Partida Rol por web

Mi arma atraviesa el cuerpo del oscuro ser sin llegar a hacerle ningún tipo de daño, el filo atraviesa su imagen sin ofrecer resistencia - " Okoooo ya sabía esto. ¡ Lo seguiré distrayendo mientras pueda ! " - digo mientras una gota de sudor cae por mi espalda.

Mis ojos de lobo se abrieron de par en par, al contemplar a aquella criatura y el modo en que el arma de Okodar le atravesó. Tal como había sucedido anteriormente, la noche antes, con aquellas criaturas de sombras que moraban en la torre, parecía que el cuerpo de aquel ser era intangible, y por tanto seríamos incapaces de golpearlo, atravesarlo, y morderlo.

Sin embargo, tal como el semiogro gritó, podíamos entretenerlo, atacar al vacío que encontraríamos y dejar espacio a los demás para actuar. Porque quizás algunos sí que pudieran hacer algo, como Anubis con su magia o Kairi con el poder de su diosa. ¿Tal vez aquella espada mágica pudiera hacerle algo? Era una posibilidad, como el hecho de que el hechizo que había conjurado sobre mis fauces de lobo me permitiera hacer algo más que hendir el aire.

En cualquier caso, afiancé mis cuartos traseros para salir a la carrera y salté contra aquella cosa, dispuesto a atravesarlo si no era más que humo y sombras lo que encontraba a mi paso.

Anna sujetó la espada con ambas manos esperando recibir el ataque de la sombra. Su largo ataque fue esquivado fácilmente, pero iba más bien dirigido a Okodar, quien luchaba hombro a hombro con Anna. Anna esperaba que, si el espíritu la mermaba, pasar el arma a su compañero para que la relevara, pero estar allí frente al espíritu demostraba un arrojo a la batalla que, pese a haber visto y oído de los ogros en batalla multitud de veces, jamás les hubiera achacado... claro que Okodar no era del todo un ogro... Esto hizo que, por primera vez desde que salieran de Pashin, Anna tuviera alguna curiosidad por el origen de sus compañeros.

A medida que sus pensamientos se volvían más abstractos y generalizados su golpes eran más certeros y finalmente, concentrada de nuevo en el ser que tenía delante, lanzó un poderoso golpe sobre la sombra que al hendirla lanzó mil centellas chisporroteantes iluminando su cuerpo desde el interior

Aquel ser de sombra y largos brazos se lanzó a por Okodar en primer lugar, pudiendo ver cómo el arma del semiogro atravesaba la criatura sin hacerle nada, por suerte, esta tampoco logró dañar a nuestro compañero. No era mucho lo que sabía de aquel ser, pero lo que había quedado claro era que los ataques físicos corrientes no le afectaban.

Todos comenzamos a lanzarnos al ataque, algunos por segunda vez, cada uno a su particular manera. Pensar en aquella estampa me llenó de entusiasmo y valor, convencida de que juntos podríamos con aquella criatura. El poder de mi Diosa casi parecía querer escaparse de mí. Me había sentido recientemente vigorizada, tras haberle dedicado a la Curadora aquellas nuevas oraciones. Podía sentir su confianza en mí con mayor fuerza.

Me concentré en aquello, invadiéndome el orgullo de ser una servidora de Mishakal, una superviviente destinada a hacer el Bien en su nombre. Noté entonces su fuerza en mis manos, extendiendo mi brazo libre de forma instintiva y bajándolo hacia abajo, en pos de hacerlo aparecer; convencida de que aquello funcionaría a pesar de ser la primera vez que lo intentaba.

- Fuerza pura... Acude a mí. - murmuré con aquel movimiento.

Al recorrer mi mano el aire, un avatar del bastón de Mishakal apareció junto a mí. Un bastón largo, de color azul celeste, y coronado por intrincadas y místicas formas. Señalé entonces al ser de sombra, indicando así al bastón que atacara a aquella criatura.

A pesar de los múltiples golpes recibidos por la sombra, esta continuaba en sin disolverse. Al recibir varios golpes, como un animal rabioso y sin raciocinio, la sombra se giró hacia la persona que le había causado el mayor daño, en este caso había sido Anna. La criatura alargo uno de sus incorpóreos apéndices y rozo levemente la cintura de la exploradora, un frio inhumano recorrió todo el cuerpo de Anna dejándola sin aliento por unos instantes¹.

