Partida Rol por web

De como los fantasmas tienen carne y hueso.

Al día siguiente, muy temprano, Jonathan fue a buscar a tu pequeño. Ambos intentaron parecer muy civilizados y el pequeño te pregunt´ço cuando te vería de nuevo, a lo que no supiste contestar hasta que Pendragon intervino y dijo: "Cuando tu mami vuelva de un viaje, ya podrás pasar todo el tiempo que quieras con ella". Harker miró a Jack con un profundo odio, pero este simplemente le contestó con una mirada beligerante y tu ex-marido solo bajó la vista.

Después de esto, con la congoja apretando tu corazón, miras como se aleja el carruaje en que va tu hijo. Péndragon, que a pesar de no ser apropiado, te ha acompañado en todo momento, te dice:

- Si no se siente bien, Mina, le diré a Bond que nos quedaremos un día más en Londres. Si no le gusta me interesa muy poco, prefiero estar seguro de que usted se encuentre mejor.

Tardé unos momentos en responder pues notaba como parte de mi vida se marchaba con él, no volví a llorar pero lo que no sabía era cuanto tiempo tardaría en volver a hacerlo, pues ese nudo de mi estómago me hacía sentirme realmente mal. La mira de Johnatan a Jack no me pasó inadvertida y esperaba que a mi ex no le diera por hacer ninguna estupidez y menos con mi hijo.. Sería capaz de cualquier cosa..

- No se preocupe, estoy bien. - Respondí volviendo a refugiarme en mis buenas maneras, pues era mi forma de escudar mis sentimientos y debía volver a hacerlo me gustara o no. - ¿ Podría decirme cómo ha conseguido que Johnatan no proteste y haga lo que usted quiere?

Sin duda era algo que despertaba mi curiosidad, pero algo me decía que Jack se volvería a poner de ese modo reservado y no me respondería.

Jack parece algo avergonzado ante tu pregunta, pero como si hubira hecho algo malo, te contesta:

- La verdad es que le amenacé de muerte. Le dije que si seguía alejandola de su hijo en el momento menos pensado sería blanco de un ataque de los patriotas irlandeses. No estoy orgulloso de eso, pero creo que por lo menos le gane una noche con el pequeño.

Mi cara mostró sorpresa por aquella respuesta, sin duda, pero luego asentí e incluso mostré una sonrisa, aunque en aquel momento no pudiera ser mas que un poco triste.

- Se lo agradezco Jack.. - Dije asintiendo para luego ponerme en movimiento y comenzar a caminar de nuevo hacia la casa. - Estaré lista para partir en unos minutos, como muchos me tomaré quince..

Subí a la habitación y me cambié de ropa, por una más cómoda para viajar, aunque constaba de una falta larga y una camisa como acostumbraba a vestir, pues si no debía subirme a ningún caballo no me hallaba muy cómoda en un pantalón, por no decir, que esa no era indumentaria para una señorita y recogí todo rápidamente, así que fui yo misma quien bajé mis cosas al vestíbulo. Sabía arreglármelas de sobra sin necesidad de tener todo el día a alguien pendiente de mover mis cosas y recogerlas.

Dejas tus cosas en la sala pero Pendragon te pide que lo acompañes un momento al estudio. Ahí, en el desordenado escritorio tiene algunos papeles, mapas de africa y de París y cosas que ni sabes reconocer. Entonces él te dice:

- Bond me ha dado más información acerca de lo que debemos enfrentar. Primero debemos ir a París porque los franceses quieren que les ayudemos con el reclutamiento de otro miembro de esta liga. Hace 2 años hubieron extraños sucesos en el teatro Garnier de París les hizo pensar que estaba enbrujado, no obstante se trataba de un hombre desfigurado con gran talento para la música. Sé que hubieron unos crimenes o algo así, por lo que los fraceses quieren que atrapemos a este fantasma y le ofrescamos unirse a la liga a cambio del perdón de sus crimenes.

"Una vez que solucionemos eso, debemos seguir camino a África. Cuando tengamos con nosotros al supuesto fantasma me entregaran toda la información de lo que debemos hacer ahí".

Escuché las palabras de Pendragon con todos los detalles que podía darme, aunque no mostré sorpresa alguna, pues era casi más probable que no supiera reaccionar a una situación normal, que a una en la que fuera lo paranormal lo que reinaba, pues a pesar de que me me asustaba como el resto del mundo, mi mente creía que casi podría existir cualquier cosa que se te pasara por la imaginación, simplemente era cuestión de buscar bien para hallarlo.

