Partida Rol por web

Solo dos días de marcha separan el oasis de la antigua ciudad de Korsul. El viaje se produce sin incidentes y lo que es más importante, ausente de lobos merodeadores. Cuando llegáis a la ciudad, al atardecer del segundo día, la vista es desoladora. Arena y más arena cubre los restos de edificios que antaño fueron majestuosos, ahora derruidos como vestigio de una gloria pasada. La antigua muralla está derruida y sus bloques aparecen esparcidos sin orden alguno entre la arena. El polvo del desierto se os mete en las fosas nasales mientras camináis por lo que antaño eran calles llenas de vida. Todo está en calma... La ciudad está muerta. 

La joven muchacha dirigía al grupo como podía por las calles de la Ciudad Perdida. Llegar había sido fácil, sin incidentes y sin desperdiciar las muchas provisiones que habían conseguido...por ello Talitha creía que sería aquí cuando encontrarían dificultades, y más aún con las historias que habían oído...esperaba que Rong Wei descubriera gracias al libro una forma de atravesar la ciudad de forma segura.

Aunque parecía un trabajo sencillo, Talitha tenía la sensación de que encontrar esa estatua iba a ser un trabajo más difícil de lo que pudiera parecer...

- Si no se os ocurre nada mejor podríamos buscar la biblioteca, puede que allí haya algo de información sobre la ciudad en sí y sobre dónde estaba y para qué servía esa estatua - Propone mientras se anuda un pañuelo en torno a la boca y la nariz para evitar el polvo.

Rong Wei contempla la arcaica ciudad con una mezcla de fascinación y pena, como siempre que la fortuna le sonríe y es capaz de admirar los ajados testimonios de otras eras.

Se reclina en el asiento del carromato y al girar su cuello nota el peso del talismán que le brindó la joven halcón. De pronto, Talitha detiene su montura, Brisa desértica.

- Sí, no será muy difícil de encontrar, a no ser que esté enterrada, ya que según Tarik es roja y está decorada con llamas, y en teoría tiene un búho a sus puertas, además debe de ser el único edificio más o menos intacto… Pero recordad, id con precaución, no sé si creerme todas las historias que nos ha contado, pero no está de más ir prevenidos, según él la ciudad no está vacía -

Tras la advertencia baja de la carreta de un salto y cogiendo su bastón se apoya en él para continuar hablando.

- Además, indagando en el libro he podido concluir que hay algo de gran poder aquí dentro. Por una parte, algo que es capaz de extraer poder de lo que lo rodea y desencadenar una catástrofe, como la que aconteció cuando los aqueronios invadieron la ciudad, basada en fuego. Por otra parte, tanto la biblioteca como el objeto que buscamos están relacionados con el estudio o la veneración de las estrellas. Y por último, las gentes de Korsul tenían una extraña religión, existe un Él, un dios con el que se comunicaban y el cual se marchó. Creo que este ser considera impuros o pecaminosos ciertos aspectos del hombre, el cual puede purgarse mediante fuego, uniéndose así con su dios, o al menos purificarse.

Es todo bastante vago, ya que parece que el que escribió esto, – Dice el sabio golpeando con la mano la colorada tapa del libro – era muy aficionado a la metáfora y el doble sentido… Pero bueno, eran otros tiempos, tampoco podemos culparlos. Por cierto, si veis galena, una piedra plateada u obscura, similar al plomo, hacedme una señal, creo que será importante.

Dicho esto, empieza a caminar, dando a entender que deben proseguir la marcha, pero lo hace concentrado y oteando el horizonte, callando en cuanto empiezan a entrar en la ciudad, escudriñando cada esquina y cada sombra.

Compañeros no es por incordiar, ni ser pesado pero no seria mejor acampar fuera de la ciudad ya que es por la tarde y no creo que tarde en anochecer? No se cuanto tardaremos en encontrar la biblioteca, pero por seguridad no quisiera que nos pillara la noche aquí en medio

No se si lo que nos han contado o lo que pueda leer Rong en el libro será verdad o solo hqbladurias de viejas, pero no quisiera arriesgar nuestras vidas innecesariamente

Me muevo con lentitud colocado a un lado del carro, mirando de un lado a otro por si veo moverse algo o intuyo peligro para mi o mis compañeros

Iona llegó junto con sus compañeros a la ciudad de Korsul.

