Partida Rol por web

Vacio por si acaso.

Los enanos no se caracterizan por perder el tiempo, y desde que tuvieron la runa en su poder trabajaron con teson Hicieron varias pruebas con los dos sujetos acercando la runa y viendo sus efectos, acercando otros objetos mágicos he incluso Girthal ayudó a los preparativos de una nueva arma, estos serían los primeros intentos de plazmar copiando aquella runa, pero debían esperar a la siguiente luna y traer muchos materiales para trabajar a la ancestral manera, con los cánticos apropiados y todo regado de negra cerveza.
La conclusión en las escasas tres semanas que tuvieron para prepararse y descansar,es que la runa había afectado a Girthal el portador de la runa en su periplo por el Undgrim que la runa estuviera afectada por el caos fue valorado, y pasó muchos filtros pero ninguno dio resultado así que se descartó. Entre los pocos presentes comenzó a conocerse a Girthal con el mote de *"paladín de Valaya", y algunos comenzaron a tener devoción en él incluyendolo en sus oraciones diarias. Girthal y en menor medida Kurdrim explicaron un cansancio desmesurado cuando la runa estaba cerca de ellos, pero a la vez les llenaba de juventud y sangre nueva en las venas, aquel proceso les estrujaba el seso y les hacía sufrir terribles ataques de migraña, que se iban tan rápido como venían dejando solo el sabor del mal recuerdo.
Los que les deparaba el destino era algo que ni el más sabio hubiera podido imaginar o revelar, ya no eran unos jóvenes con pretensiones luchando por demostrar todo lo que eran capaces, ahora eran enanos curtidos que podían calcular el nivel de un combate y predecir el resultado midiendo al oponente, o capaces de tomar una decisión que sólo les pudiera reportar beneficios. La cuestión era; serían capaces de reunir los elementos necesarios para la guerra que se avecinaba, y frente a la peor de las noticias obtener resultados?

Habían estado largos días trabajando con la runa, no la dejaron tocarla directamente ya que Girthal había creado una afinidad con la runa que hacia que los vientos de la magia fluctuará al rededor de él, provocando en ocasiones que la runa tomará color propio. Kragg tuvo la brillante idea de hacercar la runa a una runa que conservaban echa por el mismísimo Grugni, la creación de la Runa Azamar de la Eternidad que aún hoy sigue grabada en el Trono del Poder del Gran Rey. Ese momento fue algo íntimo, las runas se reconocieron como runas maestras y únicas de su raza provocando un choque de energías que no hirieron a nadie, pero provocó un evento de luz y color difícil de transcribir para los anales de la historia. Todos los presentes salieron de la estancia con lágrimas en los ojos y con el sentimiento de recuperar a un familiar perdido mucho tiempo atrás, un hueco en sus almas que estaba vacío y había encontrado su lugar nuevamente.

No estaba contento, quizas no tenia motivos para estarlo en los ultimos 200 anos, pero ese dai estaba especialmente agrio. Era totalmente leal al rey pero eso no significaba que tuviera sus propias opiniones. Una mision tan importante como aquella llevada por un par de enanos y humanos, el mundo se estaba volviendo loco.Un ejercito necesitaban para entrar a sangre y fuego, pero la diplomacia para poder entrar con un ejercito hubiera puesto sobre a viso a demasiados enanos y aquel tipo de informacion corre como el viento cuando es bien jugosa, asi que el surtefugio y la habilidad de unos pocos parecia tenia que ser suficiente. Aquellos pensamientos seguian martilleando la cabeza de Kragg el grunon, no por eso paro en su empeno de recolectar nuevo mapas y llevarlos hasta la enorme mesa para que Girthal bebiera de ellos.

Llevaban reunidos un rato largo donde Kragg repasaba por enésima vez unos mapas, la historia de Karak Azgal e intentaba meter en la cabeza de aquel jovenzuelo un poco de razonamiento e información. Girthal no era precisamente un jovenzuelo, y aguantaba como una fila de escudos bien entre cruzados las duras palabras del señor de las runas de Karak-a-karaz, y llegó a la conclusión que trabajar con su tío abuelo había sido un tranquilo paseo en comparación con aquello. Kragg volvió a mirar a Girthal por enésima vez sujetaba con fuerza aquel mapa en concreto, escrutaba a Girthal para ver si calaba la importancia de aquella misión y sobre todo que entendiera que estaba abocada al fracaso si no se empeñaba al máximo y encontraba competentes compañeros. -La situación es grave y tenemos que desarrollarla de la manera más discreta- bebió para aclarar la garganta de aquella espesa cerveza - el bastón de Valaya fue un regalo de Karak-a-karaz a la primera familia que allí se asentó en la lejana karak Azgal, es mágico hasta el punto que sana a los de nuestra raza y mata a los demonios y muertos vivientes - la intensa mirada de Kragg apabullaban al joven Girthal y las siguientes palabras le pusieron los pelos de la espalda de punta- pero no seas necio, el poder de ese bastón podría consumirte en un instante ya ha pasado otras veces, la única diferencia es que ahora tenemos la runa real de Valaya y la conjunción de estos objetos podría revelarnos el lugar donde descansa la diosa -. Encontrar a la diosa, poder desvelar el secreto de algunas runas, conocer la historia de los orígenes de la raza de primera mano, conseguir la vieja gloria de antaño, eran muchas preguntas y muchas respuestas al alcance de sus rechonchos dedos.

