Partida Rol por web

Tras verse arrastrados hacia el infinito, retorcidos como toalla mojada, estirados como cuerda de ballesta, y lanzados cual saeta hacia todas las direcciones conocidas y aun más; tras verse sumergidos en la mas absoluta oscuridad, rodeados de luces de colores, y sin sentir siquiera la fuerza de la tierra aferrándolos desde las patas, todo parece comenzar a regresar a la normalidad cuando la luz se hace de nuevo a partir de los colores circundantes, y la tierra parece volver a reclamar su derecho largamente adquirido.

No lo hace en un buen momento, ya que en ese mismo instante, Elandris se encuentra patas arriba y de espaldas al suelo, aferrando con ambos brazos su preciado laud. Prag por otra parte, no puede alardear de estár en mejor posición. El semiorco flota sobre una blanca arena, en perfecta verticalidad, pero con la cabeza a un metro del piso y las piernas a casi tres...

Cuando la magia de Faresm se desvanece, ambos caen con fuerza contra las arenosas rocas....el grito, violador del profundo silencio en las tranquilas playas, suena por partes iguales....y cada uno puede oir un eco del propio, proveniente desde 800 metros de distancia.

Cuando logran reponerse del terrible porrazo sufrido, pueden ver que están en una costa de algun lejano mar. Elandris yace sobre la arena, con trozos de caracolas clavadas en el espinazo. A gran distancia, Prag ha aterrizado sobre una escollera natural de rocas y arena. Su cabeza, milagrosamente, ha resistido el impacto.

Mientras se recuperan y alcanzan a verse como leves manchas en la distancia, un suave grito viene viajando desde el sur, siguiendo la costa...

Ahhh uch...ohhhh....

Tras verse arrastrados hacia el infinito, retorcidos como toalla mojada, estirados como cuerda de ballesta, y lanzados cual saeta hacia todas las direcciones conocidas y aun más; tras verse sumergidos en la mas absoluta oscuridad, rodeados de luces de colores, y sin sentir siquiera la fuerza de la tierra aferrándolos desde las patas, todo parece comenzar a regresar a la normalidad cuando la luz se hace de nuevo a partir de los colores circundantes, y la tierra parece volver a reclamar su derecho largamente adquirido.

No lo hace en un buen momento, ya que en ese mismo instante, te encuentras patas arriba y de espaldas al suelo, aferrando con ambos brazos su preciado arco.

Cuando la magia de Faresm se desvanece, caes con fuerza contra las arenosas rocas....el grito, violador del profundo silencio en las tranquilas playas, suena por partes iguales....Primero un grito lejano, proveniente desde el norte, como anticimando el tuyo, que no tarda en surgir cuando tu cabeza y espalda golpea contra las duras caracolas.

Cuando logras reponerte del terrible porrazo sufrido, puedes ver que estás en una costa de algun lejano mar.

Ahhh uch...ohhhh....

Sharp consigue levantarse y se frota su dolorida nuca comprobando que no se haya abierto la cabeza. A pesar de la fuerza del golpe parece que no se ha hecho sangre, así que dedica su atención a su entorno y se olvida pronto del golpe.

Al principio su vista está aún un poco nublada por el mareo, pero cuando consigue fijarla lo suficiente observa que está en una playa totalmente desconocida, pero eso no era lo peor, al parecer el mago no solo lo había materializado a bastante altura, sino que encima lo había separado de sus compañeros, cuando lo vieran de nuevo tendrían que pedrile explicaciones por esto. Pero primero tendrían que intentar reunirse...

Entre sus confusos recuerdos del mágico viaje y su posterior brusco aterrizaje, recuerda haber oido gritar a alguien casi a la vez que el: Tal vez no estén tan lejos después de todo... Así que agudiza el oído e intenta mirar en la dirección del grito por si ve algún movimiento.