Anna se encontraba feliz de haber lanzado su potente descarga sobre la criatura, y su rostro se fue serenando al ver que esta no se desvanecía, no era como las anteriores que se habían encontrado. Retrocedió unos pasos y su pie izquierdo avanzó, sujetando la espada con ambas manos adoptó una postura marcial que le hacía parecer una auténtica guerrera.

Éste no es como los anteriores~ - quiso agregar algo más pero ahora estaba concentrada en el combate y ni siquiera podía seguir su propio hilo de pensamientos

Se lanzó hacia adelante de nuevo cuando una extremidad de la criatura apareció sobre ella rozando su cinturón... - No me ha dado - Pensó para sí misma mientras se le ponía la piel de gallina, pero aquella sensación no se dispersó al seguir moviéndose, sino que, como un estornudo ahogado cae en la profundidad de uno mismo esperando a regresar, el repelús que le causó la criatura quedó como una bola almohadillada en su interior que palpitaba dejandole pendiente de ésto

Sin embargo, esto no minó su habilidad para el combate y esta vez fue una estocada la que cayó sobre el espíritu, relampagueando la hoja de nuevo desde su interior y iluminando su poco definida silueta.

Seinei kuaaailaaa

Ergothiano: Seinei kuaaailaaa

Muere monstruo

Me sorprendió gratamente descubrir que mis fauces se cerraban alrededor del brazo de aquella criatura, cerca de lo que debía ser su hombro. Mordí con fiereza, queriendo aprovechar la oportunidad, y fui consciente de que le hacía daño aunque éste fuera muy inferior al que parecía causarle Anna con aquella espada. Parecía, sin duda, que nuestra guía iba a ser parte crucial en aquella contienda, como Kairi lo había sido al enfrentar a los fantasmas de la torre. Algo me decía que era el efecto del conjuro que había aplicado a mi mordida lo que me había permitido dañar a la criatura.

El impulso me llevó a soltar la extremidad del ser de oscuridad, aterrizando en el suelo húmedo con el sonido de un chapoteo, posiblemente por haber pisado algún charco. No tenía tiempo que perder, por lo que me abalancé de nuevo sobre aquella sombra. Sin embargo, en aquella ocasión la atravesé como si fuera sólo humo ante mis morros.

 A ver que esa cosa atacaba a Anna, me esforcé en tratar de seguir golpeándola con otra andanada de Proyectil Mágico, esperando que esta vez fuera más efectivo...

Al ver como la sombría criatura ataca a Anna, intento darle con todas mis fuerzas por la espalda, ahora que el enemigo me deja su flanco desprotegido, pero la rabia me inunda una vez más, mi arma atraviesa su cuerpo como se de la nada se tratase, este juego no me gusta, porque siempre pierdo, angustiado veo como hiere a mi compañera debilitando su cuerpo - " Malo tuviste que ser en la vida, ser sombra, para que los dioses te maldijeran de esa manera " - grito a la criatura intentando llamar la atención de la misma.

El mordisco del formidable lobo atravesó la figura como si fuera humo, sin causarle ningún daño. Okodar trato de recolocarse para ser un mejor objetivo y proteger a Anna que había recibido la fría caricia del espectro. Pero fue, el estallido eléctrico de la espada de Anna combinado con los proyectiles mágicos de Anubis consiguió que la sombra perdiera su consistencia y se diluyera entre la espesa niebla.  

***

La niebla comienza a iluminarse por el fuego de varias antorchas y varios ogros aparecen llevando en brazos a un humano atado y amordazado. La fuente está llena de agua y rodeada de árboles verdes, pero ahora su agua esta roja y en ella se puede ver florando algunos cuerpos, unos inertes otros aun luchan por salir a flote a pesar de las cuerdas que atan sus pies y manos. Uno de los ogros, el que parece ser el líder, se gira hacia el desgraciado amordazado y le pregunta con voz socarrona. ¿Los cobardes pueden flotar durante el tiempo suficiente para pedir su libertad al alba? Sonríe, e indica a sus secuaces que arrojen al humano al agua. Lo comprobáremos al amanecer. El humano trata de gritar y lucha contra sus ligaduras, pero es arrojado sin compasión al agua y comienza a hundirse en ella.  Poco a poco la niebla vuelve a oscurecerse y las extrañas presencias desaparecen.

