Partida Rol por web

Eleanor se ve sorprendida por la presencia de Aram a su lado. Apenas había conseguido verle durante la masacre pero se alegra de que esté bien. Ante su pregunta Eleanor toma aire unos segundos antes de responder. Por sí misma va a ser incapaz de hacer nada en esta ocasión.

- Sácalo. - responde decidida y se prepara para ayudarle en lo que necesite - Si hay una posibilidad de que siga con vida, no perdemos nada por intentarlo. 

Asiente de manera imperceptible y comienza a clavar el cuchillo abriendo el vientre de la mujer que comienza a sangrar profusamente mientras el chico raja hasta conseguir una abertura lo suficientemente grande para meter sus brazos.Tira de la piel y mira de reojo a Eleanor antes de quitarse lo que le queda de camisa.El chico tiene un pecho poderoso que confirma su afición por el deporte

-"Busca alguna manta con la que envolver al niño"-ordena mientras comienza a meter los brazos en la barriga abierta de la joven dama.Su gesto es de concentración mientras tú te alejas a por algo con lo que cubrir al bebé y vuelves con rapidez una vez te haces con un mantel más o menos limpio.

Sus ojos brillan de excitación cuando llegas a su lado y el chico casi sonríe

-"¡Eleanor,se mueve,está vivo!"-la sangre le cubre hasta los codos aunque al chico no parece importarle.Con un suave tirón por fin saca a una pequeña forma llena de sangre y restos de placenta aún unido al cordón umbilical y te hace gestos para que le acerques la improvisada sábana.Con cuidado envuelve al bebé procurando limpiar la nariz y la boca para que pueda respirar,cosa que no parece hacer-"Mierda"-masculla el joven mirándote.El niño comienza a amoratarse entre sus brazos hasta que Aram le abre la boca y mete con cuidado un dedo sacando restos de fluidos pegajosos que le impedían respirar.El bebé parece tomar una bocanada y comienza a llorar con fuerza mientras Aram te mira y empieza a sonreír sentándose junto a ti para que veas al recién nacido-"¿Quieres cortar tú el cordón?"-ofrece señalando el cuchillo

Abrió los ojos poco a poco y con esfuerzo. Sentía un gran vacío en su interior que solamente se rellenaba con dolor.

Giró el rostro y se encontró con Elric a su lado. Fijó su atención en aquellos ojos grises, queriendo decir algo pero solamente pudo apretar su mano con intensidad.

A los pocos segundos su mirada se perdió más allá de la figura de su amigo.

- Necesito ropa - musitó

Flit abrió los ojos sin lograr enfocarlos, intentando saber donde se encontraba sin lograr adivinarlo. La mente iba lenta y le costaba hilvanar los pensamientos pero poco a poco fue estirando del hilo para averiguar donde estaba y porque le dolía todo el cuerpo.

Estaba en la habitación, leí la nota, luego fui al baile y allí vino aquella chica para bailar entonces.... que pasó?, ah sí, baile con Naya, estaba preciosa y ... los ojos, los tenía rojos, ha trazado mucho... tengo que hablar con ella... luego, Liandra...y.... después? que vino después?... Estoy desnudo? He pasado la noche con Liandra??, no me lo puedo creer...

Flit estiró el brazo tímidamente esperando encontrar el cuerpo desnudo de Liandra a su lado pero allí no había nadie. Las sabanas eran más ásperas que las de su habitación por lo que no podía estar allí. Flit intentó enfocar la vista pero se mareaba y no podía ver bien lo que había a su alrededor. Entonces le vino todo de golpe, el ataque, las heridas, el haber matado a otra persona y el rapto de Liandra. Intentó levantarse de la cama pero la cabeza le dio vueltas antes de poderse poner en pie y entonces la escuchó, era la voz de Naya, estaba viva!. Flit elevó una pequeña plegaría a Orholam para agradecer que no le hubiera arrebatado también a Naya y mirando hacia ella pero sin verla dijo

"Naya, eres tú?. Estás bien? Donde estamos? Que ha pasado? Como están todos? Han atrapado a los causantes? Liandra?...."

La voz de Flit reflejaba alivio e incertidumbre para lo que estaba por venir.

