Partida Rol por web

La Luna del Plata.

Escena privada: Garin

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06/01/2014, 21:35
Lucas Garin

Resumen de 15 años de Lucas Garín

He aprendido que es de lo más usual que cuando se promete algo apresuradamente, o por la emoción de quedar bien con quien se le hace la promesa, se pregunté uno después: “¿Qué carajo hice?” Cuando me desperté a la noche siguiente, aquella en que partía hacia Tucumán, me quedé pensando largo rato en la conversación que tuve con Davo, y en la alegría que me había impuesto el pensamiento ante la aventura. En ese momento la idea de partir a tierras lejanas, de formarme y ser un “mejor” vampiro me ilusionó, pero ahora, después de unas horas, no podía evitar preguntar qué demonios había hecho.

Mi congoja no me pareció absurda al principio. Después de todo, ¿había querido ser yo un vampiro? ¡No! ¡Definitivamente no! Si había que poner los puntos sobre las “i”, no era como yo fuera un hijo de Caín por voluntad propia. En menos de una semana había pasado de la cárcel a ser golpeado hasta la muerte, transformado en un cainita en contra de mi voluntad, obligado a compartir mi sangre y beber la de otros, y, como guinda en el pastel, a atacar un museo, del que había salido como un colador. Pero, a pesar de todo lo malo, a pesar de todo lo feo, tenía que verme en un espejo (¿en serio?) y aceptar ciertas verdades.

¿Qué era peor? ¿Ser vampiro o un prisionero? ¿Estar en la cárcel o participar de una guerra que era más antiquísima que mi vida? ¿Ser violado por un carcelero abusador o terminar como un colador por defender las causas de otros?

Realmente, el Sabbat me pasaba por culo. En esos momentos me importaba un demonio si la Camarilla - ¡o como se llamara esa cosa! – dominaba el mundo, si el Sabbat quisiera venganza por estar recibiendo continuamente patadas en el culo. ¿Valía mi vida, o mi no-vida, defenderlos? De nuevo la cuestión de estar sólo o acompañado incendiaba mis dudas.

Al final de tanta duda y de tanto revuelo me dije que irme a Tucumán con los otros era, quizá, la decisión más acertada. ¿Qué iba a ser yo sólo en el mundo, un estúpido vampiro, que ni siquiera podía con unos malditos guardias de museo? El recuerdo de Carla y de José estaba muy fresco en mi memoria. Ellos habían desaparecido a su manera, una defendiendo sus causas y el otro huyendo de una realidad que no podía manejar, y Davo y los demás habían seguido con sus no-vidas como si nada. Si yo me separaba del grupo, nadie iba a ayudarme. En cambio si me quedaba, existía una posibilidad (mínima, remota y pequeña posibilidad) de que me volviera un vampiro fuerte, de como esos que había oído en las historias que nos habían contado.

Nada más de llegar a Tucumán me sentí fascinado. Era la primera vez que me encontraba en un ambiente como aquél: rural, agreste, pero muy llamativo. Me fascinó la Cordillera de los Andes, gigante y majestuosa, con sus picos nevados. Para alguien que se había pasado la mayoría de su vida encerrado en cuatro paredes, pudriéndose en una cárcel, tal verdor era un aliciente para la felicidad.

Me sentí aún más feliz cuando durante la madrugada. Cuando nos preparábamos para dormir, le pedí a Davo que me contara un poco de la historia del lugar. En aquel ambiente eclesiástico, bañado por los fulgores de la guerra, me sentí de repente un caballero. ¡Ya me veía remontando las montañas, blandiendo una espada como los hacían los guerreros antiguos, defendiendo con mi honor la Espada de Caín! ¡Soñé con el trono, donde incluso juraba que me iba a sentar algún día! ¡Le ganaría a la Madre Superiora! ¡Gobernaría todo con puño de hierro! Con aquellas ideas de conquista me fui a dormir aquel primer día de lo que serían quince años de estancia.

Llevado por mis fantasías, o más bien por mi carácter pendenciero, no había pasado una semana de mi estancia cuando ya me había ganado problemas. Yo, que me veía rey, que casi fantaseaba con tener a la Argentina - ¡y después al mundo! – bajo mis pies, no había desaprovechado para demostrar mi supuesta valía ante el primer atravesado que se me pasara por el frente. Estaba por retar a uno de los que ese momento consideraba debiluchos vampiros cuando Davo me detuvo. Me sentí molesto. ¡¿Por qué se metía?! ¡Yo lo único que quería era probar mi valía!

- ¿Qué demonios piensas hacer? - me interrogó Davo.

-  ¿Yo? Pues nada… - mentí.

Davo me agarró del cuello de la camisa y me alzó unos centímetros del suelo con una fuerza impresionante. En sus ojos brillaba su rabia.

- Mira, muchachito - me dijo. – Acabamos de llegar, así que no quiero que me busques problemas. ¿Me entiendes? – agregó, zarandeándome.

Asentí con la cabeza apresuradamente. Aunque ya no tenía la necesidad de respirar y no podía ahogarme, me sentí sin aire.

Davo me soltó. Cuando pisé el suelo me llevé una mano al cuello instintivamente. ¡Por un demonio! ¡Ya me veía muerto!

Pero mi maestro no había finalizado conmigo, porque agregó, sorprendiéndome por su tono reflexivo:

- Sé que porque crees que saliste vivo del Museo de Bellas Artes ahora puedes pelear con quien sea, pero tenemos reglas, niño; y en tu estado, lo que tú haces no es sólo tu culpa, sino también la mía. ¡Yo respondo por ti porque soy tu Sire! Y como tu Sire no voy a permitir que andes de pelmazo, retando a otros cainitas a una monomacia. Además…

Davo sonreía con maldad cuando me dijo lo siguiente:

- ¿Cómo pretendes ganarle a otros cainitas si no puedes ganarme a mí?

