Partida Rol por web

- Claro que comozco la piedra, sabria donde es posible cavar, y donde resultaria peligroso.

- Si bien no soy un explorador nato, dentro de una cueva, podria saber cuan peligroso es avanzar por las grietas, cual seria el riesgo e intentar buscar alguna solucion para continuar.- dije serio para intentar convencer a Turi.

- Imagine que estamos avanzando, y tan solo hay una salida de alguna camara. Yo podria decirle el riesgo de hundimiento, e incluso podira intentar apuntalar las zonas mas debiles para intentar pasar de todos modos. Se podria incluso definir si hay alguna salida o no por esa grieta antes de avanzar.

- Como bien ha dicho no soy explorador, pero creo que podria ayudar dentro de la montaña, hay que conocer la roca, la piedra que nos rodea y ademas entenderla, la montaña puede mostrarnos el camino si leemos sus señales.

Despues permaneci callado, esperando que el barbiluengo me eligiera.

Turi afirmó con su cabeza satisfecho al escuchar las palabras de Nagredog. Miró a su ayudante que terminaba de tomar nota y después asintió con la cabeza.

¡Bien! Exclamó en alto para captar la atención de todos. Mañana por la noche habrá una hoja en el corcho de anuncios de la taberna de Dain el manco. Allí podremos quienes han sido los elegidos para esta honorable misión.

Se hicieron varios grupos de enanos que comentaban entre sí, a medida que iba pasando la entrevista. Así que Halin se quedó comentando con Fingar mientras se iban uniendo los demás.
- Vaya, Turi es un tipo duro, en todas las entrevistas me ha dado la sensación que nadie iba a ser elegido - dice sonriendo de medio lado.
- Supongo que buscará un grupo capaz para esta vez - acaba diciendo.

Luego, rebusca unas hierbas en su bolsa y se prepara su pipa.

Me acerco al grupo donde estan Halin y Fingar. Solo les conocia de unos pocos dias, y tan solo habia hablado con ellos en la taberna de Dain, pero me cayeron bien.

- Si, ha sido bastante duro y muy diercto a decir verdad. Se ve que sabe bien lo que busca.- dije dando la razon a Halin.

- Yo he sido el ultimo, y de veras crei por un momento que nisiquiera me haria la entrevista, estaba cansado y tras tanto tiempo, ni yo hubiera aguantado ahi sentado.

Con la mirada observaba a su alrededor, se veia la tension y el nerviosismo en las caras de mis hermanos, todos querian ser los elegidos.

- Sera mejor que vayamos a la taberna a degustar una buena pinta de cerveza. Yo acabe mi turno y croe merecerla.- dije invitando a los demas a animarse.

Acercandome a mis nuevos compañeros, parecía que la moral no estaba muy arriba, eran demasiados los pretendientes para muy pocos puestos, fuera como fuera tenía que conseguirlo, costara lo que costara.

.- Compañeros como ha ido eso? A mi la verdad me ha parecido demasiado exahustiva la entrevista, he tenido que analizar una piedra, pero parece un signo bueno para, ya que ha muchos solo les preguntaba, se va hacer muy larga la espera.... demasiado!

Lo hemos visto Batum... la verdad que a algunos se le ha hecho corto el encuentro. Creo que sólo buscan minero y exploradores expertos entre los enanos...

Llego la esperada hora.

La taberna de Dain el manco estaba tan concurrída como la noche anterior, o quizá más todavía si era eso posible. Los enanos iban en masa al tablón de anuncios de la taberna. Muchas cabezas se alzaban entre la multitud para intentar ver su nombre escrito en la hoja.

Los enanos que más cerca estaban se alejaban malhumorados, lanzando improperios al aire tras averiguar que su nombre no estaba en ella.

En la hoja podía leerse con claridad meridiana:

Por ordén de nuestro bienamado señor Grór los elegidos para la honorable misión de confirmar la existencia de una veta de Mithril y su debida exploración para después ser exploada son:

-Turi Barbadeplata, como jefe de la expedición.

-Khuzdor Ojodelince.

-Fingar Cubremartillo.

-Halin Sombrágil.

-Kámdur Nagredog.

-Batum, hijo de Bastum.

Deberan presentarse aquí mañana con la primera luz del alba listos para la partida.

