Partida Rol por web

Pues lo tienes fácil criatura inferior, basta con que no trates de cruzar hasta este lado del estanque.

- De acuerdo criatura superior, pero mi pregunta sigue en pie ¿Qué es lo que se supone que estás protegiendo?

Lo que yo protejo no es asunto de chusma como tú.

- Bueno, la Chusma necesita una respuesta para darle a la gente que vive en el pueblo. Nadie quiere un enfrentamiento...

Sólo hay algo que me ponga más a cien que un goblin, y es un prepotente como ese tío de verde, masculla Aelar al oir el intercambio de opiniones.

-¿Criatura inferior? ¿Chusma? Menuda prepotencia, ¿no?--se quejó Hadarai en voz alta antes de apuntar--Más que proteger, yo creo que esta gente oculta algo.

Tranquilamente, el mago eladrín se acercó hacia el puente mientras se quitaba la capucha para que aquellos dos individuos se percataran claramente que él también pertenecía a las tierras Salvajes de las hadas.

-Permítanme que les contradiga, caballeros, pero me temo que este puente no pertenece al Rey del Río, sino que forma parte del territorio de Riverbend y su molino. ¿Por cierto? ¿Quién ese rey del que hablais?

Mucho tiempo pasas entre mortales dice en élfico para no conocer al Rey del Rio y su insigne corte. Más aún si otorgas derechos sobre tierras que no te corresponden.
Y dile a tu lacayo humano que con mucho gusto me enfrentaría a él, pues hace tiempo que mi lanza no prueba sangre humana.

El caballo cocea y bufa como confirmando a su jinete.

El jinete grita algo en un idioma que no entiendes

El caballo cocea y bufa como confirmando a su jinete.

- Muy espectacular, pero seguimos sin progresar en el diálogo....

-No creo que llegaras si quiera a hacerle el más mínimo rasguño. Se te va la fuerza por la boca, hermano de raza. Deberías ser mucho más humilde--afirma Hadarai casi con desprecio y en lengua común para que todos lo entiendan.

-Ah, y no es mi lacayo, por supuesto. No es sino un amigo que sólo quiere ayudar a la gente que habita en Riverbend.

-Nosotros, los seres feéricos de corazón, no necesitamos subyugar a nadie para sentirnos en paz y armonía con el mundo que nos rodea. Sin embargo, son aquellos exaltados como tú los que acrecentan la mala imagen que tenemos en general los que provenimos de las tierras Salvajes de las hadas.

-Por cierto, no has respondido a mi pregunta. ¿Acaso temes algo? ¿Quién es ese rey del que hablas y cuál es el motivo de tanta algarabía en su nombre?--insiste finalmente el mago eladrín de nuevo.

Visto lo oído hasta ahora, Aelar tiene pocas dudas acerca de los propósitos bélicos del eladrín, por lo que prepara el arco y las flechas para cuando empiece la movida, y busca una diagonal que le de buena línea de tiro sin amenazar a sus compañeros.

Fijo que es un ghaele; son lo más estirado que en el mundo se ha visto, murmura para sí.

El rey del río es el legítimo gobernante de la corte feerica que existe junto a este lugar mundano. Los mortales de este lugar han ofendido al rey y ahora pagará con sus tierras y sus vidas. ¿Tendreís el valor de cruzar el puente, ardo en deseos de mostrar mi valía.

Sigues sin entender una palabra.

- Desde luego... entre tus habilidades no está la de la diplomacia. Así seguiremos sin poder dialogar, criatura superior.

-¡Claro! Eso lo explica todo--comenta Hadarai con ironía--¿Y puede saberse cuál ha sido ese supuesto agravio?

Tanta cháchara me cansa. Prepárate Illsifan, le dice a su escudero en Común
Sir Oberest os dará un lección.
El caballero susurra a su montura en élfico A la carga fiel corcél