Tuve la audacia de retarlo:

- ¿Y quién dijo que no puedo ganarte?

- ¡¿Así que me retas, eh?! ¡Mi propio chiquillo se me subleva! Está bien, ya que quieres que te vuelva a partir todos los huesos, ¡ponte en guardia! ¡Pelea conmigo como si desearas mi muerte!

Me puse en posición de ataque. Como quería subirle el fuego a la cuestión, dije:

- ¿Qué pasa si gano?

- A ver, a ver… - Davo se rascó la barbilla. - ¿Qué tal si te dejo libre para que hagas lo que quieras?

- Me parece interesante – le respondí, sonriente.

- Pero si pierdes – continuó Davo como si no me hubiera escuchado – vas a hacer todo lo que te diga, al pie de la letra y sin rechistar. ¿Estamos?

- ¡Estamos!

Si hubiera previsto desde un principio que Davo iría a romperme todos los huesos, entonces de seguro no me hubiera puesto a pelear con él, pero con la emoción de aquella promesa de que podía hacer con mi vida lo que me placiese perdí toda noción. Bien se dice que de la experiencia se aprende. Bueno, yo no había aprendido de la mía. Cuando mi Sire acabó conmigo no había un lugar de mi hermoso cuerpo que no me doliera.

Cuando caí al piso, sintiéndome como un títere de la golpiza, Davo se acercó a mí, mirándome desde arriba con los ojos brillantes y una sonrisa en el rostro. Me dijo con sorna:

- Cuando te recuperes te voy a enseñar un par de cosas. La primera es el Código de Milán, que tu impaciencia me hace pensar que debes aprender primero que nada, y la segunda será respetar a tu Sire.

Y dicho esto se fue, dejándome sólo con mi dolor y mi orgullo deshecho.

Cuando me recuperé, sin siquiera saber cuánto tiempo me había tomado hacerlo (¿una hora?, ¿un día?, ¿todo un mes?), estaba tan molesto conmigo que le di un puñetazo al suelo. ¡¿Cómo había podido ser tan inútil?! Después de todo lo que había pasado, ¡y Davo seguía tratándome como su monigote de entrenamiento! ¡Por un demonio! Las ansias de vengarme regresaron a mí con más fuerza. Me prometí que un día le iba a devolver el trato a mi Sire. Podía ser la persona que más apreciara en la manada, quizá hasta hubiera dado mi vida por él, pero eso no quitaba que me sintiera despreciado. Yo, Lucas Garín, quien me creía destinado a la grandeza, a ocupar la silla monárquica de Tucumán, iba a superar al hombre que me había dado la no-vida, y a todo el que se interpusiera en mi camino.

Mas las ansias de pelea con hambre no duran. Había estado hasta entonces adolorido, guardando mis fuerzas para recuperarme, y en todo ese tiempo no había tomado ni una gota de sangre. En esos momentos en que me quejaba conmigo mismo había como un vaho a vitae en el ambiente. Sentí como si tuviera la boca llena de saliva por el dulce olor que llegaba hasta mí. Me dirigí como sonámbulo hasta el lugar de donde salía la esencia a sangre.

Cuando entré en el comedor improvisado en el que se reunían en un solo grupo todas las manadas del Sabbat que se encontraban en Tucumán me sentí cohibido. Parecía un naufrago que se queda pasmado al verse únicamente rodeado de mar. Rápidamente localicé a Davo. Estaba sentado junto a otros cainitas, quizá Sire como él, hablando animadamente y riendo mientras bebían de un pontaje que tenían en unos cuencos. Alrededor de ellos, obligándolos a sentarse en un círculo, estaba una gran olla con sangre, como de las que yo había bebido tras mi despertar como vampiro.

Había tanta gente que no lograba ver dónde sentarme. ¿Y si me ponía donde no debía? No quería causar ya más problemas de los que me había acarreado… De repente, de entre el gentío, se agitó una mano, y la voz de Adriel llegó alta y clara hasta donde yo estaba:         

- ¡Eh, Lucas! - decía. - ¡Por aquí!

Los gritos del joven repercutieron por las paredes, y pronto todo el mundo me estaba mirando. Yo, que hasta hace un momento proclamaba a los cinco vientos que iba a alcanzar las cimas más altas, me sentí repentinamente incómodo al tener tanta atención. Si hubiera podido seguro me hubiera sonrojado. Aguanté el impulso de taparme la cara con una mano de la pena que tenía. Para ocultar mi turbación empecé a caminar entre el gentío, hasta acercarme a mis compañeros de manada.

Mientras caminaba no había dejado de notar que a mi paso los demás vampiros susurraban entre sí. “Aquél es”, se decían. “Ese fue el idiota”; “Neonato tenía que ser, todos vienen iguales de soberbios”. A cada comentario más incómodo me sentía; y cuando me senté en el círculo que formaban mis compañeros, no pude evitar maldecir entre dientes.

- La puta que te parió…

Mi suplicio no había terminado ahí, pues Noni, lanzando su bol al centro del grupo, se levantó y dijo:

- Miren nada más, el niño de la monomacia nos ha hecho el favor de su presencia. Y yo que pensaba que ya te habían matado o te estarían torturando.

- A que te gustaría, ¿verdad?

Noni, a pesar de su exuberante belleza y pronunciadas caderas, no me caía bien. Me costó contener la lengua ante sus críticas.

