Partida Rol por web

Erick y Pock intentan defenderse como buenamente pueden, pero lo que su posición defensiva tenia de eficaz lo pierde en ataque, fracasando en los intentos de derribar a los bípedos reptilianos.

En mitad de la batalla Pock intenta desesperadamente reanimar a su capitana, la cual se encontraba con la mente nublada a causa de la gran pérdida de sangre…

- Rodeemoslo Gaaki - dice el dracónido entre jadeos, mientras coge aire y se recupera de las heridas. - Ves al otro lado - acompaña a las palabras con su propio movimiento. - Si lo rodeamos le será más dificil defenderse.

¿Estas seguro? Porque creo recordar que cambie la ficha al momento o_o? Lo intentastes recientemente??

—Tranquilo —replicó Gaaki al llamado de Heskan—. Ya te quitó a tu primo de encima.

Giró sobre sí misma y salvó de dos zancadas la distancia que la separaba del Guerrero Lagarto. Su martillo descendió, con la fuerza de una avalancha, sobre la cabeza del enemigo.

El campeón de la tribu es rápidamente rodeado. Tras el movimiento táctico de Heskan y su compañera, recibe un duro golpe en la cabeza por parte de Gaaki. Aunque el daño es insignificante en comparación a la potencia natural del ataque, el hombre lagarto se tambalea, llegando al límite de sus fuerzas.

 Vamos Damaia, no puedes permitirte el lujo de que tus hombres te vean flaquear, demuestra que sigues siendo la misma capitana que en alta mar.

Con este pensamiento, la corsaria se dio valor a si misma, y de pronto sus heridas ya no le parecian tan graves como en un principio.

-¡Vamos muchachos, ya son nuestros!

Y con este grito de animo lanzo su espada larga directamente contra la cabeza de uno de los reptiles que aun quedaban vivos.

 Alain se coló entre Damia y Pock, asegurando una posición defensiva. Si jugaban bien sus cartas, vencerían el combate.

El arcano conjuró una energía morada en torno a su mano, que parecía más gélida que la noche más invernal, y se giró lanzando un rayo púrpura al hombre lagarto que se acercaba a Erick por la espalda.

- El frío le impedirá alcanzarme - pensó el joven mago

Mediante acero y magia otros dos hombres lagarto caen en combate.

Aunque el destino inmediato de los aborígenes sea el exterminio, los restantes supervivientes siguen luchando por su causa, sacrificándose ellos por el resto de su clan y garantizando la retirada segura de su chaman, el cual debe estar ya a kilómetros de distancia de donde os encontrais…

Sin mejorar mucho su suerte, el ultimo hombre lagarto de cuantos se trabaron con el caballero, sigue sin poder herir a Erick, mientras que uno de los otros pequeños reptiles aprovecha la situación del campeón para atacar por la espalda a Gaaki, consiguiendo herirla aunque solo fuera un poco.

Aprovechando la ocasión y su último aliento, el campeón imita la jugada de su camarada y lancera a la guerrera por el otro lado, pero sin causar heridas demasiado serias debido a su débil estado…

Pock centra su mirada hacia el lagarto que flanquea a Gaaki y decide darle una ayudita. Musita unas palabras arcanas que desencadenan en una esfera de energía que lo impacta por el costado pero que proviene de Erick, confundiendo a la criatura del origen de la magia.

Bueno, parece que la cosa se va calmando. - Piensa mas relajado.

 Erick ve como uno de los lagartos que estaban luchando contra el se larga, vale que su situación mejora, pero no puede permitir ese desprecio, lo ha considerado un rival débil. Se iban enterar...

- Lo siento amigo, no tengo tiempo de seguir este baile de aceros- dice mientras mueve su lanza con tal sutileza que el hombre lagarto ni se da cuenta de cuando se la ha clavado-, he de cobrarme una ofensa.

El simple intento de distracción de Pock resulto suficiente para causarle la muerte a uno de los hombre lagarto, el cual no supo nunca de donde venia el ataque…
A esta le siguio una nueva baja, causada por el caballero al ensartar con su lanza al último de los bajitos reptiles como respuesta a lo que consideraba una ofensa.

El dracónido agita el hacha sin mucha convicción, el hambre, el cansancio y la perdida de sangre empiezan a hacer mella en él.

El ataque de Heskan falla sin la necesidad de que el campeón tuviera tuviera que esforzarse mucho en esquivar. Aunque su final estaba cerca no sería bajo el hacha del draconido…