Partida Rol por web

Apenas apoyándome en la punta de los pies veo una figura que se materializa delante mío con forma de mujer, un fantasma con una fuerza considerable y más de un recurso disponible. Las palabras de la señora Sofía tienen mucha razón dejándome en claro lo prescindible que soy y nuevamente estoy al borde del precipicio como cada vez que intento levantar la cabeza, pienso una posibilidad, una que me permita continuar con mi no-vida por más tiempo. - Porque conmigo puede desestabilizar parte de la estructura al dañar al señor V, volcando la jugada a nuestro favor podría usted debilitar esa torre de marfil que usted quiere ver caída. Déjeme esta oportunidad o haga lo que usted ya considera mejor, después de todo no pierda nada como ya sabe y todos los riesgos corren por mi cuenta. Un fin ya lo conoce, pero el otro puede deparar ventajas para la familia a considerar. - Si todavía estuviera vivo me costaría respirar y la vos me saldría entrecortada, pero mi destino ha sido otro y espero que no sea uno tan corto.

Ni un musculo se mueve en la cara de Sofía.

-Solo un necio le da oportunidades a quien sigue fallando, Martín. ¿De qué me serviría cualquier cosa que hagas? Él sin duda ya esperaba anticipo todas tus capacidades y puedo asegurarte que tiene recursos de sobra para contrarrestarlas. Además, si te dejo vivir, no puedo confiar en vos. Sin la Mascarada para que te muevas, tu utilidad pasa a ser nula, incluso sos un riesgo. Si fueras un nigromante quizás podrías pasar a la clandestinidad y seguir sirviendo, pero no es el caso. Tu única chance seria hacer lo que él dice, para recuperar tú… vida, por así llamarlo. Eso es algo que no puedo permitir.

Junta las manos, mientras el espíritu te aprieta más fuerte contra el muro. Es extraño. Tanta fuerza en algo que se siente ingrávido. Incluso podes ver a través de ella, de sus ojos muertos, del cuerpecito menudo y translucido de chica. No cabe duda que es un fantasma, uno fuerte. 

-Si te mato, es una perdida para la familia, aunque pequeña. De un modo u otro él gana, pero se minimiza el daño. Fue una buena jugada, eso debo reconocerlo… ciertamente, no la vi venir. Nunca pensé que le importaran esos negritos de la villa. Algo a remediar. Así que, ¿alguna cosa antes de pasar al acto final?

- Confiar en mi lealtad puede señora, por más que lo que me quede sea poco. Si me destruye ahora el no obtener algo es seguro, pero si me deja intentarlo quien sabe. Después de todo tener un especialista en encriptación tiene su beneficio. Si uno piensa en las posibilidades quien hubiera pensado que Uruguay le ganaria a Brasil en el Maracaná haya hace tiempo o que trescientos espartanos frenarían a todo un ejército, o los griegos ganar una batalla donde el mensaje fue llevado por el mismísimo Maratón que corrió hasta morir. La historia conocida por el hombre está llenos de intentos "imposibles" que luego se volvieron realidad. No pretendo compararme con ellos en sus méritos pero si en que mientras uno tenga chances debe tomar el riesgo. Y también tener en cuenta que su comienzo para formar un grupo estructurado se caería antes de comenzar, todo comienzo puede ser simple o complicado, éste tocó complicado a más no poder, fanáticos de la SDL, policías avariciosos y un hombre dispuesto a incrementar sus dominios. Necesitará a gente de poco valor para tratar con los más bajos y usted no correr riesgo alguno, déjeme en todo caso a mi suerte como un paria pero con solo el recurso disponible de poder investigar sobre el paquete que me dio el señor "V" y le daré resultados. Nunca dejaría de ser fiel a la familia Giovanni, nunca traicionaría a mi Sire Betiana y menos a usted. -

-La lealtad de palabra es muy fácil de dar, Martin. Por suerte, tenemos otro método para asegurarla, uno que conoces. El vínculo… Lo malo es que toma demasiado tiempo afianzarlo, al menos dentro de lo que se nos permite actualmente. Tomaría 3 noches, y no creo que él te espere tanto.

Habla con calma, mientras se mira las uñas. Luego de una pausa para limpiar alguna imperceptible mugrecita en ellas, vuelve a alzar la vista y continúa.