La mujer sonrió, sarcástica.

- ¿Sabes qué? ¡Sí! ¡No me caes bien, niño! ¡Si no fuera por Davo ya te hubiera prendido en fuego!

Y Noni se fue, contoneando sus caderas y dejándome irritado.

Adriel, pasándome una mano por el hombro repentinamente, me dijo:

- Tuve un mal día, no es que te odie. Bueno, tal vez te odie un poquito.

No sabía si agradecerle o no las palabras a Adriel. Me sentí mal por él de repente, pues recordé que no tenía un Sire que lo guiase. Carla, quien le había dado el abrazo, estaba desaparecida o muerta.

Eugenia, quien estaba también sentada a mi lado, me preguntó:

- ¿Así que realmente te ibas a meter en un pedo?

- Esto… sí… - murmuré con la cabeza gacha.

Mi hermana de sangre me dio un espaldarazo tal que me dije a mí mismo que ya le estaba empezando a agarrar el gusto a eso de ser una Brujah.

- ¡Vamos, no te mortifiques! – dijo. - ¡Todos cometemos errores! Además, Davo estuvo ahí para detenerte. ¡Toma! – agregó. - ¡Come un poco! Debes estar hambriento después de dos días sin poder moverte.

- ¡¿Estuve dos días paralizado?! – exclamé.

Eugenia rió.

- ¡Sí! ¡Davo te molió a golpes! – dijo, divertida.

La mujer me sirvió un cuenco con vitae, del que me alimenté con gusto. Estuvimos los tres ahí charlando y bebiendo hasta que nos dijeron que el alba estaba por aproximarse. A pesar de haber estado dos días inmóvil, me sentía cansado. Deseaba recostarme y dormir hasta la siguiente noche; pero Davo, quien venía detrás de mí corriendo, me detuvo:

- ¡Eh, Lucas! ¡Tengo algo que decirte antes de que te vayas a dormir!

Me detuve para dejarlo alcanzarme.

- ¡Eh! ¡¿Qué tal?! - me dijo. - Vi lo del showcito allí adentro. ¡Tienes una gran facilidad para llamar la atención! Quizá, ahora que lo pienso, debería volver a hacerte cambiar esa cara tuya.

Me eché hacia atrás, asustado. Davo se rió.

- ¡Ja! Tranquilo, ¡sólo era una broma!

Y me dio un espaldarazo. Si con el de Eugenia me había resentido, el de Davo me mandó literalmente al suelo.

- Mira - siguió Davo. – Lo que quería decirte es que a partir de mañana vas a aprender lo del Código. Voy a usar contigo una nueva técnica de aprendizaje: ¡a los golpes!

Si hubiera tenido sangre corriendo por mis venas se me hubieran ido todos los colores del rostro.

- ¡¿Entiendes?! – exclamó mi Sire. – Si te equivocas, ¡te doy un golpe! ¡No hay una técnica mejor de aprendizaje! ¡Qué descanses!

Si con lo de Noni me había quedado turbado, lo de Davo me terminó de aplastar. Me fui a dormir con los ánimos por el suelo.


Bueno, para no hacer un testamento de esto, y porque creo que he mostrado en grandes rasgos la actitud de Lucas para con su manada en los primeros momentos de su vida vampírica (y creo que seguirá siendo así dado los lazos de sangre), voy a hacer como un resumen de lo que tenía pensado para la historia, en orden más o menos cronológico, aunque no por eso lineal.

Para lo que me imagine, en lo que resta del primer mes de estadía de Lucas en Tucumán, Davo le enseñaría (a punta de golpes, claro está, porque Lucas es bruto y terco) todo lo referente al Código de Milán. Lucas aprende, o se da cuenta, mejor dicho, en el grandísimo problema en que se iba a meter dándole pelea a un cainita, y las consecuencias que le hubiera acarreado tal gesto en el caso de haber perdido. También lo baja de las nubes en cuando a querer enfrentarse a todo el mundo. Lucas, aunque todavía no desilusionándose de sus planes de conquista, aprende a respetar a la Madre Superiora y a todas las figuras de poder que rigen la Archidiócesis de Tucumán. Así también en la importancia de velar por su manada y por otros Sabbat, pues como le dice Davo, casi de manera sarcástica, todos allí son una gran y enorme familia feliz.

Luego de eso, como te comenté, me gusta la idea de que Lucas mejoré en sus habilidades para pelea, ya que el papel que hizo en el Museo de Bellas Artes no fue el mejor. En una temporada de cuatro años (que correspondería desde 1998 hasta el 2001). Para mí esta escena sería bastante cómica pues Lucas, ni lento ni perezoso, se da el tupe de volver a retar a Davo (- introducir risas aquí -), quien se ríe de él y le dice que mejor va a entrenarlo en combate, con la promesa de que si al menos, aunque sea una sola vez, logra darle unos buenos golpes, lo va a ayudar en mejorar en las disciplinas. El trato es que Lucas va a entrenarse sólo durante un mes (puede ser con monigotes de entrenamiento o contra el aire, no sé con los recursos que podría contar en Tucumán para tales casos) y que a final de ese tiempo pelea con Davo para ver quién gana. Ni que decir que por más esfuerzos que se echa Lucas y todas las horas invertidas en el entrenamiento, en los primeros tres años no recibe sino paliza tras paliza. Ya me parece que el 2001, antes de que se inicien las revueltas y toda la refriega, Lucas podría haber mejorado un poco en la cuestión.

