Partida Rol por web

El camarero desliza tres pintas sobre la barra, dos rubias y una morena, y espera frente a vosotros a que le paguéis:

- Un dolar. - Dice.

A los tipos que os llaman la atención alrededor vuestra, se une un joven que se acerca a la barra a pedir. Lleva un mono de trabajo lleno de manchas oscuras. Su tez es blanquecina y su pelo lleva "un beso de ángel". Un mechón de color blanco. También, en una de las mesas cercanas, un tipo obeso, con una buena barba y la piel roja y sudorosa de quien le cuesta hasta respirar, babea con la mirada perdida entre las curvas de la Srta. Krilov mientras sus compañeros ríen cómplicemente.

La hermana trata de mantener la calma y se gira lentamente hasta encarar al asqueroso de las manos largas. Dedicándole una sonrisa juguetona, Flora propina un terrible rodillazo en la entrepierna al tipo con todas sus fuerzas y le enseña su rosario.

Soy una sierva de Dios, maldito borracho. Sé dónde estoy y qué tipo de gente frecuenta la zona. Seguro que encuentro a bastantes católicos violentos entre los irlandeses de ahí dentro y creo que no te conviene meterte en problemas con ellos. Vuelve a tocarme y juro por Dios que será la peor noche de tu vida.

Mientras habla, la hermana mira hacia las prostitutas, comprobando si están siendo testigos de la escena.

La rabia cruza tu espina dorsal como un rayo y se manifiesta en una patada en los genitales de tu acosador, que rápidamenete en encorva lleno de dolor. En tu giro, una cruz de madera que cuelga de tu cuello sale fuera de tus ropas y queda colgando a la vista de todos, mientras de tu boca desencadenas tu justificada ira condenándola en nombre de Dios, y del tuyo propio. Los colegas del estúpido manoseador deciden no seguir tentando más a los poderes divinos y, temerosos, llevan en volandas a su indispuesto amigo al exterior.

Por supuesto, prostitutas, borrachos, timadores, traficantes y demás profesiones son testigos de la escena, formando un pequeño corro en torno a ella.

La idea de Irina era buena, pero entre que sacaba yo el dinero para pagar y pensaba en cómo formular la pregunta, aquel personaje surgió.

Ese pelo con mechón me sugirió que quizás él pudiese ser el famoso "Dos Colores", aunque quizás no. Pero su actitud me lo confirmaba cada vez más, convirtiendo un pálpito en una incipiente realidad.

-Un momento, antes de preguntar... ¿no será ese tipo? -dije a los demás, por saber si tuvieron la misma sensación con el recién llegado.

Miré al recién llegado que sin ayuda de la observación del buen profesor ya llamaba bastante la atención, y pensé:

El lunar en el pelo.

Así es como había escuchado llamar a ese fenómeno en el cabello. Volví a mirar a mis amigos, y asentí.

Mientras, intenté no hacer caso de los gestos del hombre sudoroso, a ver si sus ocurrencias dejaban de hacer gracia al no hacer aprecio por mi parte.

-Vale, intentémoslo, pero procuremos no hacernos pasar por nada raro, que suficiente tuvimos en Shanghay...- trato de apagar el entusiasmo de mis compañeros. No me fio ni un pelo de aquella gente: borrachos y putas, mala combinación. Es una invitación a los problemas y teniendo en cuenta los que somos, saldríamos muy escaldados si se monta una reyerta.

La hermana se cierra el abrigo y camina cabizbaja hasta las -presumiblemente- prostitutas que han observado la escena. Con la respiración entrecortada, la frente arrugada y el labio aún tembloroso, levanta la vista y acerca la mano a una de las mujeres. Disculpe, ¿tendría un cigarillo? Me vendría bien uno.

Las prostitutas ríen socarrónamente, y una de ellas, a la que has pedido el cigarrillo, algo gruesa y con una horrible peluca rubia, se saca una pitillera plateada del escote mientras, con una sonrisa en la boca, habla a sus compañeras:

- Shhhhhh. Chicas, parad de reír. No os comportéis como estúpidas. - Ahora, extendiéndote el cigarrillo con la mano, se dirige a ti. - Aquí tienes, amiga.

A continuación, saca una cerilla y le prende fuego.

- Y si es él... ¿Qué hacemos?

-Pues proceder con precaución y simpatía. Mucha simpatía- respondo a la pregunta dudosa de Irina. Como veo que todos estamos con la duda en el cuerpo, acabo dando el primer paso. Haciendo gala de mi exceso de confianza que tanto me caracteriza, me adelanto a mis compañeros y me pongo en cabeza. Me acerco al chico del mono de mecánico, que está en la barra pidiendo.

-Ei, ¿mis amigos y yo nos preguntábamos si por un casual conoces a Dos Colores?- sonrío lo más amistosamente posible -No somos polis ni nada de eso, sólo queremos hablar con él amistosamente, de colega de profesión a colega de profesión- me señalo a mí y luego a él, con mi mano derecha.

La tez blanquecina del tipo contrastan con sus vidriosos ojos, enrojecidos por el alcohol. Como puede, sucio cliente observa de arriba a abajo a Leroy Currie.

- ¿Y qué profesión se supone que es ésa? - Responde el tipo, dejando bailar las sílabas en su boca, incapaz de coordinarse mejor.

La hermana Flora da una honda calada al cigarrillo y relaja los hombros.

Gracias. Yo no tengo tanto desparpajo y habilidad para tratar con los hombres cuando están borrachos. Espero no haberos dejado sin un cliente esta noche, pero ese golpe se lo merecía. La hermana ríe nerviosa, con evidente incomodidad por la escena vivida. He estado apunto de quedarme paralizada.

Dejando caer una lágrima, la hermana lleva un poco más lejos la situación, aprovechando las circunstancias para  transmitir un poco de lástima, quizá así consiga algunas respuestas.

- Oye, buena patada. Nos has dejado con un cliente menos, no esta noche, sino una buena temporada. - Las chicas de atrás ríen. - Pero una mujer como tú no durará mucho en un lugar como éste. Te aconsejo que hagas lo que has venido a hacer y nos dejes a nosotras ocuparnos de estos gañanes.

Le doy un sorbo a mi bebida, esperando a que la simpatía y el buen hacer de Leroy hagan el resto convenciendo a ese tipo. Procuro fingir una charla distendida con Irina para dar a entender que no le damos importancia al asunto que ellos tratan, pero observo a nuestro alrededor qué cosas o personas están pendientes de nosotros, y si algo puede ayudarnos en nuestra investigación.