-Respecto a lo otro, Martin,… me estas aburriendo. Dime un plan factible que se te ocurra. No necesito estupideces de arrojo y valor, esas cosas son para “boludos”, palabra que usan tanto los argentinos. Los chupones valientes son las cenizas sobre las que se asientan los tronos de los fuertes. Ah y mucho menos voy a dejarte ir tan campechanamente a que obres por tu cuenta… eso podes olvidarlo. El resto de tu vida, sean 2 minutos o 20 siglos, vas a estar vigilado.

Viendo que tengo una pequeña posibilidad de seguir mi existencia aprovecho para poder explayarme en lo que ya había dicho con anterioridad. - Nunca dije irme sin vigilancia, solo en algún lugar donde no le afecte a la familia mi señora. - Esbozo esas palabras con respeto y para que intentar ocultarlo, miedo. - Mi idea es ver que información busca el señor V y de acuerdo proveer la que usted quiera brindarle. Si son contactos que usted tiene, darle los conocidos, si es información financiera dejar solo datos irrelevantes. Si tiene alguna investigación lo mismo. Si es un virus que solo busca destruir la base una vez ingresado una vez enviada la información dejar que lo haga en un clon de su servidor con datos truchos. Necesitaría una computadora potente para emular su servidor y poder proceder de manera segura. - Esbozo lo más rápido posible la idea en el aire. - O bien hacerle creer que las defensas de su servidor son tan altas que nunca podrá entrar a menos que plante a alguien a trabajar directamente en el servidor y ahora sabemos como supo la cita de hace unos días, tiene a alguien metido en la otra familia al que obligó o incitó a hacer lo mismo. Este señor V es el que dejó escapar esa información a la SDL para eliminar esa alianza y sacar provecho de la no concreción. - Esto último lo lanzo hilando ideas en el aire mientras voy pensando rápidamente.

-Demasiados vago. Aparte no te necesito para esas cosas. Tengo gente muy capaz en mi servicio informático que lo puede hacer perfectamente. ¿Por qué crees que hasta ahora, él nunca pudo entrar? Lo han intentado, por supuesto. Siempre se ha topado con callejones cerrados como los que mencionas. Y todos me son mucho más leales que tú.

Esboza una sonrisita siniestra.

-Sin embargo hay algo de lo que decís en que me podes ser útil, sí. Es verdad que él tuvo que haber filtrado la información a los de la SDL. Es seguro que no la obtuvo de mi parte ni de mis subordinados, así que debió ser del otro lado… Te diré lo que vamos a hacer.

Hace crujir sus dedos.

-Vas a ir a buscar estos chicos de la villa, y rastrear entre sus contactos a quien le paso los datos de la reunión. Después encontrar los cazadores. Si logras desbaratar ese grupito de la SDL, los que sean, antes del amanecer… quizás te perdone y deje que vuelvas a Santa Fe en algo mejor que un frasco de cenizas para la mesa de Betiana. 

Frustrado nuevamente porque se me deja de lado en lo que soy un especialista pero el miedo a hacerle notar ese sentimiento es tan grande que ni se nota, escucho las instrucciones de una tarea donde obviamente no hay opciones. Ser desintegrado por el sol del amanecer mañana o bien tener la chance de continuar mi existencia de salir entero de un nido de especialistas en justamente destruir gente como uno. Obviamente sería escoltado, seguido, observado por alguien dada sus palabras anteriores y viendo que no tengo nada más que mis manos para tal tarea me atrevo a decirle. - Necesito equiparme un poco mi señora y con ello cumpliré la tarea o como bien ha dicho, dejaré de existir en el intento. - Todavía sostenido por ese fantasma con una fuerza increíble me pregunto si la misma tendría una capacidad de combate como para llevar a cabo tal tarea, pero quizás sea la única defensa de ese tipo que tenga y por ello no delega la tarea teniendo el cuenta el riesgo de no volver a contar con dicho elemento en caso de fallar.

-Podes pedirle algunas cosas a Omar. +comenta en tono frio, sin aclarar quien ese ese tipo. Pero seguramente se refiera al que te atendió+ Aunque no esperes demasiado. Tampoco lo hago de vos.

No añade nada más, pero su tono queda claro. Eso de “dejar de existir en el intento” no es algo que le preocupe y cualquier consideración que tuviera antes ha desaparecido. Antes quizás hubieras podido ir a por su favor. Ahora el favor es que te deje continuar existiendo.

La fantasma te suelta, dejándote caer en el piso.  Se arrima a Sofía, y pareciera abrazarse en torno a ella, apoyando la cabeza en su pecho. Es una imagen extraña, dado que el Giovanni no mueve un musculo para sostenerla, solo flota colgando como una seda de formas casi imposibles.