Durante 2001 y 2002 (si mal no recuerdo, me parece que las revueltas también se extienden hasta el 2002) se genera como una pausa en los entrenamientos, centrados todos más bien en la situación política de Argentina y en el provecho que el Sabbat saca de ésta. Para mí, aunque Lucas esté dispuesto a formar parte del grupo de los anárquicos y destrozar todo a su paso, no está preparado para tales eventos. Davo detiene, nuevamente, sus ímpetus de batalla, diciéndole al mejor estilo de un padre con un hijo, que ya habrá tiempo para que un día él esté entre los que causan los problemas. Así que Lucas, con otros más, se quedan informándose desde lejos de lo que está pasando en el país, tomando un papel más bien pasivo (en Lucas por fuerza más que por voluntad).

Como los entrenamientos son terminados algo bruscamente, me gustaría que Lucas invirtiera un año más (el 2003) en ellos, hasta que por fin, al final del año en una de las pruebas a que lo somete Davo, le dé sus manitas a su Sire y no quedé tan apaleado. Como en esta oportunidad no se ha visto tan mal, Davo le dice que va a cumplir su promesa de ayudarlo a mejorar un poquillo sus disciplinas (entrenamiento que no me parece que haga junto a Eugenia, aunque me imagino que Eugenia va a tener un trato menos severo por no ser una buscapleitos como Lucas – o al menos eso me imagino -). Pero el entrenamiento de las disciplinas no es lo único a lo que Lucas debe someterse. Estas clases son compaginadas con otras como mejorarse con las armas cuerpo a cuerpo y también la enseñanza de la historia de la Archidiócesis de Tucumán (cuando me refiero a historia no quiero decir que sólo va a aprender unos datos históricos y ya, sino que se entera – porque no creo que le dé mucha cuerda al asunto – de la estructura social que hay en Tucumán, Jujuy y Salta, con lo de las Diócesis y esas cosas). Si lo del entrenamiento le tomó al menos cinco años, con dos por intermedio por la situación del país, me parece que todo eso bien le podría tomar al menos cinco a seis años, desde el 2004 hasta mediados del 2010.

En los siguientes tres años, tengo pensado que Lucas debería disfrutar, por decirlo de alguna manera de algunos de los Ritae. Para estos tiempos ya Lucas no se siente tan desapegado con el Sabbat, pero tampoco muy conforme. Para mí este es el momento en que él le agarra el gustillo a la cosa, y ve en su manada una familia que nunca tuvo. El primero que me gustaría en que participara sería en el Juego del Instinto; y me estaba imaginando que el escenario en donde se desarrollaría comenzaría como una prueba que realiza Davo y los demás Sire de la manada. En lo personal a Davo se le ocurre la magnífica idea de poner  a Lucas y a los demás a enfrentarse a Hombre Lobo, excelente manera de poner a prueba todo lo que han trabajado hasta ahora. Lucas estaría bastante nervioso y cohibido al principio. Un hombre lobo, ¡vaya! Dado su espíritu peleón, a pesar del miedo y de la reticencia, se entrega con todo a la caza. Junto al resto de la manada, colabora con hacerle una marca al enemigo y luego salir de allí con el rabo entre las piernas con los demás. Me parece que esto colaboraría en su relación con los demás, reforzando los lazos de amistad y comodidad con aquellos con los que se sienta íntimos.

También me gustaría que participara de un Sermón de Caín, cosa que hace por curiosidad, pero cuando se va a dormir esa noche tiene una cara de aburrido que ni la aguanta. Igualmente, guidado por su espíritu pendenciero y sus ganas de dar de que hablar, se mete la Danza del Fuego y en la Danza Solar. Y, al finales del 2012, participar en un Banquete de Sangre, lo que consolidaría su comodidad con su manada y con el Sabbat. También entiende, a la larga, que lo de la golpiza que recibió no fue porque quisieran matarlos a todos (¿o sí?), que con eso estaban elaborando el Rito de Creación, del que él había sido creado vampiro.

Tenía pensado también que para un momento del 2012 fueran atacados por vampiros indígenas. Lucas participa en repeler a los atacantes, aunque no me voy a poner con que llama la atención ni nada, ninguna cosa que lo exalte o lo haga ver mejor ante los ojos de los demás.

También, para mantenerlos afinaditos, Davo podría mandarlo a él y a Eugenia a que afinen sus dotes de cazadores con pequeñas misiones, que no tienen porque implicar desbaratar a la Camarilla, sino un simple entrenamiento. Me imagino que a lo largo de esos quince años Lucas no estará confinado a sólo beber sangre del potaje, sino que también podrá cazar por sus propios medios, para que no caiga es desuso el niño.

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07/01/2014, 01:31
Director

Mientras descansabas en la parte trasera de aquel camión, dentro de la sofocante y opaca caja que te servía de refugio, tenías tiempo de pensar. Las cosas que habías oído en los últimos días, el motivo de este viaje, no se sentían para nada bien. Todo empezó una semana antes...


La reunión tenía mucha formalidad para sentirse tranquilo. En ese pequeño valle se habían juntado los jefes de las 4 manadas, incluyendo desde luego a la Madre Superiora, el Obispo, la Diaconisa, y vuestro Ductus, Davo. Había tensión. Cada uno había acudido con muchos escoltas, pero todos guardaban silencio. Los únicos ruidos aparte de la conversación de los líderes... y de uno mas. Decía llamarse Jose Medina. De la ahora extinta manada de la Cueva del Plata. Lo habían estado buscando sin éxito, durante bastante tiempo, para que explicara lo sucedido con sus compañeros, y al fin habían dado con él en un pueblito cercano a la frontera de Córdoba, escondiéndose, presa del pánico. Ahora por fin estaba en condiciones de hablar.