***

Jope…. Estos…. cosas…. son cada vez más espectaculares. Ya veréis cuándo se lo cuente a mi tío abuelo. Comento con inocencia la kender. Cuando vio que todas las miradas se posaban en ella buscado una explicación. La pequeña kender se encogió de hombros. ¿Qué? ¿Nunca habías visto una aparición, un parpadeo, un vistazo al pasado? Menuda panda de aventureros. Se burló. Pues es fácil de explicar…. ¿Haber por dónde empiezo? Bueno, puede que no sea tan fácil de explicar... Dijo rascándose la cabeza con su jupak, un bastón acabado en forma de Y unida con una tela para formar una especie de honda. Cuando pasa algo muy malo en lugar, esas vivencias “empapan” el lugar... como un vino en un mantel blanco, que por mucho que laves la mancha no se va. Eso me recuerda a una vez que mi mama me dio un collejón…. Alguien carraspeo oportunamente para evitar que Mortaja siguiera divagando. Pues eso las emociones “empapan” la zona y a veces vuelven a resurgir mostrado que es lo que paso. No sé si me explico.

El poder combinado de Anubis y Anna acabaron con aquella criatura, que se deshizo en el aire. Tras aquello, permanecí en mi forma de lobo un tanto más, presenciando con el lomo erizado lo que parecía una visión, un retazo del pasado. La explicación, a la postre, de aquellas palabras que habíamos oído traídas por el viento. La burla de los ogros al prisionero al que dejaron ahogarse en la ciénaga, cuyo espíritu atormentado era, posiblemente, a lo que acabábamos de enfrentarnos.

Mortaja trató de explicar la naturaleza de aquella visión, a mi modo de ver de forma innecesaria. Al menos, yo lo había entendido desde un primer instante, aunque por supuesto no podía hablar en nombre de todos. Así que adopté mi forma humana y permanecí en silencio un rato, observando aquel lugar. ¿Le habíamos devuelto la paz, a aquel paraje? ¿Qué más horrores como aquel encontraríamos en el interior del templo?

Creo que... deberíamos descansar, antes de explorar más. -Abogué, suspirando- Aquí, o regresando a la seguridad de la torre. Mañana será otro día, y mucho me temo que ésto no ha sido sino un aperitivo comparado con lo que encontraremos en ese templo...

 - Yo también sugiero volver a la torre para descansar, este lugar parece demasiado peligroso como para quedarnos al descubierto al aire libre. - Les sugerí a mis compañeros, mientras observaba el lugar donde había desaparecido las apariciones.

Meneando la cabeza hacia todos los lados intentando despejarla de la visión recibida - " Siempre igual, mis hermanos Ogros causando el mal en Krynn, por su culpa este lugar está lleno de seres no muertos llenos de ira. Yo preferiría ir al templo, apenas he comenzado a calentar mis hombros con Klad, pero si aquellos capaces de derrotar a estas siniestras criaturas creéis que tenéis que descansar, entonces haré la primera guardia " - Mi sangre hierve con las imágenes de mis crueles hermanos tirando al agua a indefensos humanos, ¿ donde reside el honor de la lucha ? ¿ donde está el reto ?.

Finalmente la decisión fue acampar a la orilla de la fuente. El haberse adentrado en la niebla de noche para llegar a la torre de vigilancia hubiera sido una empresa titánica digna del mejor esplorador. Seguramente en la niebla, sin ninguna referencia, os hubierais perdido en los primeros cien metros y hubierais pasado la noche vagando como almas en pena.

La noche transcurrió sin sobresaltos hasta que llegó la hora más fría del día, el amanecer. El sol comenzó a iluminar el valle poco a poco y con su calor disipo las nieblas dejando al descubierto el fantasmagórico valle. Tras un desayuno escueto calentado en una lumbre, comenzáis el ascenso hacia el templo¹.

Cerca del centro del valle hay una formación natural de la tierra que ha creado una suave elevación hasta una meseta. Encima de la meseta podéis distinguir la forma del templo Destrozado (ST1), flanqueado a cada lado por dos estatuas de piedra colosales que han caída presa del tiempo y de los elementos (ST1A).

El camino que lleva hasta la meseta es ancho, con casi un centenar de pies de ancho (30 m) y 600 pies (180 m)de largo antes de llegar a la meseta, que se encuentra al menos a 50 pies de alto (15 m) (RH5).