No le gustaría llamar la atención de cualquier desconocido al encontrarse solo en un lugar extraño, por lo que en vez de gritar comenzará a andar hacia la dirección del sonido. Ese maldito mago, encima de que estabamos dispuestos a ayudarle voluntariamente le hace eso a Zenram, entiendo que pueda desconfiar de nosotros, pero aún así creo que se ha pasado un poco... cada vez que recuerda el extraño pulpo se le pone la piel de gallina de imaginarse a el en la misma situación que el paladín... bueno, será mejor que acabemos con esto cuanto antes, no quiero que ese bicho tenga que recordarle nada a Zenram.

Tras recuperarte del duro golpe, comienzas a recorrer el paisaje con la mirada. Al este, la playa se convierte en colinas repletas de achaparrados arbustos de gruesas hojas. Hacia el norte y sur, solo hay arena hasta donde alcanza la vista.

En direccion norte, puedes ver rastros de humo en la distancia. Ademas, tu excelente vista, te permite vislumbrar en la playa dos siluetas oscuras. Parecen personas, pero se encuentran facilmente a un kilometro o más...

El dia está despejado, y un fresco sol calienta la playa.

Sin perder un momento, empieza a caminar a buen ritmo hacia aquellas siluetas, parece que haya también allí algún tipo de hoguera, así que aunque no fueran sus compañeros tal vez encuentre algún refugio... además no le apetece estar solo en un lugar remoto como aquel.

Lástima que en esta playa no haya ningún sitio donde esconderse para poder ver quienes son antes de dejarme ver yo mismo, pero que se le va a hacer, me acercaré pacíficamente, y al menor signo de problemas... ya veremos si toca correr o sacar el arco, depende de cuantos sean.

Sigue caminando y planeando distintas aproximaciones al encuentro, aunque ninguna de ellas demasiado inteligente, hasta estar lo suficientemente cerca para distinguir mejor a las personas.

Tras escupir parte de la arena tragada en el impacto, se incorpora asegurándose de que todo está en su sitio. Ha conseguido salvar las rocas en la caída por pura casualidad, y sabe que si su cabeza no se ha abierto como un melón ha sido gracias al azar.

- Maldito brujo... cuando vuelva te partiré en dos como a tu estúpida criatura...

Se sacude la arena de la escasa ropa que le viste y otea el horizonte en busca de sus compañeros. A lo lejos parece que hay alguno de ellos, por lo que se encamina a buen ritmo hacia el más cercano. Gritos de dolor perturban por un instante la aparente paz del lugar, por lo que frena en seco y agudiza sus oídos. Sin duda alguien parece estar en peligro, por lo que gira sobre sí mismo y encamina sus pasos en dirección sur...

Tras recuperarse del golpe, Elandris y Prag logran reunirse y comienzan a caminar en dirección sur. Tras varios minutos, Sharp los logra avistar desde lo alto de una de las colinas al este del gran océano.
En seguida, los tres se reúnen en tierra firme.

Elandris se levanta dolorido, retorciendose por la arena, como puede se quita los restos de caracolas de la espalda.

-Ay... seguro que me he estropeado toda la camisa. -Dice con gesto de dolor.

Al poco ve a prag dando vueltas por la playa y se acerca a él sonriente, olvidando su mal humor con la rapidez con la que lo olvida un niño.

-¡Ey grandullón! que alegría verte, vamos a buscar a los demás, espero que esten bien.

Desde lo alto de una colina, puedes ver hacia el norte, en medio de la playa, a Elandris y Prag.
Hacia el sur, a unos 500 metros, ves a Niamar caminando en direccion norte...
Más al norte, en una playa lejana, parece haber una forma sobre la costa...pero no puedes reconocerlo desde tan lejos
Más lejos, al norte, ves humo...

Balbucea unas palabras en su idioma mientras se acerca hasta Elandris. Aunque incomprensibles, parecen maldiciones e improperios a juzgar por el enfado reflejado en su rostro.

- Maldito brujo...

Asiente a las palabras del risueño mestizo y comienza a caminar con su vigoroso y veloz paso.

- Démonos prisa. Puede que alguno esté en peligro...