Según su relato, había sido una noche como cualquier otra. El y su compañero habían salido a cazar, y estaban de regreso a la cueva que servía de refugio a la manada, cuando sintieron el ruido. No era algo que ninguno de ellos hubiera escuchado nunca. Reverberaba en su interior, como si surgiera de la tierra misma y ascendiera desde la planta de los pies hasta la cabeza, atravesándolos… Los paralizo el espanto. Era un grito desgarrador, una agonía pura, como si la misma Pacha Mama llorase. Entonces las rocas empezaron a partirse a su alrededor. Ellos estaban a la vista del refugio, y pudieron observar claramente como la cueva colapsaba, sin que nadie llegara a salir. El sonido se detuvo poco después, mientras el polvo se asentaba, y podían ver como su refugio, sus compañeros, ahora eran uno solo con la montaña. Los dos se quedaron entonces, solos en la oscuridad. O no tanto como quisieran… A su alrededor había movimiento. Figuras en la oscuridad, acechándolos. No lo pensaron dos veces y se largaron de allí a todo correr.

El incidente bien podía ser culpa de los vampiros indígenas. Se suponía que descendían de Nosferatus y Gangrel venidos antaño, antes que los españoles. Sus ataques habían sido como mucho, esporádicos, un golpe aquí, otro allá, unas descargas contra algún refugio, nunca el choque directo. No tenían la tecnología ni las fuerzas para medirse con ellos. Pero al parecer, ahora habían encontrado algo nuevo. Y no era el único golpe. Cada manada, menos la tuya, había experimentado desapariciones. Gente que salía a cazar y no volvían. Era preocupante. El Sabbat no era tan numeroso como para estar soportando bajas inexplicables. La Madre superiora tomo la decisión de que se enviaran mensajeros para alertar a las distintas manadas del interior, sobre un posible resurgir de esa facción. Evitarían usar medios informáticos o telefónicos… era demasiado factible que los Nosferatu, si tenian algo que ver, los intervinieran. Tendría que ser presencialmente. Davo reclamo para los suyos el honor, y le fue concedido.

Tomo algo de tiempo organizarse, enviando parejas por distintos caminos, dentro de camiones, a las distintas ciudades donde debían contactar con los colegas. A vos y al veterano Cristóbal les tocó en suerte Buenos Aires. Así que fuiste “empaquetado” en una especie de ataúd improvisado a conciencia, con algunas raciones de vitae, y te despacharon, con instrucciones y direcciones para buscar a un hombre llamado el Che Quesada, y exponerle lo ocurrido.

Ya pasaron 2 noches. Afuera se oyen ruidos de infinidad de autos, aunque pronto disminuyen. Tu caja se mueve, mientras la descargan. Mas sonidos de actividad te indican que hay mortales cerca, seguramente los empleados de la  agencia de correos. Luego, el silencio.

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08/01/2014, 02:35
Lucas Garin

En mi vida me he sentido tan importante como en ese momento. Se sentía bastante bien saber que sobre tus hombros pesa la salvación de alguién más. Tal vez si no fuera por lo serio de la misión disfrutaría de aquel pedacito de poder que se me estaba dando, pero las cosas no estaban para jugar. Un paso en falso y terminaría como los otros. Al menos esta vez, pienso con alegría, no me ha tocado una loca como compañera. Por lo menos Cristobal no trataría de quemarme... eso creo...

Fuera de las dudas sobre la lógica de mi veterano compañero, el viajecito había acabado. No es que se viaje todos los días en ataúd (¡otra experiencia nueva!), pero después de todo: al muerto un ataúd, y yo estoy técnicamente muerto. Ahora que ya no hay movimiento y parece que no se escucha ningún ruido podría ser buena oportunidad de salir, más me refreno. Podía no escuchar nada, ¿pero realmente estaba todo tranquilo? Si había mortales corría el riesgo de llamar la atención y tener que mancharme las manos de sangre: no se veía todos los días a alguien saliendo de un ataúd.

Notas de juego

Pues eso, quisiera ver si Lucas oye algo; aunque creo que con el mérito de sentido agudo podría tener alguna facilidad en eso, ¿no?

¿Me puedes hacer un pequeño favor? ¿Será que le puedes poner el nombre completo a Lucas? Es que el Garin sólo se ve demasiado impersonal. :D

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08/01/2014, 04:18
Director

En el silencio solo notas una ruptura. Una radio, amortiguada y distante. Es logico que en un almacen halla algun sereno o vigilante, pero no parece que esten haciendo la ronda o similar. No escuchas pasos u otro ruido de movimiento, los cuales deberian resaltar mucho mas que la debil musiquilla.

La caja esta acondicionada para abrirse desde dentro, simplemente soltando un par de trabas. No seria divertido si alguien desde afuera, para un control, la destapase... y te diera la luz solar. Asi preparada, desde fuera se ve como una de esas que se desarman con palanqueta, nada que algun poli de peaje abriria sin una sospecha clara. Y aunque seas un fiambre, al menos no oles como tal.

Clic. Una trabita menos. Clic. Otra trabita. Ahora solo es empujar un poquito, y largarse... La ciudad te espera.

- Tiradas (1)

Notas de juego

ese merito reduce en 2 la dificultad de sus tiradas de Percepcion o de cualquier tipo que requiera ese sentido. ya tire por vos para ahorrar tiempo. Nombre cambiado, aunque igualmente podias editarlo vos jeje. 

Note que usaste otra ficha, no la que habia preparado. Ok.