-Fuera, Martin. Hemos terminado.

Ahora con el movimiento "libre" al verme suelto del agarre de la fantasmas hago lo único que puedo y debo hacer, ir a librar otra batalla y en esta oportunidad en lugar ajeno, mal equipado y con las horas contadas. ¿Qué más se podría pedir? ¿Ir en moto y que se pinchen ambas ruedas? Quién sabe.

Saludarla no mejorará la opinión que tiene de mi y tampoco le indicará que la respeto más por hacerlo, sabe que es así desde su posición superior. Una vez fuera de la habitación donde se encuentra la señora Sofía voy buscando al dichoso hombre que me recibió en un principio. - Necesito algunas cosas. - Incluso con un sirviente tengo que guardar las maneras y ser atento o terminaré con un revolver y una sola bala de salva. - Un chaleco ligero, un arma automática con cargador extra y lo más parecido que tengan a una katana. - Digo sin ilusiones, sabiendo que de todo eso si consigo una cosa similar a lo pedido es demasiado. - Y también movilidadad de ser posible. - Aunque teniendo en cuenta como viene la mano quizás hasta tenga que buscármela yo, pero no hay que descartar que alguien me tiene que seguir para saber si cumplo o no con el objetivo y esa persona no debería ir a pie seguramente.

Una vez con todo lo que pudo brindarme el dichoso Omar salgo de la inmobiliaria estudiando el exterior atento a la posible presencia de gente del señor V.

Omar te mira como si hubieras caído de la Luna. Es mejor que los ojos oscuros y llenos de muerte de Sofía, al menos. 

-Esto es una inmobiliaria, señor… no una armería o un taller. +responde, tan cortes como obvio, aunque casi que le duele darte un título.+ Veré… lo que puedo hacer.

Te deja esperando en el vestíbulo, mientras tu pijama se seca al tibio calorcito de la calefacción. Puede ser la última chance que tengas de estas pequeñas comodidades. A veces damos tanto por sentado…

Omar vuelve tras unos minutos. En sus manos te pone una 9mm automática, sin cargador extra. En vez de la katana, lo más parecido que tiene es un cuchillo tramontina de cortar carne. Ignorando tu expresión, comenta sobriamente.

-Me temo que no tengo ni un chaleco ni un vehículo para prestarle, señor. ¿Le llamo un taxi o prefiere ir en colectivo?

Ya viendo como viene la mano, que hasta un ghoul me toma el pelo trato de contener mi instinto de ir a su cuello y que irónica que es la vida que de haber cortado uno solo y quizás me hubiera evitado todo esto. Tomo el arma y el cuchillo mirándolo con notoria frustración. - Todavía no me voy, faltan otras cosas. Un celular, un destornillador, una mochila y tu ropa. - Esto último lo hago mirándolo a la cara con firmeza, se que no me dará su ropa pero con un gesto le marco las mías esperando que se de cuenta de lo llamativo que voy a ser en ropa de cama en el medio de la calle y con lluvia, quizás le importe poco dado que a Sofia le importo menos que una piedra. Pero bueno, si esperan que cumpla con esto o mejor dicho esperan lograr esto así me cueste mi no-existencia, lo mejor sería darme alguna chance de llegar aunque sea al dichoso barrio sin tener a toda la policía detrás mío.

El ghoul entrecierra los ojos, no muy seguro de haber oido bien lo ultimo. Se humedece el labio superior rapidamente. Pero, eficiente, entretanto lo piensa abre un cajoncito de su escritorio, sacando un blackberry.

-Puede usar este, es de nuestros viajantes. Y creo que tengo un destornillador en el almacen. En cuanto a la mochila, lo mejor que puedo proporcionarle es un maletin en su lugar. Respecto a mi ropa, eso ya es mas... inusual.

Se lleva un dedo a los labios.

-Si no le importa, consultare a la señora Sofia al respecto. No se hasta que punto llegan mis atribuciones para ayudarle, señor, y preferiría no ofenderla si me ve... indecoroso.

La mentira es tan descarada que hasta vos lo notas, pero la excusa que brinda es muy valida, una trampa clasica apoyandose en una autoridad mayor. Ghouls. Los que pudieron ser vampiros pero no llegaron por alguna razon. Quizas porque no sabe mentir muy bien. Pero otra vez vienen ideas, al ver este tipo con buena pinta, seguramente instruido, pero relegado siempre a un papel de criado. ¿En que piensan siempre estas personas?