Moviendo el brazo desde lejos y con un silbido consigue llamar la atención de Prag y Elandris, pronto se reune con ellos a la carrera y les comenta con agitación:

¿Estáis bien? Me alegro, Niamar tampoco parece estar mal, viene caminando desde el sur, pronto nos alcanzará, pero el que me preocupa es Zenram y su peculiar huesped, tenemos que encontrarle. Les señala hacia el lugar donde vió la silueta hacia el norte Me pareció ver a alguien allí cuando miré desde lo alto de la colina, en la costa, pero está demasiado lejos para reconocerle, si es el deberíamos ir a buscarlo en cuanto nos reunamos con Niamar. Más al norte había humo, y en estas tierras salvajes quien sabe lo que podría significar, será mejor que le encontremos antes de que alguien o algo se nos adelante...

La verdad es que Sharp no acostumbraba a hablar tanto, pero al sentirse en peligro y tener que actuar rápido, su timidez quedaba a un lado. Aunque ese humo pudiese ser una simple hoguera o chimenea, en este desconocido y salvaje lugar bien podría ser el campamento de un ejercito hostil. Pero si tenía que averiguarlo, que fuera con cautela y una vez estuvieran a salvo todos sus compañeros.

El rojo saluda efusivamente a su amigo elfo -Vaya, vaya Sharp, ¿quién iba a decir que articularías mas de dos frases seguidas? Algo me dice que esta aventura te esta emocionando tanto como a mi.

Elandris se aleja unos pasos de sus compañeros y saca su laud mágico. -Esperad, tengo una idea para buscar mejor a los demas y asegurarnos de qué es lo que puede haber en los alrededores. -Dicho esto comienza a tocar el instrumento. -Sharp, tu eres el que mejor vista tiene, ¿has querido alguna vez volar como los pajaros? preparate, cuando hayas visto todo lo que nos rodea hazme una señal y te bajo.

Efectivamente, tal como lo informó Sharp, Niamar aparece caminando desde el sur....
Solo Zenram parece estar perdido...

Mira extrañado y algo receloso al bardo y le dice: No creo que sea necesario que utilices tu magia conmigo Elandris, ya he tenido bastante por hoy, y además, ya he divisado a alguien, y por muy alto que me levantes seguirá estando demasiado lejos, tenemos que acercarnos a pie primero... luego ya veremos si te dejo que me hechices con tu música...

No es que desconfíe de su compañero, pero la magia en general le hace sentirse inseguro, y más después de lo que les acaba de pasar, así que evitará volver a ser levantado por los aires por medios dudosamente razonables si no resulta indispensable.

Caminas durante varios minutos, siguiendo la costa. De pronto, vislumbras a tus tres compañeros saludandote desde la playa cercana...

El bardo mira a su amigo con cara de decepción... -Oh, esta bien... -Guarda su laud mientras mira hacia otro lado. -¡Mira, por ahí llega Niamar! ya solo queda Zenram, entonces ¿Dónde dices que lo has visto Sharp?

En la costa, hacia el norte, seguidme, será mejor que vayamos cuanto antes... y en cuanto Niamar se reune con ellos y comprueban que se encuentre bien, empieza a andar hacia donde divisó a la figura desconocida.

Recorren durante media hora, bordeando la costa, en direccion al norte. El sol, cegador, comienza a ascender desde el este, tratando de alcanzar el alto firmamento...

A lo lejos, una silueta comienza a agrandarse a cada paso. Parece ser un anciano de unos setenta años. El viejo, se encuentra descalzo, recogiendo una red de pescador.

Cuando ustedes llegan hasta el, el anciano ni les dirige una mirada

-Saludos buen hombre, ¿ha visto caer a alguien del cielo ultimamente? vera, estamos buscando a un amigo. -Dice Elandris sonriente sin ser consciente de lo disparatado de su pregunta.

El viejo pescador no dice nada...recoje su red, en la que solo hay unas pequeñas mojarritas. Las saca y coloca en un balde dentro de su balsa, y vuelve a arrojar la red.
No vi nada....Y los sacrificios a Kuoto aun no han llegado tampoco. Nada. En toda la mañana.