de tu anatomía

A pesar de que le golpeas con fuerza el chico apenas parece inmutarse lo más mínimo aunque escupe sangre a los pies mientras su cuerpo comienza a teñirse de azul y una enorme maza se materializa en sus manos.

Daelos te mira con una sonrisa cruel y alzando la maza para tomar impulso realiza un movimiento circular con ella y la estampa en tu costado con un fuerte golpe que te deja sin respiración y probablemente con alguna costilla rota

El chico pega un grito asustado cuando las llamas lamen sus piernas pero reacciona con rapidez y de un salto se aparta del sitio y se quita la camisa para tratar de apagar las llamas mientras te mira con fiereza.Por suerte son pequeñas y se apagan con rapidez

-"¿Estás loco?Así que esas tenemos,eh"- te mira con fiereza mientras todo él se vuelve rojo y una enorme bola llameante sale disparada en tu dirección impactando con fuerza en tu cara a la vez que el chico corre hacia ti y te golpea fuertemente con el puño en la sien haciendo que trastabilles hacia atrás ligeramente mareado

El chico te mira con sorpresa desde el suelo y una sonrisa se dibuja en su cara ante la fiereza de tu rostro.Con un rápido movimiento de sus manos te coge de los pies y tira para que caigas al suelo aunque no lo consigue por poco por lo que su mano intenta un golpe hacia arriba,hacia tu estómago,que falla de nuevo de manera estrepitosa

El chico encaja el golpe que no termina de darle de lleno por lo que traga saliva llevándose una mano al cuello antes de abalanzarse contra ti y comenzar a golpearte en la cara con los puños

El chico no es gordo sino grande y ancho por lo que te saca un par de cuerpos.Ante tus palabras alza las cejas y sonríe sardónicamente antes de flexionar las rodillas y lanzarte una patada lateral que impacta en tu barbilla con fuerza seguido de un puñetazo en el costado que hace que te dobles y gimas ante la fuerza con la que te golpea

Viendo que su Golpe no surtía mucho efecto y que la mala bestia que tenía frente a el golpeaba su cara si parar, intentó posicionar su rostro de la manera en que los golpes le fueran lo menos dolorosos posibles, no lo consiguió totalmente con éxito pues el segundo impacto si que lo sintió. 

Aprovechando que tenía al gorila delante intentó trazar luxina azul para cubrirle toda la cabeza y hacer una especie de casco sin orificios por donde respirar ni ver ni nada, como en las demás ocasiones falló el intento pero no desistiría volvería a intentarlo. 

Con su pierna golpeo la rodilla de Cruxer hasta intentar dislocarsela. pero su golpe se fue al aire, no le había salido nada bien, por suerte había resistido decentemente la embestida del hombre y se preparaba para lo siguiente que pudiera hacerle

Me incorporé con mis ropas hechas jirones y manchadas de sangre. Parecía sacado de un callejon del muelle despues de haber perdido una pelea. Me estiré un poco descontracturando mi espalda despues de estar en una posición tan forzada. Los musculos me dolian un poco por el esfuerzo de trazar todas esas puas y agujas...

-Bueno ha sido simplemente una pelea...buena? creo que la unica buena aqui era mi contendiente, tienes una buena derecha y estas en mejor forma que ninguna de las que estan entrenando aqui. Tienes pasión y un toque de determinación suicida- dije con la mejor de mis sonrisas mientras le tendía la mano para ayudarle a levantarse.

-Ha sido un honor pelear contigo, aunque creo que te prefiero a mi lado en medio de una batalla si me dan a elegir- le dije guiñandole el ojo.

Aún asi la victoria me habia dejado un sentimiento agridulce, veia que Naya debia de ser de las reclutas que más enserio se tomaban el acceso a la guardia negra.Para mi una victoria o una derrota no significaban nada aquí en cambio me daba la sensación por el tono de su voz que a ella si... Bueno siempre puedo decirle al instructor que he perdido, tal vez eso la anime un poco.

-Me siento algo culpable por las heridas, dejame al menos que te acompañe a la enfermería, podemos irnos ahora que no se fijan en nosotros y evitar el revuelo, no creo que nadie tenga que saber que te has renido hoy, creo que aqui hay mucha gente que adora usar este tipo de cosas para fastidiar al resto- dije con sinceridad recordando mi epoca de instruccion en el gremio y como cualquier error era usado por los compañeros para hacer sangrar a este hasta que se rompía.

-Y no pienso aceptar un no por respuesta...se que eres mas fuerte que yo y que me puedes hacer saltar los dientes de un puñetazo, pero has perdido mas sangre que yo... y creeme de esto si entiendo- pronuncié dandole la mano para ayudarla a levantarse y que se pudiese apoyar en mi despues
 

- Bueno, yo también te prefiero sin duda alguna a mi lado en la batalla - se le escapó una risa que fue sesgada de golpe debido al dolor que la atravesó de forma punzante.

Le cogió la mano y se incorporó lo más rápido que pudo, apretando los dientes para no gritar.

- Si. Será mejor que vayamos a la enfermería, pero antes debemos pedir permiso al instructor Rask - apoyada en Luther y con pasos lentos llegaron hasta su objetivo. Naya soltó su apoyó y se colocó en posición, aunque no era tan erguida como solía ser.

- Permiso para ir a curarme las heridas, señor -

Conforme el golpe le estampa le vence, haciéndole retroceder con un violento movimiento hacia atrás de tal modo que retrocede y cae al suelo. 

- ¡Urgh!  Aff... Af... -Logra reincorporarse a duras penas pero teme haberse roto una costilla, tose de forma peligrosa y lastimera tras el impacto. Desde luego duele como si así fuese. No tardo en escupir de entre sus labios una mezcla acuosa de sangre y saliva mientras miraba a su adversario. Se estaba enfrentando a un lunático, a un sádico.

Cierra los ojos con rostro mientras compunge su rostro de dolor pero hace un sobresfuerzo por mantenerse en pie, estoicamente logra hacerlo y alza el mentón con aguerrido orgullo. Una cosa está claro, se ha curtido a base de mano dura.

Estudiando la trayectoria que puede tener esa terrible maza se acerca hacia él, haciendo un movimiento oportuno para tratar de agarrarle del brazo y así impedirle el letal arco. Y conforme le detiene, aguanta un forcejeo para tratar de arrebatarle el arma y estamparle un rodillazo en el estómago, su guardia baja. 

El muchacho era mucho más duro de lo que en un principio ya me aparentaba... y no tarda en incorporarse tratando de alcanzarme mis partes nobles. Algo que me enfada sobremaneta, aunque en un principio falle, pero es por culpa de mi enfado que no soy capaz de ver como se vuelve a lanzar contra mis partes, alcanzándome, sólo que no noto que me haga daño de ninguna forma, algo que, ahora sí que sí... me indigna... Le miro durante un segundo a los ojos, con cara de pocos amigos. Le agarro de las rastas y le llevo la cara contra mi rodilla, para que cuando se levante por el impacto, le pegue una patada en la rodilla. Aunque este último ataque no sale como esperaba, pues retrocede un paso, lo justo para fallar el golpe.