Mis heridas eran las menos graves visto el estado en el que habían quedado el resto de compañeros. Me dirigí hacia el sanador con la imagen de Eda sangrando aún fresca.

Al final ha perdido al bebé como ella quería. Igualmente tendré que hablar con ella del tema. Quizás sea un problema para su situación aquí

Llegue a la enfermería y un sanador me curo el hombro extrayendo la bala. No tenía más heridas graves que alguna quemadura en el pecho.

Busqué algo de ropa que ponerme encima ya que aún iba medio desnudo después del pequeño incendio que sufrí.

Como acabé rápido busque a Karris y a Puño de Hierro para ver si podía hacer algo para ayudar con los prisioneros.

Comandante. Vengo a ofrecer mi ayuda en lo que necesiten. Ya me han curado y estoy bien.

El joven con él que hablo me hace un gesto afirmativo y me lleva junto a la doctora, la cuál como era lógico estaba hasta arriba de trabajo tratando a todo el mundo. Esta sin siquiera girarse me da unas indicaciones las cuales sigo sin perder el tiempo.

Me acerco hasta las mantas y con cuidado tumbo a Mescía en ellas notando cierto alivio en mis brazos cansados aunque el picor de las quemaduras seguía ahí. Acto seguido cojo un paño cercano y empiezo a presionar la herida del pecho de la joven intentando evitar que se desangre, en ese instante la escucho lanzar un pequeño quejido por lo que por un momento aflojo algo la presión temiendo estar haciéndole demasiado daño.

Había dejado a Naya donde le indicaron y estuvo con ella mientras esperaba que la curasen, la herida abierta era grave pero la chica era fuerte, la doctora le cerró la herida y la dejó semidesnuda a la vista de todos, con el caos dudaba que alguno se percatase y por el le daba igual que la mujer estuviera así, la curiosidad hizo que se fijase en sus senos un momento pero no le dio mayor importancia después, toda mujer era igual, lo único distinto a una hembra era que no tenían 8 pezones y por lo que pudo confirmar Naya tampoco, posiblemente las hembras humanas solo tengan dos, suelen tener pocas crias, tapó a la mujer y estuvo allí esperando que alguien le hablase, todos estaban ocupados y corriendo de un lado para otro, la doctora hacia un buen trabajo y se fijó en como curó a los de a su alrededor, el no podría hacerlo pero si podría explicar a otro que trazase como ella para un futuro. 

Miraba algo desorientado como hacían las cosas, y la prioridad de todo, hasta que Naya le apretó la mano que giró su rostro para mirarla. Asintió. - Si hizo falta para curar tu herida, aparte no había mucha ropa cuando caíste inconsciente. 

- Me alegro de que estés bien Flit. 

Soltó la mano de Naya para ir justo donde se había quitado la chaqueta, de la camisa no había quedado nada pero sabía que su chaqueta estaba en aquel lugar, la recuperó y se acercó de nuevo al camastro donde estaba su compañera. - Aquí tienes, me la quité antes antes de entrar en combate, así que solo estará manchada, si quieres otra cosa luego iré a buscarla, y tu también Flit si necesitas algo dímelo que iré luego, de momento descansad. 

Se agachó a la altura de Naya, y le cogió la mano bajo la voz para hablarle. - Siento lo de vuestra familia, contad conmigo para degollar a todo el que tenga que pagarlo.

Flit asintió al comentario de Elric. El también estaba feliz por estar vivo. Vivir le daría la oportunidad de luchar un día más, de planear la venganza, de peinar hasta el último palma de tierra hasta hacer pasar a aquellos malnacidos por todo lo que habían pasado. La cromería daba igual, la guardia de la noche, su esclavitud, todo era irrelevante, en cuanto tuviera la fuerza suficiente saldría de la ciudad e iría a por ellos y si tenía que perecer, sería buscándola.

"Ropa...gracias"

Flit se puso rojo al pensar que podía estar desnudo junto a Liandra y que lo estaba al lado de Naya, aunque la sábana le protegiera no por ello se sentía menos incomodo. Entonces reparó en lo último que dijo Elric y se incorporó en la cama luchando porque su cabeza no le diera demasiadas vueltas. La sabana resbaló por su cuerpo dejando al descubierto cientos de cicatrices obtenidas durante sus largos años de esclavitud y el muchacho apenas pudo preguntar..

