Partida Rol por web

Pasaron los siguientes días tratando de recabar información acerca del pelo encontrado, pero nadie consiguió decirles que era exactamente. A todo el mundo le pareció un pelo de animal, pero nadie consiguió decir de que tipo. Ni exploradores, cazadores, taxidermistas, ni tan si quiera en los más ancianos habitantes del asentamiento habían visto cosa similar o recordaban animal que lo portara o que en los mitos y leyendas hubieran hablado alguna vez de él.

Así pasaron los días, y la normalidad volvió al pueblo. Se hizo una tumba en el lugar donde Barkarin fue sepultado y se continuaron con las obras hasta dejar unos pasillos dignos de una mina de mithril en las cavernas sinosas y virgenes que antes habían sido, pero que ahora gracias a la mano de los enanos se erigian bellas y hermosas construcciones.

Ahora las extracción del preciado metal podía ser más tranquila y segura, no hubo que lamentar más accidentes y el ocurrido se le perdonó a la montaña, y se olvido con el paso de los días. Cada día los enanos escarbaban más hondo y el metal parecía no acabarse nunca.

Hasta que una buena mañana la niebla regresó como solía hacer cada cierto tiempo y esta vez sí por precaución, y recordando lo sucedido la última vez que les había visitado aquella dama de manto bajo, las minas se cerraron y se prohibió acceder a ellas.

Halin estaba cerca de una de las salidas laterales del campamento. Esos días había sido la dirección a tomar pues estaba destinado a aquel sector de la mina. Al principio, cuando apareció la niebla, todo el mundo reaccionó con cierta precaución con lo sucedido, sin duda era un extraño suceso y todos convinieron que cerrar el acceso esos días sería lo mejor.

Aún así ese día se había despertado a la hora y había ido al punto de encuentro, como cada jornada, para encontrarse con sus compañeros y decidir que se iba a hacer.

Halin se giró hacia sus compañeros, después de estar observando la entrada a las minas.

- Otra vez la niebla.. y esa mala sensación en el cuerpo, malos presagios..

Otra vez la niebla, la última vez que vino fue cuando ocurrió, pero esta vez la comunidad enana había sido mucho más lista y había vaciado todas las galerías. Pero Batum no estaba nada tranquilo, fuera lo que fuera que provocó el desastre, podría volver a hacerlo y si lo hacía en las estancias de los enanos sería mucho peor.

.- Ei Halin... creo que debemos aprovechar la niebla para ir a investigar... creo que el bicho aprovechó la niebla para atacar y puede que este rondando las galerías .-

Los días sin trabajo en las minas eran los peores, no es que estar todo el día en la taberna bebiendo sea malo, sino que el aburrimiento, el ocio, era lo peor que le venía  a Fingar, acostumbrado a trabajar desde pequeño.

Con lo que le había costado al asentamiento recuperar la normalidad, ahora, una vez calmadas las aguas, volvía la niebla... y con ella la inactividad y la inseguridad, eso por no hablar de la incertidumbre.

Levantándose de la barra y tras liquidar la cuenta, se encamina al exterior con paso tambaleante - pero al fin y al cabo , unas jarras no son nada para un enano- al encuentro de sus compañeros.

Llega en el momento en el que Halin comienza a hablar, escucha a sus compañeros asintiendo.

- Batum tienes toda la razón, odio estar ocioso , odio el no hacer nada. Estiremos un poco las piernas y si hay suerte quizás haya pelea!

Como cada dia me dirigia a las minas. El bruto trabajo de abrir galerias daba paso a la delicada decoracion de las mismas. Yo mismo habia realizado algunos de los trabajos en las columnas, pues esa era mi especialidad, con ver un bloque de piedra salir del suelo y unirse al techo, ya imaginaba cientos de filigranas y motivos. Pero ese dia no, habian cerrado la mina, todo por la niebla...

Cuando se encontro a sus compañeros, los mismos con los que investigo la tragica muerte del enano tiempo atras, escucho sus intenciones.

- No debemos dejarnos llevar por las suprcherias. Fue la mala suerte la que mato a Barkarin, y la niebla una mera causalidad - dije mientras intentaba recordar donde habia guardado el pelo de aquel ser.

Tenia trabajo, no en la mina, pero si en su cubil. Algunos diseños que depurar y nuevas ideas que crear.

Halin asintió a sus compañeros, de echo iba preparado con su equipo habitual, pues él siempre estaba listo para emprender el camino.

- Dicen que.. cuando hay demasiadas coincidencias, quizá las cosas no son lo que aparentan. - comentó el enano. - Quizá, la única manera de descubrir algo de lo que esta pasando es aprovechar esta niebla, si alguien o algo se esconda, seguramente será aprovechando esto.

