Partida Rol por web

La llave del Destino

Capitulo IV: El valle de Hurin

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24/01/2019, 20:05
Okodar

Al ver desde el umbral de la puerta de la torre los primeros rayos del sol entrando en el valle, una sensación de euforia llena mi cuerpo de energía, un nuevo día comienza, un día lleno de oportunidades de adquirir poder y gloria. Tras escuchar desde mi posición a la kender - " Propongo el bosque ese, por lo que comenta Mor taja si se resiste esa criatura, como no es un muerto andante, lo podré matar con mi Klad, además si es amistosa ( una sonrisa peligrosa cruza mi seria cara ) siempre podrá contarnos que más hay en el lugar ¿ no os parece ? " - Y ni corto ni perezoso le doy un bocado a un trozo de mojama seca, comida de viajero, da mucha sed pero llena la tripa. Tras ello le doy un sorbo a mi cantimplora, paso el brazo peludo por la boca y con un gran estiramiento indico con mi cuerpo que ya estoy listo.

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25/01/2019, 12:36
Lobo Blanco

Medité unos largos instantes lo que la kender nos contó, sonriendo ante su propuesta de... acompañarla, y no al revés. La compañía de un kender podía llegar a ser un incordio, o eso me habían contado, pero también resultaba muy útil en determinadas circunstancias. Caminante Felino solía decir que nadie como ellos era capaz de meterte en líos, pero también de sacarte de ellos.

Estoy de acuerdo. -Indiqué tras las palabras de Okodar, quien prefería acudir a la arboleda en busca de aquella "mujer con garras". El semiogro parecía ansioso por poder enfrentar algo a lo que poder alcanzar físicamente, aunque a mí me movía a medias la curiosidad, a medias el deseo de saber más antes de adentrarme en el templo- Es posible que con ello descubramos algo que luego, en el interior del templo, nos beneficie.

Sin embargo, la descripción que Mortaja hacía de aquella mujer me mantenía expectante. Pelo de hojas y espinas por garras... ¿De qué se trataría? Mientras veía los primeros rayos del sol del alba filtrarse por la ventana, intenté recordar algo similar en las lecciones recibidas por parte de Roble Firme, sobre alguna criatura tal en los bosques.

- Tiradas (1)

Motivo: Saber naturaleza

Tirada: 1d20

Resultado: 17(+5)=22

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25/01/2019, 13:33
Anna Marie D'Ancanto

Cuando Anna vió a la nuca de la kender algo en su interior se debatió. Un golpe certero y la cabeza cercenada sería más fácil de amordazar, pero sin embargo matar iba en contra de sus principios... tal vez un golpe tonto de empuñadura la dejara seca... Mientras se debatía la kender la descubrió y su cháchara con la calavera se encadenó con la cháchara con Kairi y Lobo. 

Anna fue a por sus cosas y se empezó a colocar las cinchas de su coraza mientras hablaban y hablaban

Estoy de acuerdo en ir a la arboleda y en desacuerdo en matar a ese espíritu del bosque

Sin duda no es humano y será tan antigua como la arboleda

Y por lo que dice nuestra nueva amiga Morty, no va a ser amistosa ese espíritu vegetal.

Sería desacertado llevar antorchas, y quizá el hacha y las armas sean también una invitación a que nos ataque una vez allí

Anna, con la armadura puesta la mochila colocada y las armas envainadas ya se volvía a ver como una auténtica aventurera. Y se acercó a la kender y la miró de arriba a abajo, negando con la cabeza acerca de su propia resignación, al más que resignado, silencioso y níveo Prisas

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25/01/2019, 18:47
Kairi Moonlight

Mi sonrisa no tardó en ampliarse ante el curioso comportamiento y la verborrea de la kender. Apenas había tratado con aquella raza, y me preguntaba si de verdad serían tan insoportables como algunos apuntaban. De momento, aquella mujer se me antojaba divertida, pues veía las cosas de un modo tan particular que llegaba a unas conclusiones muy curiosas y se perdía por derroteros que no venían a cuento.

