Partida Rol por web

 Haciendo lo que había dicho el guerrero de tez oscura se mueve con una breve carga hacia quedar al lado del mediano para atacar al dracónico, tanto para terminar con él como para dar tiempo a Racalín para acompañar a Myanuviel hacia el interior de la choza, donde los kóbolds ya habían llevado a la gnoma.

 El filo de la cimitarra adquirió como un rocío verdoso que la cubría justo instantes antes de alcanzar al dracónico, el filo penetró de forma limpia en la juntura del cuello con el hombro, en un fuerte golpe descendente de derecha a izquierda. Los bordes de la herida se quemaron por el abrasivo ácido que soltó la el rocío verdoso. La criatura cayó.

 - Rápido, no te detengas, hacia la choza, aquí no estamos seguros.- Dice con tono apremiante a Racalín.

 El valletano parecía aguantar bien el castigo, a pesar de tener una flecha clavada en el hombro izquierdo, y sangraba de dos profundas heridas causadas por los guerreros kóbolds.

 Gárret se recompone en la copa del árbol, y con sus dos armas parejas, embiste el kóbold con todo el peso de su cuerpo, como si se trataran de los dos cuernos de un toro. Una de las dos ensarta al kóbold en el costado izquierdo, sin embargo la otra choca contra una placa de metal y rebota, siendo desviada hacia el exterior.

La espada que penetra en la carne del can corta profundo y sale por el otro lado, causando múltiples cortes internos en los tejidos del kóbold.

Si me quedo aquí sola seré como una diana de entrenamiento... será mejor ir con los demás

Dejando al kobolt herido tras ella, comienza a caminar tras los demás hasta que se pone a su altura. En ese momento ve a uno de los kobolts guerreros que está siendo atacado por Querelar.

Ya que no pude acabar con el otro, tú serás un buen substituto! le grita al bicho a pesar de saber que no le entenderá mientras deja ir una de sus flechas. Sin embargo, a pesar de lo cerca que tiene a su objetivo, la flecha se desvía lo justo para pasar junto al kobolt en lugar de herirle. Poco acostumbrada a fallar un tiro en apariencia tan sencillo parece enfadarse y comienza a refunfuñar por lo bajo

Intento hacer una pirueta,aprovechando el pésimo ataque de mi anamigo,pero por poco resbalo y de nuevo el Kobold intenta atacarme...(después del ataque)...acto seguido continúa avanzando hacia la choza.

Escucho tras de mí una pregunta en tono enfadado por parte del pequeñajo que vino a darme los buenos días junto a Marpilla pero ni siquiera me giro para responderle y sigo adelante con la choza como único objetivo.
Una vez medianamente a salvo en la casucha abandonada me detengo un momento a estudiar la situación y averiguar si alguno de mis ahora compañeros necesitaba de mis dotes curativas... Querelar parecía bastante malherido, al igual que lo estaba yo misma, pero tal vez sería mejor esperar a que estuviera más cerca para tratar de sanarle...

Mientras tanto me giro para intentar observar desde alguna sucia ventana lo que sucede dentro con el jefe de esos bichos y mi amiga gnoma, asegurándome de que sigue viva y no le han hecho daño.

Tras la nueva lluvia de flechas de los kóbolds, Methgar es la primera en actuar. Y, aunque no le gusta del todo la idea decide acercarse hasta la choza mientras percibe como uno de esos Kóbolds han escapado de las enredaderas para atacar a Racalín; la flecha se pierde entre las enredaderas para sopresa de la elfa. A continuación Querelar, da instrucciones de que no se detenga el mediano tras haber derribado a la criatura dracónica. El ataque es digno de ver, un preciso ataque ascendente que corta el cuello e impregna con un ácido a la propia herida, siendo que sea extramadamente dolorosa y mortal. -muerto-

Miyanuviel y el reboltoso mediano se acercan a la cabaña y desde allí pueden apreciar algo entre los cristales -rotos- de las ventanas.

