Partida Rol por web

- Vayamos pues. - le digo a Brendan. No obstante alguien debe de quedarse con Cybil.

- Mejor lo llamamos y que venga él; iré a recogerlo

Brendan sale de la casa y se marcha. Después de beber el agua a toda prisa, Cybil se duerme. O quizás se haya quedado inconsciente.

Cuando Cybil se duerme le tomo el pulso para comprobar que todo va bien.

- ¿Qué habrá podido ocasionarle esto? - pienso.

Cuando todo vuelve a ser un poco mas normal y los ánimos se calman un poco salgo de la habitación para intentar pensar en lo ocurrido -Ola... podría ser...- digo en tono temeroso a tener razón -...que lo que hicieron con los otros... ¿que se esté transformando en una giganta?- simplemente esperaba no tener razón, que mi especulación tan solo fuera eso, una especulación y nada mas.

- No tengo la menor idea. Por lo que sé, todos los AEsir y los que descienden de ellos tienen algo de sangre de gigante en las venas, pero de ahí que se esté transformando en una...

Al cabo de un rato, Brendan regresa. Junto a él va un enano anciano y algo decrépito, con larga barba blanca, piel arrugada y con manchas, y muy poco pelo en la cabeza. Camina apoyado en una muleta. Se acerca a la cama donde yace Cybil, y os mira.

- ¿Podéis darme detalles?

Su voz suena rasposa pero firme

- No sé que le pasa. - respondo a Borri. Lo único que puedo decirte es que nosotros no enfermamos por lo que eso quiere decir que lo que le pase a Cybil es algo sobrenatural pero desconozco el origen de la enfermedad y si tiene cura alguna.

- Parece tener visiones o algo parecido y tras decirlas vuelve a desvanecerse casi inmediatamente.

Realmente no había mucho más que contar al respecto.

Borri asiente y se pone a examinar a Cybil. Brendan trae dos viejos y polvorientos tomos de medicina, y Borri los consulta ocasionalmente para tomar notas. Finalmente, se frota el mentón y emite su diagnóstico

- Su cuerpo parece estar luchando contra si mismo; parece que es una enfermedad autoinmune, pero no es lupus ni nada parecido. A decir verdad, no es ninguna enfermedad mundana. Diría que su sangre se está transformando en fuego, y para poder apagar ese fuego y salvarla, necesitamos sustituir su corazón por algo más frío que la propia muerte. No servirá de nada llevarla a un hospital; solo languidecería y moriría sin remedio.

A mi mente de pronto viene un pensamiento.

- El Corazón del Invierno. - digo en voz alta casi sin darme cuenta de que lo había dicho.

Cuando termino de escuchar las palabras de enano salgo de la habitación dando un portazo.

-CARAJO, MIERDA, JODANME!!!... VIEJO(padre) Y LA CONCHA DE LA LORA... tanta mala leche tenes?...- Patiando y tirando a la mierda uno de la sillas enanas.

-... Parece en broma. Ni uno bien? He? Ni un hijo bien te sale?...- Sentándome, apoyando los codos en la mesa y agarrándome la cabeza.

Mi ira no es fruto de la adversidad, mas por la puta suerte y de compadecerla, a mi en ella y a la maldita sangre que compartimos...

Intentando quitar un poco de hierro del asunto, pero cogiendo con mi mano del hombro a Ian digo -Parece que Loki no hace nada bien eh- y simplemente durante un instante me resigno.

-Bueno, creo que ahora el tiempo apremia, y cada minuto cuenta, ¿salimos ya a por el corazón de helado ese?- digo cargandome el espadón a la espalda.

Se encogió de hombros, la verdad era que no entendía del todo la reacción de Ian, pero no iba a reprocharle nada, ahora lo que importaba era la vida de la chica. No sabía muy bien como empezar a buscar, pero lo importante aqui era moverse, incluso más que pensar.

- Sea como sea nos ponemos en movimiento ya, cada segundo que perdemos divagando es un segundo menos para ella.

Con mi cabeza desplomada sobre la mesa tomo el arma, saco el cargador para ver las balas que me quedan y reviso la recámara...

-... Es verdad... de nada sirve quedarse sin hacer nada- Me levanto, terminando por golpear el arma, al meterle el cargador con la mesa.

Guardo mi arma en la chaqueta, mientras doy unas vueltas en la habitación hasta que saco un cigarrillo y el encendedor.

-Genial. Genial, el mundo se va a acabar. Se nos caerá el cielo en las cabezas, la Siberia llegara a Jamaica y con suerte un gigante nos arrancara la cabeza, si no somos comidos por lobos antes... Y la verdad que de nada sirve preocuparse por la desgraciada enferma esa.-

Abro la puerta que da afuera.

-La verdad que no me importa.- Digo con ojos cristalinos.

-Pero a mi me gusta como esta este asqueroso mundo ahora. Y si eso depende de que se muera ese puto gigante. Se va a morir ese PUTO GIGANTE!-

-A mi me gusta la vida que llevo y me queda mucho por vivir- Encendiendo el cigarrillo y doy una larga pitada -Sip, una larga y plena vida- Dibujando una sonrisa detrás del humo.

-Saldré fuera a fumar un poco, o a tirarme un pedo, como quieran decirle- Concluyo desde fuera y cierro la puerta.

Haciendo caso omiso del arranque de Ian, Borri sigue a lo suyo y toma una muestra de la sangre de Cybil. La observa con un extraño anteojo, y pone cara de extrañeza.

- Que raro. Tiene sangre de AEsir, pero la proporción de sangre de gigante es mucho más elevada de lo normal. De hecho, diría que apenas tiene sangre humana. ¿Las bromas de Loki ahora también se extienden a sus propios hijos?

Al oir mencionar el Corazón del Invierno, coge otro tomo y busca algo

- Podría funcionar, si, pero no será tan fácil. Habría que conseguir algunos ingredientes más para realizar un injerto exitoso.

Al escuchar al enano lo miro -¿Que otros componentes?-digo mientras acabo de ponerme el espadón y de recoger mis cosas -Creo que debemos empezar a anotar lo que nos hace falta e investigar lo que tenemos, el tiempo apremia-

- Pues aparte de ese objeto "más frío que la propia muerte", necesitaremos también una pinta de sangre de AEsir, o en su defecto de uno de sus vástagos, para rebajar la concentración de sangre de gigante. Dos colmillos de una cría de Fenris, para anclar bien el nuevo corazón, una herramienta cortante hecha por un artesano svartalf, la única que podría seccionar con limpieza las venas y arterias sin derramar sangre, e hilo fabricado con los cabellos de Sif, que son lo suficientemente fuertes y mágicos como para suturar la herida y curar del todo a la muchacha.

Hace una pausa

- Los dos primeros son relativamente fáciles de conseguir; vosotros sois vástagos de los AEsir y vuestra sangre servirá tan bien como cualquier otra, y las crías de Fenris no son difíciles de encontrar en compañía de gigantes y jotun; el problema es matarlas, pero si habéis despachado tres gigantes en tan poco tiempo no tendréis muchos problemas. El tercero... tendréis que buscar a alguien que os consiga contactos con algún svartalf o colonía de svartalfs, y no creo que os vendan un objeto artesanal tan fácilmente. El cuarto ya si que estoy más perdido; eso requeriría audiencia con los propios AEsir, concretamente con Thor o Sif... o puede que con Loki.

En cuanto dice lo de la sangra -Ola, trae un recipiente y un cuchillo o algo para cortarme y meter mi sangre en un congelador o algún sitio realmente frío- digo arremangandome mientras me siento para ofrecer mi sangre.