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08/01/2014, 04:58
Lucas Garin

Notas de juego

Lo siento, tuve un problema con la tabla. La borre sin querer e intenté arreglarlo pero no pude. No te molestes T_T

pero que niña torpe... en fin, ahora dejalo. hace tu post, vas XD

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09/01/2014, 01:56
Lucas Garin

Destrabó los pestillos del ataúd, y con lentitud empujó las puertas. Salgo del ataúd y, como si fuera alguna clase de acrobata o más bien para dármelas del que "sabe más", doy un saltito casi elegante hasta el suelo. Sentir bajo mis pies lo firme del piso me alivia un poco. Por lo menos no estaba encerrado en una caja, con su incomodidad para moverse y el peligro de pasar por un muerto y ser enterrado vivo (de nuevo). Pero a pesar de aquella pequeña comodidad no me siento tranquilo; al menos, no lo estaré del todo hasta ver a Cristobal, porque aunque era un empedernido solitario, saber que también se encontraba allí mi compañero me daría un respiro.

Aunque tengo unas ganas inmensas de llamar "¡Cristobal!" no lo hago. ¿Y si me oyen? Mejor no... Era mejor que buscara por el lugar, así de paso podía ver como estaban las cosas ante mí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¿Debo lanzar percepción? si deseas, esta bien, Percepcion + Alerta. Por otro lado, Cristobal fue enviado por un distinto camino. No llegan al mismo lugar. Ah, pensé que los dos iban por el mismo lugar. ¿Lucas tiene algún arma?. nop, por si acaso les pasaban un detector de metales. los sabbat locales deberian proveerle lo que necesite, cuando los localice.

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10/01/2014, 03:36
Director

El lugar es bastante tranquilo. Por lo que podes ver rapidamente, se trata de uno de varios almacenes ubicados dentro de un mismo predio. Afuera hay algunos camiones de entregas aparcados. El lugar tiene pocas luces, mas que nada perimetrales y en las puertas. Hay un solo porton grande de entrada y salida. De alli es donde viene el ruido. Hay una caseta central, iluminada, donde un aburrido veterano dormita escuchando la radio. Las puertas de rejas a ambos lados estan cerradas, pero no parece gran problema treparlas o escurrirse por debajo... si es que no se lo pides al guardia, claro. 

Por lo demas, parece un sector bastante concurrido de la ciudad. No puedes estar seguro de la hora, pero ves pasar camiones y camionetas mientras te aproximas a la salida. Mas que nada transito pesado. El olor a agua contaminada tambien llega a tus sentidos con cierta repugnancia. No debes andar lejos del puerto o al menos del Rio de la Plata.

Notas de juego

vos decidis como salis, si limpio o no, y que hacer a continuacion. Estas en un sector industrial, mucho transito pesado, almacenes y plantas, pero pocos transeuntes si es que alguno a estas horas.

Cargando editor
10/01/2014, 04:43
Lucas Garin

Notas de juego

¿Cuál es la diferencia entre salir limpio o sucio? O sea, las consecuencias de ambas, si es que se puede saber. no matar o matar. las consecuencias no las puedes saber, quedan a mi discrecion. :)

Cargando editor
12/01/2014, 05:23
Lucas Garin

La situación ahora se me pone difícil, en cuanto sólo me valgo por mí mismo. Sin recursos en mi poder debo pensar bien lo que voy a hacer, o bien está podría ser mi última aventura. Tengo que salir de allí de alguna manera si quiero reunirme con Cristobal y cumplir la misión que nos ha designado Davo. Mi mirada va de los camiones de carga hasta la reja, y de la reja al guardia. ¿Cuál es la mejor vía de escape? Quizá podría abrir uno de los camiones y quedarme ahí hasta que lo cargaran y lo pusieran en marcha, con la esperanza de que éste fuera camino a Buenos Aires; pero las cosas no están para perder tiempo quedándome hasta el amanecer allí y, por otra parte, podría convertirme en cenizas en la espera: nada me aseguraba que la luz del Sol no me diera allí adentro, o cuando abrieran en camión de carga... La reja, por otra parte, se veía tentadora. Tal vez pudiera saltarla sin hacer el mayor ruido, pero después de eso ¿qué?

"Sólo me queda rezar para montarme en uno de los camiones, y que me lleve a Buenos Aires", pienso.

¿Qué de otra? No era la mejor opción, pero era la más rápida; y yo necesito salir rápido de eso.

Notas de juego

Pues, si entendí bien Lucas tiene esas dos salidas, creo. Por un momento me imagine jugando Grand Thief Auto (sí, jugue ese juego, el de San Andreas, pero no lo pasé porque soy bien mala para conducir -.-) y me imagine a Lucas yendo por una o por otra opción. Intentaré pasar por la valla entonces; y de paso quiero ver si el guardia tiene alguna arma blanca que Lucas pueda utilizar.

Cargando editor
12/01/2014, 06:03
Director

Podes ver al guardia muy tranquiila

- Tiradas (1)

Notas de juego

bien, entonces acercate y rolea el metodo. O pasas por debajo sin ser detectado (algo facil, el tipo esta muy distraido, no necesitas tirar) pero no le sacas nada, o lo atacas por sorpresa y golpeas/matas, para robarle lo que traiga. En ese caso si tira ataque y daño nomas. Decidas lo que decidas, rolealo.

Cargando editor
14/01/2014, 05:10
Lucas Garin

Estaba decidido a salir de allí, pero no creía prudente irme con las manos vacías. Tampoco era muy prudente golpear al guardia, pero si aquel hombre estaba ahí vigilando era porque tenía algún arma, o cualquier cosa que pudiera utilizar. Mejor algo que nada. Así que, en vez de ir directo hacia las rejas, me desvió a la caseta de vigilancia. El hombre que se suponía que estaba ahí para vigilar parecía atontado. ¡Qué mal para él! ¡Bien mal que le iba a caer el golpe!