Así que estás ruinas es lo que andabamos buscando. Chutando un cascote Parece que ha tenido mejores tiempos. No veo mucha actividad. Pero por lo que dijo el anciano " Halcon" los ciudadanos que encontremos no serán muy amistosos.

Estoy con Ulfner, quizás lo mejor será hacer noche a las afueras de las ruinas. E inspeccionar la ciudad de dia. Junto con Talitha, podemos hacer una exploración de los alrededores del campamento, sigilosamente. No me gustaría acabar siendo la cena de nadie.

Sacó el cordón dorado de la mochila y se lo eneño a los demás. Entre los cadaveres del oásis, me encontré sin querer con esta pulserita. Creo que lo más justo es que la compártamos. 

El ansia de conocimiento y la curiosidad casi dominan al sabio, el cual tuvo que recordar los preceptos de su culto, los cuales parecían ya lejanos en el tiempo y el espacio, para centrarse y volver a la objetividad que precede al conocimiento verdadero.

- Como queráis, inspeccionar los alrededores puede ser buena idea. Vosotros sabéis más de esto que yo. – Rong Wei se baja momentáneamente la capucha de su túnica del desierto para rascarse un poco la calva mientras piensa – No es que sepa mucho, solo que la biblioteca debe ser más que notable, y por eso pensaba que no tardaríamos mucho en encontrarla. No obstante, sí que sé lo que ignoro… No sé si los posibles habitantes de estas ruinas serán más activos de noche que de día, tampoco sé cuál es su verdadera naturaleza, y por tanto también ignoro si acampar a las afueras es más seguro o no que entrar, ya que nada les impide localizarnos y asaltarnos en plena noche. Sin embargo, yo no decido por nadie y agradezco vuestros consejos. Acampemos pues, pero dudo que sea una noche tranquila, no haría fuego y creo que no podré dormir… Y si vais a echar un vistazo aseguraros de tener siempre una vía de escape, intuyo que las amenazas que oculta la ciudad van a sorprendernos más que nosotros a lo que sea que haya ahí dentro. De hecho, creo que me gustaría acompañaros, no creo que os retrase y quizás vea relevancia en detalles que a vosotras os parezcan banales…. –

Rong Wei se vuelve a colocar la capucha y mira a sus compañeros con cara de circunstancias, dicen que la curiosidad mató al gato, pero a fin de cuentas tiene 7 vidas, y aunque ya ha gastado unas cuantas la recompensa puede compensar perder una más. De pronto se fija en el cordón que saca Iona, es hermoso, aunque no está seguro de su valor.

La amiga de lo ajeno asintió con las palabras de Wrong

Pues Wrong, quizás tengas razón. Ponernos a dormir aquí en la entrada de la ciudad no tiene muchas lógica. Si hay alguien allí dentro con ganas de pelea, no les costará mucho encontrarnos. Y si aprovechamos la última hora de luz adentrándonos en el desierto, una vez a una distáncia considerable podemos montar de nuevo el campamento?

Talitha puede ir borrando nuestro rastro, ya aposentados podemos hacer una ronda de inspección de los alrededores. Sin adentrarnos en la ciudad.

Iona enseguida ve algo que la llama la atención. A o lejos, dentro de la ciudad un rayo del sol mortecino que se apaga ilumina lo que parece ser una gran estatua de oro puro encima de un pedestal...

Ulfner oteó el horizonte comprobando que todo estaba en calma.

Rong no los veía... pero algo estaba moviéndose sigilosamente entre los escombros. Varios seres estaban cerca de ellos.

Talitha no podía verlos, pero estaba claro que alguien estaba por ahí cerca... observándoles, cuchicheando...

Comenzamos a decidir cual es el próximo movimiento y me dedico a mirar a nuestro alrededor por si algo nos puede o quiere importunar, pero no veo nada que indique que hay algo vivo por aquí cerca, aunque la sensación de que eramos observados no se me quitaba de la cabeza.

Chicos de momento no se ve a nadie aun así no me fio de esta zona, aunque si encontramos una estructura suficientemente entera y facil de defender, podemos quedarnos en la ciudad.

Iona se dirigió hacia el carromato, mientras les comentó a sus compañeros, disimulando tan bien como pudo.

