Partida Rol por web

Tras escuchar las palabras de Ian me vuelvo hacia él y le digo.

- ¿Y qué has hecho tú en todo el tiempo que llevamos juntos? NADA, ¿verdad? Pues entonces guarda silencio.

Dicho esto me giro de nuevo y tras las palabras de Hilda encabezo de nuevo la marcha hacia el hueco del ascensor.

Lo que me faltaba el tipico gilipollas engreido que se cree con derecho a soltar toda la berborrea que le salga por la boca sin haber hecho nada y que está acostimbrado a no ser reprendido o castigado por ello. - pienso mientras camino hacia el hueco. Va listo, a este idiota lo pongo yo en su sitio en cuanto la situación lo permita.

Saco una linterna de la mochila y coloco la empuñadura de la espada de forma que pueda cogerla en un momento de necesidad. Sin embargo, aún hay suficiente luz, al menos para mis penetrantes ojos, así que me contento con llevarla en la mano por si más tarde nos hace falta.

"Heimdall y Loki..." pienso recordando las historias que me leía mi madre. "¿En qué estaban pensando para juntar a estos dos en un mismo grupo?". Me digo a mi misma tras escuchar la susceptible respuesta de James al comentario de Ian.

- Mierda, ¿no lo habéis entendido aún? - les pregunto tratando de no forzar la voz. - Nos guste o no, hasta que encontremos ese artefacto estamos juntos en esto. Así que dejad vuestras rencillas infantiles hasta que salgamos de aquí.

Sin esperar más a Eckhart, paso al interior.

Miro con una imborrable sonrida a james y le digo con sorna

-Perdon no sabia que fueras a necesitar ayuda con una barra de hierro pero supongo que es un terrible enemigo... 

Dios en menudo grupo me he metido lo mejor seria prenderle fuego a todo y acabariamos antes..

No estaba para tonterias de un niñato o discusiones en un grupo que se jugaba el jodido Ragnarok. Simplemente se puso a la par de Hilda con Tejedestinos en la mano y se encaminó al interior de la zona:

- Apoyo a la Valkyria en esto, debemos avanzar en calma y silencio a ser posible... El Ragnarok es el precio del fracaso amigos, no lo olviden. - Miró a Hilda al pasar.- Siento el mote, pero me parece apropiado y dotado de personalidad, un nombre amistoso, si te molesta dilo y lo quito.

Me encojo de hombros ante el apodo por el que me llama Eckhart.

- Me han llamado cosas peores... - contesto sin más. "Si hubiera escuchado los nombres que me ponían en el instituto, no se preocuparía por llamarme Valkyria", pienso no sin cierta amargura al recordar las bromas pesadas de mi hermano. "No. Mi hermanastro", me recuerdo a mi misma. "Al final puede que me cambie el apellido y todo", me digo recordando la conversación del bar de la estación.

Por fin estamos todos en el edificio, así que trato de buscar el rastro que nos trajo hasta aquí. "No creo que haya pasado mucha gente antes, así que debería haber huellas en el polvo", pienso mientras me adelanto al resto para no confundirme con sus pisadas.

El interior del edificio da signos de no haber sido utilizado en mucho tiempo. Hay restos de maquinaria oxidada por todas partes, y una capa de polvillo negro proveniente del carbón parece cubrirlo casi todo. Aunque el edificio cuenta con varias plantas, la parte superior está inaccesible, ya que las escaleras están rotas. Se escucha el zumbido de unos motores de gasolina funcionando al fondo de la gran planta en la que os encontráis; es lo que mantiene las luces encendidas, aunque tenuemente. También hay un gran elevador desvencijado al fondo de la sala, que parece estar en funcionamiento.

Ves que hay huellas recientes en el polvillo del suelo; unas son del pie pequeño que ya viste junto a la motocicleta, pero otras, menos recientes, corresponden a una persona grande y pesada, y varias personas algo más pequeñas, pero igualmente corpulentas y que van con los pies descalzos. Las huellas se dirigen claramente hacia el elevador.

