Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 3: Bree

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13/05/2017, 12:17
Rossuon Pairaniar

La mente del noble percibió el movimiento de la espada a cámara lenta, registrando cada fotograma para no olvidarlo nunca. Hasta que la hoja se incrustó en la cabeza del elfo... 

- ¡No! - fue lo único que pudo articular.

Dudó al ver como el cuerpo de Mithdúlin se desplomaba inerte, refrenando un poco el ritmo. En aquel momento solo la inercia y la educación militar recibida en su familia consiguió que no diera la vuelta para correr en dirección opuesta. Habían más vidas en juego. Aunque su rostro lo decía todo...

Al alcanzar el combate alzó su escudo y se preparó para ayudar a sus compañeros. 

- Tiradas (1)
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13/05/2017, 12:56
Rossuon Pairaniar
Sólo para el director

La duda bastó al joven noble para no querer entrar en combate directo. Temía ser el siguiente en caer, como había estado a punto en los anteriores enfrentamientos. O al menos eso creía él. 

La urgencia de los acontecimientos le forzaron a una decisión rápida. Quería conseguir tiempo. O, mejor, concluir con el enfrentamiento obligándoles a huir. Le vinieron a la mente las campanas de la ciudad sonando para dar la alarma. Se concentró y esperó que la tensión del momento jugase a su favor.

Aquellos malhechores podían haber comprado a un par de guardias para cubrir sus fechorías, pero dudaba que toda la guardia estuviera a su favor. Aunque estos pensamientos no llegaron a formarse con nitidez en su cabeza, no tenía tiempo. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que no voy a plantearme nada muy complejo y me quedo con las campanas, que tampoco es que Rossuon tenga mucho tiempo para pensar. 

Aplico: -30 (por no prepararlo) +2 (BO hechizos básicos) -1 (nivel hechizo). 

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15/05/2017, 02:27
Thund

NOOO!!!, HIJOS DE ANGMAR!!! OS MATARE!!!!! Grito Thund mientras intentaba correr mas deprisa al ver caer a su compañero en la lejanía, pero no se si seria la fuerza del grito o el cansancio acumulado que no avanzo mucho.
La vida era dura, ver caer a compañeros sin ni siquiera tener la posibilidad de vengarlos.

- Tiradas (1)
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15/05/2017, 09:19
"Aceroamargo"

Aceroamargo observó impotente la caída de Mithdulin, aquel elfo amable y alegre cuya vida era segada cruelmente mucho antes de haber sido vivida en plenitud. Pues incontables eran los años que los eldar vagaban por Arda. Gritos de rabia y consternación se escucharon a su espalda, pero el joven Numenoreano no tenía fuerzas para poner su rabia en palabras, tenía que concentrarse en el dolor de su pie para intentar llegar al combate antes de que otra desgracia ocurriese. Pero impotente, observaba que cada vez le costaba más y más avanzar con rapidez en el estado en el que se encontraba.

- Tiradas (1)
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15/05/2017, 18:21
Hunkel Saeta de Hierro

Ante la caída del elfo, el enano no tenía nada mas que hacer para sus adentros que maldecir, simplemente no se lo esperaba, ¿como había pasado todo ello?, si no se daban prisa mas de ellos morirían. Había que llegar con los demás pronto y empezar a pelear. Por ello el enano continuo con su carrera acercándose cada vez mas al flanco derecho de la calle, a fin de tener un buen ángulo de tiro.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Si de milagro avanzace mucho, nunca me acercaría a mas de 10m.

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16/05/2017, 00:33
Aeth Umbradacil

Absorto como estaba en su propia lucha, Aeth no se llegó a percatar de que el elfo había sido herido de gravedad hasta que de repente lo vio tirado en el suelo, mientras el soldado causante de ello se erguía a su lado con la espada bañada en sangre.

Tal vez fuera un elfo, pero se trataba de un simple bardo, alguien prácticamente inofensivo que se había visto involucrado sin ni tan siquiera haber dado su promesa para proteger a la dama como el resto de mercenarios. Algo se retorció dentro de Aeth cuando recordó la primera vez que vivió de primera mano un espectáculo similar a causa de la guerra. Alguien indefenso perdiendo su vida inútilmente.