Dichos compañeros cargaran con el honor y la responsabilidad de servir al asentamiento de las Colinas de Hierron con extremada honraded, siendo declarados enemigos del pueblo enano en caso de incumplir con su deber o tratar de robar o enriquicerse a costa de la mina. 

Tal vez aquellas últimas palabras sobraran, pero los enanos eran muy escrupulosos firmando contratos y se atenían a ellos como si de su propia vida se tratara.

Halin no era mucho de celebraciones pero al ver su nombre en la lista no pudo reprimir levantar los brazos animadamente, al fin algo apasionante. Sin duda sería el viaje más importante en mucho tiempo, esperaba poder cumplir un buen servicio a la expedición y no fallarle a sus compañeros.

Fingar miró a sus compañeros y sonrió levemente, pues al parecer era un grupo muy competente en todos los sentidos.  Se alegró mucho, en especial por la euforia de Sombrágil, el cual expresaba su contento de forma animada.

Enhorabuena Hálin, ¡espero que sea la mejor beta que ningún enano haya contemplado! -dijo Fingar.

Esa noche no era una noche de celebraciones, sino de preparación. Tras agradecer de forma cordial pero escueta la oportunidad a Turi Barbadeplata, Fingar procedió a retirarse a su sala personal, pues debía meditar y, sobre todo... preparar su petate...

- ¡Bien! - dije secamente conteniendo mi alegria por respeto a los no selecionados.

Estaba ansioso, bastante nervioso y uy alterado. Nunca habia visto el Mithril, jamas habia tenido el honor de encontrarlo y ayudar en su extraccion. Habia cavado en innumerables casiones, casi siempre habiamos encontrado carbon, y en un par de ocasiones encontraro una veta de plata, aunque algo escasas. Con el oro habia tenido algo mas de suerte, pues aunque solo habia logradoencontrar una, era de enormes proporciones, tanto que estubieron años cavando en ella.

Con una alegria tremenda me apresuro a ir felicitando a los que serian mi nuevos compañeros. Al igual que Fingar, sabia que la responsabildad era inmensa. Tras celebrar mesuradamente su elccion se retira hasta su dormitorio. Debe estar fresco y con tdos los sentidos alerta para el trabajo del dia siguiente. La exploracion de la veta.

Batum se acerco a la taberna, no esta muy alegre pues creía que su prueba no había sido lo suficientemente buena para ser elegido.

Se tomó una pinta mientras todo el mundo estaba sobre el tablón de anuncios, hasta que este se fue vaciando y pudo llegar a él sin demasiados problemas y si, su nombre estaba allí, no podía creerlo, saludo y agradeció a Turi, para luego marcharse a sus apostentos tenía que afilar las armas y pulirlas.

Como todos, Halin en ese momento no pensó en celebrar la elección en la taberna, pues al día siguiente tenía que estar preparado y no defraudar al resto del grupo.

Se enfilo rápidamente hacía sus aposentos y empezó a preparar todo su equipo para la expedición. Aunque no le había dicho a nadie, tenía la ilusión se ser elegido así que ya había reunido gran parte del equipo.

Afilo la vieja hacha que tenía y preparo unos manojos de virotes en el carcaj, también comprobó que su ballesta seguía en funcionamiento. Luego ya pues el equipo típico que usaba, cuerda, antorchas, yesca y pedernal, etc. De su pequeña despensa, sacó un paquete con alimentos deshidratados especiales para viajes.

Por último, descolgó un viejo yelmo que su padre le había regalado casi antes que muriera. Era liviano y no molestaba demasiado en las tareas de exploración, no era el típico yelmo de combate. Aunque su padre siempre lo llevaba, Halin siempre había pensado que esperaría a una buena ocasión para usarlo, y pensaba que esta que tenía delante lo sería.

Pasaron la noche intranquilos, ansiosos por comenzar su aventura, soñaron con una veta de Mithril enorme, brillante, llenando de ese color plateado tan caracteristico sus rostros y toda una sala entera.

Tantas ganas tenían por partir que ninguno falto a su cita y todos estaban allí antes de que el sol saliera. También había un enano con ellos. Tenía la barba de un color negro intenso, al igual que su pelo, el cual ocultaba bajo una capucha. Cuando llegaron les fue saludando uno a uno con un gesto de la mano, pero ni si quiera se inmuto ni pronunció palabra alguna. Simplemente permanecía allí a la espera de que llegara Turi.