- Entonces iremos a por ese fantasma músico. Espero que no le dé por aullar por las noches.. No creo que lo llevara demasiado bien. - Me encogí de hombros, pues aunque en mi rostro no lo reflejaba, aquello había pretendido ser un comentario gracioso. - No creo que sea tan fácil como decirle te vienes y ya ¿ no? - Nada era nunca tan fácil.

Pendragon se ríe ante tu broma y te dice:

- Hay un carruaje a la espera de nosotros afuera. Mis sirvientes ya han llevado su equipaje. Yo la alcanzaré en un momento.

Cuando sales de la casa, tal como él te dijo, se encuentra el carruaje a la espera. Aún no salen de la casa ni Stregoff, Chia o Frankenstein, pero te encuentras con alguien que no esperabas. Como si intentara no ser vista, la joven Katty Butler se acerca a ti y te saluda:

- Buenos días, señorita Murray... eh... ¿Como se encuentra su pequeño?... Bueno, yo solo vine para... por favor, entreguele esta carta a Jack.

La chica te entrega el un sobre y sale corriendo.

Asentí a las palabras de Pendragon y bajé, esperando que estuviera todo listo para poder partir, aunque no tardé en sorprenderme de ver allí de nuevo a la muchacha. Debía de estar bastante interesada en Jack, porque volvía con una nota para él y apenas pude saludarla antes de que saliera corriendo tras dármela.

- Deberías habérsela entregado tú por mucho que te haya podido decir.. en esta vida.. hay que ser fuerte hasta para escuchar lo que nos parte el corazón.. - Pensé negando con la cabeza cuando la vi alejarse rápidamente.

No hice el amago de abrir la carta pues aunque a veces pudiera parecer un poco curiosa, jamás leería algo así, sería ir en contra de todos mis principios si no había ningún motivo más para leer algo privado que saciar la propia curiosidad. Además ya suponía que sería una especie de carta de amor o de pedida de disculpas, porque les vi discutiendo cuando llegamos el día anterior. De todas formas, no era de mi incumbencia y si ya había sido difícil mantener la compostura estos últimos años con mi vida sentimental, lo que menos me apetecía era tener que aconsejar a alguien en un tema en el que no había acertado nunca.

Me aparté un poco del resto, esperando en la base de las escaleras para entregarle a Jack la nota cuando bajara, evitando que el resto pudiera escuchar, aunque sabía que más de uno habría visto, oído o presentido a la muchacha.

Pendragon al poco rato baja con su sonbrero, un abrigo y una pequeña maleta. cuando lo alcanzas antes de subirse al carruaje el ve la carta que le entregas y en su cara se dibuja una pena profunda. Abre el sobre y lee rápido lo que dice. Después suspira y te dice:

- ¡Pobre chica!... Usted tuvo su edad hace menos tiempo que yo, Mina ¿Cree que pueda olvidarse de un amor que no le conviene?.

No sabía que responder a esa pregunta y mucho menos yo, la única persona del mundo que llevaba metiendo la pata con el mismo tema desde que tenía conciencia de ello. Me quedé unos instantes pensativa, pero luego negué con la cabeza, no respondiéndole a él, sino como respuesta a mis propios pensamientos.

- No soy la adecuada para responder a estos temas.. pues como ve, los grandes amores de mi vida no son precisamente ejemplos a seguir.. Supongo que no podemos escoger lo que nuestro corazón elige, aunque creo que el tiempo acaba no sólo haciéndonos más sabios, sino que además, haciendo que las heridas duelan menos..

No quise añadir nada más, pues no, no era quien para responder a qué era o no lo que debía hacerse en esos casos, ni a entender lo que impulsa a una mujer a enamorarse de una persona que sabe que no podrá obtener, pero creía que ese tema había sido así por mucho tiempo, desde hacía muchos siglos atrás, toda una incognita que jamás podría responderse.

Pendragon sonrie y te dice:

- Por lo menos su exmarido y el infame conde Drácula tienen algo a su favor; ambos tienen buen gusto.

El cumplido de Jack es tan descarado y falto de las maneras correctas de un caballero, que te pones roja sin querer. No obstante, parece que para él expresarse así es muy normal, pues no hace caso a tu reacción y te dice con cara triste:

- Yo conozco a esa chica desde que era una niña, conocí a su padre y fuimos amigos. Creo que una persona debe vivir su vida en el tiempo que le corresponde y ella no debe perder su tiempo con un anciano como yo... Solo he estado casado una vez y, como usted seguramente ya sabe, no fue una buena experiencia, pero he enterrado a muchas amantes que se consumieron, como si ellas fueran polillas y yo la llama de una bela.

En ese momento el joven caballero se muestra como lo que es, un hombre que debe sobrepasar los mil años.