- Concuerdo, y repitiendo las palabras de la señora, me indicó que no debería esperar mucho de usted. - Tergiversando un poco el sentido de las palabras más no las mismas, buscando marcarle a pesar de mi actual posición la suya como eterno sirviente y dependiente de la señora. Espero entonces que me brinde lo último solicitado mientras voy ibanando ideas de como conseguir cumplir con lo "requerido" por la señora y todo va cayendo al mismo lugar, otra vez una llamada incómoda a un mismo lugar.

Como todo cambia de un momento al otro, ahora debería estar sobornando a un hijo de mil... por haberme mandado al frente con un Sargento. Debería haberme ocupado del dichoso Sargento en su momento. Medito ese hecho y otros tantos mientras espero al llamado Omar.

La pulla no hace el efecto esperado. Realmente la encaja con una sonrisa que tiene vagos tintes familiares. ¿Acaso vos no sonreias asi cuando alguien se propasaba, alla tan lejos, en la oficina?. Es la expresion de alguien acostumbrado a ser maltratado y que le chupa un huevo ya lo que le digan... La de alguien resignado a su destino. 

Rapidamente se aleja a la parte posterior, y vuelve en dos minutos con un maletin de viajante, bastante corriente, asi como un par de destornilladores medianos (phillips y comun). Los mete dentro del primero, al igual que el celular.

-Para que no se le moje... +aclara innecesariamente+ Que tenga una buena noche, señor. +finaliza, buscando ya despedirse, o sea, deshacerse de tu presencia. 

Más pensando en lo que tengo que hacer que en otro parásito que está dando vueltas alrededor de una abeja reina, sabiendo que si lo miro con detenimiento me vería reflejado en él busco irme sin más preámbulo. Lo que tengo que hacer es simple, solo necesito un poco de fortuna en que se den las cosas. Fortuna, una fortuna de suerte tendría que encontrar para sacarme un poco de sal que tengo encima. El clima sigue tal cual estaba cuando llegué, ya ni busco reparar en el extraño sujeto/ser que estaba escondido de esa manera cuando esperaba que me atendieran. Buscando ir por el costado esquivando el tránsito me aparto un poco buscando algún incauto que pase y así vestirme un poco. Esto me traerá más problemas...

Tras encontrar al primer incauto que cumple medianamente mi altura y ancho de hombros. Espero que el tránsito no sea un estorbo y busco un lugar apartado con la vista antes de terminar mi aproximación al incauto. - Buenas noches, hace un frío bárbaro. Estoy necesitando ayuda allá y me venís bárbaro. - Espero a su reacción para ver si está decidido o no a seguir el juego que le estoy planteando.

Una vez nos acercamos al lugar apartado espero que se adelante un par de pasos para saltarle velozmente por la espalda y apresarlo rápidamente evitando así que pueda gritar. Buscando dormirlo con una mata-león y poder obrar con más tranquilidad. Le retiro la ropa y con ella todas sus pertenencias, con su remera le ato las manos a la espalda y meto una media en su boca para que no pueda gritar, eso debería darme bastante tiempo y poder operar tranquilo. Para finalmente beber un poco de sangre y suplir mi cuota diaria. Nuevamente lo anestesio y lo escondo bien de ojos curiosos y molestos para poder seguir con mis acciones de la noche cubriéndolo con bolsas de basura que personas sin consideración para con su ciudad tienen y cuanta otra cosa encuentre.

Tras esto con el celular del maniatado sujeto (me fijo si tiene crédito y si no es así pido un SOS o una recarga, total no me interesa dado que no lo pago) llamo a una persona que seguro no va a querer tenderme pero que eso ahora poco me importa, le conviene más a él que a mi. - Buenas noches señor Lucas, tanto tiempo sin saber de usted. Espero siga disfrutando de esos placeres solo permitidos a los vivos que tanto comenta. - Hago una leve pausa para que asimile mi vos y de paso disfrutar de la molestia que le causa mi persona. - Tengo muchas noticias sobre esa gran inauguración que tuvimos el otro día y me temo que tengo que hacerle una visita para aclarar las cosas esta misma noche. Lamento tener que obligarlo a reunirnos con este clima pero le urge más a usted que a mi, se lo aseguro. - Espero por su respuesta mientras cuento el dinero que tenía el susodicho en sus bolsillos.