Girthal contuvo la respiración para que la pregunta no saliera atropelladamente por su boca - son muchos días de camino hasta ...- pero no término la pregunta pues Kragg sacó lo mejor de si para, chistandole, hacerlo callar - Tsss!! Eso no es el problema te llevará el zepelín ira de Grugni, vuelve a mirar los mapas que tenemos aprende las runas escritas a los márgenes y sobre todo elije con sabiduría quien te acompañara- difíciles cuestiónes atenazaban el corazón de Girthal, y en el humbral de sus pensamientos un nombre lo aterrorizaba y lo alegraba a partes iguales Kurdrim, el rey podría obligarlo a ir con él pero en aquel caso buscaría palabras sensatas para que aquel amigo lo acompañara.

Kragg era una caja de sorpresa y se levantó en busca de más pergaminos, pero añadió con el ceño fruncido - los humanos tendrán que acompañarte, aunque no me guste el gran rey a ordenado que son mejores que nosotros cazando brujos si nuestra información es correcta habrá un liche y te hará falta su ayuda- aunque le molestaba tener que reconocer la ayuda de nadie aquellos humanos eran buenos aliados en general, pena que espiraran tan rápido sus cortas vidas -Kurdrim trató con ellos quizás te ofrezca consejo, preguntale - dijo escupiendo esa última palabra, aquel veterano era lo más longevo y digno de admiración que conocía pero era realmente difícil trabajar con él. Sólo llevaba una túnica con un cinto, en el cinturon un martillo de mano, y aún así podía verse un gran poder en él, pensar que iba indefenso hubiera sido una necedad. De un pliege sacó un anillo grueso de oro, era realmente precioso pero Girthal observó con atención la runa grabada que tenia. - es un préstamo, te protejera si no lo devuelves intacto lloraré personalmente su pérdida - dijo soltandolo en la mesa de piedra.

Girthal se esforzó por aprenderse los rincones de aquel inusual karak. En los pocos días de margen que tuvo para estudiar se esforzó al máximo como ningún enano había echó con la atención de Kragg continuamente encima, en algunos momentos recordo a su tio-abuelo y mentor, el inmenso grado de paciencia que tenia era digno de admirancion, si lo comparabamos.
El karak era como una ciudad imperial con casas construida sobre una meseta, sus niveles inferiores eran al menos cinco y estaba en un constante conflicto con las razas de alimañas que usurpaban la antigua morada enana, hasta que vino el dragón pero esa fue otra historia. -penso mientras miraba unas cartas - al parecer había un pequeño pueblo de comerciantes humanos principalmente asentados a las afueras, llevar cualquier cosa hasta allí era seguro costoso y arduo, sólo mirando la distancia que debía recorrer cualquier caravana hasta el siguiente Karak o ciudad imperial, sin contar con los desniveles, y esos caminos se toparian con dificultades, orkos, troll y ... cosas muchísimo peores.

No encontré un momento de descanso, el tiempo se consumía rápidamente para no volver y por primera vez en mi vida pensé que mi tiempo espiraba, sólo aguantaba por pura cabezonería por un sentimiento de culpa, deber y amor con mi raza. Valaya fue y es una esperanza, mis estudios y mi vida había estado dirigida para ese momento y no me había dado cuenta hasta ahora. La cercania de la runa de Valaya me hacia rejuvenecer, el proposito de encontrar a la diosa habia llenado mis pensamientos dia y noche desde entonces, el animo que me llenaba era como una fragua que no se extingue y no solo me ocurria a mi, Kurdrim tenia este mismo vinculo lo veia en el viento de la magia y Kragg me lo confirmaba con una expresion que no entendia.

Estudio duro junto a Kragg aquel era un ser venerable en todo lo grande de la expresion, reconozco que me costaba estudiar bajo su penetrante mirada, pero cada aviso que me daba cada mapa que me dio cada rechoncho dedo que marcaba una hubicacion era una ayuda incomensurable para lo que me esperaba bajo Karak-Azgal, intente por todos los medios recordar todas las escrituras, todos los mapas, y cada uno de los pasadizos pero saber que aquello era una mision titanica me desesperaba, saber que seguramente los pasadizos y galerias que encontrarian estarian desviados, bloqueados o bajo tierra despues de tantisimos anos me desesperaba, solo la negra cerveza que tenia como sustento en mis largas horas de estudio, me sosegaban lo suficiente. Aun asi no ceje en mi empeno, no era un momento para pusilanimes era un momento para los fuertes para los decididos y solo me permiti hacer una pausa para ir a hablar con Kurdrim, algo que me atenazaba el corazon.