.- Pues por mi no se hable mas, yo voy preparado para salir ahora mismo si quereis .- Batum estaba ilusionado por volver a intentar descubrir esos misterios .- supongo que la mina estara protegida por guardias... habrá que inventar algo .-

- ¿ Inventar ? no, yo no mentiré a un hermano.- Piensa durante unos momentos - ¿ para qué habría que inventar nada?, digamos la verdad, estamos en una investigación oficial con el permiso de de Turi y necesitamos acceder a las galerías. - posa una mano sobre el hombro de Batum - no hace falta complicarse tanto hermano.

- Bien, vayamos si quereis, cuanto antes. Me gustaria estar de vuelta pronto para echar un vistazo a unos trabajos pendientes. - dije dando mi aprobacion y esperando que alguien se levantase para ir hasta la mina.

Caminaron entre la espesura de la niebla, apenas podían ver nada a dos metros de sus pies.

Cuando llegaron a la entrada de la mina del Mithril vieron cuatro sombras custodiandola, eran los guardias enanos que habían sido puestos allí para controlar que nadie entrara en la mina y se cumplieran las ordenes de seguridad.

.- no nos van a dejar entrar .- murmuro Batum con su pesimismo habitual .- y menos sin alguna mentira piadosa, a ver como te las arreglas... .- dijo mirando a Fingar, justo antes de que pudieran oirlo los vigilantes.

Se acerca con paso firme a los guardias, con la boca torcida en señal de enojo mientras grita - ¡Vosotros, dejadnos paso, estamos aquí por encargo de Turi Barbadeplata! y ya vamos con mucho retraso, tenemos que examinar los túneles orientales hoy- dice poniendo los brazos en jarra para dar más énfasis a sus palabras.

-No puede pasar nadie.- Dijo uno de los enanos.

-Las minas estan cerradas hasta que se disipe la niebla, asique olvidaros del trabajo e id a tomar unas buenas cervezas- Añadió otro de ellos.

Desde atras me adelanto hasta colocarme a la par que mi compañero.

- Vamos, no finjais que no sabeis quienes somos, ya hemos estado aqui antes y bien sabeis que Turi quiere que hagamos nuestro trabajo. - dije posando la mirada en uno de los guardias, el mismo que habia hablado - Con las minas cerradas es cuando mejor podemos decubrir por que murio Barkarin, sed buenos y no nos obligeis a traer a Turi o incluso al propio Gror. Seguramente el cartel con nuestros nombres, dandonos permiso para la exploracion de las cuevas este aun en la casa de Dain. - rete al enano. - No querras molestar a ciertos enanos...

Te hago la tirada de indluencia por si hiciese falta. No he visto la habilidad en mi ficha, pero creo que recordar que era la misma que la caracterisitica de PREsencia.

Los guardias se mantuvieron en sus trece. -Y nosotros tenemos que cumplir nuestro trabajo amigo. Y tenemos ordenes directas de Gror de que nadie debe entrar en las cuevas.- Dijo uno de ellos. -Si quereis llamar a Gror o a Turi hacerlo, pero lo más seguro es que os lleveis vosotros la reprimenda que esperais que nos den a nosotros.

-Todos nos conocemos, es cierto. -Argumentó otro de ellos. -Por eso sabemos que aquel permiso que se os concedió para explorar las cuevas fue hace ya tiempo. Ahora ya no sirve, la mina ya está explorada, cuidada y trabajada. Y todo el mundo sabe que a Barkarin lo mató un desprendimiento. Ya investigasteis eso también. No trateis de engañarnos.

Halin resopló, sabía que no era tarea fácil convencer a un enano. Además era verdad que estaban haciendo su trabajo y tampoco le gustaba la idea de ponerlos en apuros. Se apartó un poco de la conversación y espero a que acabaran de hablar para hacerles unos gestos a sus compañeros.

- Creo que aquí poco podemos hacer. - comentó Halin en voz baja - Pero se me ocurre una cosa.. - se lo pensó unos instantes antes de seguir. - Es sobre ese tal Ojodelince, no sabemos mucho de él, y he tenido algunas.. "sensaciones" que no me han gustado nada. Incluso cuando fuimos a Turi a mostrarle el pelo, en la posada, Ojodelince reaccionó un tanto extraño.

- Creo que deberíamos volver y.. hacer algunas indagaciones sobre ese tipo. Al fin y al cabo quizá es una coincidencia pero las cosas van mal desde que ese tipo apareció.

Batum empezó a alejarse de la entrada de la mina, no podrían entrar por ahí, como él había dicho, pero al escuchar las palabras de Halin, asintió con la cabeza, el enano tenía razón .- a mi tampoco me gusta ese enano, no estaría mal investigar algo sobre él.-

Asintiendo con la cabeza y pensando para sí mismo, como he podido estar tan ciego... - Halin, eres perspicaz cual lince - dice un tanto avergonzado, pero sin que se note demasiado no se vayan a dar cuenta de que él no ha caído ,  - A mí tampoco me gustó el tipo, aquí no hacemos nada. Estos enanos son más tercos que una mula - dice mirando fijamente a los guardias - vámonos.