Caigo sobre el hombre con el puño preparado. Me concentro en clavarle el golpe decisivo, uno suficiente que me permita mantener al sujeto quieto y en calma mientras yo hurgaba en sus bolsillos. Lo golpeó, lanzándolo fuera de la caseta. Ahora es momento de revisarlo. ¡Espero que tenga algo bueno para llevarme!
 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Disculpa, pero Fuerza+Pelea para el ataque, ¿no? Me olvide lo del daño, lo que había que lanzar. destreza+pelea para el ataque, fuerza+nada para el daño. (aunque potencia suma exitos automaticamente). recorda que los exitos por encima del primero, son dados adicionales de daño.

No quiero tomarme muchas licencias, pero creo que con un dos en daño hago el trabajo, ¿no?

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16/01/2014, 16:54
Director

El tipo se estrella contra el suelo por tu golpe, lo cual le saca el aire. Pero no esta finiquitado 

-...mierd...!!+masculla, mientras se recupera. Tendrias que haberle dado mas duro. Tantea, buscando su pistola en el cinto. Entretando observa tu figura recortandose en la luz. Seguro se esta preguntando quien carajo sos y de donde saliste...+ Que.. quie... +balbucea, aturdido. Una buena. Al menos no puede contraatacarte enseguida. Un golpecito mas y que se quede quieto juer...

Avanzas rapidamente y le pones otro puñetazo en el estomago. Esto si funciona. Los ojos se el quedan en blanco, mientras se desploma inconsciente finalmente. Es una fortuna que no halla tenido tiempo de gritar o algo, pero mejor apurarse.

En su cinto tiene una 9mm algo vieja. Tambien un gas pimienta y una porra extensible. Celular barato, billetera con documentos, y solo unos 100 pesos, una miseria. Segurata no paga bien al parecer. Tambien tiene una llave de moto, pero no ves ninguna cercana, aunque seguramente la halla estacionado o guardado por aqui. Quizas tengas tiempo de buscarla. Tambien hay que hacer algo con el, no obstante...

- Tiradas (3)

Notas de juego

no, pero lo dejas magullado. que mal sacar solo eso juer, con tantos que tiras xd. Ya tire por vos para acelerar. decime que tomas y segui.

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19/01/2014, 04:36
Lucas Garin

No hay mucho que tomar de ese hombre, pero algo es algo, así que me hago con la pistola (aunque no sepa disparar, y seguramente si lo intentase haría un desastre, podría utilizar la culata para propinar golpes), el gas pimienta, la porra y los cien pesos. Me reservo de agarrar el celular, pues no sé me ocurre que hacer con él. No es como si pudiera llamar o recibir llamadas para mí.

En cuanto al hombre... bueno, me tomaré una reserva de imaginación. Después de todo, aún tenía el féretro ahí y bien que podía poner el cuerpo allí adentro. Sonrió, seguramente sería de lo más divertido ver al hombre intentar salir del ataúd. Pero como no tengo tiempo para divertirme, y debo ocultarlo de alguna manera, lo tomó de las axilas y lo arrastró por el suelo hasta mi objetivo.

Notas de juego

El tipo no está muerto, sino inconsciente, ¿no? si, asi es. 

Perdona que no te haya respondido ayer. Tenía la intención de postear, pero me quede dormida -.- ok, pero esto ya cuenta como turno para martes -.-

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21/01/2014, 17:48
Director

Con el guardia inconsciente ya a buen recaudo, es hora de salir. Las calles de la zona son poco transitadas. Sargento ponce, Nuñez, Alem... Fuera del area de depositos, es un barrio de clase media-baja, seguramente trabajadores de la zona y sus familias.... sus sabrosas familias. Es bueno que no traigas mucho hambre.

A las pocas cuadras te orientas de una avenida o via mayor y mas ruidosa, que resulta ser la Autopista Buenos Aires-La Plata. Ahora ya tenes mas idea... solo falta conseguir algun transporte para llegar al refugio indicado. Seria mejor parar un taxi o remis, al no saber manejar. Tras algun rato buscando, un tachero nocturno aparece. Sonrie cuando le indicas adonde. No sera un viaje barato, seguramente...


Como era de esperarse, el viaje es relativamente breve. Por la Autopista y luego la Avenida 25 de mayo, tenes buena vista de la ciudad centrica. Buenos Aires dormita, aunque nunca acaba de caer en el sueño. Arriba, la luna te mira, entre las nubes que vienen del Este. Va a ser un dia lluvioso seguramente. El tachero te habla con parsimonia, quejandose del calor, y anhelando el refresco prometido..

Finalmente llegas a la direccion. La fachada da que pensar. Aparentemente fue un bar o algo asi en otro tiempo. Ahora las ventanas estan clausuradas con maderas, y las persianas de las puertas bajadas. Como si estuviera abandonado. El barrio en si es modesto tirando a pobreton, si bien no tanto como una villa. Inspira confianza, si...

-Listo. Son 125,47 pibe.-te informa el hombre.

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22/01/2014, 05:33
Lucas Garin

Buenos Aires... la última vez que estuve aquí, hace quince años, no me había ido muy bien... y ahora vuelvo por nuevas aventuras, como si una vez no me hubiera bastado para conocer el peligro frente a frente. Pero nunca he sido de los hombres que tras darse con una piedra evitan otra parecida, y como esta vez me siento más seguro de mí mismo, dígamos que me siento preparado para la pelea.