- Depende cómo se mire. En la oscuridad de la noche, la luna es la que trae la luz, ¿no crees? - le dije a la kender con una sonrisa, después de que respondiera a nuestras primeras preguntas. - Pero Moonlight es tan sólo mi apellido, me contaron que fue el nombre que pusieron a mis antepasados por el color de nuestro cabello. Es mi diosa la que trae luz, yo sólo intento ayudar.

Al ver que no había peligro, retrocedí y posé el escudo cobre mi petate, posando la maza junto a este después. Lobo Blanco tomó nuevamente la palabra, así que aproveché mientras tanto para coger mi armadura y comenzar a ponérmela, sin perderme ni un ápice de la conversación. Las respuestas que ofreció entonces Mortaja, al igual que las anteriores, no aportaban mucha información, pero al menos nos daban algunas pistas.

Mi sonrisa se borró de forma repentina al ver que la kender pretendía ir con nosotros al templo en ruinas.

- Mortaja, podría ser muy peligroso... - le dije con preocupación, esperando que desistiera.

Mientras terminaba de ponerme la armadura, la cual me ayudó a soportar mejor el frío, los demás comenzaron a pronunciarse respecto a dónde dirigirnos en aquel nuevo día que despertaba. La mayoría parecía de acuerdo en poner rumbo al mencionado bosque, donde una criatura que me era desconocida parecía vivir.

- Estoy de acuerdo con Anna respecto a ese posible espíritu. Si ese ser no es maligno, no permitiré que se le haga daño. Es normal que una criatura del bosque pueda mostrarse hostil si te adentras en su hábitat, ¿no es así? - miré al druida con aquella pregunta, que sin duda tendría muchos más conocimientos acerca del bosque y sus habitantes que yo. - Yo optaría por pasar por el bosque una vez que hagamos lo que hemos venido a hacer. Podríamos obtener algo en el bosque que nos sea de utilidad en el templo, pero también podríamos perder algo que necesitemos para abordar la labor que se nos ha encomendado. - expuse de forma calmada. - Pero si estáis seguros de que es a donde os queréis dirigir, pongámonos en marcha, aprovechemos los primeros rayos del sol. - añadí con una sonrisa, antes de comenzar a recoger.

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25/01/2019, 19:21
Anubis

 Mientras los demás hablaban, yo me había centrado en recoger y guardar mis cosas. Cuando la kender preguntó si yo era mudo, respondí, con una sonrisa amistosa:

 - No, no he hecho ninguna apuesta. Me llamo Anubis. Perdona que no me presentara antes, me encontraba un poco sorprendido al ver a un ser vivo por este lares.

 Cuando la conversación fue sobre atacar o no al ser del bosque, opiné:

 - Estoy con Kairi. No me parece ético atacar a alguien solo porque defiende su hogar. Si decidimos ir allí, creo que deberíamos de asegurarnos de que realmente es maligno primero, antes de entablar batalla, o si por el contrario se puede razonar con él.

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26/01/2019, 10:01
Director

La descripción de Mortaja parece concordar con la descripción de una Dríada, un espíritu del bosque. Roble Firme te explico que son violentos cuando sienten que su bosque es amenazado, si no, suelen ser entes benévolos. También te conto que la única manera de derrotar a uno de estos espíritus del bosque es destruir o cortar su árbol, por lo general un roble.

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26/01/2019, 10:02
Mortaja

Siiiii. Grita con entusiasmo Mortaja. Grrrrr tiene razón, vayamos al bosque. ¿Grrrrr, eres el jefe por ser el más grande y verde, o solo por ser el más grande?

Luego Mortaja se giró hacia Anna. ¿ Morty? ¿Quién es Morty?... ahhh, así que te llamas Morty. Encantada de conocerte Morty. Sabes, nuestros nombres se parecen mucho.

La explicación de Kairi le gustó mucho a Mortaja, fue el único momento en que Mortaja permaneció quieta. Muy interesante. Le contare esa historia a otros Kender.

Encantada de conocerte Anubis. ¿Sabes, mi raza cuenta historias sobre un mago blanco muy poderoso que ayudo a Tasslehoff Burrfoot, uno de los héroes de la lanza que además era un kender? Se llamaba Fizban.

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26/01/2019, 10:27
Dungeon master

Cuando salís de la torre comprobáis que las nieblas que habían cubierto el valle por la noche han descendido, pero persisten. Ahora las nieblas se acumulan en el suelo formando un manto compacto y lúgubre a unos treinta centímetros del suelo.