Las palabras de Pendragon me hicieron enrojecer y bajar la vista, pues no estaba acostumbrada a escuchar halagos de aquella forma y me sentí un poco incómoda. Me hubiera incluso ido a hacer alguna cosa o a buscar a alguien de no ser porque continuó hablando, pero sus tristes palabras hicieron que olvidara aquellas incómodas primeras y tan sólo sintiera pena por tener que vivir tantísimos años y estar solo.

- Supongo que casa persona tiene una cruz con la que cargar.. No tengo palabras de consuelo para algo así, pero entiendo tanto su postura como la de ella, Jack. Ella no ha elegido enamorarse de usted y usted, ha perdido demasidas cosas que el tiempo no es capaz de mantener.. Pero.. ¿ Qué sentido tiene poder vivir tantos años si no puede disfrutar de ellos? No es mi intención ofender, pero no sé si es peor el dolor de una pérdida o el dolor de la soledad..

Me encogí de hombros como si no supiera que decirle, pues para mí, era hablar de algo que tan sólo podía imaginar.

- En fin, como ya le he dicho, no soy la más indicada para aconsejarle..

Al la mañana siguiente, cuando despiertas ya Karameneh ya no se encuentra a tu lado. Seguramente salio antes de tu cama para que nadie pensara algo malo de ustedes, aunque a ti eso te interesaba un pepino.

Cuando bajas te enceuntras con ese monstruo hecho de cadaveres y el coronel ruso. Ellos te saludan y salen todos a las afueras. Ahi se encuentra la señorita Murray y Pendragon junto a un carruaje.

Pendragon perecía muy interesado en tyu opinión, cosa algo extraño entre los hombres de esa época, aunque ya habías entendido que ese hombre pertenecía a una época completamente diferente.

No obstante, todo se ve interrumpido por la aparición de Strogoff, Chía y Frankenstein, quienes vienen listos para partir.

No tenía nada más que añadir a aquel tema y aunque por unos instantes me quedé pensando por qué le interesaría tanto saber mi opinión, deseché todas y cada una de mis teorías, pues aunque era curiosa y a veces quizás hasta demasiado, no quería saber tanto, al menos, de esos temas.. Con salir escaldada unas cuatro veces ya había tenido suficiente y de ahí la única conclusión a la que se podía llegar era que se me daba hasta mejor pelear, que había que ver lo mal que se me daba.

Sonreí amablemente ( y quizás hasta agradecí ) al venir el resto de gente.

- Espero que hayais descansado todos bien.. aún nos queda algún viaje que otro que hacer y quizás no de los már cortos..  - Pensaba en África que era como demasiado lejos de mi hijo y eso que aún estábamo ahí.

Strogoff se descubre cuando te ve y dice:

- Dormí muy bién, aunque el olor a humo y hollín de londres es asqueroso. Dee todos modos estoy listo para el viaje, que en todos mis años ni había soñado con conocer París.

El anciano parecía emocionado como un niño, y de seguro que un ruso ni se imaginaba las maravillas de una ciudad como París.

Por su lado, el mostruo parecía muy incómodo en la calle a esas horas. Miraba a todo quien pasara como sie en cualquier momento una turba con orquillas y antorchas se avalanzarían sobre él. No obstante, es muy coprrecto al decirte:

- Dormí bien, señorita Murray. Espero que usted haya disfrutado el tiempo con su hijo.

Tuve que reir suavemente por el comentario de Strogoff, ya que sin duda había sido gracioso, pero había una gran verdad en él, eso nadie se lo podría negar.

- No se preocupe, al final uno se acaba acostumbrando.. o quizás es que he pasado demasiado tiempo aquí ya como para no apreciarlo.

Respondí amablemente a las palabras del primero, pues habían sido una protesta en toda regla y me había resultado gracioso.

- Gracias Frankenstein. La verdad es que lo echaré de menos, pero vendré a verlo en cuanto regresemos..

Ahora dejé de reir y miré un poco hacia el suelo, aunque tras un silencioso suspiro volví a levantar la vista.

salude a frankenstein y a strogoff con normalidad, con un simple hola,no los conocia apenas, pero ninguno me habia hecho nada malo, y parecia que viajariamos juntos, me daba igual que Frankenstein estubiera hecho de cadaveres, despues de todo ella llevaba sangre de demonio en sus benas, asi que...

Cuando llegamos ante Mina y Pendragon me mantube en segundo plano, no metiendome en la combersacion, pero al final dije- Espero que tu y tu hijo paseis muchos momentos buenos juntos- Luego mire a Pendragon y pregunte- salimos ya? tengo cosas que hacer durante el viaje.