Observó por la ventanilla del automóvil el ambiente que pasa, mientras que a las palabras del chófer hago gestos afirmativos y murmuró apagados "Ajá" como si realmente le estuviera escuchando, pero realmente tengo la mente en otra parte, como por en encontrarme con Cristobal y atacar de una buena vez a esos malditos que están haciendo desaparecer a los miembros del Sabbat.

Tan pronto como llegamos, deposito en la mano del chófer la tarifa por la carrera y le agradezco por llevarme de una manera más bien distraída. Espero entonces al que el taxista se haya ido para avanzar hacia mi lugar de destino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Lucas tiene, porsia, más dinero en el bolsillo? :D. si, tira 1d100 y tenes el doble del resultado. ¿Estás de jo' o es en serio? o_O serio. tienes pues $246 en el bolsillo, contando lo robado al guardia.

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23/01/2014, 19:12
Director

 Una vez que el feliz tachero (seguro que se hizo la noche con tus billetes) parte, quedas solo frente al lugar. No hay guardias en la puerta, pero la verdad es que no tendría sentido llamar la atención sobre un sitio que aparenta ser solo otro desecho, olvidado rincón de la ciudad.

Pero tras la puerta seguro las cosas son algo diferentes.

Terminada la inspección, avanzas a la misma. Unos cuantos escalones te permiten alcanzarla. Es de madera, y sus vidrios están reemplazados por gruesas tablas. Tambien tiene una reja con candado, pero este se encuentra abierto, si bien solo se nota al mirarlo de cerca y atentamente. Una leve manipulación te permite entrar.

Adentro esta oscuro, no se oye nada. Pero adivinas que un estrecho pasillo tiene otra salida, al final a la izquierda, por la diferencia en la penumbra.

Notas de juego

vos estuviste en Santa Fe, no en Buenos Aires XD. No confundir. No recuerdo bien que pais eras, pero para que te hagas una idea, Santa fe tiene medio millon de habitantes y Buenos Aires 14 millones contando el conurbano. XD es una diferencia no pequeña en tamaño y volumen

tirada de alerta+percepcion y tus acciones.

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25/01/2014, 05:24
Lucas Garin

Avanzó a tientas, cuidadoso de lo que me pueda encontrar. Aunque se supone que voy a un lugar donde me encontraré con "amigos", no podía saber realmente lo que me esperaba al otro lado de la puerta. El lugar está silencioso y oscuro, caldo de cultivo para situaciones peligrosas. Sólo espero encontrarme rápido con los compañeros a los que debo ver, y ponerme a trabajar de inmediato con Cristobal sobre este asunto tan apremiante para el Sabbat, así que me obligó a seguir avanzando, con los sentidos alertas para percibir cualquier cosa que se avanlance o esté cerca de mí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ah, lo siento xD

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26/01/2014, 03:52
Director

Rapidamente te percatas de que al menos tres te estan esperando al otro lado de la puerta. Uno de ellos, quizas algo mas nervioso, incluso se delata con el amartillar de un arma, metalico chasquido que rompe en el silencio visiblemente. Tus pasos rechinan sin poder evitarse en la madera del suelo, indicandoles que avanzas. No es una situacion donde ninguno de los bandos tenga clara ventaja, salvo el numero.

Pero al menos esa pifia de su parte, hace que tomen iniciativa. Evidentemente ellos tambien se dan cuenta que sabes, estan aqui.

-Esto esta ocupado man...+comenta una voz masculina joven+... Asi que mejor te piras, a menos que sepas a quien venis a buscar.  ¿Nombre?

- Tiradas (3)

Notas de juego

http://www.comunidadumbria.com/comunidad/foros/tem...

te dejo una partidilla que puede interesarte, HL ambientada en tu zona :P

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28/01/2014, 04:33
Lucas Garin

Como que me estaban esperando, ¿no? Bueno, no era de extrañar. Realmente no creía que iba a ir a un lugar vacío; y en gran parte así mejor, por lo menos puedo garantizar que, si estoy en el lugar correcto, hay gente cuidando la zona.

Levantó las manos en señal de paz, pero también para que vean que no llevó armas en las manos y que no vengo con intensiones nefastas (bueno, al menos eso creo).

- Me llamo Lucas Garín - digo. - Vengo a reunirme con alguien en este lugar. Tengo la dirección aquí escrita, para que vean.

¿Debo decir que vengo por parte del Sabbat? Realmente prefiero guardarmelo, pues la verdad no sé con qué me estoy encontrando.
 

Notas de juego

Creo que tengo anotada la dirección en un papel (¿?)

Ah, gracias por pensar en mí para la partida, pero ahorita estoy muy cuesta arriba en mi vida para inscribirme en más partidas. Además, yo vivo en Venezuela, no en Colombia xD

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29/01/2014, 02:17
Director

Se produce un breve silencio. Algo susurrado en voz baja, y luego de nuevo la misma voz.

-Dejalo en el suelo. ¿A quien buscas? +inquiere, para enseguida añadir+ Estoy saliendo... ojo, o sos boleta.

A continuacion escuchas algo que se mueve, y pasos... Pronto aparece en el marco, una figura que te apunta con una gran .44 a la cabeza. Es un muchacho joven, rozando los veintes apenas. Remerita, jean, zapatillas, pasaria como cualquier chico. Pero se nota en la mirada un brillito a bronca, mientras te examina. Y sin duda no miente, por el ruido de pasos desde el salon, alguien le cuida las espaldas. 

Notas de juego

si, lo traes en un papelito.

sobre lo otro, lastima. aunque a nivel historico la capitania de venezuela si fue parte del virreinato un buen tiempo, igual pensaba eras colombiana XD