A ambos lados de la cuesta de subida, repartidos a espacios regulares, podéis ver que antes había 10 estatuas talladas con una rara variedad de mármol blanco que no es originaria de esta zona. Había cinco estatuas en cada lado, una enfrente de la otra, aunque ahora ya no queda ninguna en pie, ya que todas cayeron hace muchos años. Todo lo que podéis ver es alguna cara contra la arena, una espada medio enterrada en la piedra y otros pedazos que indican la evidencia de las gloriosas obras de arte que debieron ser.

El camino entre las estatuas caídas parece rocoso y recorrerlo no parece del todo seguro, pero nada más que rocas, piedras y distancia os separen del templo. A medida que avanzáis por entre los cascotes de las estatuas notáis como el aire oprimido y viciado del fondo del valle se despeja volviéndose más puro y limpio.

Al llegar al final de la cuesta veis un puñado de monumentos caídos en la meseta del templo. La propia meseta mide centenares de pies de ancho y el templo está situado a 15 pies del camino que sube desde el valle. A ambos lados del templo dos grandes estatuas han caído al suelo (ST1A), formando unos grandes montones de piedras blancas esparcidos por la meseta.

Ante vosotros el templo se levanta del suelo sobre un paseo elevado de piedra arenisca. La fachada exterior del templo tiene la forma de una pirámide escalonada, la base de la cual mide 60’ de ancho y se levanta hasta una altura de más de 30’. Las piedras se han situado para formar una plataforma natural en la parte superior del zigurat.

En las cuatro esquinas del paseo parece que se levantaban cuatro obeliscos de la misma altura que el templo. Ahora los obeliscos están reducidos a cascotes y sólo pueden verse algunos detalles de los gloriosos frescos que los decoraban.

En la parte más alejada de la meseta veis una fuente grande y sorprendentemente limpia (ST1B). Del agua surge un vapor que se retuerce como una serpiente hacia el cielo, aunque incluso el suave sonido del agua sobre las rocas se pierde en el silencio reverberante de la meseta.

Finalmente, regresar a la torre para descansar a resguardo durante lo que restaba de noche se descubrió una tarea demasiado peligrosa. La niebla era tan espesa y la noche tan cerrada que habríamos tenido más posibilidades de extraviarnos que de lograr nuestro objetivo, motivo por el cual decidimos descansar a la intemperie en un improvisado campamento. Fue una noche fría, en que el recuerdo del encuentro con aquel espectro, así como la historia que se nos había manifestado del triste final del mismo, me acompañaron en la vigilia.

Al despertar, sin embargo, nos dirigimos en busca finalmente de la entrada del templo maldito. No tenía claro lo que podíamos encontrar allí, pero dada la experiencia que había supuesto reconocer los alrededores podía imaginar una funesta experiencia.

El lugar en cuestión había padecido las inclemencias del tiempo. Las otrora trabajadas estatuas estaban derruidas y hechas cascotes o directamente arena. El paso del tiempo devolvía todo al orden natural, polvo al polvo, en un continuo y lento pero paciente cambio. No había forma de que yo reconociese la identidad de aquellas estatuas y los dioses, reyes o héroes a que estaban idolatrando, y tampoco es que me interesase demasiado. Debíamos encontrar un punto de acceso al interior de aquel templo, pero estaba convencido de que sería otro quién, más avezado en tales cuestiones, podía dar con ello. A mí, sin embargo, fue otra cosa lo que llamó mi atención.

El estanque que se ve ahí parece demasiado limpio, comparado con todo lo demás. -Comenté, fijándome en los extraños vapores que ascendían desde su superficie- Voy a echar un vistazo... -Comenté a los demás y mientras me dirigía al lugar, dispuesto a inspeccionarlo.

Tras un merecido descanso sin más encuentros inoportunos, nos hemos dirigido al centro del meollo, al lugar donde todo lo que ocurre en este valle se magnifica, este antiguo lugar en su tiempo debió de ser magnífico con sus grandes estatuas, su meseta y recibiendo al visitante su pirámide mostrando todo su esplendor. Ahora, como todo lo que le rodea, es polvo, recuerdos de antiguos momentos brillantes de su esplendorosa historia, ahora sumido en la muerte y el olvido. Mientras no quito ojo de los alrededores esperando aparecer a los defensores de este lugar, veo como mi compañero Lobo se dirige a inspeccionar la fuente - Ve con cuidado - le digo mientras no paro de observar la escalinata que sube hasta lo alto del templo escalonado - Klad irá delante con Oko, los demás detrás - y comienzo a subir peldaño a peldaño aferrando con fuerza el mango de mi gran arma.