Partida Rol por web

Flit sonrió con sonrisa de lobo

"Oh, no sé contar demasiado pero tal vez me podría enseñar en el patio de entrenamiento dentro de media hora, Milord. Ahora si me disculpa su excelencia, compañías más gratas me reclaman"

La magíster dio una fuerte palmada 

-"¡SE ACABÓ!"-dijo alzando la voz lo suficiente para que se la escuchase por encima de todos vosotros-"No quiero escuchar más estupideces.Flit,limpiarás todos los cristales de la Cromería durante un mes.Luther,tu castigo de limpiar las letrinas se alargará de una semana a un mes.Como vuelva a escucharos a alguno de los dos diciendo estas idioteces seréis expulsados de la Cromería y por supuesto aquí no se hacen duelos estúpidos"-dice clavando los ojos en Flit y luego en Luther

Mira al resto de alumnos y su gesto se suaviza

-"Terminemos esto de una vez,chicos o se hará tarde"-y por fin entre susurros y miradas de reojo conseguís acabar de arreglar el salón para el baile que se celebrará al día siguiente

Las grandes puertas del Salón están abiertas de par en par y una suave música se mezcla con las risas y las conversaciones del interior.Poco a poco los invitados van llegando,hay magísteres,señores de la Lux,nobles de la ciudad,Guardias Negros,alumnos de todos los cursos y por supuesto la Blanca y el Negro.El Prisma aún no ha llegado pues es pronto aunque imagináis que no tardará en aparecer para dar apertura oficial al baile

A vuestros adornos se han sumado decenas de recipientes con velas así como multitud de jarrones con hermosos ramos de flores distribuidos por todo el salón emitiendo una suave fragancia que se mezcla con los caros perfumes de los presentes.

Un camino de pétalos os recibe y termina justo bajo el arco creado por el grupo de Sybill.Tiaras de cristales cuelgan del techo junto a vuestras estrellas y el dragón custodiando la torre junto a la mujer y a las velas flamígeras del grupo de Kile levanta exclamaciones de asombro entre todos los que van llegando

Pegadas a las paredes hay largas mesas repletas de fuentes de comida así como fuentes llenas de ponche.Una improvisada barra atendida por un joven hace las veces de bar

Había llegado el día y la hora del baile, no tenía acompañante pero no importaba, nunca había estado en uno y tenía curiosidad por ver como eran esos eventos, además quería ver si la gente disfrutaba con las creaciones que habían hecho todos sus compañeros, el arco de la entrada, las estrellas en el techo, las flores, y el dragón, esperaba que a ninguno le diera por pulsar sin querer el mecanismo, sonreía de camino por los pasillos imaginando a alguno con el pelo ardiendo y correteando por la sala, -sería divertido de ver -pensó. 

El día anterior se había informado un poco de como tendría que ir vestido y busco entre sus ropas lo más parecido posible a lo que le comentaron. 

Por desgracia nadie le había dicho que sería un contraste muy grande con su tono de piel y su pelo, pero eso daba igual, iba cómodo y no le importaba lo que opinasen los demás, aprendió esa lección el día que Kile se mofó de su forma de comer, ahora ya listo para afrontar lo que le viniera terminó de llegar a la torre Supervioleta y observó la entrada, estaba nervioso, no sabía que hacer al entrar o si haría algo que molestaría a alguien durante el baile, aparte no sabía bailar y no había podido preguntar a alguno de sus compañeros ya que habían estado liados entre el trabajo, los entrenamientos y las clases. 

No obstante respiró hondo y dio los últimos pasos hacía el salón, entró por la puerta y paso bajo el arco que habían creado sus compañeros de clase y tras dar un par de pasos más miró a su alrededor, en ese momento sintió un poco de vértigo y encogió su nariz al sentir la bofetada de tanto perfume a la vez para su agudo olfato, arrugo la nariz y se rasco esta unos segundos antes de mirar si veía a alguien conocido, su desorientación se veía desde cualquier lado, aunque lo intentase disimular.

Me puse ropa adecuada para la ocaión. Un traje oscuro, con pantalones ajustados y chaqueta negra por encima. Por debajo, una camisa de color claro, pero no blanca que sobresalían los puños por la chaqueta.

Me planté de esa guisa ante la puerta del dormitorio de Eda y llamé con la mano. Pocas veces había conseguido una mujer dejarme sin palabras, pero aquella fue una de ellas. Eda resplandecía dentro de su vestido que le llegaba hasta el suelo, pero ceñido en la cintura, dejando marcar su silueta sin ser nada en absoluto provocativa.

