Partida Rol por web

Aquí puedes escribir lo que quieras sobre tu pj.Los objetos que vayas obteniendo,comprando...información que sólo desees ver tú.Preguntas relacionadas con tu pj,etc...En fin,lo que quieras 

-"¡Naya!"-grita tu hermana desde el recibidor mientras tú terminas de meter lo último en tu bolsa de viaje y corres escaleras abajo a reunirte con ella

El gran día ha llegado,hoy ambas realizareis el examen de admisión a la Cromería y,con un poco de suerte,ambas seréis admitidas.Al contrario que tú ella no desea realmente entrar en la Guardia Negra,pero eso sólo lo sabes tú pues a tu padre no se lo diría ni loca.Así que allí estais las dos,despidiéndoos de vuestra madre para dirigiros hacia lo que esperais sea vuestra nueva vida

Como siempre, había dormido poco y mal. Era algo habitual en ella, pero esta vez había un motivo. Por fin había llegado el día en que tenía la oportunidad de ingresar en la Cromeria. Se había arreglado rapidismo y apenas había desayunado de las ganas que tenía de salir ya.

Se abrazó a su madre con fuerza un buen rato - Madre, deseame suerte! - le susurró emocionada. Apenas dejó que su hermana hiciera lo mismo cuando ya estaba tirando de su mano para que salieran lo antes posible. Por el camino, todo le parecia más bonito, más brillante. Incluso el aire parecía oler mejor. Tuvo que contenerse para no darle una patada a un crío que había pasado a su lado tan rápido que casi había tirado al suelo a Asha.

No podía controlar su temperamento. Podía pasar de la risa al llanto o al más extremo enfado en tan solo unos segundos.

Por fin llegaron a las imponentes puertas - Hermana... - murmuró maravillada - Lo vamos a conseguir, verdad? -

Os despedís de vuestra madre y juntas os dirigís al Puente de la Azucena.Ambas lo cruzáis sin fijaros ya en su maravillosa construcción pues lo habéis pasado infinidad de veces junto a vuestro padre.

-"Claro que lo conseguiremos"-dice Asha apretando con cariño tu brazo mientras os paráis ante las enormes puertas custodiadas por dos soldados de plateada armadura.Ambas sabéis que estos soldados no pertenecen realmente a la Cromería sino que deben lealtad a los nobles del Gran Jaspe.La Cromería,una vez cruzas esas puertas,está custodiada por la Guardia Negra,de quien es miembro vuestro padre.Os mirais a la vez,pensando ambas lo mismo y sonriendo orgullosas.En ese momento vuestro padre aparece por la puerta

Vuestro padre os sonríe a las espaldas de los guardias.Lleva su habitual uniforme negro y su arma favorita,el yatagán.

-"Ya me ocupo yo de ellas,son aspirantes.Venid,chicas"-el guardia asiente sin decir nada y tras un respetuoso saludo en dirección a vuestro padre se echa a un lado para que paseis

Vuestro padre no hace ningún gesto cariñoso hacia vosotras pero sabéis que se debe al sitio en el que os encontrais.No quiere que nadie piense que su posición puede influir positivamente en vuestro resultado.Realmente él poco puede hacer pero no quiere que alguien piense lo contrario.Os dirige con paso firme por el patio hacia un grupo numeroso de jóvenes.Algunos parecen nerviosos,otros indiferentes.Unos tienen pinta de nobles,otros de esclavos,otros parecen venir de familia humilde.Con un guiño,vuestro padre os deja allí

-"En breve aparecerá alguien para llevaros dentro.Yo os estaré esperando para conduciros a la sala.Estad tranquilas,chicas,lo vais a hacer muy bien las dos"-os anima antes de alejarse por el patio en dirección a una puerta

Cuando vio a su padre detrás de los guardias tuvo que contener el impulso de lanzarse a sus brazos. En lugar de eso alzó un poco la barbilla y lo siguió, junto a su hermana. De vez en cuando se le escapaba alguna mirada de verdadera admiración hacía su padre. Estaba aquí por él. Su amor y devoción era mayor que él que sentía por su madre.

Se despidió de él con un ligero cabeceo y observó a su alrededor con los brazos en jarras.

En su cabecita ya iba valorando posibles rivales y enemigos. - Qué opinas hermana? Podemos con éstos, no? - soltó una risita mientras buscaba algún rincón donde apoyarse y esperar turnó

Hazme las preguntas por aquí para que no se me olviden,porfi XD.

Te dura una semana pero no es muy eficaz pues a pesar de ser perfecta en el trazo te das cuenta de que quizás no elegiste el mejor color para una espada pues se torna resbaladiza en tus manos haciendo casi imposible manejarla a riesgo de que salga disparada en cuanto intentes golpear con ella

Solo quiero enseñársela a puño, jejeje

En la habitación de Naya hay una rosa hecha con luxina azul, regalo de Puño. Durará aproximadamente un mes.

También hay una espada naranja con la empuñadura azul que durará una semana.

A partir de hoy lleva una pulsera hecha con cintas rojas y amarillas y un retal de tela naranja.

Naya había salido de la cromeria para dirigirse a su casa. Necesitaba hablar con su madre. Sabía que no le iba a agradar que fuera vestida con pantalones pero no había querido perder el tiempo cambiandose de ropa. Estaba nerviosa. Quería a su madre pero siempre se sentía pequeña en su presencia. Su sola presencia llenaba la estancia que ocupaba y tenía una forma de mirar que parecía leer tu alma y tus pensamientos más intimos.