Descendéis sin problemas a través de la resbaladiza rampa de piedra, es mucho más fácil bajar que subir, y más ahora que tenéis instalado una cuerda como pasamanos. Una vez en el fondo del valle, la niebla acaricia vuestros pies. El frio es muy intenso, al igual que por la noche.

Avanzáis sin dificultades por el valle mientras Mortaja no para de hablar sobre sus primos, tíos, tíos abuelos y medio primos pro parte de madre. Hasta llegar a la enorme arboleda, que se ha vuelto salvaje con los años, es una vista extraña si consideramos la falta de vida en el resto del valle. Las ramas de varios árboles frutales se han entrelazado para formar un denso dosel que evita que la poca luz del sol que llega al valle llegue al suelo del bosque.

En la oscuridad húmeda del sotobosque crecen varios hongos y setas, llenando el aire de un olor de moho fuerte y casi embriagador.

A medida que os adentráis en esta arboleda tenéis la sensación de que algo os observa. Algo inhumano y que no quiere vuestra presencia ahí.

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26/01/2019, 10:27
Dungeon master

La pasar cenca de una fuente de agua caliente, notáis que un nuevo olor se extiende por la huerta, un olor que os recuerda al azufre. El aire se vuelve un poco más pesado y húmedo, haciendo que os empiece a sudar la frente cuando, de repente, veis una extraña figura que se separa de los árboles.

Ante vosotros podéis ver a una mujer de aspecto delicado que, a primera vista, parece elfa, aunque casi enseguida os dais cuenta de otras cosas: su carne es oscura y nudosa como la corteza de un árbol y tiene un moho de aspecto enfermizo que se extiende por sus extremidades. Sus dedos acaban en largas garras como púas y su pelo crepita en la brisa como las hojas muertas del invierno. Los ojos de la criatura brillan con una incandescencia antinatural mientras gruñe como un lobo salvaje y habla en un común rudo.

Marchaos ahora o vuestra carne será arrancada de vuestro cuerpo y mis bonitas flores se beberán vuestra sangre mientras vuestros huesos se hunden en la tierra bajo mis pies.

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26/01/2019, 12:04
Lobo Blanco

No terminé de comprender las reacciones de los demás, defendiendo a aquella mujer no supe de qué amenaza por nuestra parte. En ningún momento había entrado en mi intención agredirla sin más, ni había percibido en Okodar tales intenciones más allá de su satisfacción al entender que, en caso de ser preciso defendernos de ella, sería capaz de hacerlo. Sin embargo, nada dije al respecto, ya que al menos me sentía satisfecho al comprobar que las intenciones de los demás no distaban de las mías propias.

De modo que me sumí en un meditabundo silencio mientras salíamos de la torre y nos adentrábamos en la fría niebla de aquel inhóspito paraje, pensando y tratando de recordar las enseñanzas de mi mentor. Realmente, la descripción de aquella mujer que había hecho Mortaja me resultaba vagamente familiar, y estaba convencido de poder discernir de qué se trataba. No obstante, quizás por no encontrarme del todo descansado, tardé un buen rato en concretar mis pesquisas, algo que sólo torné en palabras cuando nos adentramos en aquella arboleda.

Creo que conozco la naturaleza de ese ser, si mis recuerdos de las antiguas lecciones no me fallan. Nunca he visto una, pero diría que debe ser una Dríada. -Compartí con los demás, inspirando el embriagador aroma que desprendía el bosque, producto de los hongos y el moho- Son espíritus benévolos del bosque, aunque pueden volverse violentos si éste se ve amenazado. Deberemos obrar con cautela y evitar que pueda vernos como una amenaza para su hogar.

Al hablar de ello, omití deliberadamente toda referencia al modo en que se decía se las podía derrotar. No deseaba que esa idea estuviera en la mente de ninguno de ellos, especialmente de Okodar, hasta comprobar que fuera estrictamente necesario.

