Partida Rol por web

- Eso de Grim no lo veo muy logico ¿llevamos a un enano prisionero de paseo con nosotros?. Y si cuentas la verdad y dices que somos un grupo de mercenarios que buscamos trabajo ya sea limpiando la zona de bandidos, de hombres bestias o de lo que sea. Ademas ¿Y a Jaime lo llevamos prisionero tambien o que? -

Sumidos como estaban en algún tipo de nueva discusión, como parecía ser ya casi una costumbre entre los miembros del Clan de la Sombra Lunar, los compañeros de Grunt apenas si notaron el regreso del enano, y la mayoría solo reparó en él cuando su achaparrada figura salió por fin de entre el oscuro follaje para acercarse al carro.

- Hey, hey, hey… la voz, camaradas… - murmuró por lo bajo el improvisado batidor mientras se acercaba despreocupadamente al grupo - Que vamos a despertar otra vez a ese inmundo sacerdote de no-se-quién y sus lamentables emboscadotes…

El enano se permitió sonreír socarronamente ante su jocoso comentario, adoptando también un aire relajado y divertido. En verdad, lo que encontraba particularmente gracioso era su situación personal.

Su actuación como rastreador furtivo había sido una verdadera fantochada, y lo más probable era que todas las criaturas en varios días a la redonda se hubiera percatado de su estruendosa presencia. Había tropezado, trastabillado y resbalado en innumerables ocasiones durante su sigilosa marcha, acompañando por lo general cada contratiempo con sonoras maldiciones y juramentos, y hasta estaba bastante seguro haber estornudado un par de veces mientras se encontraba en plena misión.

Sin embargo, ninguna de sus desprevenidas presas había tomado nota de ello. O, al menos, eso era lo que parecía. En cualquier caso, el enano no era de los que se preocupaban demasiado por investigar los extraños capricho de la fortuna.

- El puesto de guardia no está muy lejos. Será mejor apresurarnos. Con algo de suerte, tal vez hasta podamos pasar sin llamar la atención…

- Verán, hay algo extraño allí. Apenas si pude ver tres o cuatros vigilantes, todos ellos profundamente dormidos. No quise arriesgarme demasiado, pero creo que podría haber bailado sobre sus espaldas y no lo habrían notado. Quizás estén borrachos o algo así.

- Como sea, no hay rastros de los demás. No se donde andará el resto de la guarnición, pero tampoco quiero averiguarlo. Si nos damos prisas, hasta podríamos someterlos si fuera necesario…
 

Dorrmidos...¿o muerrtos?

Parece que los peligros acechaban a cada momento, incluso entre los componentes de un puesto fortificado. Podría tratarse de un ataque pielverde, o de más de esos sacerdotes, aunque eso último era más improbable. En ese momento lamentó haber arrojado el libro.

¿Había fuego? ¿Hoguerras, antorrchas?

El enano se apresuró a treparse de nuevo al carro antes de afrontar las miradas inquisitivas de sus compañeros. Una vez allí, se arrebujó en un rincón y comenzó a frotarse los brazos con vigorosos movimientos.

Aunque había llevado su recién ganada capa de abrigo, lo cierto era que el clima se había vuelto bastante fresco por aquellas horas del final del crepúsculo. Sobre todo luego de una furtiva caminata por el descampado. O quizás solo fuera la ominosa sombra de las montañas cercanas lo que conseguía producir aquel leve castañeteo en los dientes del enano.

- No, solo dormidos. – respondió rápidamente al norsca mientras se calzaba de nuevo su chaqueta de cuero. – Sus ronquidos podían escucharse desde una buena distancia.

- Sobre todo el que provenía de la torre del vigía. Seguro que el pobre diablo ni se enteró de que estuve husmeando por allí. Los otro tres estaban en el edificio principal, todavía mejor acomodados. Supongo que no debe ser un puesto muy transitado, después de todo.
 

- En ese caso no es necesaria la mentira , no nos quebremos más la cabeza urdiendo la treta y pasemos del puesto de largo, aunque... el hecho de que los guardias estén dormidos me parece preocupante, no es la primera vez que observamos eso en un puesto de vigilancia.

Desde mi posición, oteo en dirección a la torre de vigilancia, y después hacia el derredor, en espera de captar algo.

MMM es verdad que es muy raro que los guardias esten dormidos, propongo que no derrochemos la historia de Valdia, lo de que yo sea un prisionero seria un problema ya que quien mas conducira el carromato? Podemos sin embargo decir que me contrataron para llevar el carromato, despojandome de mis ropas y colocandome unos harapos podria pasar por un cochero cualquiera- Aconseje a mis compañeros tratando de hacer la historia mas creible y en espera de su opinion.

