Partida Rol por web

Ian comenzaba a aburrirse de tanta sutileza tanto acertijo y tanta historia. ¿Pero tan difícil era decir de una maldita vez lo que sabía sobre el fulano maldito aquel para que pudieran darle matarile, rescatar a su amigo de las malditas mazmorras e irse de una maldita vez de aquel maldito lugar? La prespectiva de aire libre que le refrigerara la sesera comenzaba a sonar mejor por momentos. -Yo pagué la pócima de las narices, que pague otro lo de Davdak. Mejor dejamos que se enfríe un poco lo del vino antes de reservar habitación.- gruñó.

Dicho lo cual se dirigió a la salida no fuera que el pícaro decidiese matar a alguien o algo así.

Ismark miró extrañado como el grupo salía de la taberna, incluido un Rictavio que se movía quizás por la curiosidad. Después se volvió hacia Coates:

—A fe mía que me ha sorprendido la reacción de maese Davdak. Aún así no deberían preocuparse. Yo me encargué, como ya dije, de reservar las habitaciones para todos. Es lo mínimo que podría hacer dadas las circunstancias.

Los otros se miraron entre sí y luego siguieron al semielfo al interior del local. Coates, Ismark e Ireena seguía en el mismo sitio donde los habían dejado. La dueña de la taberna que, al parecer, había estado hablando con ellos volvía a sus quehaceres en la barra. El ambiente estaba mucho más distendido que cuando abandonaron la estancia.

-ALTO.- Dijo Ian antes de que el semielfo pudiera volver a entrar. -¿No será por casualidad Barthom Escudoleal uno de esos a los que os referís? ¿Sigue vivo?- titubeó mesándose la barba un momento y miró a Rictavio de frente -Le debo la vida ¿sabe?-

Esperaba que lo entendiera...

El semielfo se detuvo en el umbral, girándose hacia Ian:

—Sí, ese era su nombre. ¿Lo conocéis?

Meneó la cabeza con pesar:

—Partió de Vallaki con su escudero, Bran, dispuesto a encararse a Strahd en nombre de no se qué honor mancillado de su linaje. Lo intenté disuadir, igual que intento hacerlo con vosotros, pero no tuve éxito. Bran logró regresar de Ravenloft pero llegó medio muerto y casi al borde de la locura. Tras cuidarlo pacientemente en el Agua Azul nos contó que su señor había sido capturado por Strahd y encerrado en una de las mazmorras del castillo. No tuvieron ninguna oportunidad. No sé si es mejor estar muerto que encerrado en Ravenloft, no quiero ni imaginar lo que pueda estar pasando tu amigo. No lo toméis a mal pero ese caballero, Barthom, parecía mucho más experimentado que vos. Y ya veis en que terminó la cosa.

- Y lo ha vuelto a hacer... - murmuró sorprendido viendo que Bibling acertaba de nuevo una conexión en aquel semielfo. - ¿Tendrá sangre vistania?

Miró a Davdak, sin estar seguro de si le había escuchado, y le dio una palmada suave tras lo que avanzó tras su compañero el adivino, sabiendo que conocer el paradero del hombre al que debía la vida haría que quisiera galopar al Castillo sin demora.

Ian no se lo tomó a mal, ni mucho menos, -Barthom es mil veces mejor guerrero que yo, pero eso no quita para que le deba la vida. Tengo que sacarle de allí. Cueste lo que cueste.- volvió a titubear. -Me cueste lo que me cueste, ¿lo entiende? Cualquier cosa que pueda usted decirme que me pueda ayudar en esa tarea, se lo agradecería.

Coates observó cómo se acercaban sus compañeros. Con un gesto sutil, le pidió a Jarvo que se sentara a su lado...

El Máscara estaba seguro de que a Jarvo le gustaría escuchar lo que tenía que decir...

Mientras Lord Coates le hacía un gesto a Jarvo el semielfo puso una mano en el hombro de Ian:

—Ojalá pudiera darte consuelo pero no lo tengo. Nadie que haya entrado en el Castillo de Ravenloft ha salido con vida o en su sano juicio... si su amigo quedó allí lo más piadoso que podemos desearle es la muerte.

Dudó un momento antes de continuar:

—Puede que el escudero, Bran, supiese algo del castillo. Pero hace mucho que no se sabe nada de él. Cuando recuperó algo de su memoria decidió entregarse a la bebida para entumecerse. Y luego escuché que alguien le habló de los Pasteles de Sueños.

Al ver que Ian no comprendía a lo que se refería se lo explicó:

—Aquel que que come esos pasteles entra en una especie de trance similar en el que vive en un mundo lejano, ajeno al daño del mundo material. Para un baroviano eso es lo más cercano a sentir la felicidad. Por desgracia también he escuchado historias de padres que han entregado a sus hijos por obtener estos pasteles cuando ya no tienen con que pagarlos.

Davdak se quedó un buen rato más afuera, fumando la pipa y reflexionando las palabras de Rictavio. No era la primera vez que las oía y, cada vez que lo hacía, se reforzaba más su empeño en llevar a buen puerto la misión. Cada vez el reto parecía mayor y por lo tanto, aunque nadie hubiera puesto el oro sobre la mesa, la recompensa también lo sería. Solo había que unir las piezas del púzle.

Había pasado casi una hora y los brazos de Davdak estaban entumecidos del frío. Entró a la taberna y vio a sus compañeros todavía charlando con Rictavio en una mesa.