Sigo avanzando en vanguardia hacia el hueco del elevador mirando por si hubiera trampas en el recorrido.

Al llegar al hueco del elevador me detengo y miro hacia abajo a ver si soy capaz de percibir alguno ahí abajo.

Acompañando a James, mandoble en ristre, observa el hueco de las escaleras y del ascensor. No presta mayor atención a las riñas de un hijo de Loki con otro de Heimdall. Tenian cosas peores de las que ocuparse. 

- Si teneis alguno una cuerda puedo llegar de un salto y ayudaros a subir. Claro que viendo lo dificil que es subir, tampoco será muy fácil bajar. Exploremos el campo llano y nos encargaremos luego de las alturas ¿os parece? 

Dejo de mirar las huellas y llamo la atención de mis compañeros.

- Parece que la abogada iba siguiendo a alguien más - digo encendiendo la linterna y dirigiendo el haz de luz sobre las huellas más antiguas. - A más de uno, de hecho. Aunque al menos uno era bastante grande y pesado. - Las huellas a las que me refiero están acompañadas por otras pisadas de pies descalzos, algo más pequeñas pero de gente casi igual de corpulenta. Una vez señaladas por el haz de la linterna, todos pueden llegar a verlas sin problemas. - Todas las pisadas se dirigen al elevador.

Me vuelvo hacia Hagger. - Suelo llevar algo de cordino con mi material de escalada. - Digo ofreciéndole la cuerda que ha pedido. - Sin embargo creo que lo más urgente es seguir a quien sea que ha llegado antes que nosotros. Si están buscando el mismo artefacto, no podemos dejar que lo consigan. Si no es así, tendremos más tiempo para reanudar nuestra propia búsqueda, ¿no crees? - Coincido en la opinión de dejar la parte de arriba para más tarde, pero también dejaría esta planta para la vuelta. Ahora mismo, me decantaría por ver dónde nos lleva el elevador.

Me giro hacia mis compañero y sin pensarmelo mas me subo al elevador

-Vamos chicos no tenemos tiempo que perder quien sabe cuantos peligros y barras de hierro nos estaran esperando.

Aunque intento bromear no me fio de lo que pase cuando suba asi que introduzco la mano en mi chaqueta y intento calmarme con el tacto del frio metal..

Subo al elevador con Ian. Al fin y al cabo, las huellas van en esa dirección, así que será mejor seguirlas lo antes posible. Mientras entro, intento comprobar la estabilidad del aparato, dispuesta a saltar fuera en caso de que falle. Sin embargo, parece aceptablemente seguro, al menos dado el estado del edificio.

- Bueno, ¿bajamos? - pregunto a los que siguen en el interior.

- No parece que tengamos muchas más opciones, ¿no? - digo entrando en el elevador.

- Eso si, sabed que quién esté abajo estará sobreaviso de que estamos aquí ya que seguro que este cacharro hará un ruido infernal.

Asintió a las palabras de James:

- Podriamos bajar por los cables del elevador, pero sinceramente, eso en las peliculas no suele salir bien. De todas formas, quien haya bajado por aqui seguramente ya de por sí ande sobre alerta, asi que no hay que comerse mucho la cabeza. - Le sudaban un poco las manos, "¿Nervioso?, ¿O quizas ansioso?" pensó para si al notar su inquietud.- Al final esto va a ser un corre-que-te-pillo, pero a lo bestia...

Como bien ha dicho James, el ascensor desciende a los túneles de la mina con un ruido estridente; los años le han pasado factura (de hecho, es casi un milagro que funcione). Cuando el ascensor se detiene, os encontráis en una red subterránea de túneles. Por todas partes hay herramientas de minería tiradas por el suelo, y unas lámparas eléctricas iluminan tenuemente los túneles. A pesar de ello, la oscuridad sigue siendo considerable.