Gárret se recompone en la copa del árbol, y con sus dos armas parejas, embiste el kóbold con todo el peso de su cuerpo, como si se trataran de los dos cuernos de un toro. Una de las dos ensarta al kóbold en el costado izquierdo, sin embargo la otra choca contra una placa de metal y rebota, siendo desviada hacia el exterior.

La espada que penetra en la carne del can corta profundo y sale por el otro lado, causando múltiples cortes internos en los tejidos del kóbold. (-8 pg)

La cabaña es de granito, su techo de paja parece nuevo y un olor a heno fresco lo confirma. La entrada simplemente está cubierta por una telaje blanco, y hay un par de ventanas sin cristales a ambos lados de esta. El interior se encuentra misteriosamente vacío. Desde vuestra posición véis una mesa de madera con animales muertos y ensangrentados, como si alguien hubiera estado deborando hace poco, Miyanuviel reza por que esos restos desgarrados no se encuentre la pequeña Gnoma. La decoración deja mucho que desear.

A pesar del agresivo ataque de Garret, el Kóbols consigue mantener el equilibior y decide defenderse estúpidamente con una de sus flechas como si se tratara de un pequeño estoque. A pesar de lo que ridículo que puede resultar obliga al mediano a moverse, y puede perder el equilibrio.. *

Rápidamente suelta una especie de croar dracónico y al instante los kóbolds cercanos le imitan. Cómodamente bajan del árbol como si lo hiceran constantemente y se quedan esperando que Gárret caiga del árbol, dos de ellos llevan consigo mazas, otros dos simplemente se encargarían de dar dentelladas.

Un poco más allá Methgar y Querelar se encuentra espalda con espalda sabiendo que los kóbolds ya abran cargado sus arcos. Y así es, a los pocos segundos nuevas flechas vuelan hasta su posición. La elfa siente como un par de flechas penentran en su muslo derecho, dificultándole un poco el trayecot hacia la cabaña. (-5 pg). Querelar por su parte consigue evadirse de los proyectiles que iban dirigidos a su posición.

 Viendo que el grupo estaba a punto de poder ingresar en la choza decide ir ya hacia ellos con la esperanza de que Methgar haga lo mismo. Sin pensárselo dos veces se interna en el interior de la choza para abrir paso al resto de los aventureros.

 Al ver como los kóbolds se aglutinan debajo de su árbol para devorarle, Gárret saca fuerzas de flaqueza y desde una posición arqueada de su espalda, casi rozando la de un ángulo recto, el mediano se pone de nuevo en posición erguida, viendo con gesto de aprobación y satisfacción como sus compañeros encuentran un refugio.

Hoy no me he despertado con intenciones de dejarme comer, no os lo pondré tan fácil bastardos. 

El mediano, recomponiéndose de la momentánea pérdida de equilibrio, trata de golpear a la altura del cuello al kóbold con la espada que ya le había ensartado el vientre momentos antes, pero la sangre del can hace que se escurra el de la mano del fortecor, que de no ser de los extraordinarios reflejos del guerrero hubiera acabado fuera del árbol, pero que sin embargo es agarrada por el mango, de forma invertida.

Aprovechando el giro de su tronco y la presión almacenada en el mismo, Gárret vuelve a girar en sentido contrario, cortando al kóbold a la altura del abdomen, posiblemente abriendo un corte hasta la masa visceral. (-9 pg)

Ok...voy a adoptar la forma de un kobold.Así que no os asustéis....jijjijiji...les digo a mis compañeros.

Form altermenciono,antes de que mi cuerpo adopte la forma de un kobold.Seguidamente entro...

Miro con los ojos increíblemente abiertos al pequeño Racalín cuando dice lo que va a hacer. ¿Va a convertirse en uno de ellos? ¡Increíble! ¿Qué clase de poder es ese? pienso totalmente sorprendida. ¿Cuántas cosas más habrá que no sepa de las personas con las que ahora comparto camino? Pero no hay tiempo que perder, algunos de mis compañeros están muy heridos por estos malditos lagartos y quizá el pequeñajo tarde un poco en hacer lo que deba dentro de la choza.

