Partida Rol por web

La máscara de la Muerte Roja

Fortaleza y compañía

Cargando editor
26/07/2013, 20:42
Director

Tras atravesar el umbral de la puerta que daba hacia la sala anterior, un silencio sobrecogedor envuelve a aquellos que han logrado evadir el miedo ineludible que la Muerte genera en todo aquel que ha vislumbrado las desgracias que acaecen cuando ésta se aproxima lo suficiente.

A pesar de que pueden ser observados a través de la puerta que permanece abierta, sus palabras no serán escuchadas.

Notas de juego

Post introductorio sujeto a posibles cambios.

Cargando editor
26/07/2013, 21:04
Chiara

Chiara contiene la respiración al dar el paso que la cambiará de sala, sin estar segura todavía de que sea lo mejor, pero decidida a intentarlo. Un suspiro mueve su pecho cuando se da cuenta de que ha traspasado el umbral sana y salva. Su mirada se vuelve hacia atrás, para ver al resto continuar con sus conversaciones, como un instante antes.

Enseguida mira a su alrededor, temerosa de acercarse o tocar nada, y, sabiendo que pueden verla, comienza a mirar el suelo, fingiendo buscar el crucifijo que tiene en el bolsillo. Mientras se mueve, mirando hacia abajo, empieza a hablar en voz baja al caballero.

— En realidad no he perdido el crucifijo, lamento haberos mentido, pero deseaba hablar con vos a solas pues sois uno de los pocos en los que sé a ciencia cierta que puedo confiar. Espero que podáis perdonarme mi pequeña estratagema...

Cargando editor
26/07/2013, 21:17
Nicola

El antiguo caballero se cruzó de brazos y apoyó en la pared mientras la joven "buscaba el crucifijo". Esbozó una leve sonrisa al escuchar las palabras de Chiara.

-Como he dicho antes, no soy tonto. Supe desde el principio que no era el crucifijo lo que os llevaba aquí. Y me gustaría compartir vuestra confianza. "A ciencia cierta"... Es una gran seguridad para la actual situación. En fin, no tiene importancia. ¿Qué deseabais decir?

Cargando editor
26/07/2013, 21:35
Chiara

Chiara se ruboriza cuando el caballero afirma haberse dado cuenta de su mentira y no puede evitar pensar en cuántos más se habrán dado cuenta si ha sido tan evidente... Entonces, ante su pregunta, se da cuenta de que realmente no había pensado en qué decir exactamente una vez aquí. Lo cierto es que de repente el plan parece tener varias lagunas.

La joven suspira quedamente, mientras continúa con su pantomima, mirando hacia abajo. — No era algo en concreto, mi señor. Quería que supierais que me he dado cuenta de vuestra fortaleza, de que no tenéis miedo a volver hacia atrás para visitar otras salas junto a alguien y de que sois tan fuerte como para proteger a otros. Pero no quería hablar delante de todos, pues no sé en quién puedo confiar y en quién no. Sé que en vos puedo, pues os he estado observando atentamente. 

Alza la mirada para posarla sobre el caballero entonces. — Podríamos decir que soy observadora. He aprendido a ser prudente en mi tiempo en esta corte, y a fijarme en los detalles antes de hablar. Antes de posar mi atención en vos, también estuve observando a Giuseppe... Él... Creo que no murió, que su pereza le provocó un intenso sueño que ha durado hasta ahora. No es un milagro su vuelta, es simplemente que no estaba muerto, estaba dormido. Sé que suena difícil de creer.

Chiara se acerca a Nicola, echando una breve mirada hacia la Sala Púrpura. — Yo... Me siento perdida, no sé de quién desconfiar, no sé en quién debería posar mis ojos, ni a quién votar. Pensé que quizá, hablando con vos, sincerándome en privado, podríais ayudarme a aclarar mis ideas. Que quizá querríais compartir vuestras sospechas conmigo. Eso es todo...

Cargando editor
26/07/2013, 21:49
Nicola

-Mis sospechas son, en esencia, las mismas que he expresado en público. No tengo nada que ocultar. Attilio me parece demasiado callado, y ha hablado muy pronto de brujería. Cecile quizás también, ya que parece muy apegada a él. Aunque lo ignoro. ¿Roderigo o su familia? ¿El chambelán? ¿El bastardo? ¿Lucrezia y su hija? Podría ser cualquiera. Todos ansían más que nada salir vivos de aquí. Desde mi ignorancia, pienso que ellos han pactado de algún modo con la muerte roja... Alguna promesa en la que su vida depende de acabar con el resto de nosotros. 

El caballero se encogió de hombros, apoyado en la pared, con la muleta cerca, mientras seguía supervisando la búsqueda.

-Creo que una de las pocas cosas que sé, es que Giuseppe estaba infectado. Y que su hija lo curó. Nada más. 

