Partida Rol por web

William se levanto con pasimonia, otra vez al frente, pero la cerveza le habia sentado de marabilla, al menos ahora moriría con el estomago lleno.

Cuando Sam me dijo que andaba mal de cargadores la digo:- Sam, no tienes mas que pedirme lo que necesites en este puñetero y helado planeta, que aquí Willy te lo dará si puede. Y dicho esto saco un cargador de morita y se lo dio a Sam, era su compañera y con quien luchaba codo con codo.
Y acto seguido avanzo sobre la nieve detras de Miller mientras voy colocando los cargadores en el cinturon para tenerlos mas a mano y digo a Sam:- Vamos Sam, no toca barrer la mierda de bichos de este planeta.

-Vais a hacerme llorar por el ojo bueno- dijo a Brocheta y a Rodriguez, dejando el cargador de Miller a Tartaja o a Dante, quien lo cogiese antes- si mi cita me da plantón esta noche... os mataré a base de bebida, ya sabéis, porque soy amor.

Subió al Gecko y dejó espacio a Rodriguez para sentarse al lado.

-Bueeeno, otra lucha final. El que esté herido que grite, no soy vidente- reclinó la cabeza hacia atrás-Rodriguez, si necesito de tu caridad extrema y generosa a dolor gritaré "gatillazo". Sí, es una estupenda palabra clave- asintió como si fuese completamente lógico.

Me van a dar complejo de mamá, tanto estar pendiente de que sigan enteros, joderse

Con una sonrisa simpática en la cara contesto: - Sam, preferiría otra cualquiera, no creo que a tu tengas un gatillazo nunca.
Pero lo acepto, ya que si quieres joder a un bicho y se te encasquilla el arma te ha dado un gatillazo de los gordos. digo medio riendo.

Señores ya habeis escuchado las ordenes.

Pertecharos y al frente.

Eso no era demasiado adecuado, los infantes pronto necesitarian algun descanso, hacia dias que se planteaba que era mas facil destruir el planeta que recuperarlo...pero eso ya habia pasado de castaño oscuro.

Eco, anular la orden de fuego de supresion y automatico a todos los que tengan menos de 3 cargadores. Si encontrais municion a compañeros caidos pedirles con educacion sus cargadores y cogerlos.

Donde teniamos que llegar...para poder hacer algo... 

Los infantes de los escuadrones Eco y Gatling se encontraban ya a las puertas de abordar sus respectivos vehículos de trasporte Gecko que les habían sido proporcionados. En los alrededores, una gran multitud de infantes y vehículos Gecko se arremolinaban; al parecer, esta vez inteligencia apostaba por un ataque numeroso y rápido, aunque para muchos infantes no había diferencia, seguía siendo una carga suicida.

Del otro lado de la barrera de energía, todo se mantenía en un preocupante silencio, de vez en vez se escuchaba algún ruido y a lo lejos se podían ver a algunos distintos bichos que patrullaban la zona. La flota por su parte seguía surcando los cielos protegiendoles de ataques desde las grandes alturas y formando una segunda barrera en los cielos.

-Sargento Odonell, sargento Frost- gritó el teniente Hammer parado entre ambos escuadrones y apunto de abordar un Gecko especial para los contingentes de mando, un GK-15 Gecko Command Carrier. -Ordenen a sus tropas que aborden ya los vehículos, el ataque está por empezar. Que todos se coloquen en las ventanillas de disparos y habrán fuego a todo enemigo que se aproximen desde las alturas. Debemos dar la mayor protección posible a las tropas que avanzan en tierra. Avanzaremos rápido, esta vez el fuego de artillería ira barriendo el terreno por enfrente de nosotros a no mas de 100m a fin de que avancemos con cobertura. Nuestra misión es cruzar las lineas del enemigo y atacarlos desde la retaguardia rompiendo sus lineas y permitiendo que un segundo contingente ataque les aplaste. No se preocupen por la viabilidad del Gecko donde irán, el cuerpo de técnicos nos ha proporcionado un piloto y un artillero para que operen eficientemente al vehículo, nosotros solo nos encargaremos de proporcionar fuego desde las escotillas de disparo-.