Con un gruñido Aeth blandió su maza, pero el dolor del hombro le atenazó el brazo en aquél preciso instante, impidiéndole hacer nada más que retorcerse de dolor.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Vuelvo a asignar toda mi BO a mi BD, y ataco.

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19/05/2017, 21:08
Eoden

-¡No! ¡Mithdúlin! -Gritó el eothraim al ver por el rabillo del ojo como el elfo se desplomaba con un gran tajo en el lateral izquierdo de su cabeza.

Eoden explotó convertido en una furia terrible y arremetió con todas sus fuerzas contra el soldado que había matado a Mithdúlin, no le importaba dejar su lado descubierto, quería vengar la muerte del elfo por manos de aquellos desertores faltos de honor, ladrones y embusteros que les habían guiado hasta la posada para después robarles a placer.

- Tiradas (3)
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19/05/2017, 21:41
Director

Thund continuaba pagando el precio de llevar a cuestas todo el peso de su armadura, cansado, sin avanzar mucho y con la impotencia de no poder ayudar a sus compañeros, avanzaba lentamente intentando mantener el equilibrio en el peligroso y resbaladizo suelo. Aceroamargo era adelantado por Hunkel, pues el numenoreano comenzaba a pagar el sobre esfuerzo realizado anteriormente, cuando había avanzado a toda velocidad con su pie maltrecho. Y Hunkel se colocaba a quince metros del combate tras un gran acelerón final provocado por la muerte del elfo.

Rossuon, tras una larga carrera, consiguió alcanzar la zona de combate y alzó su escudo para prepararse por si recibía algún golpe por parte de los soldados que luchaban contra sus compañeros. Eoden, se movió rápidamente para posicionarse junto a Aeth y descargó su espada con tal fuerza sobre el soldado que había matado a Mithdúlin que a éste no le dio tiempo a reaccionar. La espada del eothrain se clavó en la cabeza del soldado del mismo modo que anteriormente había ocurrido con el elfo, de ese modo, Eoden logró vengar la muerte de Mithdúlin otorgándole a su verdugo el mismo destino.

El rival de Aeth fue a golpearle pero el explorador logró desviar su ataque con la maza; no pudo, sin embargo, conectar un buen golpe con el que contraatacar con su maza. El otro soldado, el primero al que Eoden había dejado aturdido, se lanzó sobre él aprovechando que Eoden se había olvidado de su presencia para vengar al elfo, pero su ataque no fue demasiado contundente y falló sin lograr alcanzarle.

El soldado restante, continuaba aturdido por el anterior golpe de Eoden, trataba de recuperarse pero no podía hacer nada salvo posicionar su espada por delante para evitar un nuevo golpe. Respiró aliviado al ver a Eoden corriendo hacía un lateral para atacar a otro de sus compañeros, pero lo que no imaginaba era que un profundo puñal se iba a clavar en su espalda sin que pudiera hacer nada para evitarlo. La fría hoja perforó la armadura de cuero por la parte más blanda y débil de ésta y se hundió en la carne del soldado provocando una terrible hemorragia. La autora de aquella puñalada había sido Melyanna, quien armada con su daga se había levantado del suelo para atacar a sus raptores. Todos le habían dado la espalda, olvidándola por completo y tomándola por una dama indefensa, lo que para sorpresa de todos, su escolta incluida, no era en absoluto.

En ese mismo instante, unas campanas comenzaron a sonar con fuerza, perfectamente audibles para quienes se encontraban en medio del combate. Era el sonido de alarma de la ciudad, lo que apresuró los movimientos de los soldados.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Eoden consigue crítico C y pieza.
Melyanna consigue crítico E.

Posición combate: 275.
Rossuon recorre 25 metros. Posición actual: 275.
Hunkel recorre 45 metros. Posición actual: 260.
Aceroamargo recorre 7 metros. Posición actual: 244.
Thund recorre 3 metros. Posición actual: 120

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21/05/2017, 18:47
Rossuon Pairaniar

Rossuon se sintió más seguro al ver caer otro enemigo, lanzándose con energía contra el hombre al que enfrentaba Aeth. En un rápido vistazo creyó que era quien más ayuda necesitaba. Sobretodo tras ver el último embate de Eoden y la puñalada sorpresa de Melyanna. ¿Había estado esperando este momento desde que la sacaron en volandas de la posada? 