Lorantha dio por concluido su trabajo y salió a la carrera para dar alcance a sus compañeros. Debido a la pesada carga del carro y a los profundos surcos de las ruedas, en ocasiones, donde el terreno era más blando, solo había podido reducir la marcas dejadas, pero bien sabía que un buen rastreador no tendría problemas en seguir aquellas rodadas. - En fin, había hecho todo lo que había podido.- se dijo a si misma, mientras sus zancadas, una tras otra le conducían hacia el grupo y por ende hacia la frontera del imperio.

Cuanto más mentimos más difícil me rresulta rrecordarr todas las mentirras -opinó el norsca-. Si nadie se ofende optarré porr quedarrme callado y dejarr que otrros hablen.

-Nadie hablara camarada, solo nuestro compañero Bretoniano...pero preparate si te preguntan algo, debes sonar unque sea algo convincente.- Sugiero a nuestro compañero Trojan.

- Trojan, camarada… - agregó finalmente el enano mientras se acomodaba en el pescante del carro - Creo que todos estamos en la misma.

- No hay ninguno aquí con una lengua de plata particularmente afilada y hábil para las mentiras. Así que lo más probable es que empecemos a confundirnos y a contradecirnos entre nosotros, y que nos volvamos más sospechosos todavía. Yo iría a lo seguro, o sea, con la verdad. Que nos atacaron una bandidos y los pusimos a criar malvas.

- De todos modos, hagan como prefieran. No creo que tengamos muchos problemas. Los del puesto de guardia no parecían muy ansiosos por encontrar una buena pelea.

- Además, somos muchos, y está claro que podemos defendernos. Lo más probable es que nos dejen en paz. Y eso si realmente llegamos a despertarlos, cosa que dudo.

Para concluir, el enano palmeó un par de veces el asiento vacío que tenía a su lado, donde debería de ubicarse el conductor del carro. Mientras lo hacía, observaba con gesto divertido a su compañero Grim.

- Y bien amigo, tú eres el experto. Pon en marcha esta cosa y terminemos de una buena vez con todo esto. La Gloria no va a esperarnos por siempre…
 

 - Estoy de acuerdo, con una buena verdad a medias es la mejor manera de tratar de salir de esta, sin meter la pata con lo que se dice...

No puede evitar mostrarse de acuerdo, el honor de su casa siempre prevalecía: , decía su padre y era una gran verdad... casi siempre-

- Estoy de acuerdo compañero, quizás la verdad sea lo más acertado. Preferiría no mentir, aunque aceptaré lo que decida la mayoría claro.

Es lo que llevo diciendo los últimos setecientos millones de leguas...

-Bien entonces, nadie hable a menos que le pregunten y traten de sonar lo mas convincentes que puedan, nuestro éxito depende principalmente de ti caballero, esperemos logres convencer a los guardias y que estos no quieran preguntar de mas..demonos prisa antes de que nos vean y se les haga sospechoso vernos aquí parados- Sin decir mas espero a que todos suban al carromato y avanzo lentamente par vernos como viajeros cualquiera. No sin antes quitarme todas mis pertenencias que revelen mis orígenes y de envolverme en un manto harapiento para asemejarme lo mas posible a un cochero contratado, inclino la cabeza para no hacer contacto visual y dejo todo en manos del Bretoniano.

- Vale, vale. Lo que vosotros querais pero sigamos ya de una vez que me parece exagerada esta discusión - y tras decir eso Walter apoyo la cabeza contra la madera del carromato y fingio que dormitaba pero eso si con su alabarda tendida a su lado por si era necesaria

Avanzando a un ritmo semilento, el carromato se desplazaba por el camino que se  adentraba en el paso de fuego negro. El grupo no se dirigió directamente hacia el puesto de vigilancia, si había alguien allí consciente, les harían el alto.
Atentos en cada momento a cualquier cosa que pudiese ocurrir en los alrededores, el grupo pasando a un lado de la guarnición observaba fijamente como esta se mantenía en silencio, no parecía que los guardias fueran a despertar fácilmente.
Tras dejar aquella guarnición unos 100 metros atrás el grupo se detuvo a mirar atrás y hacia los alrededores. Se encontraban ya en el paso de fuego negro, la dura jornada parecía estar finalizando, pero bien sabían ellos que realmente estaba empezando. Lo que hasta ahora había sucedido no eran mas que hechos intrascendentes con parados con lo que les esperaba... o no lo eran?
Atrás todo parecía en completa normalidad, nadie se había despertado al parecer. Aunque algo un tanto inesperado llamo su atención. Nathan estaba a lo lejos observándolos. Se encontraba montado en su corcel algo separado del camino, por lo cual no lo habían visto, pero este si a ellos y de hecho ahora inerte los miraba fijamente. De Lorantha aun no había rastro alguno.