Justo cuando el teniente terminaba su discurso, la artillería empezó a disparar causando un ensordecedor estruendo en la linea del frente. Las barreras empezaron a menguar hasta desaparecer el halo de energía que generaban, y entonces las tropas de pie se lanzaron al ataque. El teniente Hammer parecía gritarles que abordaran cuanto antes, aunque era imposible escucharlo con tanto estruendo. Lo importante en aquel momento era que había llegado de nuevo la hora de entrar en combate.

Mientras me acercaba hacia la zona de los Gecko, la visión nocturna de mi casco me ayudó a fijarme en dos detalles, que siendo beneficiosos para mí, no dejaban de ser macabros. Dos cadáveres de infantes tenían cosas que yo necesitaba y parecía que nadie vigilaba, a excepción de unos cuantos sanitarios que se encargaban de trasladar "las bajas" en esos momentos. Uno de los cadáveres tenía una granada al lado de la pernera del pantalón, a punto de caerse al suelo mientras lo trasladaban y el otro un cargador de Hawk enmarañado en la armadura. Lo que más me jodía era tener que cogerlos sin que nadie me viera...me sentía un ladrón. Un ladrón de muertos. Lo peor. 

Sin decir nada, pues mi tartamudez me pondría en un aprieto y además, hablar en situaciones de tensión no era mi fuerte, me acerqué resueltamente al muerto del cargador de la Hawk, pues la granada, aunque útil, no era mi especialidad, y cuando un sanitario que estaba cerca comenzó a girarse hacia mí señalé rápidamente hacia arriba y en dirección contraria de donde estaba el cadáver, para que girara la cabeza en ésa dirección*....contaba con que la situación vivida recientemente tuviera a todo el mundo en alerta y que instintivamente, se girara, dándome el tiempo necesario para coger el cargador con la otra mano.  ¡Funcionó!

"¿Q....qué pasa? ¿Nos atacan?" preguntó el sanitario. Hay que decir en su favor que dudó un momento, con enorme sangre fría a mi parecer (yo me hubiera girado a la primera), pero mi cara de póker y probablemente la carnicería que él mismo estaba ayudando a trasladar me habían echado un cable. Se giró en la dirección señalada, cogiendo su arma con algo de torpeza y apuntando hacia el lugar, oteando el horizonte. "¿Dónde?"

Con la velocidad de una víbora, me agaché y traté de sacar el cargador de entre la armadura destrozada del infante ligero, parecía enganchada con algo, pero no podía ponerme a mirar con qué. Tendría que confiar con mis reflejos y con mi suerte. Ya casi lo tenía....¡Mierda!¡Maldita fuera mi suerte! El cargador que tanto necesitaba estaba fuertemente atorado con algo, y no había forma de sacarlo sin dedicarle un rato....y sin evitar que me vieran. De ninguna de las maneras quería llevarme otra bronca, ya me había llevado una, arriba en la nave, así que me levanté cagándome en todo lo cagable y usando toda la pericia que fui capaz**, me metí entre los soldados que pasaban, disimulando y alejándome del lugar...para el sanitario sería uno más de los que pasaban por allí...con un poco más de suerte de la que había tenido con el cargador.

La nieve seguía mostrando flores rojas allí donde la sangre de los caídos había impactado, sangre de los "Héroes de la Federación". El silencio que había en esos momentos era casi tan ensordecedor como el estruendo continuado de la artillería, un rato antes...Ethan no pudo más que fijarse que a lo lejos los bichos seguían vigilantes, atentos a sus movimientos, pero una vez más, escondidos y expectantes. "Putos bichos, son más listos de lo que parece, no te puedes fiar ni un pelo"...algo distrajo su atención y se separó de sus compañeros unos metros, acercándose a unos sanitarios que estaban trasladando a los caídos en combate hacia zona segura. Por un momento se perdió de vista entre la gente, y apenas unos pocos segundos después ya estaba de vuelta. La expresión de su rostro era agria y transmitía una ira contenida que los que le miraban podían advertir sin ninguna dificultad. 