El noble trazó una estocada antes de volver a alzar el escudo. La batalla empezaba a decantarse a su favor, pero el precio ya había sido demasiado alto. No podía permitir que se encareciera aún más...

- Tiradas (3)
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21/05/2017, 23:37
Aeth Umbradacil

Aeth se defendía a duras penas de su atacante, retorciéndose entre dolores intentando no ser alcanzado de nuevo. No habría sido capaz de aguantar mucho más si de repente la figura de Rousson, que apareció de no se sabe donde, arremetió cargando bruscamente contra el soldado.

Podría haber abandonado la pelea entonces y concentrarse en reponerse de la herida, pero aún sentía la sangre caliente de furia y se unió a su compañero. Tal vez no fuese capaz de presentar batalla dignamente, pero aún podía estorbar a su adversario y volver la lucha más fácil para Rousson - ¡Mejor que vuelvas a echar a correr, bastardo, mientras aún puedas! - gritó al tiempo que agitaba la maza exageradamente para intimidar al soldado.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Vuelvo a sumar toda mi BO a mi BD

Se me ha olvidado añadir el (-20) al ataque, aunque en cualquier caso no podría hacer gran cosa.

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23/05/2017, 00:30
Hunkel Saeta de Hierro

Hunkel, recargado en la pared de un edificio en el costado derecho de la calle donde combatían, se apresuró a tomar su ballesta y recargarla sin prestar completa atención a lo que acontecía en batalla pues no quería que el dolor que sufriesen sus compañeros le distraje de su verdadera tarea. Aunque ciertamente veía el desenlace de todo aquello muy difícil puesto que eran pocos y varios compañeros de armas se habían quedado atrás, incluyendo a los duros enanos que buena falta les hacían en aquellos momentos.

Notas de juego

Director, cuanto me tardo en recargar?

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23/05/2017, 19:15
"Aceroamargo"

El tobillo torcido pasaba factura a Aceroamargo que veía como sus compañeros le sobrepasaban. Rossuon incluso parecía haber llegado a la altura del combate y Hunkel preparaba su ballesta. El Numenoreano por su parte redobló sus esfuerzos por llegar hasta donde estaban Aeth, Eoden, Rossuon y el caído Mithdulin, pero el dolor de su pie se lo ponía difícil.

- Tiradas (1)

Notas de juego

No salgo de la racha de tiradas pésimas...

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27/05/2017, 17:53
Thund

El enano continuó la carrera, ya sintiéndose mojado tanto por fuera con esa lluvia inclemente, como por dentro de la armadura, debido al sudor, el peso y el sobresfuerzo.
 

- Tiradas (1)

Notas de juego

PNJ

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27/05/2017, 18:29
Eoden

Tras matar a uno de los soldados, cobrando así venganza por la muerte del bardo, Eoden se volvió hacía el rival contra el que cruzaba espadas desde el comienzo del combate. Vio como la espada del soldado pasaba lejos de él en el anterior envite y flexionó las rodillas dispuesto a moverse rápido y lanzar un golpe fuerte que terminara con otro de aquellos desertores.

- Tiradas (3)
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27/05/2017, 18:33
Director

Thund había quedado demasiado rezagado, pues la mayoría de sus compañeros ya se encontraban en el combate, plantando cara a los secuestradores de la dama. El enano tampoco se había enterado de que Melyanna, armada con una daga había presentado batalla y apenas sí pudo ver como caía uno de los captores por el poderoso golpe de Eoden. Aceroamargo, cansado y dolorido por el sobresfuerzo, tampoco lograba recortar mucha distancia, y veía apenas a unos metros como transcurría todo. Hunkel, por su parte, se colocaba pegado a la pared para ganar algo de ángulo y se apresuraba en preparar el complejo mecanismo de carga de su ballesta.