Por Orholam, Eda. Estas espectacular. Haras sombra incluso a la luz de las estrellas del salón.

Siempre me había gustado ver como Eda se ruborizaba ante palabras halagadoras, y no me decepcionó esa vez.

Le tendí el brazo.

Señorita. Permítame acompañarla al Salón.
 

Entramos en el Salón, Eda y yo, cogidos por el brazo y notamos la mirada de todos clavadas en nosotros. Todos se habían arreglado para la ocasión y cada uno miraba y analizaba a los demás como en cualquier reunión social que set preciase de serlo.

Caminé orgulloso de llevar a la más bella de todas las mujeres de la Cromería del brazo, y esperaba ser la comidilla y la envidia de todos mis compañeros de armas.

Miré hacia arriba, contemplando como había quedado finalmente la decoración y como lucía con toda la gente dentro. Eda miraba sorprendida arriba y a los lados, haciendo comentarios sobre lo bien que había quedado todo.

Los bailes siempre me han parecido buenos para los negocios.

Este por el contrario resultaba mas una especie de presentación en sociedad mas que uno de esos bailes en los que el unico pretexto para ir era conseguir vender tus productos mas caros que tu competidor. Normalmente siempre se buscaba impresionar a un noble local, con impresionar quiero decir, sobornar, emborrachar o seducir claro.

No obstante esto era algo nuevo y bastante alejado a mi tierra de caza natal. Los más acostumbrados a eventos de esta indole seguramente estarian como peces en el agua. No obstante habia que ir, ya no solo por mí sino por mi familia.

Tal vez podría empezar a tener mas soltura con la gente de diferentes castas sociales, quien sabe... alomejor era un buen dia para cambiar el terreno de caza y esperar a ver a que le hincaba el diente.

Elegí mis ropas normales, mi estoque y mi pistola al cinto. Su colorido ahora era verde oscuro, como el de los bosques del norte, habia que hacer prevalecer esos colores si alguna vez era necesario.

En mi otro lado del cinto llevaba una daga mas funcional que ornamental. Uno no se suele batir en duelo en estos sitios...pero tampoco descartaba que alguien intentase provocarme.

La vision de un hombre armado es suficiente normalmente para hacer desistir a los bocazas y los borrachos, o esa era mi esperanza hoy.

Caminé con paso seguro y entré solo admirando los trabajos y la decoración del salón de baile.

Naya había llegado al pasillo que llevaba a la sala de baile y no se había atrevido a alcanzar el umbral de la entrada. Estaba nerviosa. Se sentía fuera de su elemento y encima se sumaba el hecho de sabía que aquella noche era importante. Su madre estaría allí juzgándola. Puño de Hierro también.  Con las manos a la altura del pecho estiraba y doblaba con suavidad cada uno de los dedos. Llevaba el pelo recogido pero de forma desordenada y sin ningún adorno ni artificio. Su cara llevaba un ligero maquillaje casi imperceptible. Su hermana le había ayudado con eso. unos pendiente pequeños, en forma de daga era el único adorno que decoraba su rostro.

La gente pasaba a su lado y dejaba un rastro de olores distintos e intensos sumado al eco de sus conversaciones. La mayoría hablaban de trivialidades, pero sobre todo de  lo que esperaban de aquella noche. ¿Qué esperaba ella? Un suspiro triste brotó de sus labios, pero rápidamente enderezó la espalda y alzó ligeramente el mentón, reprendiéndose por dejarse llevar por lo sentimientos.

No podía desperdiciar aquella noche. Entró en la sala y buscó con la mirada. Localizó a sus padres y a varios de sus compañeros. Saludaría a sus progenitores para poder tener el resto de la noche para sus amigos. Así que hacia allí dirigió sus pasos.

Estuvo unos minutos dando un paseo por el salón observando a los asistentes al baile, desde la distancia vio a Threkor y a su acompañante entrar, le saludo cuando sus miradas se cruzaron con un cabeceo, pero rápidamente lo perdió entre la gente, alguna que otra mirada había ido a su compañía pero para él no tenía nada de interés esa mujer. Al  momento Luther hizo entrada en el salón, iba solo como el había asistido su traje le llamó la atención parecía que había cogido un color que acompañase a tu trazo, pero más se fijó en sus armas, no le gustaban las armas y era reacio a usarlas si podía evitarlo, siempre había usado los dientes y sus manos, no encontraba la necesidad de usar una o como la gente de ciudad dependía de ellas para todo, como con los cubiertos cosa harta dificil de usar para el, pero tenía que usarlas para no llamar la atención como le dijo Kilyan, si el se sentía seguro llevando esas cosas en un baile no iba a llevarle la contraria, tras ver a su compañero se percató en que no se había fijado en si los demás invitados llevaban armas, a lo mejor era el, el equivocado y no Luther. 

