Partida Rol por web

-Es lo que siempre le digo...- Haciendo mención a la paciencia de James, intercalando la conversación de Gunnar mientras mastico.

La verdad que me había disgustado mucho el que ya hayan usado el corazón del invierno para sus planes, pese a que mi hermana moriría sin el, el fin de nuestra era ya me significaba el fin de todo... De alguna forma tendríamos que solucionarlo.

-¿El nombre de los Aesir más bajo?- Digo sin perder jactancia

-Si, Donner acepto las pruebas, pero mi padre estuvo ahí con el también... Y fracaso todas y cada una de ellas... ¿Pero qué? Las pruebas fueron pruebas, mentira para los ojos de los que las vean.
Por que mentir tío Gunnar? Thor fracaso, pero confirmo a los ojos del Jotun su fuerza...
Ahora tu nos pides pruebas a nosotros? Eso significa que tienes miedo y dudas...-

Gunnar sonríe, divertido

- Ah, Loki y sus hijos... Siempre con su palabrería y sus trucos.

Se levanta del asiento y os hace un gesto para que le sigáis

- ¿Vamos? Les aseguro de que serán pruebas muy sencillas

Me cargo la mochila nuevamente al hombro, con evidente gesto de impaciencia.

- Acabemos con esto de una vez... - digo siguiendo al gigante mientras miro a mi alrededor tratando de detectar alguna posible trampa en el camino.

Las palabras de Ian me recuerdan la historia que me contó mi madre, cuando Thor estuvo a punto de vaciar el mar bebiendo un barril de cerveza; de provocar él sólo el Ragnarök sacando la cola de las fauces de Jormungandr creyendo enfrentarse a un gigante en un pulso. El hijo de Loki tiene razón: Gunnar teme un enfrentamiento directo con nosotros. Por muchos guardias de los que disponga en su mansión, el hecho de que hayamos acabado fácilmente con su hermano y toda su banda tiene que ponerle, de alguna forma, nervioso.

- Vayamos. - digo sin más siguiendo a Hilda.

- Perro Cobarde. - pienso mirando a Gunnar.

Gunnar os lleva desde el comedor hasta el salón

- Vamos a hacer esto más interesante; si me ganan, no solo les entregaré el Corazón del Invierno, sino también cualquier favor que me pidan, y que por supuesto esté dentro de mis capacidades, que por cierto no son pocas. Si pierden, solo quiero una pequeña promesa a cambio: que cuando empiece el Ragarök, me dejarán tranquilo.

Ante el sofá hay otra mesa colocada; Gunnar se desabrocha las mangas de la camisa y flexiona los dedos de sus enormes manazas. Coloca el codo derecho sobre la mesa, y espera con la mano alzada

- La primera prueba: un pulso. ¿Quien se atreve?

- ¿Cuantas pruebas? - pregunto al Gigante mientras lo seguimos.

Al descubir el cometido de la primera simplemente me hago a un lado sabedor de que en el Grupo los hay mejor preparados que yo para esta Prueba.

- Todo vuestro chicos. - digo poniéndome a un lado. ¿Hagger?

Eckhart sacudió la cabeza lentamente con gesto negativo:

- No es lo mío, prefiero dejar a alguien más ducho en dar manporros... ¿Hagger? Quien mejor para representarnos ante Jotunheim y recordarles su sitio. Ya encontraremos un desafio de mi talla.

Miro a Hagger, sorprendida de que no se haya lanzado ya a enfrentarse con el gigante.

- Aún hay muchos cabos sueltos, Gunnar... ¿De cuántas pruebas estamos hablando? Además, aunque perdamos nos iremos de aquí con el Corazón del Invierno. Tal y como dices, no te servirá de mucho ahora que lo habéis usado y a cambio podrás alardear de haber tenido a cinco Aesir bailando a tu son durante unas horas.

Espero la respuesta del gigante de hielo, mientras miro a mis compañeros. Cualquier prueba de destreza, velocidad o puntería sería coser y cantar, pero aunque tenga una buena forma física, no creo que pueda vencer en una prueba de fuerza bruta a este tipo.

El gigante le guiña un ojo a Hilda y sonríe

- Se puede llegar a un acuerdo, desde luego. Solo tres sencillas pruebas y lo discutimos.

Hagger se arremanga y flexiona los dedos de la mano derecha, se sienta delante de Gunnar, y le sostiene la mirada

- Acabemos con esto, gigante

Hagger coge la mano de Gunnar y ambos comienzan a empujar la mano del otro hacia su lado de la mesa. Al principo ambos contendientes parecen igualados en fuerza, y las venas de los brazos de ambos se hinchan por el tremendo esfuerzo. Hagger y Gunnar comienzan a sudar, pero ninguno ha cedido un ápice tras un minuto de lucha. Incluso llega un momento en el que parece que la mano de Gunnar comienza a vencer. Pero de repente, y poco a poco, Gunnar empieza a empujar el brazo de Hagger hacia su lado. El Aesir resiste con todas sus fuerzas, pero finalmente toca la mesa con el dorso de la mano, y el gigante le suelta, satisfecho con su victoria.

Gunnar vuelve a estirar las mangas de su camisa y chaqueta y le da una sonora palmada en la espalda a Hagger

- Tienes un brazo fuerte, chico, muy fuerte. Es el pulso más largo que he hechado nunca, y por un momento he pensado que iba a perder. Sigue entrenando.

Luego se gira hacia los demás

- Bueno, aún quedan dos pruebas más; todavía podéis ganar

Hagger se frota el brazo, dolorido por el tremendo esfuerzo que ha tenido que hacer, pero no dice nada. Parece estar algo avergonzado.

Durante todo el pulso me mantengo atenta, buscando cualquier tipo de ventaja que el gigante pueda estar aprovechando en su favor, como por ejemplo que la mesa esté ligeramente inclinada para que se apoye a más altura, o incluso que utilice cualquier medio mágico a su disposición para aprovecharse de una ventaja sobrenatural a parte de la que le confiere fuerza sobrehumana por su herencia de gigante.

Eckhart observó la tensión en el ambiente entre el Jotun y Hagger, y se sintió ligeramente sorprendido cuando Hagger perdió. Parecía que había sido una victoria cuanto menos esperada por parte del gigante, pero algo le decía que podía haber trampa, cartón incluido.

- Hagger, lo has hecho genial, no te preocupes.

Con postura de nervioso, tengo una mano sosteniendo el codo y con la otra refriego mis ojos, al abrir y mirar podía darme cuenta de la verdad... 
-No quiero que piensen mal de mi, pero hubiese apostado por Gunnar desde el principio...- Rayos y no aposte nada!

Con la mano derecha sin moverse de estar junto a la pistola me acerco a Hagger.

- Bien hecho Hagger. - le digo al pequeñin dándole una pequeña palmadita en el hombro con la mano izquierda.

- ¿Cual es la siguiente Prueba? - le digo al Gigante pues no tengo ganas de permanecer aquí ni un segundo más de lo estrictamente necesario.