Cargando editor
26/07/2013, 21:58
Chiara

¿Cómo habéis descubierto eso? — Pregunta la joven con curiosidad mientras continúa fingiendo que busca algo por el suelo. — Si la enfermedad se puede curar... Podríamos salvarnos todos. Tan sólo tenemos que encontrar a esas... semillas. Creo como vos, que hay alguno o algunos que han hecho algún tipo de pacto y esperan entregarnos a la Muerte, quizás para salvarse, o quién sabe para qué... Pero pienso que los que enferman son víctimas y no verdugos. Puedo observar a Attilio, o a Cecile si el primero no sobrevive lo suficiente, ya parece estar enfermo... Nuestros gestos cuando no sabemos que nos miran dicen mucho de nosotros y siempre se me ha dado bien leerlos. ¿Quizá podríamos establecer algún tipo de señal para que pueda comunicaros lo que descubra? Y al revés, si creéis que podéis confiar en mí.

Cargando editor
26/07/2013, 22:10
Nicola

-Tengo mis métodos. De todos modos, no aconsejaría confiar en éso... No creo que funcione eternamente, y desde luego, ya hay unos cuantos muertos... Así que os agradecería que guardarais silencio sobre éso. Los rencores y las emociones personales pueden cegar a muchos, y que cometan un desliz. En cuanto a una señal... Lo cierto es que no se me ocurre ninguna que sea suficientemente discreta y clara. 

Cargando editor
26/07/2013, 23:07
Chiara

Chiara piensa durante algunos momentos sobre esto. Nicola tiene razón. Es difícil encontrar algo que sea a la vez suficientemente claro y discreto. Pero tiene que haber alguna forma...

— Podéis estar tranquilo. No diré nada de lo que hemos hablado aquí. Y os agradecería la misma discreción por vuestra parte sobre mi... habilidad, si no es demasiado pedir. — Los ojos de Chiara se iluminan durante un instante. — Creo que ya sé lo que haré. Si en mis observaciones encuentro indicios de que alguien es culpable de pactar con la Muerte Roja o algo parecido... Sacaré mi crucifijo y lo colocaré en mi muñeca izquierda. Después posaré mis ojos sobre esa persona. Si descubro que alguien es inocente, como vos, lo haré con la muñeca derecha. Trataré de ser discreta pero si estáis atento a mis gestos, podría funcionar... ¿Os parece que podría servir?

Cargando editor
27/07/2013, 12:04
Nicola

-Sí, supongo que podría funcionar. Aunque espero que sepáis que ésto nos acaba de hacer merecedores de más sospechas por parte del resto de la Corte. Y si vos, Martina o Giuseppe volvieran a caer enfermos... Ya serían tres infecciones relacionadas conmigo. Sed rápida y firme en vuestras pesquisas, o puede que mucha gente siga muriendo. 

Nicola se despegó de la pared, y volvió a apoyarse en la muleta, suponiendo que la conversación había terminado y era hora de volver. 

Cargando editor
27/07/2013, 13:38
Chiara

Chiara se agacha junto a una mesa, fingiendo recoger algo de debajo de esta. Cuando se levanta, asiente hacia el caballero con expresión un tanto compungida. — Lamento haber sido tan evidente. Espero que no os cause perjuicios mi atrevimiento... — Con estas palabras empieza a caminar de vuelta hacia la Sala Púrpura, pero antes de llegar al umbral se da la vuelta y posa su mirada en Nicola. — Haré lo que pueda. Pero vos... Si desconfiáis de alguien y deseáis que me fije en él, hacedme también una señal. Posadle una mano en el hombro, por ejemplo. ¿Os parece bien?

La joven se para en el umbral, esperando al caballero y le muestra el pequeño crucifijo del que hablaba. — Estoy lista.

Cargando editor
27/07/2013, 13:51
Nicola

El caballero asiente, y empieza a caminar de vuelta a la sala púrpura, ayudado de su muleta. 

"Esperemos que, gracias a éste encuentro, pueda terminar ésta pesadilla lo más pronto posible..."

-Volvamos, antes de que ocurra algo malo. No me agrada dejar mucho tiempo desprotegido al grupo. 

Cargando editor
27/07/2013, 14:35
Chiara

Mientras espera a que el caballero se acerque, Chiara se da cuenta de que hay algo más que debería decir antes de volver y sus mejillas se sonrojan suavemente al pensarlo.

— Yo... — Titubea la joven sin mirar a Nicola directamente. — Lamento haber dudado de vos, pues si os observé fue porque no estaba segura de vuestras intenciones y pensaba que quizás escondíais algo. Espero podáis perdonarme esa falta de confianza.

Notas de juego

Por lo que ha dicho la máster en el off igual nos tenemos que quedar aquí hoy, por eso sigo hablando, aunque estoy lista para volver en cuanto sea XD.

Cargando editor
28/07/2013, 09:36
Nicola

El caballero negó con la cabeza.

-No tiene importancia. Actuasteis sabiamente, aunque no forme parte de las malas hierbas, comprendo que pueda ser sospechoso. 

"La hora de una nueva muerte se acerca... Veremos quienes pasan al Hades en las próximas horas..."

Cargando editor
28/07/2013, 15:44
Director

En el momento en el que te dispones a abandonar la sala azul, sientes un leve mareo, y una vibración que comienza a dominarte por entero, empezando por tus pies y recorriendo todo tu cuerpo.