De repente, el olor del bosque cambió súbitamente, haciéndose más pesado y sulfuroso. Había algo similar a la podredumbre en el ambiente, más pesado y húmedo. No una podredumbre fruto de la descomposición previa a la nueva creación, esa que convierte la muerte en vida en el eterno ciclo natural. No, era algo más... maligno, corrupto. O esa impresión me dio, hasta que vi a la mujer que nos salió al paso, brotando de entre los árboles. Intenté fijarme en los árboles de los que había aparecido, por si eso me daba una pista de cuál sería el suyo, pero en seguida me centré directamente en ella, pues nos amenazaba directamente y con gran vehemencia.

Noble Dríade del bosque, permíteme hablar antes de marchar, por favor. -Le pedí, alzando mis manos y mostrando cómo éstas estaban desnudas, sin portar arma alguna. Di un paso al frente y me presenté- Me llamo Lobo Blanco, y soy Druida al servicio de La Bestia. Los bosques son también mi hogar, objeto de mi veneración y protección. Vengo... venimos únicamente en busca de sabiduría, noble espíritu... -Le expliqué con gran respeto, esperando que su actitud cambiase al comprender nuestras intenciones.

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29/01/2019, 01:18
Anna Marie D'Ancanto

Los ojos de Anna se pasearon por sus propias órbitas al oír la respuesta de la kender, pero poco o nada podía hacer al respecto si entraba en una lucha dialéctica con una raza que ha hecho suya la expresión "el que se acuesta con kenders, no duerme".

Salieron de la torre, las luces de la mañana acortaban las sombras con la rápida subida del sol y pronto cruzaron el valle hasta la arboleda, el bosque estaba corrupto y Anna arrugaba la nariz ante los olores agrios que rezumaba el bosque. Deberíamos haber traído agua bendita.... por si.... Sus sospechas se materializaron frente a ella

La dríade lanzó su amenaza, por su diabólica apariencia, podría haber aparecido atacándonos sin más, lo cual ya resultaba alentador para emprender el diálogo y sacar algo en claro. Fue Lobo quien se adelantó a hablar, y a Anna le sorprendió que fuera en común, había oído historias de los bosques del continente, en los que se hablaban lenguas de la época en la que nacieron los árboles.

Dejó sus armas enfundadas pero tuvo que taparse la nariz con el antebrazo por el hedor del azufre, y se echó por detrás de Lobo para que pudiera interpeler por nosotros frente al espíritu del bosque.

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29/01/2019, 08:37
Kairi Moonlight

Terminamos abandonando la torre los cinco, haciéndose evidente en seguida que en el exterior hacía también demasiado frío. Caminamos rumbo a la arboleda sin apenas ver nuestros pies, cubiertos por aquella inquietante capa de niebla que se mantenía a pocos centímetros del suelo, mientras Mortaja no paraba de hablar de su familia. Si no habíamos dado con ella antes, sin duda había sido por no encontrarse cerca, y es que de lo contrario la hubiéramos oído charlar; aquella mujer parecía no cansarse nunca de hablar. Al menos, sus historias no dejaban de ser curiosas, y me ayudaban a no pensar en lo que aquel inhóspito lugar podía tenernos guardado.

Adentrándonos en la arboleda, Lobo Blanco compartió sus sospechas sobre aquella criatura de la que nos había hablado Mortaja. El druida pensaba que debía tratarse de una Dríada, y nos dio información sobre esta que nos ayudaría a afrontar el encuentro con aquel ser, si es que lo encontrábamos.

El olor a moho que predominaba en aquel bosque cambió al pasar cerca de una fuente de agua caliente, recordando ahora al azufre. La humedad del aire también aumentó, sintiendo que comenzaba a sudar. A la incomodidad que me procuraba aquel cambio en el ambiente colaboró el sentirme observada, descubriendo pronto quién vigilaba nuestros pasos.

Una figura se separó de entre los árboles, antojándoseme en un inicio una elfa, pero dándome cuenta en seguida de que poseía aquella rasgos de los que nos había hablado la kender, más algunos otros que la alejaban de los elfos o que evocaban a la naturaleza.

Con sus incandescentes ojos mirándonos, comenzó a amenazarnos para que nos marcháramos de allí, ante lo que Lobo Blanco en seguida dio un paso al frente y levantó sus manos, hablándole a aquel ser con el mayor de los respetos, presentándose y haciéndole partícipe de nuestras intenciones en aquel lugar.

