Partida Rol por web

Yorshala abandona, no te dejes engañar por el aprendiz de Dios Abraxos, estas perdida, no queremos causarte daño pero si no paras inmeditamente no nos quedara más remedio que acabar contigo, mirame porto el báculo de  Asbar de la ceniza,me lo entregó porque mi causa es justa, detente Yorsala, deten el derramamiento de sangre en nuestro pueblo, nuestra gente nos necesita, no te sacrifiques para entregar el conocimiento de nuestro pueblo a un vil hechicero que lo deformará y así podrá obtenr un poder divino que no le corresponde.

 Detente te lo ruego o muere inutilmente, dejando sin tu guia a nuestra gente y solo para hacerle el juego a un extranjero que quiere pervertir las racices del ser de tu pueblo.   

La espada de Darrek golpea el antebrazo de Yorsara, que grita de dolor y deja caer los tubos de madera. Piedad, por favor. Exclama.

Erinala sacude la cabeza como saliendo del estupor del encantamiento, y con la velocidad de una cobra se abalanza sobre Yorsara y de un mordisco le arranca la cabeza de cuajo. 

Antes de que los borbotones de sangre que salen del cuello de Yorsara lleguen al suelo, Erinala se desvanece y todo el claro a vuestro alrededor cambia.

El cuerpo sin cabeza de Yorsara cae ante la mirada atónita y de pánico de sus acólitas. Adraxos, rodeado por sus mercenarios en un extremo del claro, maldice, el odio que emana es palpable a pesar de que su cara está oculta por la capucha de su túnica negra. En el otro extremo del claro Iddi y sus thanes se llevan las manos a la cabeza.

Durante unos segundos reina la confusión mientras las acólitas de Yorsara corren en todas direcciones.

Idi Mira el callado de Asab de la Ceniza, entregado en mano por él mismo, para parar esto, te someteras a juicio por atacar y dañar a tu pueblo.

 Tu Adraxos, deja este lugar sagradao y no vuelvas más ni ninguno de los tuyos, o por la sagrada memoria de mi maestro y ancestro te juro que liberaré el poder que ne él haya para destuiros aqune tenga que sacrificar mi alma para ello, pues así lo he jurado.

 Orlanthis, Yorshala a muerto por la mano del witer, el witer de todos, tradicionalistas y dracos, somos un mismo pueblo una misma fé con distintos aspectos, ahora es el momento de dejar lo que nos separa y abrazar lo que nos une, de demostrar que somos un solo pueblo.

 Levanto el baston por encima de mi cabeza y espero la reacción de mis hermanos de Sangre. 

Aún perturbado por la reacción del Wyter, Darrek traga saliva. Delante de ellos ha aparecido mucha gente, demasiada. Empieza a calcular mentalmente las posibilidades de su grupo y, en enfrentamiento directo, son pocas o ninguna.

- ¿Pero por qué...? ¿Tanto mal le estaba haciendo a Erinala? Ernalda, el culto al que pertenecía en vida, es un culto pacífico. No entiendo...

Antes de que pueda articular palabra Njial expone parte de sus ideas: hay que conseguir que al menos un grupo se les una e Iddi es el más factible. Se dirige directamente a él.

- Haced caso al kolati. Es de los vuestros y ha visto lo que ha sucedido: Yorsara  ha sufrido la venganza de Erinala por vuestro error. Humakt es justo y considerará en vuestro favor que nos ayudeis a deshacernos del cancer que os confundió -dice indicando a Adraxos y sus secuaces-. Ha conseguido ensuciar vuestro honor y sólo su sangre lo limpiará.