"Que ha pasado Naya?" 

La joven observa el cuerpo de Aram durante unos instantes y esboza una sonrisa rápida. La verdad es que no era la situación en la que esperaría ver a un joven semidesnudo tras una fiesta. Rápidamente se dirige a una de las mesas cercanas y quita el mantel de ella, comprobando que no esté ardiendo como todo lo demás. Eleanor vuelve a tiempo para poder envolver a la pequeña criatura en la manta, algo nerviosa al ver el siguiente gesto de Aram. Por suerte, el recién nacido consigue respirar y saluda al mundo con un fuerte llanto. La muchacha permanece en silencio y se ríe nerviosamente, alternando la mirada entre el niño y Aram.

- Pre... preferiría que lo cortases tú. - responde temerosa, tomando al bebé entre sus brazos para dejar los suyos libres.

Después de que los restos de luxina amarilla desaparezcan de sus manos, abandonándola a sus emociones, y muchas contradictorias entre ellas, Eleanor apenas se siente capaz de moverse, y menos de hacer nada tan delicado. 

- Deberíamos llevarlo a que alguien lo vea... un médico o algo, por si acaso... - titubea ella, girándose hacia él - Tú también deberías ir.

Mi vision es completamente tragado por la oscuridad, lo ultimo que mi ojos pueden ver es la cara de mi hermano.Antes de ser completamente olvidado por el sueño. No recuerdo  en imagenes  que clase de sueño acecho a mi mente,solo recuerdo muy bien la sensacion de dolor y pena que acechaba a mi cuerpo. Mayormente en las zonas donde anteriomente fui herido en combate. Ya para cuando me despierto,me veo en un lugar completamente diferente y desconocido para mi.

-¿Donde estoy?

Dijo en un intento de ubicarme completamente, al menos estaba fuero de peligro por lo que podia ver. Si con mi desmayo no habia muerto,esque realmente ya habian huido completamente aquellos engrendros.

Seguí la camilla donde se encontraba mí hermano hasta que la enfermera comenzó a tratarlo, cuando uno de los asistentes insistió en revisarme. Y es que no me había dado cuenta de cuanto me dolía todo. 

El asistente logró llevarme a una zona apartada donde trataban heridos de menor gravedad. Habían varias personas con cortes, hematomas y quemaduras leves. Me quitó la camisa, me lavó la espalda con alguna especie de solución y me vendó. Con el frío de la solución mi cuerpo dio por concluida la amenaza, permitiendose relajarse. Y el dolor fue aumentando gradualmente. Con el torso vendado, me senté y esperé a que trataran la quemadura de la pierna. Luego me devolvieron mí camisa, rota, quemada y sucia, para que fuera a casa a cambiarme. Así hice. Volví con la ropa de diario y una muda extra para Ren. La iba a necesitar. 

En la enfermeria pregunté por la dirección de Ren y mis compañeros de la guardia. Habían trasladado a Ren a un cuarto temporal mientras despertaba. La recepcionista me indicó la dirección y fui. No había ningún enfermero cerca. En el camino había mucha gente en estado lamentable moviendose de un lado al otro. Aveces se oían gritos, o gente llorando. No me gustaba este lugar. Llegué a la habitación y puse la muda de ropa en una cómoda y me senté en un banco a esperar a que despertara. 

Lo había visto vivo, y bien. ¿No iba a morir por unos golpes, o sí? 

Al cabo de un rato, despierta sobresaltado.

-Relajate un poco. No te mandé a desmayarte- le digo fingiendo enojo al tiempo que le lanzo la ropa- Si te puedes parar, ponte la ropa para irnos. Descubrí que odio los hospitales. 

Aun teníamos que ver como estaban los compañeros de la guardia, y ver que impacto tenia esto en la guardia. Posiblemente se intensificará el entrenamiento. O podrían mandarnos a combatir. 

Naya escuchaba a sus amigos hablar, pero las palabras simplemente se estrellaban con un solo pensamiento mezquino que se había instalado en su cabeza

"Ahora ya no lo tengo todo, ¿verdad Flit?"