Mientras Anna decidía situarse tras Lobo Blanco, yo me coloqué junto a él, imitando su gesto con las manos; dejándolas así visibles para la criatura, que supiera que se encontraban lejos de mis armas.

- Es tal y como dice mi compañero. - dije en tono amable, tratando de dejar claro con este la sinceridad de nuestras palabras. - Mi nombre es Kairi Moonlight, clérigo de Mishakal, sanar la tierra es una de las labores que encomienda mi diosa. - quise explicar, dejando claro que jamás dañaría el bosque, ni permitiría que otros lo hicieran.

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29/01/2019, 17:44
Dríada

¡Marcharos! ¡MARCHAROS! Grito con desesperación con su tosco acento si escuchar vuestras palabras. Esta será mi última advertencia. Levanto las garras amenazadoramente hacia vosotros y un par de enredareis, de los arboles cercanos, parecieron moverse hacia vosotros. ¡Vuestra sangre regara mis plantas!

- Tiradas (4)

Tirada oculta

Motivo: Anubis Con. Conju.

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 7(+9)=16 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Kari Con. Conju.

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 20(+6)=26 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Lobo Con. Conju.

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 19(+3)=22 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Lobo Saber Nat.

Tirada: 1d20

Dificultad: 20+

Resultado: 3(+5)=8 (Fracaso)

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29/01/2019, 18:02
Mortaja

Mortaja se escondió detrás de Okodar. Los kender nuca tenemos miedo pero le tenemos aprecio a la vida. Afirmo con rotundidad y con voz serena.  Y esa señora parece mi tía abuela antes de coger su zapatilla para empezar a repartir “caricias”. Y no quiero que nadie me “acaricie” hoy con una zapatilla.

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29/01/2019, 18:02
Dungeon master

Notas algo raro en la Dríada y en su roble. Está cubierto de un moho de color ceniciento que llena con su malsano aroma el aire. ¿Podría ser este la causa del malestar de la Dríada? ¿Podría este moho estar trastocando el pensamiento de este espíritu del bosque? ¿Podría estar corrupta o loca?

Notas de juego

Información obtenida gracias a una tirada de Conocimiento Conjuros 

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29/01/2019, 18:04
Dungeon master

Notas algo raro en la Dríada y en su roble. Está cubierto de un moho de color ceniciento que llena con su malsano aroma el aire. ¿Podría ser este la causa del malestar de la Dríada? ¿Podría este moho estar trastocando el pensamiento de este espíritu del bosque? ¿Podría estar corrupta o loca?

Las Dríada son seres que viven cientos de años, seguramente había presenciado cientos de hechos malignos como: los horrores de la Noche de sangre, la maldición, el Cataclismo, la Guerra de la lanza, la Guerra de Caos y la Guerra de los espíritus, entre otros. Si volviera a ver la luz de la bondad puede que se recuperara.

Notas de juego

A efectos mecánicos del juego, lanza sobre la Dríada: una sacralizar, restablecimiento (menor o mayor), quitar enfermedad o un conjuro de efectos benéficos similares.

 

Información obtenida gracias a una tirada de Conocimiento Conjuros 

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29/01/2019, 18:06
Dungeon master

Notas algo raro en la Dríada y en su roble. Está cubierto de un moho de color ceniciento que llena con su malsano aroma el aire. ¿Podría ser este la causa del malestar de la Dríada? ¿Podría este moho estar trastocando el pensamiento de este espíritu del bosque? ¿Podría estar corrupta o loca?

Las Dríada son seres que viven cientos de años, seguramente había presenciado cientos de hechos malignos como: los horrores de la Noche de sangre, la maldición, el Cataclismo, la Guerra de la lanza, la Guerra de Caos y la Guerra de los espíritus, entre otros. Si volviera a ver la luz de la bondad puede que se recuperara.

Notas de juego

A efectos mecánicos del juego, lanza sobre la Dríada: una sacralizar, restablecimiento (menor o mayor), quitar enfermedad o un conjuro de efectos benéficos similares.