Consegui quedar con Kurdrim en uno de sus largos paseos hasta una posada cercana a la biblioteca donde pasaba la mayor parte de mi tiempo, la ciudad de Karaz-a-karak era un hervidero, el invierno casi terminaba fuera y a la espera del deshielo ya se preparaban las expediciones para recibir ejercitos rezagados, cargamentos urgentes e influir en el comercio del viejo mundo como solo una raza entera puede hacer. Encontre a Kurdrim en medio de la calle, creo que lo vi antes que el y me gusto ver su expresion relajada, verlo sin la armadura completa era algo raro pero me gustaba verle mas tranquilo, sin la presion que da su posicion y la responsabilidades que cargan en sus espaldas, si me tocara a mi tener tal responsabilidad se me partiria la espalda y no se si es falsa modestia o es la edad. Aquellos pensamientos volaban en mi cabeza hasta que choque mi mano con la de Kurdrim de manera marcial para dejarlos todos a un lado e intentar no sonreir con amargura.

-Hola viejo amigo- suspire, lo habia echado mas de menos que lo que esperaba -te veo de mucho mejor aspecto, mas sosegado que la ultima vez te esta sentando bien unos dias de descanso y la buena cerveza del lugar- apoye la chanza con un toque en su barriga, tuvo que reir -vamos a la primera ronda invito yo, y necesito hablar contigo asi que seran unas cuantas rondas- mientras entrabamos en el local levante una mano para llamar la atencion de la duena del local mientras me metia mi mano en el saco de las monedas saque al menos una docena de monedas de oro del rey, aquello era un oro bien gastado desde luego -senora tenga la seguridad de que necesitamos paz para hablar y una cerveza que se gane su nombre, se que no nos defraudara con ninguna de las dos peticiones- dije dirigiendo con el dedo indice de la otra mano a Kurdrim a una mesa pequena algo apartada donde no cabrian otros dos enanos si no se apretunaban unos con otro. -no tengo hambre pero si trae unos frutos secos se lo agradeceria-  dije a modo de despedida, no queria ser descortes pero no tenia mucho tiempo. Kurdrim me miro desaprobando aquel comportamiento de alguna manera, pero iba a entender enseguida mi preocupacion.

Nos sentamos unos largos minutos a mirar a los parroquianos, comerciantes y soldados que se gastaban su soldada como bien estimaban, el silencio no se hizo pesado y pronto llego una jovenzuela que espito un barril de una cerveza que pesaba al llenar las jarras casi como si fuera leche merengada, la espuma colmo la jarra y solo algunas gotas como de sudor frio recorrieron el borde de la jarra, para sus escasos 70 quizas 75 anos aquella joven era dirigente para su oficio, muy de agradecer en aquellos tiempo, escaso en demasiadas ocasiones. Agarrando mi jarra mire a Kurdrim -Necesito que me acompanes a Karark-Azgar- el fuerte olor a cebada me inundo las fosas nasales, y me hizo salibar -no sera facil hay que buscar un baston que regalaron los artesanos de Karaz-a-karak hace muchos siglos, no sabemos la hubicacion de este lugar pero creemos que esta algunos niveles por debajo de lo que queda de karak- mire de reojo a mi amigo y abri mi corazon lo necesitaba mas que nunca, el tambien tenia aquel extrano vinculo el como yo teniamos un destino entrecruzado -tu tambien has visto lo que yo, tu tambien viste el poder de la runa la sientes de alguna manera aunque no lo entiendas, necesito a un amigo como tu junto a mi...- la emocion me pudo, no era un simple favor lo que estaba pidiendo a Kurdrim, quizas un viaje sin retorno para los dos.

Los días se transformaron en semanas, alejadas ya las preocupaciones por salvaguardar la mítica runa recuperada, mientras dejaba atrás el cansancio y el dolor por la dura misión. Los recuerdos colmaban las noches, muchas de ellas sin apenas pegar ojo, viendo como poco a poco todo volvía a su cauce normal... ¿todo?

No. Había algo nuevo. Algo había cambiado en mí desde el descenso a las entrañas de la tierra.

La runa de Valaya había causado en mi cuerpo un extraño vínculo que me causaba una peculiar sensación que no sabía identificar, dándola como buena debido a su procedencia, más creando en mi fuero interno una ligera inquietud; sin duda tenía que hablar de aquello con Girthal para que me aclarara aquel tema, pero se había hecho imposible dar con él desde que el venerable Kragg lo acogió bajo sus cuidados

Olvidándome momentáneamente de todo aquello salí en busca de un poco de entretenimiento; una buena cerveza, una pierna de cerdo bien dorada y una charla con los barbaslargas del lugar sin duda me alegrarían el ánimo

Apenas había dado unas pocas decenas de pasos cuando la figura inconfundible de Girthal se me acercó con decisión, haciéndose evidente que venía en mi busca. Me alegre de verle, estrechando con énfasis su mano, mientras asentía a su comentario jocoso y replicaba que él en cambio parecía más delgado, como aquejado por una dura carga

Su semblante lo dijo todo y con presteza nos dirigimos a la taberna para poner puntos en común

Ya en la taberna pude observar como la tensión se palpaba no solo en sus gestos sino en sus formas, rozando la descortesía con la regente del local, pese al buen pago ofrecido, cuando demandó una mesa y bebida para ambos; al parecer la pata de cerdo tendría que esperar.

