Partida Rol por web

- Última vez que dices una blasfemia. Y tienes esta oportunidad gracias a Niveka. - Le digo de forma brusca y fuerte al gnomo intentando intimidarlo para que tenga más respeto.

El gnomo da un respingo ante tus duras palabras.

Vale, vale, relaja Menelpar, que era coña... Jo, que borde...

- Las blasfemias son algo que me hace enfadar mucho. Por cierto, ¿De dónde has salido tú?

¿Aparte del útero de mi santa progenitora? - el gnomo te dedica una sonrisa socarrona, pero recuerda tus palabras y pone gesto serio - Perdón. Me he metido en este fregado rastreando un objeto que me han birlado y al cabrón que lo hizo. Quiero decir... al "condenado".

- ¿Puedes extenderte un poco más en tus explicaciones? Tal vez podríamos ayudarnos mutuamente, al menos durante un tiempo. Nosotros también buscamos un objeto y al que lo robó, además de a nuestro contratista que se ha perdido en el paso al plano Astral.

A ver como te cuento yo esto sin sonar como un zumbado... - el gnomo se quita momentaneamente el gorro para rascarse la coronilla -. Vino un viejales, así como con pinta de druida, que iba con mazo pájaros revoloteando alrededor y tal... Y me dijo que "debía evitar un acto que condenaría a la paz tal y como la conocemos hoy en día" o algo así en plan apocalíptico. Total, que yo no suelo aceptar encargos de tarados, pero el oro es el oro. Y ahora viene la parte en la que tu eres un tío tolerante y escuchas sin juzgarme, que cada uno se gana el pan como puede - avisa -. La idea es que tenía que robarle un cáliz a un dragonborn verde y esconderlo donde nadie lo encontrara. Y lo conseguí porque soy el puto amo en lo mío - te dedica una sonrisa triunfal -. PERO, ese cabrón averiguó dónde lo había escondido. Te juro por tu dios favorito que mi escondite es imposible de encontrar. Y lo encontró. Y obviamente se lo llevó. Y como orgulloso miembro del gremio de ladrones de las Dagas Voladoras, es mi deber robar lo que me ha sido robado. Total, que siguiendo el rastro y tal acabé pagando una pasta a un mago de tres al cuarto para que me trajese a este plano asqueroso donde nada tiene sentido. Una movida - sentencia, dando por finalizada su explicación.

- Muy interesante como se entrelazan nuestros caminos. ¿Por casualidad no será a Palpazan a quien buscas? Sí es así, parece que nos han contratado a nosotros por tu misión fallida al esconder el cáliz. - hago una pausa.

Umm no ha nombrado a Axelos.

- Por cierto, ¿Quién te contrató para esconder el cáliz y ahora para recuperarlo?

Si, Palpazan - el gnomo frunce el ceño - Era un humano, muy mayor, y parecía más listo de lo que pretendía aparentar. En cualquier caso no me dijo su nombre. Es algo habitual en nuestro gremio, ya sabes: conspiraciones, envidias, "recuperación forzada de préstamos", etc. Lo de recuperarlo es una cuestión de orgullo profesional y por sanar una afrenta que he decidido tomarme como personal.

- Si por donde habéis venido vosotros no hay salida, antes de llegar aquí ví una bifurcación. Podriamos ir por allí. Lo malo... es que Suara fué por allí también.

Has visto a Suara?? Por qué os habéis separado??

No se quien es Suara ni me importa, pero por donde hemos venido encontramos otro acceso al castillaco este - responde el gnomo -. Lo que ocurre es que había un puto dragón esquelético durmiendo en lugar del níscalo ese raro.

Con un gesto de desaprovación le contesto a Niveka:

- Pues los dioses nos marcaron un camino en la bifurcación y ella quiso coger el contrario.

Interesado al descubrir que hay un camino alternativo al de Suara me dirijo al gnomo.

- Interesante, cuentame más. - apoyo mi mano en la barbilla - Yo voto por internar ir por ahí.

Pero no deberíamos dejarla sola! - insiste la goliath

Gigantona, hablas con alguien que le parece más sensato enfrentarse a un dragón esquelético que a un hongo - el gnomo se encoje de hombros -. A mi me la suda por donde tiremos, con tal de que no tenga que ir solo.

- A saber dónde está ahora Suara, a lo mejor está ya dentro desde otra zona. Bueno vale, pensandolo mejor pasamos por aquí.

Saco el escudo y le coloco la gema de aire estando cerca del resto, seguido cojo la maza con la derecha.

- Tranquilo Flok, quédate cerca.

Con todo el tinglado montado me voy acercando a la seta despacio para ver que pása con las esporas cuando tocan la esfera de aire.

Os aproximáis a la zona de emisión de esporas y, para sorpresa de Flok, veis cómo estas os rodean, revelando la forma esférica de la burbuja estanca que crea la gema del aire. Avanzáis hasta el fondo de la sala para descubrir unas escaleras de caracol que descienden.

Bajo por las escaleras sin más miramientos.

Al bajar las escaleras descubrís una amplia sala semicircular, con otras tres escaleras de caracol que ascienden a pisos superiores.

En el centro de la misma, un dragón acaba de reparar en vuestra presencia y levanta la cabeza para observaros:

La parte no circular de la estancia carece de pared, lo que permite observar el exterior:

¡JO-DER! ¿¿Cuantos dragones puede haber en un puto plano en el que, según el folleto, no vive ni un puto alma?? - se lamenta el gnomo

En voz baja me dirijo a Niveka y Flok mientras apunto con le dedo al hueco de la pared.

- ¿Diríais que eso de ahí es el Yermo Astral? Nos han dicho que vayamos al Yermo pero no tengo ni idea como es.

Avanzo un par de pasos hacia el dragón para que me vea bien y carraspeo.

- *Cough* *Cough* Hola. Soy Menelpar, de los mil dioses. Mis compañeros estamos un poco perdidos.