​Caballeros no les quiero alarmar, pero no estamos solos. Muy cerca de nosotros, entre los escombros, he visto varios seres moviéndose sigilosamente. ​

Cuando la ladrona llegó al carromato se subió encima y agachada todo lo parapetada que pudo se preparó para encender la lucerna. ​Por cierto Wrong, tienes algún recurso para iluminar la zona. Lo digo porque se está yendo el Sol. Y a ciegas no me manejo muy bien luchando. Ya que me imagino que los que están merodeando no serán muy amistosos.

​Aquel podía ser un buen momento para probar su nueva adquisición, el arco, quizás podría acertar a más de uno de aquellos seres. Pero la Zamoriana tenía dudas de hasta donde podría llegar su campo de visión. Quizás tendría que retrasar sus ganas de practicar puntería y limitarse al cuerpo a cuerpo.

Ya en el carro ​También me ha parecido ver a lo lejos, dentro de la ciudad, una gran estatua de oro puro encima de un pedestal. Creo que es eso lo que andamos buscando no? Aunque opino que primero hay que preparar la bienvenida a nuestros inesperados invitados.

Talitha, disimulando todo lo que pudo, se unió a Iona haciendo que la ayudaba a buscar algo en el carro, cuando en realidad estaba preparando su arco y flechas.

Informó a todos casi en un susurro, no podía ver a las criaturas que se escondían bien, pero cuchicheaban cosas en la oscuridad...los acechaban y preparaban una emboscada.

Rong recula pensativo cuando siente la presencia de alguien más entre las ruinas, y coge fuertemente su bastón cuando Iona confirma sus sospechas.

- No … - Dice el sabio oteando el horizonte, señalando a la muchacha que no tenía ninguna fuente de iluminación diferente a las antorchas. Cuando Iona comenta lo de la estatua, Rong Wei siente algo de alivio y sorpresa, no esperaba que fuera tan fácil de encontrar.
- ¿A qué distancia está la estatua, Iona? ¿No ves nada similar a la biblioteca cerca? -

A pesar de estar todos alerta aún nada aparecía en el horizonte, es como si su amenaza fuese invisible... o quizá solo fuesen imaginaciones provocadas por el calor... 

Si lo que dice Iona es cierto, deberiamos buscar una zona ventajosa para poder defendernos de los que nos acechan, no quisiera convertirme en la cena de alguien, y sino hubieseme parece que esta noche no vamos a dormir mucho.

si al final nos quedamos aquí además de la lucerna, encendería varias hogueras en determinados puntosestrategicos, como ya saben que estamos aquí, por lo menos que los veamos venir

Estoy contigo Ulfner, yo me quedaría aquí para proteger los caballos. Ya que sin ellos no podremos cruzar el desierto en condiciones. Los guerreros podéis encender un par de hogueras mientras Talitha y yo os cubrimos con los arcos desde el carro, en una posición elevada. Los más diestros con la espada os quedáis con la espalda pegada al carro mientras la chicas de arriba vamos disparando. Siempre estaremos a tiempo de bajar a echar una mano. O por lo contrario enganchamos los caballos y huimos lo más rápido posible. Adentrarnos en la ciudad, lo veo peligroso. La deconocemos y nos podrían pillar a campo abierto de camino a esta.

Iona se subió al carro y empezó a levantar la lona.

Talitha asintió ante la idea de Iona.

- Haced una hoguera grande, puede que a esos bichos les asuste el fuego si las historias que nos contaron eran ciertas... -Le susurró a Ulfner mientras subía al carro con la ladrona.

Preparó su arco y flechas, esperando que ahora fueran más mortíferas de lo que fueron con los escorpiones.

El kithano se sube al carro de un salto, imitando a Iona, estaba tan concentrado en encontrar la biblioteca y desentrañar sus misterios que este contratiempo le molestaba más que otra cosa.

Arriba en el carro, asido a su bastón y dispuesto a luchar contra estos nuevos oponentes, se le ocurre una idea estúpida pero que a su parecer puede evitar más sangre. Aun así, prefiere consultarlo con sus compañeros antes de precipitarse, un par de hogueras como protección nunca vienen mal para parlamentar.

- Pssst, chicas – Susurra refiriéndose a la nómada y la zamoria – ¿Habéis pensado que si no nos han atacado ya quizás puedan no ser hostiles? Habitar en este desierto no debe ser fácil, y aunque las historias que se cuentan de este lugar no son muy halagüeñas es posible que gran parte de ellas sean infundadas. -