Escuché con atención, paladeando ente tanto un ligero sorbo de cerveza, sin apartar la vista de Girthal. Desde el borde de la jarra pude observar como aquello que me decía no era ninguna minucia y, para colmo, parecía relacionado con la valiosa runa de Valaya que habíamos recuperado

Bajé la jarra, apenas un segundo, pasándome la lengua por los labios manchados de espuma, rescatando de ellos el sabor de la cerveza servida, mientras le dedicaba una larga mirada ceñuda a Girthal. Era exquisita.

Alcé la jarra nuevamente para darle un largo sorbo, casi vaciando su contenido, mientras cerraba los ojos tanto para pensar en lo dicho como para deleitarme del sabor de aquella bebida. Sin duda un enano pensaba mejor con una buena cerveza en el estómago.

Devolví la jarra a la mesa, con un seco sonido, y me limpié los labios. Asentí un par de veces, acompañando el gesto de un leve gruñido - "hum, hum"- antes de decidirme a contestar a Girthal

Quieres que vayamos a Karak-Azgal... a buscar un bastón perdido- repetí mesándome la larga barba

Le dediqué una nueva mirada a Girthal; aquello era más serio de lo que parecía a simple vista o no estaría de semejante talante

Son muchas leguas de viaje hasta allí, y aunque se hayan recuperado las zonas exteriores, aun habrá que lidiar con las monstruosidades que habitan en su interior ... y los tres veces malditos buscadores de tesoros- comenté, recordando todo lo que había escuchado, o sabía, sobre la ciudad - Se rumorea que hay bandas de trolls, y cosas peores, deambulando por los subterráneos

Rellené la jarra nuevamente, pero esta vez la dejé sobre la mesa.

- Parece una misión poco menos que difícil... - cogí la jarra, la miré y luego miré a Girthal - ... me alegra que hayas pensado en mí. Esta tranquilidad me estaba matando. Me estoy poniendo gordo ¡jajajaja! - reí contento

Girthal me había salvado la vida y, no solo eso, sino que habíamos creado unos lazos más fuertes que los de simples compañeros de armas. Iría, desde luego, y ayudaría a Girthal en todo cuanto necesitara

- Solo una cosa. La runa de Valaya... desde que la rescatamos tengo una sensación... extraña. No sabría como definirla pero no es normal, aunque tampoco me hace sentir mal- intenté explicarle sin saber como - ¿Qué me ha ocurrido?¿Qué es lo que siento?

Y bebí, bebí mientras Kurdrim hablaba evitando llorar de desconsuelo un peso cayó de mis hombros a los pies, y bebí, para alegrarme al saber que se uniría a mi y a otros sin que el gran rey tuviera que obligarlo, que era un camino largo si que lo era pero contábamos con una fantastico patrocinio.

-Bebé amigo! He recobrado el apetito ¿tienes hambre? Las explicaciones durarán un rato mas- rejuvenecí, hice una señal para que trajeran otro barril era de lo mejor que había tomado en mucho tiempo y no era precisamente por que las bodegas de Kragg fueran malas. Tenía claro que aquellos grados de alcohol nos vendrían genial, ya que es bien sabido que un enano tiene la cabeza limpia y clara, razonando con mayor precisión cuando el alcohol abotarga sus miembros aclarando su juicio. -La runa hizo algo fantástico, algo nunca visto en los anales de la historia Dawi, formó un vínculo no se que paso en el Undgrim pero el resultado es evidente- dije orgulloso de mi mismo, había estudiado junto con mi tio-abuelo aquellos sucesos y Kragg había surtido de pergaminos y conocimientos que sólo unos pocos enanos bajo el Reino de las montañas hubiera poseído. -puede durar toda la vida, o perderse en un momento solo se que tengo el mismo sentimiento que tú algo complejo- el silencio volvió y solo lo interrumpió el sonido de aquella cerveza al caer para rellenar las jarras vacías. Aquellos momentos había que atesorarlos como un avaro su oro, eran realmente únicos.

-Donde vamos habrá un liche, y no será un puñado de muertos me temo. Los humanos tendrán que venir, han matado a otros nigromantes ¿como se llama ese amigo humano tuyo? ¿Son de fiar? - clave la mirada turvia como la cerveza esperando ver algún gesto.

Asentí, eufórico, ante la súbita emoción del rhunky cuando me decidí a acompañarlo aceptando de buen grado esa comida que ofrecía. Sin duda, aquella iba a ser una velada memorable.