—Mañana partimos hacia Krezk, ¿no es así? ¿Vendréis con nosotros, maese Rictavio? ¿O todavía no os han convencido esta panda de botarates? —cogió la jarra de encima de la mesa y dio un largo trago a lo que fuera que estaban bebiendo—. ¿Pensáis quedaros aquí toda la noche?

- ¿Las sagas mantienen a los felices comensales en su molino una vez que degustan sus especialidades? - preguntó a Rictavio mientras se acercaba al asiento que Coates le indicaba. - ¿O les dejan vagar hasta que tienen necesidad de otro bocado?

Se ladeó levemente hacia el Máscara, para que supiera que le prestaba atención, pero sin desconectarse del todo de la otra conversación.

Ian anotaba mentalmente el encontrar al tal Bran y meterle una puñalada en las costillas a la vieja vistani de las narices para que muriese lentamente. Como todas las pistas fueran iguales a esta, lo llevaban claro... -¿Sabe donde puedo encontrarle?- preguntó con voz acerada mientras se sentaba de nuevo.

- Querido Jarvo, tengo una historia que te va a encantar escuchar.... Resulta que el vino que nos sirven es propiedad de las bodegas del padre del mesero... ¿Qué te parece? Y eso no es todo... parece que el buen padre hace día que no da señales de vida.... parece ser que tenía que atravesar el bosque de Svalich....

El máscara se quedó un par de segundos callado, buscando la mirada de Jarvo...

- Quizá nos pille de camino y podamos investigar... los bosques suelen esconder grandes peligros pero, a veces también grandes tesoros... Y, con un poco de suerte... si todo va bien llegaremos a una bodega... Es un viaje sin fisuras... ¿qué podría salir mal?

—No se me pierde nada en Krezk, maese Davdak.

Se giró hacia Jarvo e Ian:

—Son ustedes perspicaces. Hay gente de este lugar que no quiere unir los puntos entre los pasteles del sueño y las sagas. Prefieren no pensar en que puede suceder con los niños desparecidos. La verdad es que nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero Bran probablemente se haya visto cegado por la huida que proporcionan los pasteles. Lo último que escuché es que estaba dispuesto a intentar robarle a las brujas en su propia casa. ¿Qué podía perder? Peor que el castillo de Ravenloft no habría de ser...

Luego se giró hacia Lord Coates. Parecía sopesar lo que acababa de escuchar:

—¿Y por qué motivo habría de querer ayudar una Máscara a unos taberneros?— lo miró con curiosidad, esperando la respuesta.

El máscara miró al semielfo, mientras dirigía una mirada cómplice a Jarvo.

- Verá, he podido sentir la preocupación en la mujer del tabernero... Su marido realmente quiere a su familia y es probable que su padre pueda encontrarse en apuros. Tengo vínculos familiares con el mundo de la producción de licor... Supongo que un hombre de mundo como usted, habrá probado alguna vez el Coates, un licor digestivo con sorprendentes beneficios para la salud de aquellos que lo toman.... En fin, llámeme sentimental si quiere, pero considero que no perdemos nada por acercarnos a la Hacienda del padre del tabernero y verificar que todo está en orden... Además, la mujer del tabernero nos aloja de forma gratuita esta noche... que menos que devolverle el favor...

El semielfo asintió ante las palabras de Coates. Su rostro permaneció inmutable.

—Me parece muy loable. Creo que es mejor que descansen entonces. Tanto si mañana van hacia Krezk como si visitan la hacienda del Mago de los Vinos o cualquier otro lugar será mejor que restablezcan fuerzas.

Se volvió hacia Ian y Davdak:

—Les agradezco la charla y les deseo suerte en sus viajes. Yo todavía permaneceré en Vallaki una buena temporada. Si regresan por aquí volveremos a hablar. Ahora si me disculpan yo también debo recogerme, estos viejos huesos necesitan un descanso.— dijo quizás exagerando su edad, ya que para ser un semielfo se le veía bastante joven.

Davdak arrugó el gesto tras la propuesta de Coates.

—Fingiré que no he escuchado eso —dijo antes de retirarse a descansar.

En el camino iba mascullando.

—¿Qué se les habrá perdido a esos idiotas en esa hacienda? Lo hacen únicamente para beber gratis en la taberna.

Ian apuró un trago y se levantó a su vez. -En estas tierras malditas todo coge de camino...-

La mirada de Jarvo pasaba de uno a otro de los contertulios, cogiendo información de todas las conversaciones a su alrededor, tratando de que nada se le escapara.

Las sagas, el escudero, la Hacienda del tabernero, el feriante que no parecía darles información de su destino... ¡y aún no habían conocido al mono!

- El bosque de Svalich. - dijo frotándose la barbilla. - ¿Tenemos idea de dónde cae? Porque diría que no aparece en el mapa... si los hermanos van a asentarse aquí, podemos plantearnos acercarnos a la zona. Después de comprobar el molino.

Dijo las últimas palabras mirando a Biblings, sabiendo que querría tirar del hilo para desentrañar el destino de su amigo.

—En realidad el bosque de Svalich es todo el bosque del valle.— dijo Ismark aclarando la duda de Jarvo —¡Mira! ¡Pero si viene indicada la Hacienda!

Señaló un dibujo al sur de Kretz marcado como 'Bodega'.

—Tal como dijo la tabernera: tomando el camino del sur justo antes del puente que lleva hasta Kretz. Quizás a menos de una jornada de aquí si la escala es fiable. De todos modos seguro que en la taberna hay gente que os pueda servir como guía si es necesario.