Al llegar al lado del Gecko, se limitó a escuchar las órdenes del Teniente y en cuanto se desató el maremagnum y la Sargento dio la orden, subió como un gamo y ocupó una de las ventanillas de disparo. Si tenía que caer, no iban a quedarle balas. Todas las que pudiera estarían alojadas en los cuerpos de los bichos. En pocos segundos adelantaron a las tropas que iban a pie, pues el vehículo era más rápido, y contempló como salían bichos de nuevo de diversos sitios, tratando de parar la carga. Por delante de ellos se escuchaban las detonaciones de la artillería y en el aire, algunos de los pilotos derribaban a los voladores...pero los había a cientos. "És..ésto es lo que t..t.tendríamos que haber hecho al p..p..principio...." tartamudeó por el canal. Levantó la morita y a través de la escotilla apuntó hacia arriba y comenzó a disparar a un escuadrón de bichos que bajaban directos hacia sus tropas...."¿No se a...acabarán n...nunca?" 

Los destellos de su arma hacían de contrapunto contra el frenético ritmo de su corazón. 

McAllen no podía sentirse en parte más desgraciado, pues la verdad es que estaba cansado y volver a salir ahí fuera después de la retirada y la paliza que les habían dado, bueno, no es que tuviera la moral en lo más alto, pero al menos ahora irían en un vehículo.

-Ahora somos un cacahuete, si quieren comernos tienen que abrir la cáscara -comentó mientras buscaba un punto desde donde abrir fuego cerca de la sargento por si quería que transmitiera órdenes o, quizás, hablar con el alto mando- Bueno, intentemos salvar a todos los que podamos, que no me gustaría estar fuera y que me dejaran vendido.

Aprieto con mucha fuerza el arma pensando para mis adentros en si no terminaremos como todos los otros intentos de avanzar, ahora si era más como nos habían dicho, de que iríamos una incursión rápida al frente y ver de tomar Galdonia VI pero lo que me tenía preocupado era que este pedazo es solo una parte de toda la basta superficie y quien sabe que más podría haber haber, cuantos nidos infestados de bichos hasta el topo podría haber.

Pero la Sargento y el Cabo me sacan de mis pensamientos funestos para mi suerte, presuroso tomo el arma y apunto rápido a lo primero que pasa abriendo fuego como un novato y malgastando balas al aire. Tonto y más tonto.

Dentro de los Gecko podía observar por una pequeña rendija del fuselaje, por la misma que sacaría el morita e intentaría dar cobertura al resto de la infantería. Ahora contábamos con la protección de los Gecko para abrirnos paso entre las filas de los bichos, haríamos de punta de lanza y escudo para la infantería ligera que viniera tras nosotros. Las dudas de cuanto tiempo esto sería una novedad antes de que los arácnidos contra atacaran era lo que mas me preocupaba, eso y las pocas balas que la intendencia nos había repuesto. Era como si no confiaran en que nuestro trabajo fuera un éxito y era una locura gastara balas en ello.

- La verdad con esto no estoy seguro ni de impactar en la nieve. Y con las pocas balas que llevamos.....no me hace gracia.