Miras alrededor, confuso, y te sorprendes al comprobar que te encuentras en la misma sala, pero tal y como se encontraba el día anterior, al mediodía. 

Los invitados de Próspero hablan, preocupados, mirándose entre si sin reparar en ti. De pronto el reloj suena, pero de alguna manera, no te sientes en absoluto afectado por su tañido horripilante. Observas las reacción de los demás, aterrorizados en medio de las campanadas, y entonces lo ves. 

Una mano manchada en carmesí emerge del suelo, y se aferra al cuerpo de Giuseppe, y le marca, atándole un lazo rojo alrededor de la muñeca. La visión, que ya resultaba espeluznante, empeora cuando otra mano, putrefacta, emerge poco después, acompañando a la primera, pero marcando al mercader con un lazo negro. Ante ti, su rostro se muestra de pronto absolútamente demacrado, y acto seguido, tu alrededor comienza a difuminarse. 

Parpadeas, y vuelves a encontrarte junto a Chiara, mientras todos permanecen aún en la sala púrpura. No parece haber pasado más que un instante, y nadie parece haber notado nada extraño en tu comportamiento. 

Cargando editor
28/07/2013, 15:54
Director

Abandonáis la sala azul, dirigiéndoos de nuevo a la sala púrpura, perdiendo la oportunidad de seguir hablando con una mayor privacidad. 

Cargando editor
14/08/2013, 13:35
Director

Juntos, emprendéis el camino de vuelta hacia la sala naranja. En ella, los cadáveres de Fausto y Patricia os esperan, en medio de un charco de sangre reciente, quizá aún tibia. 

Cargando editor
14/08/2013, 13:38
Chiara

Chiara entra en la sala intentando no mirar hacia los cadáveres del suelo y se dirige a Nicola con el rostro serio. — Decidme mi señor, ¿sobre qué deseáis hablar conmigo?

Cargando editor
14/08/2013, 13:44
Nicola

-La última de las malas hierbas... Sospecho quién puede ser, pero necesito una confirmación con vuestro don. Os he estado mandando señales, pero no sé si las habéis apreciado. 

Era evidente que Nicola no estaba contento con aquello, y mientras rebuscaba entre las mesas en busca de algo que pudiera aprovecharse, su rostro estaba serio, y sus ojos tenían un brillo de tristeza. 

-Cuando volvíamos de nuestro anterior encuentro, tuve una especie de visión. Vi la sala azul al mediodía. Yo estaba allí, pero nadie me veía. Y pude observar como una mano manchada en carmesí emergía del suelo, para aferrarse a alguien, atándole un lazo rojo en la muñeca. Poco después era una mano putrefacta la que emergía, marcando a la misma persona con un lazo negro... Y su rostro, en ese momento, se volvía demacrado. Ésa persona es Giuseppe. Si no he querido decirlo delante de todo el mundo es por aprecio a él y a su hija. Ella ya conoce mis sospechas... Pero quiero algo más antes de dar ése paso. 

Cargando editor
14/08/2013, 13:54
Chiara

— Percibí vuestras señales, mi señor, pero yo ya había estado fijándome en Giuseppe con anterioridad, descubriendo que su motivación era la pereza, pero estaba limpio de las señales de la Muerte. Os lo dije cuando nos encontramos en privado la otra vez. Aún así, es uno de los nombres que me rondan la cabeza, precisamente por vuestras sospechas y el mensaje de Cecile, quizá al volver de la muerte no lo hizo limpio... — La joven se muerde los labios, dudando si expresar todas sus dudas en voz alta. — Debo deciros mi señor, que mis mayores sospechas se centran sobre Enzo en estos momentos. Le pedí consejo para ver qué respondía, pero tengo mis ojos puestos sobre él desde hace rato. No puedo quitarme la idea de que se ha acercado a mí para evitar mis sospechas y necesito saber qué esconde su alma. Aparte de él, Elisabetta es la única de la que no sé nada. Pero es mi mejor amiga y confío en ella y en su fortaleza frente a la tentación de la Muerte Roja. 

Camina junto a Nicola, revisando el estado de los alimentos sobre las mesas y suspira suavemente con desaliento ante la idea de que el joven bastardo pueda estar detrás de todo el sufrimiento que los rodea. — Sea como sea, si lamentablemente Enzo es un heraldo de la Muerte Roja me dolerá en el alma, pero tendremos que hacer lo correcto y vos lo sabéis tan bien como yo... Y si no lo es, entonces posaré mi mirada de nuevo sobre Giuseppe, para que podamos calmar esa inquietud. 

Cargando editor
14/08/2013, 15:05
Nicola

-Si creéis que Enzo o Elisabetta pueden ser los que portan la enfermedad, por favor, comprobadlo y hacedmelo saber rápido... No queda mucho tiempo hasta la siguiente votación, y en estos momentos, no sé a quién señalar. Señalasteis a Fausto, pero la muerte roja se lo llevó, ¿por qué me mandaste ésa señal?