Pero sabía que solo ella podía ayudarla. Además necesitaba que le dejara llevarse a la Cromeria un vestido para el baile.

En cuanto estuvo en su presencia le dedicó un abrazo fugaz y un escueto beso en la mejilla

- Hola madre. ¿Cómo van las cosas por casa? - se retorcia los dedos con nerviosismo buscando el modo de sacar el tema a coalición.

Tu madre te abraza tan brevemente como tú a ella

-"¿No ha venido Asha contigo?¿Por qué,acaso está enferma?"-tu hermana siempre ha sido su predilecta,lo mismo que tú eres la de tu padre sobre todo porque te entiendes mejor con él que con tu madre,preocupada tan sólo en las fiestas.No entendías muy bien cómo tu padre se había podido enamorar de ella pues era una mujer sin ningún tipo de fuerza

Aún así tu madre te conocía perfectamente pues no en vano te había parido y criado

-"¿Qué ocurre,Naya?"-dice sentándose en el diván mientras te hace un gesto para que te sientes frente a ella

- No, no. Asha está bien. No le he dicho que venía - tomó asiento intentando imitar la postura de su madre para agradar la y que fuera más receptiva.

- Verás... Quería saber que maneras hay de liberar a un esclavo - se removió inquieta intentando mantener la mirada de su progenitora - también quería saber si conocías a un tal Warumax -

Tu madre te mira frunciendo el ceño,pensativa

-"¿Warumax?Pues...me suena aunque creo que no pertenece a la nobleza,intentaré enterarme.¿A qué esclavo quieres liberar?Para hacerlo su amo debe proporcionarle la libertad o vender su contrato a otro y que éste lo libere"-te dice ladeando la cabeza antes de ponerse en pie y dirigirse a la ventana,quedando de espaldas a ti

-"¿No te habrás enamorado de un esclavo,verdad?"-dice en voz baja mientras con lentitud se vuelve y te mira con sus fríos ojos azules con las rayas rojas que la caracterizan

Un escalofrío recorre la espalda de Naya por un segundo.

- No madre. No es eso- se apresuró añadir - Pero es amigo. Y su amo le ha hecho cosas horribles. No puedo permitirlo - intentó imprimir firmeza en sus palabras pero era difícil bajo aquella mirada

Tu madre se acerca a ti y te coge las manos con suavidad,un gesto que pocas veces tiene contigo

-"Naya no siempre podemos hacer lo que deseamos.Ese chico tiene un amo y tú no lo puedes cambiar ¿de qué lo conoces?"-dice volviendo a su tono distante y soltando tus manos-"¿Acaso trabaja en la Cromería y has trabado conversación con él?"-

- Madre, si hubiera visto sus cicatrices seguro que haría algo- dijo suplicante intentando retener sus manos en vano.

Ante la última pregunta de su progenitora Naya se dio cuenta de que quizás podía poner en un aprieto a Flit

- Pero si no se puede hacer nada... Dejemoslo así entonces. También he venido para llevarme un traje para el baile de las flores - cambió de tema rápido para distraerla y que no se diera cuenta de que había obviado su pregunta

Durante unos segundos que se te hacen eternos tu madre te mira con fijeza,sin decir nada y ni siquiera parpadear.Finalmente asiente

-"Está bien,averiguaré algo de ese tal Warumax aunque no prometo nada,hija"-dice con levedad-"Y ahora dime ¿qué vestido quieres?Me extraña que te preocupe eso,has venido antes que Asha y eso ya es algo sorprendente"-sonríe con calidez mientras se pone en pie-"Vayamos a ver qué tenemos por ahí,yo ya he elegido el que llevaré"-te guiña un ojo y caminais hacia la parte superior de la casa.

En este ámbito tu madre se mueve como pez en el agua y finalmente encontrais un traje que os gusta a las dos

-"Naya vas a estar preciosa,hija mía"-dice con orgullo mal disimulado mientras ordena a una de las criadas que empaquete el vestido y los zapatos con sumo cuidado para que lo entreguen en la Cromería a tu nombre

Naya contuvo el aliento durante el silencio que sostuvo su madre. Quería a su madre, pero le tenía mucho respeto y algo de miedo. Nunca había sabido llegar a sus expectativas. Quizás tampoco lo había intentado.

Respiró con normalidad al recibir la sonrisa cálida. También enrojeció un poco al cruzarse por su mente la imagen del comandante. Era cierto que no iba a ir con él al baile, pero secretamente esperaba verlo, aunque fuera de lejos.

- Bueno... Como tenía que venir de todos modos... Pues así me ahorraba otro viaje. Tenemos los días muy ocupados con las clases, los entrenamientos y eso...Por cierto, he sido la segunda que más ha aguantado en el Trillador - esperaba que su madre se sintiera orgullosa. No sabía porque pero era a la única a la que se lo había hecho saber. No había hablado del tema con nadie más.

- Gracias por ayudarme a elegir vestido madre. Ya sabe que no se me dan bien estas cosas. - la abrazó con suavidad ante las palabras de elogio y se despidió con un beso y una sonrisa

Tu madre se despide de ti tras mostrar su orgullo por tus palabras sobre el Trillador.Por primera vez en tu vida notas que tu madre se enorgullece de ti por algo