Partida Rol por web

Si Rong, puedes actuar sin problemo.

Talitha estaba pasando unos malos momentos, quizá los nervios la impidiesen concetrarse adecuadamente en su tarea y por ello las yeguas no estaban dando lo mejor de sí. Rong y Ulfner se pusieron a aligerar la carga e intentar entorpecer el avance de sus perseguidores. Por desgracia, el diabólico ser esquivó el fardo que se le venía encima. Dos monstruos más atravesaron las llamas y como si fueran ligeros como el viento, para lo grandes que son, se pusieron a la altura del carro. Los aventureros observan los viscosos ojos del demonio cuando este intenta apresar el carro y detenerle con sus poderosas pinzas. Por unos segundos el carro casi se detiene, el escorpión tensa sus pinzas, pero las poderosas yeguas hacen valer sus magníficos músculos y la carrera continúa...

Uno de los escorpiones nos alcanza y nos intenta cazar y casi lo consigue, pero deja la guardia baja y aprovecho para intentar darle un golpe y con un poco de suerte dejarlo dañado, pero el traqueteo del carro me desestabiliza y hace que me caiga en el carro, me levanto para ver continuar vaciando el carro por que creo que se me daba mejor

Cuando la pinza del monstruo intenta asir la carreta, Rong Wei no se lo piensa un minuto e intenta dañar, armado únicamente con sus guanteletes, la defensa estructural de su enemigo para que lo suelte. Sin saber si ha sido su ataque o simplemente la fortuna la que provoca que el escorpión retire su apéndice, el sabio se incorpora para ayudar al pelirrojo guerrero a levantarse y tirar otro barril que aligere la carga y con suerte aplastar a tal horrendo bicho.

- ¡Este servirá! – Exclama asiendo el siguiente barril de roble lleno de víveres para el viaje.

Me pongo de pie apoyandome en el espadón  y sin bajarme del carro intento golpear  a los escorpiones que nos han alcanzado .No es  que sea la situación mas adecuada del mundo  y a duras penas consigo mantener el equilibrio tanto es así que cuando ataco con el espadón  por por poco me voy detrás de la pesada arma y acabo mordiendo el polvo .

Hacer todo ya, el ataque de oportunidad y el turno. Así que Ulfner, tira fuerza si vas a tirar cosas. Recordar elegir un objetivo concreto.

Adelante. Hazme una tirada de ataque con destreza en vez de fuerza, el resultado será la tirada de salvación que haga el escorpión para no perder media acción el siguiente turno.

- Viendo que el sol está a nuestras espaldas, saco de mi mochila un pequeño espejo de acero, el cual sostengo firmemente y lo dirijo hacia los ojos del escorpión que está a nuestra derecha, intentando cegarlo

Talitha mira hacia atrás rápidamente, para descubrir que el escorpión que ha enganchado el carro se suelta y se entretiene por unos segundos con unos trozos de madera...maldice no tener a mano su arco, aunque con todos sus compañeros en la línea de tiro podría hacer más mal que bien.

Decide volver a espolear a los caballos, aunque estos están algo nerviosos por la presencia tan cercana de los monstruos.

Mi primer intento de acabar con uno de los escorpiones que atacaban el carro casi termina conmigo por tierra pero en cuanto consigo acostumbrarme a combatir en movimiento dejo caer la hoja con todas mis fuerzas.Revienta engendro del averno .

La presa que realiza el asqueroso bicho le deja expuesto y, aunque los aventureros intentan golpearle por todos lados, la armadura rebota todos los ataques, pero... Iona desenfunda un pequeño espejo de mano y dirige contra los ojos del ser la luz del sol. La ladrona, y todos sus compañeros, ven como el monstruo levanta sus pinzas cubriendo sus sensibles ojos de la fuerte luz que le hiere, de hecho esto le hace correr hacia delante sin poder hacer más que evitar la luz. Talitha azuzó a las yeguas dejando atrás a uno de los seres que no puede seguir el ritmo, pero a pesar de ello los otros dos siguen pegados al carro. Ulfner y Rong lanzan carga contra el escorpión que se acerca por la derecha impactándole de lleno, provocando que el carro se le adelante con una ligera ventaja. Zelata, después de levantarse, recoge su espadón y lanzando una poderosa estocada contra el demonio que se cubría la cara traspasa sus defensas provocandole una fea herida en su espalda que termina por rematarle cayendo al suelo estrepitosamente por la inercia de la carrera. Ante vosotros empieza a vislumbrarse cada vez más luz... parece que la salida del desfiladero está muy cerca...

Reavivado su entusiasmo gracias a la esperanza que llegaba en forma de luz, la exploradora espoleó a los caballos una vez más, ya haciéndose a las riendas y a las bestias de tiro...esperaba que los escorpiones no se separaran demasiado de su nido, y que dentro de poco estuvieran a salvo.

Habría que mirar las heridas de Zelata, que supuraban veneno...pero le preocupaba ahora que los rumores sobre aquel oásis no fueran ciertos