Cerdo, asado y con salsa- indiqué a la camarera - Que esté crujiente por fuera- añadí brindando con Girthal

Escuché entonces los pormenores de la misión, haciendo que el trago de la cerveza pese a ser excelente no me resultara tan exquisito como debería

- Liches. Mala cosa. Esos seres siempre son portadores de penas y horrores sin nombre- dije ceñudo - Solo una condición te impongo para mi compañía incondicional. Si caigo en batalla ante esa abominación, y me alza, da reposo a mi cuerpo y a mi alma; no me dejes en manos de ese titiritero. Es lo único que temo en este mundo: no poder entrar en los Salones de nuestros ancestros

Tras aquello, inamovible mi decisión al respecto, proseguí recordando al peculiar grupo que se reunió entorno al cazador de brujas para limpiar el poblado humano en mitad del pantano.

Otto Schröeder era el nombre del cazador de brujas, y líder del grupo. El resto... bueno. Eran de fiar, aunque fueran humanos. Un buen grupo de enanos a mi lado preferiría yo, pero tuya es la decisión. Había un estaliano, rápido y atrevido; su lengua tanto o más afilada que su espada, más parecida a un mondadientes. Adalberto se llamaba- empecé a recordar - Un sacerdote de Morr llamado Hans también nos acompañó, serio y de cara agriada todo el día aunque de firme resolución. Luego también había un cazador, Leonard, de buen pulso a distancia... y un saqueador de tumbas. A este último no lo recomendaría. Demasiado amante de lo ajeno y muy predispuesto a perturbar el reposo de los caídos- dije haciendo un gesto de descontento al mencionar al último de los integrantes del grupo

Fue entonces cuando se me relevó parte de la peculiar sensación provocada por la runa, cuya influencia parecía haberse extendido tanto a mi interlocutor como a mí mismo, lo que me hizo quedarme en parte más tranquilo. Si un herrero rúnico veía aquello con buenos ojos al menos podía estar seguro que no estaba bajo los influjos de ningún hechizo

Sea pues. Si tú también lo notas y no ves inconveniente en ello lo atesoraré como un regalo de la propia Valaya- comenté antes de dar un buen trago y echar un ojo atrás, en busca del ansiado plato de comida

Los humanos parecían de fiar, todo lo que un humano puede ser lo con el criterio de Kurdrim, tenía mis dudas y Kragg se había rebuscado en si mismo haciendo un ovillo con las manos nervioso a nadie le gustaba un pelo aquello, pero mi tio-abuelo predijo aún albergando dudas "los antiguos pactos de sangre y honor, deben volver a ponerse a prueba y pensar que el destino de los humanos difiere de el de la antigua raza es ser un necio" era un pensamiento muy moderno incluso para mi tio-abuelo, y Kragg resongo hasta perderse tras un grupo alto de libros. A nadie le gustaba un pelo eso estaba claro.

-No me gusta un pelo, no, pero hay que reconocer que los humanos tienen mucha más práctica que nosotros en matar muertos - sonreí no se si por el efecto tonificante de la bebida pero saber que podían ser dirigentes en su oficio y llegado el momento ver cómo partían huesos me divertía me ponía de tremendo buen humor - troll dices, ya tuvimos suficiente con los últimos que vimos, ya sabes las ratas gigantes, y si ese fuera el peor de los peligros iría solo contigo, ...vá!- me acomodé el trasero en aquella robusta silla de piedra levante la jarra -por los caídos, que sean felices en los salones con sus ancestros- sujete la jarra enfrente mía recordando como aquella abominación de rata gigante atravesaba al compañero montaraz sesgándole la vida tras un chorro de sangre que le arrancaba su cabeza y dejándolo seco. Bebí y con razón.

Escuche las incertidumbres del bueno de Kurdrim, y temí por mi propio sino aunque tenía esperanza -no creo que Valaya nos deje caer en tal biles garras- chupe un trozo de rejo que se me había clavado entre los dientes por el trozo de carne que había medio devorado - mi vida está ligada a esta misión si fracaso todo habrá acabado y respecto a ti -lo mire con fiera determinación- si así fuera juro por mis ancestros que me haré matador y volveré a encontrarte hasta sersiorarme que tus restos descansan en paz- tome una mano de Kurdrim para afianzar mis palabras aún más su cabía. Pero alguna solución rondaba mi cabeza para evitar el mal del liche algo que yo mismo podía adelantar al futuro mal.

Asentí, orgulloso de compartir aventura con el herrero, cuando me juro que mi descanso estaría asegurado en caso de caer

Que los caídos beban felices a la diestra de los Dioses Ancestros- dije añadiendo mi brindis al suyo - Ahora solo falta saber qué ruta tomaremos y cuándo vamos a partir

Hubo un largo silencio de respeto por los caídos recientes, y llene las jarras mientras pensaba en otros muchos que ya no volverían. Pero recordar a los muertos era trabajo de los vivos, siempre sería así. -Los humanos están de camino, iremos todos juntos será más rápido, ya sabes volando- salió todo atropellado como si le rondará en la cabeza varias cosas a la vez - el grupo de humano será sensiblemente pequeño pero ese tal Korrigan parece de buena ayuda si hace algo parecido a lo que cuentan que hizo la última vez, su líder por supuesto y ese espadachín son los más indicados, los demás que cuentan han muerto o están mal heridos- torci el gesto, mal asunto morir entre no-muertos uno nunca sabe.