Tras él entró Naya, se había percatado en ella antes de que entrase, era como si su vestido llamase la atención a toda bestia que hubiera en el salón, si fuera el salón su bosque ella sería ahora mismo la presa, por suerte era ágil, fuerte y tenaz, más de un lobo se pensaría el hincar el diente en ella. Buscaba a alguien y pareció encontrarlo, un hombre y una mujer superiores en edad a ella, tenía curiosidad por lo que el prisma les había dicho y por comentarle sus ideas respecto a la clase con este. Observó un poco y cuando vio oportuno se acercó a la mujer de rojo (Naya) y a sus acompañantes.  

-Buenas noches, espero no interrumpir nada. 

Naya había besado las mejillas de su madre y se había abrazado a su padre como si no hubiera un mañana. Él le daba seguridad y valor para enfrentar todo lo que se le pusiera delante al rodearlo con sus brazos sintió su cariño y su ánimo. Se giró sorprendida al escuchar a Elric y su rostro sonrió relajado. Si ella no se sentía agusto enfundada en un vestido como aquel imaginaba que su amigo lo estaría pasando peor. Aún así había sabido escoger un traje adecuado para el baile. Y le quedaba estupendamente.

- En absoluto. Ven. Quiero presentarte a mis padres - colocó una mano en la espalda del joven para adelantarlo. - Venelia y Bardrych. Él será nuestro futuro capitán - parecia que la joven se iba animando, olvidando ya aquellos pensamientos que antes la habían rondado.
 

Sonrió a Naya cuando le invitó a unirse a la conversación y miró fijamente a ambos padres cuando les presentaba, saludo al Padre con un fuerte apretón de manos, se pudo ver como llevaba el hilo azul atado en la muñeca - Señor y a la Madre con un sutil beso en el dorso de la mano - Señora, como le había enseñado Kilyan en muchas ocasiones, por suerte esta vez recordaba como se debía saludar según el genero de la persona. - Encantado de conocerles, como dije antes espero no haber interrumpido una conversación. 

Miró a Bardrych. -Será un honor que sea nuestro futuro Capitán si consigo entrar en la Guardia. No sabia como era la jerarquía muy bien pero recordaba que ser Capitán era algo importante aún así seguro que lo que había dicho estaba bien. Sonrió a ambos. intentando no enseñar los dientes como si fuera a cazarles.

Sybill llegó poco después que se abrieran las puertas. Sola. Vestía con un vestido rojo, tal y como era el color que ella trazaba, con pocos complementos y un peinado poco elaborado, aunque igualmente elegante. Mantenía la espalda recta y se notaba un poco nerviosa, sobre todo por su forma de mirar a su alrededor. 

Al ver a sus padres, situados entre las filas de los nobles, se dirigió hacia ellos sonriendo suavemente. 

Los saludó y besó a cada uno en sus mejillas, también a su hermano menor, al cual abrazó con fuerza y besó en la mejilla. Éste parecía especialmente emocionado por estar en aquel lugar y poder asistir a aquel baile. 

En cuanto a ella, miró de nuevo a su alrededor, mientras hablaba con sus padres sobre las clases, los Trazadores de Combate, y la vida en general en la Cromería. 

Venelia sonríe a Elric mientras le mira con fijeza,quizás sorprendida por el pelo del chico,algo inusual en aquellas tierras

-"Es un placer conocer a los amigos de mis hijas,Elric.Había oído de vuestra existencia aunque no esperaba que os parecieseis tanto a vuestra madre,en paz descanse"-dice con su tono directo mientras Bardrych la mira de modo reprobador,algo que su esposa ignora por completo

AL contrario que su esposa el hombre besa con cariño a sus dos hijas y palmea el hombro de Cameron con cierta confianza

-"No interrumpes nada,muchacho.Aún no habéis empezado las pruebas más duras pero me han informado que este año el nivel es muy alto así que si al final entras para mi será un honor ser vuestro capitán"-dice pellizcando con cariño la mejilla de su hija mientras sonríe a Asha-"Estáis ambas preciosas"-alaba a las muchachas-"Espero que hayáis reservado un baile para vuestro anciano padre"-dice alzando las cejas y poniendo un gesto severo

Marie se ve abordad por sus padres nada más entrar en el salón.El caro perfume de su madre penetra en sus fosas nasales cuando ésta le da un fuerte abrazo

-"Marie,cariño,qué ganas tenía de verte.No teníamos noticias tuyas desde que entraste aquí,menos mal que los criados nos han ido informando ¿cómo estás?Te veo preciosa"-dice tu madre sin apenas respirar-"Pero ven,quiero presentarte al hijo de unos amigos"-dice cogiéndote de la muñeca.