Corro a encontrarme con Methgar que con cierta dificultad y varias flechas clavadas en su muslo derecho trata de llegar hasta nosotros. La ayudo a correr para ponerse a salvo y después, tratando de que alguien me ayude a taparle la boca, le arranco las flechas de la pierna y procedo a sanar ligeramente su herida.

- Tranquila, no es nada... - susurro a la elfa mientras examino sus heridas más visibles, especialmente la que han dejado esas puntas de flecha.- Racalín está dentro, se ha convertido en uno de ellos... es increíble.

Si nos metemos todos en la cabaña dejaremos a Garret como presa fácil para los kobolts grita a sus compañeros al ver que se alejan.

Acto seguido dispara una nueva saeta contra el enemigo más cercano* pero una vez más, por un motivo que no logra comprender, el disparo se desvía en los últimos metros pasando inofensivamente junto al kobolt. Consciente de que es blanco fácil para las flechas enemigas pero que si dejan al mediano solo probablemente sea su fin, Methgar decide alejarse de los arqueros e ir a cubrirse como pueda con la cabaña a la que no entrará (al menos este turno).

 Yo estoy bien, largaos- (gritó al escuchar a Methgar cuando se preocupó por dejarle solo con la turba de kóbolds)- Podré con ellos.

El mediano se retiró con el pulgar una gota de sangre que le caía por la comisura del ojo derecho, no la suya propia, pero que turbaba la visión.

Querelar arrastra al grupo hasta la cabaña con la única intención de protegerlos. Es el primero en internarse al edificio que ya conoce, y allí ve algo que le cuadra demasiado en principio.. Racalín decide adoptar una forma casi calcada a la de un kóbold antes de entrar. Unos segundos después entra tras el Valletano en la choza.

Miyanuviel ve el estado de Methgar, y aunque no es del todo preocupante decide utilizar su magia para curar parte de sus heridas (+8pg). Seguidamente la elfa salvaje lanza una de sus flechas hacia el enemigo pero esta impacta contra la rama de un árbol que protegia al kóbold. Después castiga la mirada para ver que Gárret se encuentra en problemas, para su tranquilidad los agudos oídos de la batidor escuchan:

Cita:

Los cuatro podéis sentir un olor nauseabundo y podéis comprobar que los animales que hay sobre la mesa han sido devorados a dentelladas. Es dificil distinguir gran cosa viendo el estado de los cuerpos, pero diriáis que son conejos, animales de campo no muy grandes.

También hay varios lechones de paja desperdigados por el suelo, aunque más o menos unidos en línea recta como si viviera una familia. Antes de que podáis dar paso a una investigación a fondo percebís el cuerpo de Marpilla en una esquina, al fondo a la izquierda. En un principio no hay rastos del Jefe de la manada, ni del guerrero que entró momentos después..

La cabaña es de granito, su techo de paja parece nuevo y un olor a heno fresco lo confirma. La entrada simplemente está cubierta por una telaje blanco, y hay un par de ventanas sin cristales a ambos lados de esta. El interior se encuentra misteriosamente vacío. Desde tu posición ves una mesa de madera con animales muertos y ensangrentados, como si alguien hubiera estado deborando hace poco. La decoración deja mucho que desear

Los cuatro podéis sentir un olor nauseabundo y podéis comprobar que los animales que hay sobre la mesa han sido devorados a dentelladas. Es dificil distinguir gran cosa viendo el estado de los cuerpos, pero diriáis que son conejos, animales de campo no muy grandes.

También hay varios lechones de paja desperdigados por el suelo, aunque más o menos unidos en línea recta como si viviera una familia. Antes de que podáis dar paso a una investigación a fondo percebís el cuerpo de Marpilla tirado en una esquina, al fondo a la izquierda. En un principio no hay rastos del Jefe de la manada, ni del guerrero que entró momentos después..