-Pero tengo buenas noticias, hay un camarada de tú clan un joven Sargento de exploradores llamado Grimhammer, se ha ganado los honores hace poco pero tiene coraje aunque dudó que le falte aplomo quizás podamos enderezarlo para que utilice esa furia en el momento deseado, no tenemos tiempo pero no podemos equivocarnos con las prisas- sobre todo ahora estando tan cerca. Me enfrasque en los detalles en un silencio gris.

Alcé la mirada de la jarra, ya de nuevo casi vacía, cuando mencionó que un integrante de mi clan nos acompañaría. Al menos aquello eran buenas notícias; cualquier enano era mejor garantía que el más fiero de los humanos, por buenos que fueran.

Yo me encargaré de ponerlo en su sitio si lo veo dudar, pero me alegra contar con él- dije satisfecho

Ya me disponía a apurar el contenido de la jarra cuando Girthal dejó caer la notícia de que iríamos a bordo de un ingenio volador, lo cual me hizo toser no escupiendo la cerveza que acababa de engullir por bien poco

¡¿Que vamos a ir volando?!- dije entre tosidos - ¿¡Pero qué clase de disparate es ese!? Si nuestro lugar fueran los cielos Grugni nos habría dado alas; por todos es bien sabido que un enano DEBE estar con los pies en el suelo, en la tierra, sobre las rocas de las montañas. ¡Ni por el traicionero mar y mucho menos surcando los cielos!

Aquello era algo del todo inesperado. Pase tener que ir sobre un descontrolado poni, o rodando de lado a lado cual caja de mercancía en un carromato, pero ir en zeppelin era del todo intolerable. Seguro que aquello era idea de algún alocado barbacorta... ellos y sus trastornados ingenios y la pólvora... una ballesta a la espalda, una buena hacha en las manos y la tierra bajo los pies. Aquello era lo que cualquier enano querría... no volar.

Sonrió tranquilizadoramente a Kurdrim y le digo:- Kurdrim, amigo mio, eres un enano de los pies a la cabeza como yo, a mi tampoco me gusta un ápice lo de ir volando, pero necesitamos rapidez, sobretodo ahora que tenemos la runa de Valaya, ¿que crees?, ¿que los seres oscuros y las pútridas razas no habran notado su aparición de nuevo?, ¿que no tendrán estudiosos, bibliotecarios, come-libros, o como quieran llamarlos para descubrir lo que nosotros queremos conseguir?.
Hago una pausa para que sopese la importancia y consecuencias de lo que le acabo de decir.
Kurdrim, Necesitamos ese objeto, y lo necesitamos ya, debemos tenerlos juntos para tener una mera posibilidad de poder volver a tener nuestra antigua gloria y si eso significa que tengo que ir Volando lo hare. No podemos perder mas de unos dias en llegar al lugar. Si no vamos volando esos dias se trasformarian en meses, lo que daria una gran ventaja a todos nuestros enemigos.
Hago otra pausa y sentencio.
Kurdrim, Amigo mio, hemos pasado mucho juntos y aun debemos pasar mucho mas. En estos momentos te necesito a mi lado, alguien en que pueda confiar y se mantenga firme ante la adversidad. Te necesito. Que es un vuelo en Giroscopo cuando esta en juego el resurgir de nuestra raza y si lo conseguimos tu nombre y el mio seran escrito en piedra para la eternidad.

Sopesé las palabras de Girthal. En un silencio sepulcral solo roto por sus palabras, sinceras y claras, pero no por ello haciendo que la decisión fuera más sencilla de tomar, provocando que una sensación de vértigo se instalara en mi pecho con solo pensar en subir a un ingenio como el que mencionaba

Volar- musité, ceñudo y agrio. Más que una acción aquella única palabra parecía un insulto al salir de mi boca -Volar como un maldito ave- gruñí nuevamente

Miré la jarra, vacía, frunciendo aun más el ceño, llenándola sin mediar palabra y bebiéndome su contenido del mismo modo; el exquisito elixir ya no sabía igual. Ahora tenía un regusto desagradable

Volar- volví a mascullar, mirando la jarra ahora a medias, apartándola de mi como si llevara agua en vez de cerveza. Había perdido el apetito, y la sed.

