Partida Rol por web

Día viernes, 08:00 AM.

El intenso y repetitivo escándalo del reloj despertador que se encontraba sobre el velador junto a tu cama te despierta inmediatamente, y de forma casi mecánica, estiras tu brazo para desactivar la alarma, alcanzando a echarle una mirada a la hora. De forma casi mecánica te sientas en la cama, sabiendo que ya debe de comenzar tu día, y que tus tíos y primos deben de estar levantados esperando por ti en la cocina para desayunar. Aquella rápida reacción no era algo anormal para alguien tan inmerso en la vida estructurada de las familias religiosas, aunque sabías que despertar a las ocho de la mañana era una licencia que se te daba solo por tus vacaciones. Para cualquier otro miembro de tu familia, las siete de la mañana sería una hora aceptable para comenzar el día. 

Te levantas de la cama, y la primera sensación que llega a tu cuerpo es la frescura que se cuela a través de una ventana ligeramente abierta, por la cual puedes notar el tono gris de la luz que se cuela, que indica la nubosidad del cielo. Un detalle curioso, un día nublado y frío en julio, a punto de comenzar el verano. Aquel detalle se queda en tu cabeza, cuando bajo tus píes escuchas el ajetreo de tus tíos y primos moviéndose y preparando la comida, en el primer piso de aquella casa.