No quería responder las preguntas que le hacía, ni tampoco aceptar la promesa de venganza de Elric, del cual se soltó con suavidad. Ahora solo quería hacer una cosa. Sujetó con una mano la manta contra su pecho mientras apoyaba el codo del brazo contrario en el camastro improvisado y cogia impulso para sentarse. En ningún momento se volvió para mirar a su compañero malherido, ni tampoco volvió a fijar sus ojos en el que tenía delante.

Sin soltar la cobertura que le proporcionaba aquel trozo de tela cogió la chaqueta - Gracias - dijo casi mecánicamente mientras contrayendo el gesto de dolor se la puso como pudo. Después tanteó con el pie el suelo para poder ponerse de pie.

Tenía que reunirse con ellas. Ya las había abandonado una vez, no podía dejarlas a su suerte en los útlimos momentos de su existencia, pues dentro de poco serían... polvo

Los primeros minutos se pierden en dar órdenes y organizar que el caos no se apodere del lugar. En algún momento Threkor me comenta sobre una captura de un enemigo, a lo que asiento firme y ordeno enseguida que se lo lleven para interrogarlo.

La aparición de la enfermería me tranquiliza, así como ver que han llevado para allí a los más heridos. Seguro que estarán bien, son fuertes candidatos y son muchos los que hoy han demostrado sus capacidades.

Para cuando algunos están recuperando su consciencia ya he conseguido algo de tiempo, aunque sean sólo un par de minutos. En cuanto Threkor viene a preguntarme mi rostro se ablanda un poco y pongo mi mano en su hombro.

Lo has hecho bien, chico. Tal vez necesiten tu músculo en la enfermería para mover algunos heridos. O comprobar si algunos de los caídos no está tan muerto como parece.

Asiento, sin necesidad de decirle mucho más, estaba seguro que iba a comprender qué hacer con eso. Ahora lo importante era ayudar en cualquier cosa que se nos ocurriese. Tras ese breve intercambio de palabras, termino de acercarme a Naya, quien se encuentra rodeada de sus amigos. Inspiro profundamente... sé lo mal que tiene que estar pasándolo, pero no sé bien cómo comenzar a hablar. Aunque para ese momento, ella ya se ha levantado para... marcharse con los cuerpos de su familia. Sin decir nada, miro agradecido a los chicos, lo han dado todo, pero parto tras Naya, en silencio.

Cuando llego a su posición, exhalo el aire, despacio.

Si necesitas hablar, aquí estoy.

Tampoco quería interrumpir mucho más su meditación. Volteo para regresar a mi tarea... ya había dicho más, quizá, de lo que debía.

El silencio de Naya se le clavó como un cuchillo en las entrañas, un cuchillo que se clavaba profundo y que alguien giraba, movía y sacaba para hacer más grande la herida, más profundo el dolor. No sabía que le estaba reprochando pero algo le reprochaba, que no la hubiera ayudado? el podría decir lo mismo, tal vez con más motivo al tener poca experiencia en combate, pero él no le reprochaba nada, se alegraba que hubiera salido viva, que él estuviera vivo y que tuvieran la posibilidad de vengar a tantos inocentes que habían caído esa noche.

En cuanto Naya se puso en pie y se marchó los ojos de Flit se dirigió a Elric

"Elric... por favor.... que ha pasado?, que le ha pasado a Naya?"

Asentí ante las órdenes de Puño de Hierro y fui a donde estaban atendiendo a los heridos para ver si alguien necesitaba ayuda.

Antes que preocuparme por los demás, busqué a Eda entre los heridos para comprobar que estaba siendo bien atendida y que estaba bien.

Caminé entre sanadores atendiendo a heridos y el espectáculo era realmente grotesco. El caos que habían provocado los atacantes había sido enorme y las cosas tardarían en volver a la normalidad. Bueno, no creía que recuperáramos la normalidad durante una buena temporada. Aquel ataque seguramente pondría en alerta a toda la Cromería y se establecerían unos controles más duros.

El hecho de que, como había observado Karris, uno de los atacandtes fuera un mozo de la Cromería era preocupante. Ya no estábamos seguros ni en el lugar más seguro que se conocía. Con toda seguridad se abriría una investigación interna y todos estaríamos bajo sospecha inicialmente.