Miré largamente a Girthal, sopesando todas y cada una de las palabras que me dedicó, mientras pensaba en lo que habíamos vivido en el Undgrin Ankor. Los enemigos abatidos, los amigos y compañeros perdidos. La runa recuperada

Iré- dije después de unos segundos de tenso silencio, ceñudo- Pero con esto quedará saldada mi deuda contigo, rhunki. Nuestra amistad durará hasta el final de los tiempos, pero no vuelvas a pedirme semejante dar nunca más- dije contrariado, levantándome de la silla de mal humor - Avísame cuando llegue el momento de partir... ya sabes donde encontrarme

Y hosco, malhumarado y con el ceño tan fruncido que parecía tener solo una ceja abandoné el local para dar un paseo y que se me pasará el estado de ánimo que se había cernido sobre mí. Maldita fuera mi suerte. Tendría que volar

AL fin Kurdrim vendria, no tendria que apelar a una orden del Rey, y asi la deuda que tenia conmigo seria saldada, cosa que me alegraba, nuestra amistad como habia dicho él, seria eterna, pero las deudas eran deudas y se tenían que pagar cuanto antes. De todas maneras seguro que en este viaje habría mas de una ocasión en que alguno de los dos tendría que devolver alguna que otra deuda adicional.
Le mire con cariño y le dije:- Gracias Amigo mio, no sabes la tranquilidad que me da el saber que vienes conmigo. Con ningún otro estaría tan agusto y tan seguro como contigo y por supuesto que la deuda esta saldada y con creces.

Ya tenia un integrante del grupo, y no seria un grupo grande, ya que irían en Girocoptero hasta un lugar cercano al Karak. En ese grupo iría Kurdrim que era del que se fiaba, y del que esperaba que controlara a los demás integrantes, asi que le dijo antes de irse:- Kurdrim, Tu seras el que se encargue del movimiento táctico del grupo. Se que te compenetraras muy bien con tu compañero de armas Gogri Grimhammer, al igual que yo, pero no se que tal me llevare con los humanos, de todas formas tu los controlaras, les escribiré una carta para que se reúnan con nosotros en el punto donde deberemos coger el Girocoptero, la compañía sera reducida, por lo que como en la anterior mision no hay que llamar la atencion y ademas ser rápidos, cosas que dominas a la perfección. Dicho esto termino diciendo mientras me levanto de la mesa para hacer mis deberes:- Kurdrim, nos queda muchas cosas por preparar y hacer antes de partir y el tiempo es limitado, tu compañía me es muy agradable pero debo prescindir de ella pues las obligaciones requieren de mi presencia y actuación, nos veremos en breve. Tenias cosas que hacer y lo primero era darle el toque a Gogri Grimhammer, aunque estaba seguro que no haría falta, era su obligación, así que en cuanto lo vio se acerco a el y le dijo:- Gogri Grimhammer, Soy Girthal, encargado de una misión de vital importancia para el Karak y para toda nuestra raza. Se que Kurdrim ya te ha comentado que nos acompañaras, pero te lo quería decir personalmente, esto es un orgullo para ti y una vital responsabilidad, si lo conseguimos nuestros nombres serán conocidos en la historia, y sino moriremos en el intento. Estaras a las ordenes de Kurdrim en temas tácticos y solo impondre mi rango en casos de magia u otros fuera de la táctica. Ya te dira Kurdrim cuando y donde hemos quedado, pero debes saber que viajaremos en Girocoptero. Dicho esto voy a mi cuarto y empiezo a escribir una carta para los humanos que me menciono Kurdrim, al parecer los mas eficientes eran Hans Grummer y Adalberto de Bilbali, asi que iba dirigida a ellos en la cual decía: Estimado Inquisidor Dieter Von Newman : "El Barbahierro Kurdrim, con el cual tuvieron la suerte de compartir una misión para la erradicación del mal y la corrupción, me ha dicho que son eficientes y buenos en sus profesiones, por lo que si aun tienen interés en eliminar el mal y la corrupcion en compañía de enanos entre los que se encontrara Kurdrim deberían presentarse en el lugar que les detallo abajo* de esta carta donde cogeremos un Girocoptero para llegar a nuestro destino Karaz Azgal, donde nos internaremos para recoger un objeto y erradicar el mal de un Liche. Si Kurdrim esta en lo cierto ustedes son los que necesito para esta mision y estoy seguro que se presentaran en el lugar a la hora acordada, en cambio si Kurdrim esta equivocado no aparecerán, ya sea por que no tienen los suficientes arrestos para enfrentarse a un Liche, o no se consideran a ustedes mismos lo suficientemente capacitados para arrancarle la existencia y mandarlo al otro mundo. Espero sinceramente que Kurdrim este en lo correcto y que ese dia aparezcan allí donde les conoceré en persona." Firmado Senor de las runas, y guardian de Valaya Girthal. Una vez escrita la carta y puesto el lugar donde quedamos, la lleve al sistema de correo rápido donde había unos cuantos girocopteros, allí les dijo que la carta era urgente y de vital importancia para una misión requerida personalmente por el Rey. Les entrego la carta lacrada y comprobó que un Girocoptero salia de inmediato hacia su destino. Llegarian los humanos al lugar donde habían quedado?, la confianza depositada por Kurdrim se vería reforzada? o serian unos caguetas humanos sin arrestos?