Qué humor que tiene este tipito, cada noche le hace más falta lo que con tanto detalle describió... Ya buscando adelantarme a los sucesos aprovecho la torrencial lluvia para buscar un auto de los que tienen patente arrancando en "P" y le saco las patentes buscando no ser visto en mi accionar. Después camino unas cuantas cuadras esquivando cualquier signo de policías y patrulleros para ponerme a buscar un auto con patente también de la "P" en adelante, uno con poco cuidado pero sin señas características como ser que le falte un paragolpe, pintado de manera característica ni nada de eso, un auto bien común y corriente. Aprovechando un momento de soledad en las calles uso mi fuerza para ir bajando el vidrio del acompañante y rogando que no suene la alarma del auto. Éxito Me felicito a mi mismo cuando logro encenderlo y también por tener la fortuna de que no contaba con alarma. Hago un par de cuadras rápidas para frenarme en un lugar apartado para cambiar las patentes, las que tengo conmigo las tiro por la boca de tormenta. Miro el medidor del tanque de combustible para que no me deje a pata y parto raudo hacia mi destino. En un semáforo casual me fijo que contiene que me pueda servir del auto, ropa, dinero, un arma quizás. Enfilo para el Bajo Flores y la tan conocida Villa 31, apenas entro ya noto el cambio de las construcciones, el movimiento de la gente a pesar del clima. Como van ventilando mi presencia a cuanta gente circule por ahí.

Algo de suerte tenias que tener en la noche, aunque entre tanto trajin terminas casi igual de mojado que cuando empezaste. Y viendo a donde te conduce todo, es dificil saber si al final fue "suerte" o no.

La villa 1-11-14 es una de las favelas porteñas, amontonadero de casas baratas, recovecos, callecitas minusculas y pasillos que son escenario frecuente de corridas o tratos oscuros. Paco y otras yerbas, prostitucion, asesinatos, robos... aca son el pan diario. Realmente no se puede negar que es un buen lugar donde meter un negocio tan turbio como los que te unen a Lucas. Nadie hecha de menos algunos de los delincuentes que rondan por aca. 

Una direccion del chaboncito esta bien metida en el arrabal. La calle es estrecha, apenas pasa un auto derecho, y la basura no lo facilita. Genial para que no vengan las patrullas. Jodido para escapar si no es a pie.

Y claro, el señor quería ir en auto. Nunca se le ocurre ir en moto o un modelo de auto compacto... Me enderezo después del golpazo que recibo tras chocar contra quien sabe que y poco me importa. Miro para todos lados buscando rápidamente con la vista si alguien se me viene encima y reventarlo sin miramientos, con la carga de frustración que tengo encima es lo que menos necesito ahora o quizás todo lo contrario.

Tras la primera inspección sigo camino hacia la dirección pero no voy de lleno hacia la puerta de la casa, cuando la tengo ubicada busco esconderme de todos y cada uno de los ojos atentos a mi persona, intentando desaparecer en la primer sombra que se me presenta.

Espero un poco asegurándome que nadie me sigue o está esperando por mi siguiente paso. La lluvia sigue cayendo y me trae el recuerdo del tema de Fito Páez. Busco y rebusco una entrada a la casilla del susodicho, una forma de entrar segura y silenciosa. Espío por alguna rendija quien/es está/an dentro que está/an haciendo y donde. Con toda esa información mantengo del lado derecho y la linterna del izquierdo.

Entrar a la casita no es nada fácil. Si bien resulta humilde y acorde al entorno, justamente por eso es bastante segura.

A los costados la flanquean altos murallones de ladrillo visto, de 3 metros, separando asi su vista de las casas vecinas y dificultando cualquier trepada. Arriba hay unas apretadas líneas de alambre de puas, para rematar, en vez del clásico vidrio roto, cosa de que los clásicos saltatechos no la tengan comoda.

El frente de la casa no resulta nada distintivo. Solo tiene una puerta, de metal sólido, con un ojo de mirilla. Y una ventana  a la derecha de esta de tipo persiana, también de metal y cerrada. El resto no es nada llamativo, un frente de revoque a la cal sin pintar, como tantas otras. Habia una segunda ventana a la izquierda, pero ha sido cerrada con ladrillos. Es visible la diferencia en el revocado nuevo contra el viejo.

Espiar por la persiana no te ayuda, adentro esta todo a oscuras. Parece que no hay nadie en casa.