Rossuon cargaba hecho una furia contra el soldado que se enfrentaba a Aeth para darle algo de respiro al dorwinrim. El soldado, que ya estaba preparando un nuevo ataque contra Aeth, trató de esquivar la espada de Rossuon que le golpeó en un costado sin lograr penetrar el cuero de su armadura pero dejándole sin aliento un instante por la dureza del impacto. Eso hizo que el soldado fallara su ataque, nuevamente interceptado por la maza de Aeth. Aunque esta vez el dorwinrim vio como el filo de la espada rival pasaba demasiado cerca de él.

Eoden, se enfrentaba de nuevo al primer soldado contra el que había entablado combate y lograba abrir su defensa y clavar la punta de su espada en el hombro del brazo que sostenía la espada. El soldado sintió una punzada de dolor como un calambre recorriendo todo su brazo y sintió como la sangre manaba de su hombro, aquello le impidió realizar un buen movimiento para contraatacar en condiciones.

Las campanas seguían retumbando sobre sus cabezas, el soldado que encaraba a Aeth y Rossuon se vio superado en número y miró a su alrededor para solicitar algo de ayuda. A sus pies yacía el soldado que Eoden había matado y pudo ver como sus otros dos compañeros estaban comenzando a fallar, uno malherido y aturdido tras la puñalada de la dama y otro cediendo terreno frente a Eoden. Lo que vio en ese momento le dejó de piedra: una especie de rayo de fuego surcaba el cielo en su dirección, pudo apartarse lo justo como para verlo pasar y sentir el calor que desprendía en su rostro. El rayo impactó en un barril cercano que comenzó a arder. El soldado no se explicaba que clase de brujería era aquella, pero sintió un profundo miedo. Algo silbó en el aire y una flecha impactó en el muslo del soldado que luchaba contra Eoden, clavándose profundamente en la carne. 

-¡Huyamos! - Gritó el soldado haciendo caso del consejo de Aeth, asustado ante la situación desfavorable a la que se enfrentaba. -¡Olvidad el cofre y a la chica!.

Apenas se dieron la vuelta, varios soldados más corrían al encuentro. Pero en esta ocasión se trataba de la guardia de la ciudad. Armados con lanzas, dos guardias se acercaron a evitar que huyeran los soldados. En un principio su intención era frenar el combate y detener a todos los implicados, pero reconocieron a los soldados desertores.

[color=#8300A8]-¡Son los desertores que buscaban! ¡Quietos!. -[/color]Advirtió uno de los guardias de la ciudad empuñando su lanza hacía ellos. Los desertores se vieron superados y lanzaron sus espadas al suelo alzando las manos y suplicando cobardemente perdón.

-¡Piedad!. - Suplicó el asustado soldado. -Os ruego vuestro perdón. -Le dijo a Aeth. -Sólo somos unos pobres soldados de la guardia real que han perdido la razón por culpa de la guerra cercana. Nos hemos visto obligados a vagabundear y robar por culpa de esta miseria. Sed clementes, os lo ruego.

- Tiradas (7)

Notas de juego

La ballesta tarda dos asaltos (este asalto, el siguiente, y podrías atacar). en cargar y no tiene opción de tirar con modificador negativo.

Eoden consigue crítico C.

Posición combate: 275.
Hunkel posición actual: 260.
Aceroamargo recorre 4 metros. Posición actual: 248.
Thund recorre 9 metros. Posición actual: 129

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27/05/2017, 19:28
Eoden

Eoden también sintió el calor de aquel extraño rayo de fuego que había cruzado la calle desde las alturas. Sorprendido dirigió su vista hacía lo alto de los edificios, pero la lluvia le impedía ver nada. La situación en el lugar le devolvió a la realidad, al ver como la guardia de la ciudad hacía al fin acto de presencia y los cobardes soldados se entregaban finalmente.

-Estos hombres de aquí querían raptar a nuestra protegida. -Explicó hacía los guardias armados con lanzas para evitar que les confundieran a ellos con los culpables del alboroto. Afortunadamente, parecieron reconocer a los desertores. Eoden mantenía la espada apuntando hacía los soldados, por si se atrevían a hacer otra locura y tras sus explicaciones no pudo evitar soltar una carcajada.

-¿Tanta miseria os hace robar un cofre cargado de ropas de mujer?-  Por lo visto el cofre que los secuestradores se habían apresurado en afanar era el que se encontraba en la habitación de Melyanna y Matha, y estaba ocupado por sus vestidos y demás efectos personales.