La carta llegó como un jarro de agua fria de las montañas, aquellos hombres se merecían un descanso y con creces la lucha con los hombres ratas había sido dura y penosa, pero matar al nigromante fue extenuante. Y es que la sucia hechicería puede sacar las fuerzas del hombre más decidido.

En menos que rueda una nuez de una mesa y cae al suelo, estaban convocados por orden de Dieter Von Newman; -No esperaba esto, pero nuestros aliados enanos piden ayuda por un asunto importante se trata de un liche, no será fácil eso os lo garantizo esos cabrones han tenido muchos años para cultivar toda clase de oscuras hechicerias- lleno unos estilizados vasos de cristal con un fuerte vino tinto, valía la pena compartirlo con hombres así - tomareis el equipo que necesitéis y partiréis juntos en menos de dos horas, allí vuestro contacto será Kurdrim,si, el enano al que salvaste la vida - alargo un pergamino lacrado con su marca personal, para que la intendencia diera barra libre de material al Sr. Otto que a su vez se alegró por un instante al recordar a Kurdrim, pero el peso de conocer a su rival le enturviaba aún el juicio y no le dejó enseñar sus sentimientos encontrados - servirles bien y volver a AltDorf en cuanto podáis toma Otto te encomiendo un nuevo amuleto inquisitorial te aseguro que te matarían por algo así, no sólo por las puertas que puede abrir sino por su valor - era una moneda imperial del tamaño de la palma de la mano tenían engarces y labrados finamente decorados y mantenía como en suspensión la "S" de Sigmar con un cometa con dos colas cruzándolo en su centro - los altos mandos de un ejercito imperial os brindarán ayuda al ver esto, podréis reconocer a su vez a otros inquisidores, y espanta los malos augurios - con un giro de mano sacó un puñado de pergaminos y una bolsa de oro imperial - Hans siento que no esté completo pero tendra que servir podrás estudiar a vuestra futura amenaza. - el saco de oro recayó en Adalberto, aquel hombre hubiera gastado todo ese oro en si mismo egoísta y pendenciero como era, hasta que comprendió que era el corazón de Sigmar firme y templado como sus aceros-. Era un grupo escueto, aunque conociendo a los enanos tendrian todo bien planificado, no sabía a dónde mandaba a aquellos hombres y la verdad que me apenaba separarme de veteranos así, levante la copa: - señores por ustedes apuren las copas- señale con orgullo.

La cabeza me daba vueltas, el ultimo nicromante casi nos mata a todos, las pesadillas nudosas como huesos ya casi habian desaparecido pero la cantidad de malas experiencias habian conseguido sacarme de quicio, y ni el buen alcohol habia conseguido secar aquel dolor. Pero un liche, era algo mas de lo mismo pero no me hacia ninguna gracia.

-Estacas, quiero que cada uno lleve al menos media docena con sigo, no quiero que pase lo de la ultima vez- cuando con una estaca rajada por la mitad y llena de sangre y visceras tuvieron que acabar con el maldito nicromante y su sed de poder, un trozo de madera que cambiara el orden de la zona en los venideros anos - y en ningun caso estar faltos de municion, propondria que cada uno busque algun arma que le sea comoda yo tengo mi fiel ballesta, pero cada uno puede amoldarse a sus necesidades-  cuerda y par de buenas botellas de vino parecia mas que suficiente para un viaje con los enanos.

El intendente miro con ojos como platos a aquellos tres hombres, abrio la puerta de la barra y con un pergamino en mano dijo -serviros como deseeis mis buenos hombres, teneis barra libre de todo lo que podeis portar- una sonrisa adorno aquella frase -solo dejadme apuntar lo que os llevais- sobre todo para tener algo que contar en la taberna tal cual terminara su turno.

El viaje hasta Karak-a-Karak no se dejo esperar y pronto salieron en busca de Kurdrim.

Un odio intenso me abrasa las tripas y mi rostro normalmente impasible se tuerce en un gesto de desprecio al oír el nombre de nuestro próximo enemigo .¿Uno de esos malditos que se burla de la muerte y que mancillan la tierra con su presencia ?.Aunque no nos lo pidiera un viejo conocido  nuestro deber es claro ;sera juzgado y la sentencia de Morr le alcanzara mientras me quede un hálito de vida.  .Apuro la copa en el brindis y luego alargo la mano para echar un vistazo por encima al pergamino .¿Armas ?.Por supuesto que llevar armas es necesario y mi fiel martillo me sera sin duda útil pero el conocimiento sobre el enemigo es otra arma tan o incluso más poderosa .

Con la información aún bailando en mi cabeza  pasamos a la intendencia para aprovisionarnos  , no necesito demasiado así que siguiendo el consejo de Otto me guardo  un par de estacas .Si no están bendecidas ya lo haré cuando llegue el momento si hace falta  .Digo escuetamente antes de dirigirme a Adalberto .Si estas listo  debemos de partir porque la bestia debe de ser destruida lo antes posible