 

Información obtenida gracias a una tirada de Conocimiento Conjuros 

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30/01/2019, 00:43
Anubis

 - Hagamos lo que dice. - Indico a mis compañeros, mientras hago ademán de retroceder. - La driada y su roble están cubiertos de lo que parece ser una especie de moho de color ceniciento que está llenando todo con un malsano aroma en el aire. Podría ser este la causa del malestar de la Dríada o incluso estar trastocando el pensamiento de este espíritu del bosque. Así que si queremos evitar el enfrenamiento, mejor irse.

 Les indiqué a cada uno de ellos una significativa mirada, informando de que que solo se trataba de una retirada extratégica para buscar una manera de ayudar al ser, sin tener que matarla.

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31/01/2019, 09:05
Lobo Blanco

Las palabras de temor de Mortaja sonaron naturales a mis oídos, el instinto de supervivencia ejecutando su obra. Las de Anubis, quizás por asumirle mayor conocimiento en tales cuestiones, me resultó injustamente artificial. Mis ojos se entrecerrados al proponer desentenderme de aquel mal y sencillamente marcharnos de allí y dejar a aquella Dríade con su padecimiento.

No. -Me negué con rotundidad- Este noble ser sufre, es nuestro deber ayudarle y aliviar su padecimiento. -Por supuesto, no me refería a todos nosotros. Nada obligaba a Anna, a Okodar o a Anubis a cumplir tal deber, mucho menos a Mortaja. Pero me giré lo suficiente para mirar a la sacerdotisa de Mishakal- Lo has dicho en serio, ¿verdad? Sanar la tierra es tu deber... -Le pregunté en voz baja, aguardando su confirmación- No estoy seguro de si la poción marcada como "neutralizar veneno" que porto serviría para ello, pero la de "restablecimiento" que tienes tú estoy seguro de que podría eliminar ese moho... -Compartí con ella, volviendo a encarar a la Dríade con seriedad.

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31/01/2019, 18:56
Kairi Moonlight

Nuestras palabras no tuvieron ningún efecto en la Dríada, que estaba más que dispuesta a echarnos de allí si no nos marchábamos. Con su última advertencia, nos mostró sus amenazadoras garras, y un par de enredaderas comenzaron a moverse en nuestra dirección; ante lo que Mortaja se escondió con rapidez.

No tardé en advertir algo extraño en aquella criatura, compartiéndolo Anubis en voz alta poco después. El mago sugirió marcharnos, algo con lo que no estaba de acuerdo, alegrándome ver que el druida tampoco quería irse; manifestando su serio compromiso de ayudar a la Dríada.

Tenía una idea, aunque esta no nos garantizaba el poder liberar de inmediato a la criatura del bosque, pero sin haber orado a mi diosa para que me concediera otra virtud que quizás hubiera funcionado, no teníamos otra opción.

Lobo Blanco se giró lo justo para mirarme, preguntándome si realmente sanar la tierra era mi deber. Asentí ante ello, dispuesta a decirle que podíamos usar una de aquellas pociones que habíamos encontrado en la torre, cuando él puso de manifiesto que aquel mágico líquido podía ayudarnos a sanar a la Dríada y a su roble.

- Así es. - respondí en voz baja mostrándome de acuerdo, situándome rápidamente frente al druida, de espaldas a la Dríada.

Tomé una de sus manos al mismo tiempo que sacaba la poción, y coloqué el pequeño recipiente en su palma, cerrando esta para que lo envolviera.

- Debes acercarte al árbol y aplicarla con delicadeza. La Dríada tratará de impedir que le hagas algo al roble, así que intentaré encargarme de ella. Si no lo logro y no puedes acercarte, mantén a buen resguardo la poción, y lánzala contra el árbol cuando tengas ocasión. - le dije en voz baja, con convicción, apresurándome a encarar a aquella criatura; aunque antes quise decirle algo al resto. - No ataquéis. - pedí con firmeza.

Concentrándome en Mishakal, rogué por su ayuda, por que algo de su calma llegara hasta aquella Dríada.

- Que la paz sea contigo... - le dije al ser con voz suave, mostrándole una cálida sonrisa mientras lentamente tendía mis manos abiertas hacia ella.

Notas de juego

Entrego la poción para quitar enfermedad a Lobo Blanco.

Uso Calmar emociones sobre la Dríada.