Saco el rifle y empiezo con las ráfagas de disparos, tal y como me han ordenado. - Putos bichos voladores. Mascullo entre dientes, mientras siento el traqueteo del rifle contra mi hombro y veo salir uno tras otro los casquillos de los proyectiles.

el soldado había terminado la cerverza que gracias a Dios le quitaba el desagradable sabor del emplasto de proteinas que les daban por comida, las ordenes llegaron claras como siempre, avanzad contened y masacrad todo lo que se ponga enfrente, por lo menos en esta ocación les tocaba ir sobre ruedas.

una vez ubicado y asegurado, prepara su metralleta, mira a su binomio y agrega, bien chicos, oficialmente nos han abierto la temporada de patos, balas certeras y bichos frescos para el prontuario asevera, en cuanto las malditas chiches aparecen se pega a su morita y suelta una ráfaga que parece mas perseguir los bichos que impactarles

Siempre la misma historia, apenas empezamos a relajar nuestros cargados musculos y las ordenes nos vuelven a llevar al frente. Esta no era vida pero era nuestra vida, así que no quedaba otra que revisar una última vez el equipo y ponernos en marcha.

Casi sin tiempo nos subimos a un mugriento vehiculo y nos ponemos en marcha, cuando nos queremos dar cuenta estamos rodeados de bichos voladores deseando arrancarnos la cabeza.

Mantener la cabeza en su sitio o esos cabrones se darán un puto festín

Con pocas ganas, cansado de esta lucha y del ambiente gélido que nos rodea, me subo al vehículo antes de que este se ponga en marcha atraves de los bombardeos.

desde mi posición, un tanto alejada de los principales accesos al vehículo, no puedo ver gran cosa, aunque parece que toca volver a disparar.

Sacando parte del morita, aprieto el gatillo mientras los casquillos comienzan a amontonarse en el suelo, rodando de aquí para allá según se movía nuestro transporte

Todo parecía ser un problema desde aquella silla pero en cuanto el movimiento comenzó a ser más errático y violento vincet activa los motores del exoesqueleto y se aferra con fuerza a la silla, la primera sacudida no fue ningún problema, pero la siguiente sacudió su cabeza con tal fuerza que chocó contra una de las barras antivuelco, el soldado veía minúsculos haces de luz que danzaban frente a sus ojos por lo que parpadeaba y sacudía la cabeza como si tratase de recobrar el aplomo, de no ser por el casco habría quedado inconsciente.

Maldita sea inteligencia ¿le dará a algo algún día? Pensaba mientras preparaba su morita una vez más para lo que seguramente sería la envestida del imperio galáctico, rápidamente busco agujeros por donde pudiesen entrar los bichos y reconocer cuales de sus compañeros aún estaba en condiciones de pelear.

asoma su cañon y abre una nueva rafaga contra los bichos que pudiesen acercarse.

Habíamos avanzado bastante, pero no lo suficiente, para colmo al intentar disparar el arma otra vez se me encasquillo y tuve que perder un tiempo precioso en solventar el problema, si volvía pediría reequipacion del material, otra cosa es que me hicieran caso., aun asi mis compañeros no estuvieron muy acertados con los bichos y la cobertura que intentábamos dar a la ligera brillo por su ausencia.

De repente empezaron a llover proyectiles de plasma y el Geko intento esquivarlos como buenamente pudo, pero no fue suficiente, pues en un giro una nos impacto y me lanzo por los aires impactando con un lateral del Geko y todo se me nublo a mi alrededor.

Maldiciendo mi súbito entusiasmo que me lleva a desperdiciar 10 valiosas balas al aire busco una mejor posición desde donde disparar. El techo resuena con las espinas de los Rippler que danzan en el aire buscando un objetivo vulnerable que no seremos nosotros.

El cielo se ilumina y rápidamente nos damos cuenta todos de que nos están bombardeando, una devolución de gentilezas que nos da el Imperio Arácnido. El chofer nos dice que intentará esquivar las explosiones pero no tarda mucho hasta que nos impactan. Rodríguez sale volando desde su lado hacia el mío e impacta tan fuerte que queda desmayado o eso parece porque no se mueve. - Médico. - Pido al instante suponiendo que puede ser muy serio el golpe que tuvo.

Pero el combate no espera por nadie y el ataque de los bichos sigue, llevo de nuevo mi morita hacia la ventanilla del Gecko y abro fuego contra todos los que estén volando por ahí.