Batum estaba ansioso por empezar la exploración, petate en mano y las armas bien afiladas y resplandecientes llegó bastante antes de que fuera la hora, tenía que salir todo perfecto y no podía haver ningún imprevisto.

Fueron llegando sus compañeros y compartió con ellos miradas interrogatorias sobre quien era ese desconocido que estaba allí, ocultaba su rostro y parecía serio. Una vez todos allí solo faltaba Turi, la hora se acercaba, era el momento de su vida y Batum no iba a desaprovechar la oportunidad.

Halin también llego a la hora designada con todo el equipo preparado. Parecía que no llevaba mucho equipaje, ya que sus funciones muchas veces requerían ser rápido y ágil. Se preguntó por un momento quien era el enano de la capucha, pero tampoco le dio muchas vueltas ya que estaba nervioso esperando a que apareciese Turi.

Aunque no lo había comentado con nadie, estaba ansioso de empezar la expedición, en el asentamiento donde había vivido los últimos años se encontraba algo encerrado y con pocas libertades y esta aventura era justo lo que necesitaba.

Asintió a modo de saludo a los demás enanos con serenidad.
- Salud hermanos.

- Salud amigo - dije contestado desde mas atras pues habia llegado justo tras Halin.

Mire a los presentes, y de veras me parecio un grupo competente. Incluso el encapuchado daba al grupo un halo de misterio que hacia mas interesante la espera de Turi.

Mirando al desconocido, intento adivinar lo que hace alli. Si viajara con poco equipaje, seria un explorador, pero si llebava mas cosas posria tratarse de un trabajador especializao o algo asi. Haciendo un barrido de su personame fijo cualquer detalle relevante.

Normalmente no me comportaria de ese modo, pero meayudaba a relajarme, pues los nervios de la espera me hacian desconcentrarme.

Finalmente dje de mirar al enano, dejando mis enseres a un lado, intento integrarme en el grupo.

- Se acerca el momento, espero que estemos todos preparados - digo vanalmente, intentando inicar una conversacion que calme nuestros nervios.

Esa noche Fingar había estado muy ocupado. Había dormido lo justo. Comió algo en su pequeño retiro y miró debajo de su lecho. Allí estaba, su dorada maza de mango rutilante y pigmentos internos de Mithril... Largo tiempo había esperado usarla, y ahora era el momento de llevarla de viaje...

Fingar esperaba no tener que utilizarla, pero su sola presencia haría temer a cualquier ser de las profundidades. Cuando se durmió, Fingar soñó con la beta más grande jamás encontrada... de Mithril, por supuesto. Al día siguiente encontró a sus hermanos enanos, a los elegidos, a los cuales, saludó gustosamente.

Kamdur examinó al enano encapuchado, y apenas pudo averiguar nada de él por sus pintas. Su capucha blanca le cubría casi por completo la cabeza, y tan solo dejaba entrever su barba y su redonda nariz y el reflejo de unos ojos brillantes que esperaban encontrarse la mirada de Kamdur, como si el enano supiera que este le estaba examinando y quisiera reprenderle por su actitud.

Su aspecto tampoco delataba nada más sobre él. Su capa blanca cubría por completo su cuerpo y el enano arrebujado en ella se apoyaba contra la pared. En el suelo junto a sus botas de viajero algo gastadas, descansaba una mochila de viaje marrón abultada parecida a la del resto de enanos.

Finalmente, justo cuando el primer rayo de sol apareció en el horizonte, Turi hizo acto de presencia y saludo cortesmente a todos.

¡Hola muchachos! Dijo alegremente. Me alegra ver que sois puntuales y que no os habeis echado atrás en el último momento. Miró uno a uno a todos los presentes y fue nombrandoles uno a uno y sin equivocarse. Aquello sorprendió a todos, que no esperaban que Turi recordara sus nombres después de tal larga selección del día anterior.

Batum, Fingar, Halin, Kamdur y Khuzdor. Fue diciendo mientras los miraba respectivamente. Bien, estamos todos. Pongamonos en marcha, ¡no hay tiempo que perder cuando el mithril nos espera!

- Que así sea! - dice Halin animado tras las palabras de Turi. Se puso en marcha enseguida detrás del capataz, aunque sabía que mas adelante en territorio desconocido debería ir delante para explorar el terreno, de momento podía ir con el grupo.

Sin duda este enano no había empezado una jornada laboral tan contento y risueño.