-Cobardes. -Añadió después, ya más serio, con desprecio reflejado en su rostro.

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29/05/2017, 14:29
Rossuon Pairaniar

Rossuon se sobresaltó ante el impacto del rayo, girándose de inmediato en busca de su origen. La intensa lluvia limitaba sus sentidos. Temió convertirse en el objetivo de los ataques, pero el intento de huida de los desertores y la aparición de la guardia mitigaron sus miedos. Aquella reacción no indicaba la llegada de refuerzos. 

El estruendo de las armas cayendo al suelo y las palabras que reclamaban clemencia irritaron al joven noble. 

¡No merecéis nada! - rugió con rabia. Refrenando sus ganas por arremeter contra ellos y limitándose a apuntarles con su arma. Casi deseaba que se moviesen para poder justificar una estocada. - Han asesinado a nuestro compañero. - miró a los guardias. - Espero que sean ajusticiados. - sus palabras transmitían la autoridad de quien está acostumbrado a que se cumplan sus palabras. Por desgracia para él, allí su apellido no tenía la misma importancia que en su ciudad natal. 

Se llevó una mano a la cara, donde aún recordaba el calor de aquel rayo de fuego. 

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29/05/2017, 14:33
Rossuon Pairaniar
Sólo para el director

A Rossuon no le cabía duda alguna, aquel rayo debía de ser un hechizo. Se preguntó si llegaría a conocer al mago que lo había invocado. Recordó al mismo tiempo su hechizo. Su ridículo truco de ruido que aún tronaba en sus oídos. Quiso pensar que había ayudado a la aparición de la guardia, pero no podía estar seguro. No pensaba que se fuera a oír a la distancia suficiente. 

Lo que era seguro es que ya no era necesario. Buscó el momento oportuno, el silencio tras una campanada, e intentó apagar el efecto de su sortilegio. Mirando alrededor para comprobar si alguno de los presentes albergaba alguna sospecha del origen de la alarma. 

Notas de juego

¿Puedo finalizar el hechizo cuando quiera? 

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01/06/2017, 00:33
Aeth Umbradacil

-¡Piedad!. - Suplicó el asustado soldado. -Os ruego vuestro perdón. -

Aeth apenas si se dio cuenta de que se estaban dirigiendo a él. A la llegada de los soldados y con la rendición de los desertores había retrocedido un par de pasos, bajado la guardia y por primera vez pudo dedicar un momento a cuidar de sus heridas. No respondió hasta que no alzó la mirada y vio el rostro del malnacido que había estado a punto de ensartarle con su espada gimoteando de miedo.

- ¿Pretendías robar, secuestrar y matar y salir indemne? - le preguntó al desertor con sorna y una satisfacción mal disimulada antes de espetarle su respuesta. - Haber huido más rápido. -

En situaciones normales se habría puesto los vendajes él mismo, pero le temblaba el brazo herido y estaba aturdido por el cansancio. - Eh, soldaditos. - se dirigió a los guardias de la ciudad - He acabado herido haciendo vuestro trabajo ¿No llevaréis a un buen matasanos con vosotros? ¿y de donde ha salido esa bola de fuego? - preguntó por último, tan desconcertado como los demás

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02/06/2017, 01:25
Hunkel Saeta de Hierro

Hunkel realmente no se esperaba la repentina ayuda, y de hecho aun cuando era benéfica, llegaba muy tarde, uno de ellos había muerto, y eso era irremediable ya. Por ello avanzando hacia los ya rendidos ladrones, apunto con su ballesta directamente a uno de ellos con la clara intención de atravesarlo y saldar un poco las cuentas. Y no es que realmente estimase al elfo, no realmente, pero era parte del mismo grupo, y le dolía la forma en la que todo se había suscitado.

Ahora la batalla había terminado, y el enano esperaba explicaciones, pues realmente estaba seguro de haber caído en una trampa y no sabía en aquel momento si confiar en el resto de guardias de la ciudad. Si tuviese la oportunidad, preferiría llevarse a los prisioneros con él e interrogarlos personalmente. No obstante, quizá eso no sería posible, por lo que clamar por un poco de justicia no estaría mal.