Tu padre te mira resignado mientras se coloca detrás vuestra para seguiros en silencio,copa en mano

Eda entró radiante del brazo de Threkor.Por una vez la chica sonreía y miraba con adoración al atractivo joven que la conducía por el salón,ambos hacían una bonita pareja y muchos se quedaban mirándoles con una sonrisa

Asha entró preciosa del brazo de Cameron,ataviado para la ocasión con un traje negro de buena manufactura.Se dirigieron a saludar a los padres de él antes de ir junto a la familia de ella,por lo que coinciden con Naya y Elric

Poco a poco todos vuestros amigos van llegando,incluso Vingard y Tomas a los que hacía días que no veíais.Al parecer la relación entre Tomas y Anerich finalmente ha seguido hacia delante y la muchacha,pizpireta como sólo ella puede serlo,dirige al muchacho hacia un grupo donde al parecer se encuentran los padres de ella

Tanto Puño Trémulo como Puño de Hierro están en el salón acompañados por una impresionante mujer que se ríe ante un comentario de Puño de Hierro mientras apoya una mano familiarmente en el grueso brazo de él.Con ellos se encuentra Karris con un vestido increíble que realza la figura de la mujer y que la haría estar preciosa si no fuera porque se la nota tanto o más incómoda de lo que está Naya dentro de su traje

Cuando el Prisma entra todos en la sala callan y van apartándose para dejar que el hombre llegue hasta el centro del salón mientras saluda a unos y a otros

-"Bienvenidos un año más a la Cromería"-comienza el hombre más poderoso del mundo-"Nos complace compartir con vosotros este momento primaveral en el que Orholam ha hecho florecer los campos y permite que el clima se suavice y todos nos encontremos de mejor humor,sobre todo las damas que suelen recibir bonitos ramos de flores"-diversas risitas se escuchan por la sala-"No me extenderé mucho pues se que todos estáis deseando comenzar a bailar y divertiros así que tan sólo me queda agradecer a los estudiantes de primero que este año han ayudado a que el salón haya quedado así de espectacular el trabajo realizado.Mi enhorabuena a todos ellos"-el hombre sonríe mientras alza una de sus manos y llena cada uno de sus dedos de un color antes de liberar la luxina en vuestra dirección para delatar vuestra posición

Una vez que os tuvo a todos localizados la gente comenzó a aplaudir a modo de reconocimiento mientras la luxina se deshacía sobre vuestras cabezas dejando su característico olor resinoso y haciendo que os tengáis que sacudir el polvillo que cae sobre vuestros hombros

Tras el breve aplauso el Prisma da el discurso por finalizado y se mezcla entre la gente.Comienzan a formarse parejas que se dirigen al centro del Salón para bailar mientras la música comienza a sonar nuevamente

Suspiró cuando su madre se la llevó hacia otro lado, ¿el hijo de unos amigos? Estaba segura que no le iba a interesar, pero tenía razón: No les había dicho nada, así que sería una forma de pedir disculpas por haber pasado de ellos durante aquellos días. Aunque no le apetecía nada conocer a nadie, y menos hombres. 

Se giró para buscar con la mirada a Puño Trémulo, y cuando lo vio no pudo evitar sonreír suavemente. Una sonrisa fugaz que se apresuró a retirar para que su madre no sospechara nada. Si se enteraba que le gustaba un instructor de la Cromería era capaz de arrancarla de allá dentro. Tampoco pudo evitar sentirse ligeramente celosa al verlo con aquella hermosa mujer, pero se obligó a no montarse paranoias. Ni que fuese una novia tonta y celosa. Ni que fuese su novia. 

Escuchó al Prisma y se sonrojó de nuevo cuando aquella luxina fue hasta ella, sonrió orgullosa y se apartó con suavidad los restos de ella que quedaron en su pelo y hombros. 

Mi grupo y yo hemos hecho los arcos con las flores y los centros de flores, espero que os gusten -les dijo a sus padres. Entonces miró a su hermano menor-. ¿Qué tal si vas a ver de cerca al dragón? Pero ve con cuidado, escupe fuego.

Con pocas ganas, esperó que le presentara aquel "hijo de unos amigos".