Me acerqué a un sanador.

Busco a Eda, es una trazadora, mi mentora. Tenía hematomas en el pecho y en el cuello y sangraba por entre los muslos.

Ayudó a Naya  a ponerse en pie y la dejó ir. Miró a su alrededor cuando Flit le habló. Se agachó para hablar con el, agazapado con una mano apoyada en el suelo y la otra en la rodilla le miró. - Ha habido muchos muertos y heridos, entre los muertos se encuentran los miembros de la manada cuando era cachorra, entre ellos su hermana Asha. Es un día triste para ella, mientras hablaba en su rostro no se mostró en ningún momento compasión o algo similar a empatía con Naya, en sí no podía imaginar que sería perder a quien te dio la vida pues no había vivido eso y nunca lo viviría, solo estaba su frialdad natural y su mirada como si quisiera cazar al que mira.

Se incorporó y miró a su alrededor. -Se que sois amigos, seguro que le vendrá bien hablar contigo, pero ahora deja que se despida, aparte deberíais descansar ambos al menos un día entero. Miró al comandante unos segundos, luego recordó algo, desde su posición miró a todo el que había en la sala, buscaba una cara conocida. Liv, con suerte no se la había llevado, si no tendría que buscarla costase lo que costase. Había sido una de las pocas personas amables con el desde que llegó a la Cromeria, era una persona a tener en cuenta desde que le mostró el jardín. 

Veo mi hermano llega tras mi despertar, me lanza de paso una camisa que no atrapo por estar lento aún mi mente por los impactos recibidos. Ahora que lo miro bien,esta tan igual de dañado como yo,o mejor dicho estaba tan mal como yo.Lo que me hace preguntar,¿mi asesinos me atacaron sabiendo que era Ren o porque pensaron que era Leenarth!

-Hermano,ayudame a encontrar a la pelirroja.Esta muerta,le queme el rostro. Pero quiero verla, tengo que quitarle un pedazo de su cabellos y tenerlo de recuerdo.

Me levanto con cojera,el dolor de la bala aun lo sentia en mi pierna y esto sólo hace que me apoye en el codo de mi hermano,preferiria que me llevara el a qué tener que forzar mas mi cuerpo, para esto existes la amistad,¿no?

-¿inventaste alguna arma en el combate? A que no adivina que pude crear....y.....te lo dije....

Una vez se viste y se levanta, paso uno de sus brazos por mí cuello y le abrazo de la cintura para que se apoye en mí

Si lo había dicho. La intuición de Ren en cosas que terminarán mal era legendaria. Rayos. 

-Sí la encontramos entre tanto cadáver, puedes quitarle lo que quieras. Pero que no lo vean los demás.-uno nunca sabía que podian pensar los demás, lo menos que quería era ser reprendido. Quería acostarme y tomar un descanso largo. Y quizá entrenar un poco. Darle golpes al saco siempre calma mis nervios. 

-Quizá hasta encontremos una pista. Deberiamos informarlo antes de ir...- Busco a mis compañeros entre las camillas y sonrío al encontrar a varios heridos pero vivos. -Vamos a visitar a otros heridos. 

Llevé a Ren acuestas cerca de la camila donde estaba Naya, que se paró y se fué. Quedando Elric y Flit. No sabía que clase de asuntos tenian, pero como estaban de pie todos, supuse que cada quien se disponia a buscar a los suyos. 

Miré a mí hermano. Ya La mayoría estaba bien. Therkor paseaba ayudando a los sanadores y los nuevos tambien estaban en lo suyo.

¿Y Luther? 

Busqué con un vistazo entre las camillas de heridos y me decidí a ir, ahora sí, a donde estaban Elric y Flit. 

-La luz no nos ha olvidado si aun están bien- dije saludando con la mano libre y tratando de no inspeccionar sus heridas visibles- Sé que todos los que han muerto aquí son compañeros de la guardia, pero no ha podido evitar que sienta preocupación extra por los que comenzamos juntos. ¿Han visto a Luther y Bethanie? 

No es que preocuparse fuera a salvarlos, que en caso de estar muertos, muertos se quedarían, pero si estaban heridos y no podían moverse o estaban inconscientes era otra cosa.